PAGINAS Y RECORTES

viernes, 30 de marzo de 2018

VENEZUELA: De la cárcel al cementerio: La tragedia de #PoliCarabobo Por: Pamela Toledo (FOTOS) @la_patilla



Los deudos llevan el ataúd de Javier Rivas, uno de los presos que murió durante un motín y un incendio en las celdas del Comando General de la Policía de Carabobo, durante su funeral en Valencia, Venezuela el 29 de marzo de 2018. REUTERS / Carlos Garcia Rawlins
Los deudos llevan el ataúd de Javier Rivas, uno de los presos que murió durante un motín y un incendio en las celdas del Comando General de la Policía de Carabobo, durante su funeral en Valencia, Venezuela el 29 de marzo de 2018. REUTERS / Carlos Garcia Rawlins
 De la cárcel al cementerio:
 La tragedia de PoliCarabobo (Fotos)
Mar 30, 2018 11:23 am
Publicado en: Destacados, Nacionales, Sucesos

Familiares con lágrimas en los ojos, desconsolados, recibían el día de ayer 29 de marzo, Jueves Santo, los cuerpos de varios reclusos quienes murieron tras el motín que se presentó en la Comandancia de la Policía de Carabobo.
Por Pamela Toledo / LaPatilla.com
Este es uno de los incidente más trágico de los últimos años por la superpoblación en el sistema carcelario de Venezuela. Y uno de los sucesos que supera los ocurridos como el de la cárcel de Uribana, en 2013, con 61 muertos, y en la cárcel de Amazonas en 2017, con 38 muertos.
Aún no se conocen los detalles oficiales de cómo se originó el incendio, pero el fiscal designado por la Constituyente Cubana, Tarek William Saab, confirmó la muerte de 68 personas incluida dos mujeres que se encontraban de visita en el centro de reclusión.
La gente se aflige durante el funeral de Javier Rivas, uno de los reclusos que murió durante un motín y un incendio en las celdas de la Comandancia General de la Policía de Carabobo, en el cementerio de Valencia, Venezuela el 29 de marzo de 2018. REUTERS / Carlos Garcia Rawlins
La gente se aflige durante el funeral de Javier Rivas, uno de los reclusos que murió durante un motín y un incendio en las celdas de la Comandancia General de la Policía de Carabobo, en el cementerio de Valencia, Venezuela el 29 de marzo de 2018. REUTERS / Carlos Garcia Rawlins

Varios familiares dijeron que, de acuerdo con el relato de los presos que sobrevivieron, habría ocurrido una revuelta entre presos y policías. Agregó uno de ellos que a “un grupo de detenidos nos trasladaron hacia la cancha, pero nos echaron gasolina. El motín comenzó porque hubo un enfrentamiento con los policías”.
No son 68. Nosotros contamos 120 los muertos aquí”, indicó un detenido que no se identificó.
Se pudo conocer que al menos 43 cuerpos ya habrían sido entregados a los familiares de las 68 personas fallecidas.
Familiares de los reclusos que murieron durante un motín y un incendio en las celdas del Comando General de la Policía de Carabobo, reaccionan frente a una funeraria en Valencia, Venezuela el 29 de marzo de 2018. REUTERS / Carlos Garcia Rawlins
Familiares de los reclusos que murieron durante un motín y un incendio en las celdas del Comando General de la Policía de Carabobo, reaccionan frente a una funeraria en Valencia, Venezuela el 29 de marzo de 2018. REUTERS / Carlos Garcia Rawlins

Además se conoció que 47 personas fueron trasladadas a la cárcel de Tocuyito y que 53 reclusos permanecían en la Comandancia de PoliCarabobo.
La comandancia policial de Valencia, en el estado Carabobo, como muchos centros de reclusión en Venezuela, tiene más presos de los que se puede recibir, denunciaron varias organizaciones de derechos humanos.
Familiares de Javier Rivas, uno de los presos que murieron durante un motín y un incendio en las celdas del Comando General de la Policía de Carabobo, reaccionó frente a su camino durante su funeral en Valencia, Venezuela el 29 de marzo de 2018. REUTERS / Carlos Garcia Rawlins
Familiares de Javier Rivas, uno de los presos que murieron durante un motín y un incendio en las celdas del Comando General de la Policía de Carabobo, reaccionó frente a su camino durante su funeral en Valencia, Venezuela el 29 de marzo de 2018. REUTERS / Carlos Garcia Rawlins

Los deudos llevan el ataúd de Javier Rivas, uno de los presos que murió durante un motín y un incendio en las celdas del Comando General de la Policía de Carabobo, durante su funeral en Valencia, Venezuela el 29 de marzo de 2018. REUTERS / Carlos Garcia Rawlins
Los deudos llevan el ataúd de Javier Rivas, uno de los presos que murió durante un motín y un incendio en las celdas del Comando General de la Policía de Carabobo, durante su funeral en Valencia, Venezuela el 29 de marzo de 2018. REUTERS / Carlos Garcia Rawlins

Mourners look at the coffin of Javier Rivas, one of the inmates who died during a riot and fire in the cells of the General Command of the Carabobo Police, during his funeral in Valencia, Venezuela March 29, 2018. REUTERS/Carlos Garcia Rawlins
Mourners look at the coffin of Javier Rivas, one of the inmates who died during a riot and fire in the cells of the General Command of the Carabobo Police, during his funeral in Valencia, Venezuela March 29, 2018. REUTERS/Carlos Garcia Rawlins

Familiares de los presos esperan información luego de un motín y un incendio en las celdas del Comando General de la Policía de Carabobo en Valencia, Venezuela el 29 de marzo de 2018. REUTERS / Carlos Garcia Rawlins
Familiares de los presos esperan información luego de un motín y un incendio en las celdas del Comando General de la Policía de Carabobo en Valencia, Venezuela el 29 de marzo de 2018. REUTERS / Carlos Garcia Rawlins

Familiares de los presos esperan información luego de un motín y un incendio en las celdas del Comando General de la Policía de Carabobo en Valencia, Venezuela el 29 de marzo de 2018. REUTERS / Carlos Garcia Rawlins
Familiares de los presos esperan información luego de un motín y un incendio en las celdas del Comando General de la Policía de Carabobo en Valencia, Venezuela el 29 de marzo de 2018. REUTERS / Carlos Garcia Rawlins

Los familiares de los presos hablan con un oficial de policía mientras esperan información luego de un motín y un incendio en las celdas del Comando General de la Policía de Carabobo en Valencia, Venezuela el 29 de marzo de 2018. REUTERS / Carlos Garcia Rawlins
Los familiares de los presos hablan con un oficial de policía mientras esperan información luego de un motín y un incendio en las celdas del Comando General de la Policía de Carabobo en Valencia, Venezuela el 29 de marzo de 2018. REUTERS / Carlos Garcia Rawlins

Peggy Ruiz, madre de Brayan Silva, uno de los reclusos que murió durante un motín y un incendio en las celdas de la Comandancia General de la Policía de Carabobo, reacciona junto a familiares fuera de la funeraria en Valencia, Venezuela el 29 de marzo de 2018. REUTERS / Carlos Garcia Rawlins
Peggy Ruiz, madre de Brayan Silva, uno de los reclusos que murió durante un motín y un incendio en las celdas de la Comandancia General de la Policía de Carabobo, reacciona junto a familiares fuera de la funeraria en Valencia, Venezuela el 29 de marzo de 2018. REUTERS / Carlos Garcia Rawlins

Peggy Ruiz, madre de Brayan Silva, una de las reclusas que murió durante un motín y un incendio en las celdas de la Comandancia General de la Policía de Carabobo, reacciona mientras se apoya en el coche fúnebre frente a la funeraria en Valencia, Venezuela el 29 de marzo. 2018. REUTERS / Carlos Garcia Rawlins
Peggy Ruiz, madre de Brayan Silva, una de las reclusas que murió durante un motín y un incendio en las celdas de la Comandancia General de la Policía de Carabobo, reacciona mientras se apoya en el coche fúnebre frente a la funeraria en Valencia, Venezuela el 29 de marzo. 2018. REUTERS / Carlos Garcia Rawlins

Familiares de los reclusos que murieron durante un motín y un incendio en las celdas del Comando General de la Policía de Carabobo, reaccionan frente a una funeraria en Valencia, Venezuela el 29 de marzo de 2018. REUTERS / Carlos Garcia Rawlins
Familiares de los reclusos que murieron durante un motín y un incendio en las celdas del Comando General de la Policía de Carabobo, reaccionan frente a una funeraria en Valencia, Venezuela el 29 de marzo de 2018. REUTERS / Carlos Garcia Rawlins


FUENTE: LA PATILLA

jueves, 29 de marzo de 2018

Requiem en memoria de Petróleos de Venezuela. Por: Gustavo Coronel. OPINIÓN #PDVSA #Venezuela



Requiem en memoria de Petróleos de Venezuela. 


Por: Gustavo Coronel



jueves, 29 de marzo de 2018


These our actors,

As I foretold you, were all spirits and

Are melted into air, into thin air;

And, like the baseless fabric of this vision,
The cloud-capp'd towers, the gorgeous palaces,
The solemn temples, the great globe itself,
Yea, all which it inherit, shall dissolve,
And, like this insubstantial pageant faded,
Leave not a rack behind. We are such stuff 
As dreams are made on…..
Prospero, THE TEMPEST, Act 4, Scene I, William Shakespeare

Mi traducción:
Estos actores nuestros, te lo dije, eran todos espíritus convertidos en aire,
 Solo en aire sutil
Y, como la materia sin sustento de esta visión, las torres en las nubes, los Hermosos palacios, Los solemnes templos y el mismo globo,
Todo lo que heredamos se evaporará
Sin dejar el más pequeño rastro.
Somos apenas el material del cual se hacen los sueños….

Próspero, Acto IV, Escena I. LA TEMPESTAD, William Shakespeare

Para concebir la nacionalización de la industria petrolera se arroparon con la bandera nacional. Fue un acto de machismo. Se preguntaban: ¿Si otros países tienen una empresa petrolera nacional, por qué nosotros no? Podrían haber estado hablando de una línea aérea bandera (VIASA), de una flota de barcos (CVN), ambas creadas por la misma razón patriota o patriotera, ambas fallecidas hace tiempo. El mundo político dijo: Un país petrolero debe tener una empresa petrolera y ella debe ser la única que maneje el tesoro. El petróleo es nuestro, era el grito unánime. De nada valió que algunos dijéramos, en su momento,  que para ejercer efectivo control no era necesario tener empresa propia o  el monopolio de la actividad.  Lo más que se logró fue un artículo, el vituperado Artículo Quinto, que abría una pequeña puerta de asociación con empresas extranjeras, el cual fue definido como traición a la patria por mucho del mundo político. Por haberse incluido este artículo  la “nacionalización” fue definida como chucuta. El tiempo se encargó de poner las cosas en su sitio y mostró que estas asociaciones eran el pan nuestro de cada día en una actividad internacional. Hasta los más rábidos ultra patriotas las han utilizado, aunque el chavismo las ha tenido solo para tratar de sacarles dinero a los Rusos y a los Chinos, sin que conduzcan a un desarrollo petrolero real.  
De nada valió que en el momento en el cual se tomó la decisión  ya el estado capturaba un 85% de los ingresos, sin que él tuviese que invertir en el negocio, por lo cual lo que se terminó “nacionalizando” fue el riesgo.
Ello le fue advertido a quienes tomaron la decisión, pero la nacionalización petrolera no fue una decisión basada en cálculos económicos sino políticos.  Fue un asunto de soberanía, entendida como “lo mío lo manejo yo y nadie más que yo”.
 Y así fue. Durante unos 5 a 6  años  se dio el milagro de que el mundo político dejase a Petróleos de Venezuela hacer su trabajo sin interferencias. Fue un milagro hecho posible por el inmenso prestigio de Rafael Alfonzo Ravard, unos de los escasos mandarines que ha tenido nuestra función pública. Su presencia en PDVSA creó, por cierto número de años, el dique que contenía las apetencias del sector político sobre la industria que generaba dinero, es decir, poder.   En la década de 1980 se comenzaron a ver las fisuras, se terminó la luna de miel entre PDVSA y el país político. El éxito de la empresa pareció indicarles a los miembros del mundo político que eso de producir y vender petróleo no era asunto tan complicado. Hubo quienes dijeron que “el petróleo se vendía solo”. A medida que le empezaron a perder el temor reverencial al General Alfonzo Ravard y a los tecnócratas  los políticos más osados comenzaron a criticar a PDVSA: “Esos gerentes ganan mucho dinero”, decían algunos copeyanos. “Toman champaña a  bordo de sus aviones”, decían algunos adecos. “Los gerentes petroleros son apátridas”, acusaban los ñángaras. Comenzó una actividad de penetración política en PDVSA que culminó, durante la presidencia de Luis Herrera Campins,  con la confiscación del Fondo de Inversión que PDVSA requería para sus inversiones de capital y mantenimiento. La politización de PDVSA fue un proceso insidioso, persistente, sin vuelta atrás. El sueño de los gerentes y técnicos petroleros de lograr que la administración pública venezolana se contagiara con los buenos hábitos de PDVSA se revirtió y PDVSA se fue contagiando con los malos hábitos de la administración Pública. No era lógico esperar que el pez chico se comiera al pez grande. A pesar de la importancia de PDVSA para la economía del país, PDVSA era una empresa de un relativamente bajo número de empleados, mientras que la Administración pública era un gigante desordenado que engullía todo lo que encontraba a su paso.     
Una temprana muestra de lo absurdo de tener una empresa petrolera estatal de naturaleza global se refería a los salarios. Mientras los gerentes de PDVSA ganaban $2500 o $3000 al mes, sus contrapartes de Shell o Exxon ganaban $15-20000 al mes, más bonos y participaciones accionarias. Sin embargo, estos gerentes de PDVSA eran criticados por gente tan influyente como Gonzalo Barrios por ganar “obscenas” cantidades, mientras sus contrapartes en el Ministerio apenas ganaban unos $600 al mes. En este drama nadie realmente tenía la culpa pero nadie era justamente tratado. “¿Cómo podía un gerente petrolero ganar más que un ministro?, se preguntaban los políticos. El desequilibrio era un producto del absurdo de tener una empresa del Estado compitiendo en la arena internacional pero sujeta a los reglamentos de una mediocre y politizada administración pública.
Cundo Hugo Chávez llegó a la presidencia ya PDVSA mostraba claras señales de deterioro. Tenía más empleados de los necesarios, sus directivas eran seleccionadas con criterios predominantemente políticos. Aunque la meritocracia no había fallecido del todo,  ya los niveles altos de la gerencia eran ocupados preferentemente por los gerentes simpatizantes del partido de turno.  El presidente de PDVSA se perfilaba como candidato a la presidencia del país, lo cual era clara señal de que algo no andaba  bien.
Sin embargo, nadie imaginaba lo que se le vendría encima a PDVSA. Chávez necesitaba el dinero petrolero para “hacer” su revolución, no para desarrollar al país. Dijo: “Primero atiendo lo político, después lo económico”. Para ello requería del control sobre PDVSA y ni Giusti ni Mandini se lo iban a permitir. Por ello montó allí a un bate quebrado llamado Ciavaldini. Lo remplazó al poco tiempo por un militar, Lameda, quien resultó ser institucionalista, no un títere de Chávez. Y por ello fue despedido. Entonces llegó la debacle con Gastón Parra, un profesor marxista quien nunca había visto un taladro, excepto en fotos. La reacción de los gerentes petroleros no se hizo esperar. Su protesta se convirtió en un masivo movimiento cívico que obligó a Chávez a pedir la represión a sus jefes militares, quienes rehusaron y lo sacaron del poder. Un general, hoy embajador en Portugal, le pidió la renuncia, “la cual aceptó”. Después de su retorno, apuntalado por el general Baduel, regresó decidido a vengarse de los tecnócratas petroleros y a saquear a PDVSA. El y su mensajero, Maduro, nombraron la macabra línea de presidentes que la destruiría: Ali Rodríguez Araque, Rafael Ramírez, Eulogio del Pino, Nelson Martínez, Manuel Quevedo, gente deshonesta e incompetente.
Ellos, sobre todo los tres primeros, promovieron una corrupción nunca vista en Venezuela. Desviaron los ingresos de PDVSA hacia fondos paralelos sin transparencia, importaron comida podrida a groseros sobreprecios, alquilaron gabarras inservibles para ganar obscenas comisiones, contrataron con familiares y amigos, convirtieron a PDVSA en una empresa lavadora de dinero, permitieron que los sectores militares se apoderaran – a través de sus empresas fantasmas -  de una buena parte del mundo de las contrataciones petroleras a fin de repartirse a PDVSA entre el chavismo y la Fuerza Armada. Hicieron de PDVSA un refugio de reposeros y enchufados que ha llegado a tener cinco veces más empleados de los que necesita, dedicaron la empresa a criar cerdos, a sembrar sorgo, a hacer casas mal hechas, a vender pollos, todo lo cual la desnaturalizó como empresa petrolera.
El resultado no se hizo esperar. Especialmente desde 2007 en adelante la empresa se vino abajo, aún en momentos en los cuales el barril de petróleo había llegado a altísimos niveles. Nada era suficiente para la codicia de la obtusa nómina gerencial petrolera y los sátrapas en el poder político. Destruyeron la empresa, la quebraron financieramente llevando su deuda a unos $80.000 millones, la llevaron a producir la mitad de lo que producía al llegar Chávez al poder, arruinaron sus refinerías, ordenaron barcos que nunca llegaron a navegar, permitieron miles de derrames petroleros en toda la geografía venezolana, se aliaron con empresas de medio pelo para “desarrollar” la Faja del Orinoco, barrieron el piso con el nombre de la empresa en el mundo petrolero y la hicieron sinónimo de mediocridad y carencia de honorabilidad en sus negocios.
Así como prostituyeron el nombre de Bolívar apropiándoselo para su “revolución” y destruyeron al Bolívar, la moneda, así corrompieron de tal manera el nombre de PDVSA que ese nombre rueda hoy por los pantanos más pestilentes del mundo financiero y petrolero. 

Petróleos de Venezuela no es recuperable. Es un nombre destruido, sin “good will” en el mundo petrolero. Una nueva Venezuela debe implantar un nuevo modelo de gestión petrolera, después de haber aprendido amargas lecciones. Una, que el patrioterismo lleva al desastre. Dos, que el Estado casi nunca es apto para la actividad económica. Que los venezolanos que clamaban con estridencia por la “nacionalización” petrolera fueron de los primeros en saquearla, en ver su tragedia con indiferencia y en  guardar silencio cómplice ante el desastre. Tres, que Venezuela requiere un estado pequeño, eficiente en su supervisión de actividad privada pero no empresario.
PDVSA debe ser enterrada junto con los mitos del estatismo, de la soberanía mal entendida, del patrioterismo, del orgullo desbocado, de la arrogancia de los líderes mediocres, del culto a la personalidad, del caudillismo incompetente y bocón.
Y, para la PDVSA que se creó con loables propósitos y que luego fue martirizada y asesinada por una horda salvaje, le pedimos al piadoso señor:
Pie Iesu Domine, dona eis requiem
Dona eis requiem sempiternam


IMAGEN SUPERIOR:Por cortesía de:  800 Noticias

REMISIÓN: Eddie A. Ramírez S. 



domingo, 25 de marzo de 2018

Desalojar al supremo. Por: Pablo Aure @pabloaure OPINIÓN. ¡Hasta cuándo!


¡Hasta cuándo!
Desalojar al supremo
La palabra supremo en Venezuela no es la misma desde que la  inefable revolución decidió cambiarle el significado. Primero Chávez se encargó de destruir la independencia del tribunal “supremo” de justicia, y ya sabemos en las demandas lo que ha significado esa maniobra. Luego, el propio Chávez se autodenominó líder “supremo” de la revolución. Pero, ¿qué se esconde detrás de esa palabra? Veamos.
Si tomamos como ejemplo a Perú, país que ha estado lleno de historias de corrupción, donde varios de sus presidentes han sido destituidos, otros encarcelados y/o en el exilio huyendo de la justicia. El Congreso peruano cumple con sus funciones. Los congresistas se ponen de acuerdo para dar o quitar gobernabilidad al jefe del Poder Ejecutivo.
No me refiero a si los congresistas son honestos o villanos, nada de eso, solo quiero significar que ellos saben ejercer la representación popular. Se ponen de acuerdo para determinados asuntos que definen y deciden el destino de la nación.
En cualquier parte del mundo el Poder Legislativo es el genuino representante de los ciudadanos. Hay que recordar que la soberanía reside en el pueblo y que además ésta es ejercida a través de sus representantes, pues entonces, es de suponer que es en el Legislativo donde se amalgama la voluntad popular. Eso es lógico porque allí está la representación de todos los estados. La composición del Congreso, del Parlamento o de la Asamblea Nacional debe ser lo más parecido a las corrientes del pensamiento existentes en el país.
Así funcionan las democracias. El ejecutivo debe estar controlado por el legislativo. Desgraciadamente aquí en Venezuela, la Constitución lo establece pero no se cumple, porque quien detenta las funciones de presidente se ha erigido como el rey o peor aún como el “supremo” tirano no sujeto a ningún tipo de control.
Allí está la clave, en Venezuela falló el sistema republicano al no impedir que se concentrara en un solo individuo todo el poder y en peor caso, sin ningún control. Por lo tanto, merece hacerse una profunda revisión de todo nuestro ordenamiento jurídico para que esto nunca más tenga lugar.
Las malas intenciones.-
Hay gobiernos malos y gobiernos del mal. El de Maduro pertenece sin duda a los segundos. Sigamos con Perú de ejemplo. La semana pasada hubo un escándalo que terminó en la renuncia del presidente Kuczynski, porque supuestamente está involucrado en un caso de soborno con la empresa Odebrecht.
Cualquier mortal venezolano diría: ¡vaya puritanismo! porque los socialistas del siglo XXI han hecho del soborno y de la tracalería su caja chica. Eso en este país ya no asombra a nadie. Odebrecht ni es tomada en cuenta porque esas comisiones que suele dar a los facilitadores de los contratos pudieran ser consideradas como un sencillo pa´los frescos. Eso es un sencillito. Aquí lo que se repartía y se sigue repartiendo, aunque en estos ultimos meses quizá en menor escala, son barcos de petróleo, toneladas de oro, minas de diamantes, millones de dólares a diez bolívares, arcos mineros, yacimientos petroleros, sistemas eléctricos no adquiridos pero si comprados, ferrocarriles que se han pagado pero en maquetas, gandolas de gasolina o autopistas en planos.
Estos barbaros han secado pozos de petróleo y quebrado todas las empresas estatales que estaban en plena actividad, y sin embargo no ha habido ninguna investigación que inculpe a los responsables. No hay sanciones para los peces gordos, solo multas e inhabilitaciones y en algunos casos cárcel para chivos expiatorios o para quienes se salen del proyecto del patrón rojo malandro.
Entonces, ¿por qué en Perú el presidente renuncia por un escándalo y aquí no? Para empezar, Maduro no es presidente, desde el principio ha usurpado el cargo, y como si fuese poco, la Asamblea Nacional que al parecer está de adorno, declaró el abandono del cargo a principios del año pasado y no hizo cumplir su decisión. Pero más allá de eso, esto ocurre porque a pesar de la corrupción que pueda existir en otros países, la mayoría de los políticos cuando ven acercarse un mal mayor para su pueblo, deciden hacerse a un lado. Acá en Venezuela ocurre lo contrario, cuando ven que la situación puede empeorar, se empeñan en hacerla doblemente peor, por eso insisto, esto que soportamos es un gobierno del mal.
Un pranato revolucionario.-
Venezuela es un pranato donde no es que no exista solamente un Poder Legislativo que se haga respetar, sino que todos los demás poderes tienen una línea de comportamiento que obedecen a los capos del sistema. Venezuela no es una república, es un país forajido gobernado por la delincuencia.
No hay tribunales ni parlamento. Los que existen son solo caricaturas. Venezuela desgraciadamente está dominada por verdadera bandas criminales con nexos con organizaciones dedicadas a las más diversas modalidades de delitos, desde el terrorismo hasta el tráfico de drogas.
Este sombrío panorama se ha extendido a todas las instituciones que sienten temor por enderezar la situación. No se atreven a dar el paso necesario para su liberación.
No sé en qué momento de la historia nos encontremos, sinceramente no me atrevo a decir cuánto falta para reaccionar. Pero lo que si debo confesarles es que desde hace rato no siento ninguna confianza en lo que puedan realizar los poderes de papel que están ocupados por soldaditos de plomo que se desplazan en un tablero que mueve el alto gobierno, bajo las directrices del tirano del Caribe.
Venezuela no saldrá de esta macabra tiniebla mientras no entendamos las dimensiones del asunto. Basta de seguir engañando a la gente vendiéndole salidas electorales. Que se dejen de zoquetadas aquellos que dicen que solo conocen el método electoral para quitar o poner gobernantes. ¡Mentirosos! De esta tiranía jamás saldremos vía electoral porque nos enfrentamos a una banda criminal que asaltó el poder para nunca más abandonarlo. No es especulación, ellos lo han dicho.
A quienes me pregunten qué cosa propongo, les contesto: léanse el artículo 333 de la Constitución, luego piensen de qué manerapodemos colaborar en el restablecimiento de la efectiva vigencia de la Constitución. No se me ocurre otra distinta a la de la unión Civico-Militar con la indispensable ayuda de fuerzas internacionales. ¡Por Dios!, la salida no será convencional y tampoco será por las buenas porque no nos enfrentaremos a una congregación de hermanitas descalzas. Los que pretenden quedarse a perpetuidad son mafias de la peor calaña a quienes debemos desalojar como sea. Ese como sea vuela en nuestra imaginación y siempre debemos tener presente la ayuda de paises aliados y de organismos internacionales para generarle confianza a esa unión civico-militar cuyo activación es urgente. Creo que los vientos soplan en esa dirección, en todas partes se escucha el estrundoso malestar que viene creciendo en cada rincon del país, ese grito agitado ha penetrado en lo más adentro de los cuarteles. Hoy, solo a la espera de la indispensable ayuda humanitaria para terminar con la faena. Ese tirano que hoy se erige como supremo y que tiene su corte de aduladores, debe ser desalojado lo más pronto posible  para volver a tomar el camino de la libertad y fundar la anhelada república con la que todos soñamos.
Pablo Aure.                    

VENEZUELA: Los oscuros negocios del #chavismo con #China Por: @josemariairujo y @joaquingilr @elpais_inter


El expresidente de Venezuela Hugo Chávez con su entonces homólogo chino, Hu Jintao, en el Gran Palacio del Pueblo en Pekín, en abril de 2009. Ampliar foto
El expresidente de Venezuela Hugo Chávez con su entonces homólogo chino, Hu Jintao, en el Gran Palacio del Pueblo en Pekín, en abril de 2009. EFE

Los oscuros negocios del chavismo con China 

El empresario Diego Salazar tuvo un contacto de oro en el Gobierno de Venezuela: su primo Rafael Ramírez, hombre fuerte del Ejecutivo de Hugo Chávez que combinó los ministerios de Energía y Petróleo con la presidencia de la mayor compañía estatal, Petróleos de Venezuela SA (PDVSA). Salazar consiguió contratos millonarios de empresas chinas que ejecutaron obras públicas en el país sudamericano mientras su familiar ocupaba cargos institucionales entre 2002-2014.

Un primo de un exministro de Venezuela ocultó en Andorra 49 millones procedentes de comisiones de empresas asiáticas

El empresario cobró 49,2 millones de dólares (40 millones de euros) en comisiones hasta septiembre de 2010 por servicios de consultoría e intermediación para que multinacionales asiáticas captaran adjudicaciones de infraestructuras del Ejecutivo de Venezuela, según documentos a los que ha tenido acceso EL PAÍS.
El primo del exministro Ramírez depositó sus beneficios en la Banca Privada d’Andorra (BPA), donde manejó 11 cuentas entre 2007 y 2014, según un informe confidencial de esta entidad. Andorra, de 78.000 habitantes, permaneció blindada por el secreto bancario hasta el año pasado.
Salazar cobró en la BPA sus comisiones, un 10 % de las obras públicas “firmadas y en fase de desarrollo”. Y barajó ingresar este porcentaje en el banco andorrano por gestionar infraestructuras por valor de 3.000 millones de dólares (2.432 de euros).


Documento confidencial de la Banca Privada d'Andorra (BPA), fechado el 24 de septiembre de 2010, que detalla la actividad de una cuenta del empresario Diego Salazar abierta a nombre de la sociedad Highland Assets Corporationampliar foto
Documento confidencial de la Banca Privada d'Andorra (BPA), fechado el 24 de septiembre de 2010, que detalla la actividad de una cuenta del empresario Diego Salazar abierta a nombre de la sociedad Highland Assets Corporation EL PAÍS


Entre los clientes de Salazar figuró la ingeniería china Sinohydro Corporation Limited, un gigante con 486 proyectos en 72 países. El empresario firmó un contrato para intermediar en la adjudicación de cinco obras públicas con esta compañía.
Sinohydro Corporation Limited participó en dos fases de la planta termoeléctrica La Cabrera en el Estado venezolano de Aragua. La infraestructura, inaugurada en 2014, costó 603 millones de dólares (491 millones de euros).
“El caso chino es cien por cien Diego Salazar. Él era un lobista de los chinos y la embajadora de Venezuela en el país asiático le ayudaba”, confiesa un exalto directivo de PDVSA.
El análisis de los movimientos de una de las 11 cuentas que manejó Salazar en el banco andorrano confirma que el primo del exministro Ramírez transfirió 7,3 millones de dólares (5,9 de euros) al ejecutivo de PDVSA Francisco Jiménez Villaroel. Y que este también manejó tres cuentas en la institución financiera que movieron nueve millones de dólares (7,2 de euros).
Salazar envió el dinero a Villaroel mediante un traspaso interno, un sistema que dificulta el rastreo de los fondos.
Para justificar su actividad e ingresos, Salazar aportó a la institución financiera de Andorra un contrato de “consultoría e intermediación” entre su empresa panameña Highland Assets Corporation y la ingeniería Sinohydro Corporation Limited.

Un 10 % de comisión

El documento acredita que el empresario percibió una comisión del 10 % “del importe neto cobrado en la negociación directa” de las infraestructuras.
“Se estipula un precio del contrato en 1.038.710.000 dólares para una planta termoeléctrica de 772 megavatios y 315.891.109 dólares para una nueva planta (La Cabrera) de 200 megavatios”, recoge la BPA en un informe sobre el primo del exministro Ramírez.

La inteligencia venezolana arrestó en diciembre al primo del exministro Ramírez

Salazar está siendo investigado en Andorra por blanqueo. Su causa judicial salpica también a una decena de empresarios, exviceministros de Venezuela, como Nervis Villalobos y Javier Alvarado (ambos de Energía), y testaferros de políticos del Ejecutivo de Hugo Chávez (1999-2013).
La organización percibió supuestamente más de 2.000 millones de euros en comisiones ilegales por intermediar para que compañías extranjeras consiguieran adjudicaciones de PDVSA, según reveló EL PAÍS.
La investigación judicial conecta los manejos de la esta red con un acuerdo entre Venezuela y China por el que el país sudamericano recibió un préstamo de 20.000 millones de dólares (16.219 millones de euros) del gigante asiático a cambio de petróleo.
En su declaración en 2015 ante la magistrada en Andorra que instruye el caso, Salazar indicó que el Gobierno de Venezuela no tenía influencia en estas licitaciones. Y añadió: “Nunca he tenido ninguna relación comercial con Ramírez”. El empresario calificó a su primo de “persona de carácter difícil”.
El Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin) arrestó el pasado diciembre a Salazar en Caracas por su supuesta implicación en esta trama de cobró comisiones a cambio de contratos de PDVSA. Y, desde entonces, el empresario permanece en prisión.
También el pasado diciembre, la Fiscalía de Venezuela anunció una investigación penal contra Ramírez, que hasta 2017 fue embajador del país sudamericano ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Las autoridades le atribuyen supuestas irregularidades durante la presidencia de la petrolera estatal.
Este periódico ha intentado sin éxito recabar la versión de PDVSA y de Sinohydro Corporation Limited.
De 49 años y “técnico de seguros” de formación, Salazar llegó a manejar más 70 millones de euros a través de un entramado societario en Andorra. El empresario declaró en 2011 unos ingresos de más de cinco millones de dólares, entre fondos personales y de su consultora Inverdt Asesores de Negocios. Y anunció a la BPA su intención de adquirir una empresa reaseguradora, una casa de bolsa en Venezuela y un apartamento en Miami
Las autoridades andorranas intervinieron en marzo de 2015 la entidad elegida por Salazar para depositar sus fondos, la BPA, por un presunto delito de blanqueo de capitales. Los dueños del banco, que llegó a tener 9.000 clientes y un volumen de negocio de 8.000 millones de euros, niegan estas acusaciones.
investigacion@elpais.es

SALAZAR: “LOS CHINOS TENÍAN EL PODER DE DECISIÓN”




“Los chinos tenían el poder de decidir qué empresas hacían los proyectos. Este era el acuerdo entre los dos Estados. Era la Comisión Nacional de Obra, Desarrollo y Reforma de China, un Ministerio, el organismo que decidía con que empresas se harían los proyectos”.
Diego Salazar se desmarcó en febrero de 2015 con este argumento de haber cometido un delito de tráfico de influencias en su declaración ante la juez de Andorra Canòlic Mingorance. La magistrada indaga el presunto blanqueo de 2.000 millones de euros en comisiones ilegales de Petróleos de Venezuela SA (PDVSA) mediante un engranaje de evasión que incluyó la Banca Privada d’Andorra (BPA).
Las pesquisas de Mingorance abordan si la presunta trama cometió entre 2006 y 2012 los delitos de soborno, tráfico de influencias y corrupción.
Salazar reiteró a la jueza que prestó los trabajos en entredicho. “Mi holding tenía que salir a buscar a estas empresas, contratos de asesoramiento y ayuda técnica en ingeniería. Los chinos buscan ingenieros para obras, facilitan parte de los trabajadores aunque también hay venezolanos. Mi empresa hace un seguimiento de la obra desde el inicio hasta su finalización. También tengo la posibilidad de subcontratar otras empresas dada la importancia de los proyectos cuando no puedo prestar el servicio”.
Por otra parte, la jueza preguntó a Salazar si pagó un soborno a la Policía de Venezuela. Y le ofreció escuchar una transcripción telefónica. “Vinieron unos policías a la empresa a investigar unos presuntos movimientos de dinero. Estos, además, querían dinero a cambio. Es una situación habitual en Venezuela. Yo no estaba presente. La empresa no pagó, no lo haría nunca. Siempre he estado en contra de dar dinero. No quiero que mi imagen esté expuesta en estos temas. Tengo por norma no pagar hasta que se cansen”.
En la documentación que aportó a la BPA para abrir sus cuentas –llegó a tener 11-, Salazar acreditó mantener vínculos comerciales con las firmas China Calvic Engineering Co, China Machinery Engineering Corporation, China Camc Engineering Co y Yutong Hongkong Limited, entre otras, según un documento de este banco de Andorra.
FUENTE: EL PAÍS