PAGINAS Y RECORTES

miércoles, 31 de julio de 2024

COMUNICADO AL MINISTRO. VLADIMIR PADRINO LOPEZ. Por: Coronel (Ej.) Ángel Alberto Bellorín. Venezuela

COMUNICADO AL MINISTRO
VLADIMIR PADRINO LOPEZ. 

Señor  Ministro. Me dirijo al soldado que  aún debe quedar en ti.

La norma elaborada por el propio PSUV en el año 2009 establece el plazo de 48 horas para la totalización  pública de los resultados  electorales antes de una proclamación. Ese lapso es para evitar malos entendidos.

La proclamación   debe ser posterior a la totalización, sin embargo, estamos cerca de cumplir 72 horas del  cierre del evento electoral, el CNE proclamó a un candidato  sin que  en forma publica se efectuara  la totalización de  las  actas para  los escrutinios finales. Eso lo ordena una ley que el partido de gobierno aprobó sin oposición. Según lo anterior la pregunta es obvia.
  
¿Por qué el CNE no ha publicado ninguna de las actas de votación?. 

Publicarlas fuera del lapso y sin los testigos del evento electoral, hace evidente  que las están modificando  o fabricando. 

Así las fabriquen chinos, rusos o extraterrestres serán falsas y  detectadas fácilmente 

Tu sabes lo que está  pasando y tienes oportunidad de evitar un mal mayor. 

Échale bolas, da una rueda de prensa y exige a Elvis Hidrobo Amoroso que publiqué de inmediato aunque sea la mitad de las actas.

Si lo haces  acabas con eso que llaman  golpe de estado, y que en verdad es el asomo de una insurrección  popular que puede llevar a  consecuencias impredecibles.

Está en tus manos evitar  que se siga  derramando sangre de venezolanos. Es hora de hacer lo correcto.

Caracas 31 de Julio del 2024 13:45 hora local


Coronel Angel Alberto Bellorin. 
Oficial de Infantería.
Academia Militar Promoción 1977. 
Perfil (X) @chateubrian

martes, 30 de julio de 2024

SUICIDIO: Por: Humberto García Larralde. Opinión. Venezuela

Humberto García Larralde: Suicidio

¿En qué cabeza cabe que quien devastó al país, arruinó su economía, destruyó los servicios públicos, provocó la migración de una cuarta parte de la población, acabó con la posibilidad de que las mayorías disfrutasen de medios de sustento dignos, reprimió y se burló de la gente con promesas que jamás cumplió, pudiese ganar unas elecciones libres? ¿Cómo creer que el pueblo venezolano, tan sufrido, haya premiado en las urnas al peor gobierno que ha conocido la historia del país?

Los fascistas jamás se pasearon por estas interrogantes porque, para ellos, nunca tuvieron sentido. Siendo expresión de los mejores intereses del Pueblo –por “revolucionarios”–, la elección no podía sino confirmar a quien pusieran ellos de candidato. Se llama a votar, sí, ¡pero no para elegir a otro! Desde meses se dieron a la tarea de cometer cuanto abuso y atropello les ocurriera, inhabilitando candidatos, inventando conspiraciones para apresar a figuras opositoras, hostigando a activistas, obstaculizando, como sea, las movilizaciones populares, impidiendo la llegada de observadores internacionales, acaparando medios y mintiendo, mintiendo y mintiendo. Pero lejos de amilanar las ansias de cambio de la gente, las exacerbó aún más. Conscientes de que iban a ser derrotados de manera fulminante, decidieron, entonces, tirar la parada definitiva.

Y montaron el sainete del cual somos testigos. Primero, no le entregarían a los testigos de oposición copias de las actas de escrutinio en aquello centros en que podían salirse con las suyas. Luego, le prohibirían la entrada de Delsa Solórzano a la sala de totalización del CNE. Antes, en horas en que todavía transcurría la votación, grabarían a Jorge Rodríguez y a Diosdado Cabello, sonrientes, felicitando al “pueblo” por la jornada, a la par que Schemel (Hinterlaces) lanzaría –a pesar de la supuesta prohibición de dar a conocer resultados antes del CNE—un “exit poll” señalando un “triunfo” de Maduro en las mismas proporciones en que anunciaría finalmente Amoroso. Y todo ello, a pesar de que, video tras video en circulación los desmentía mostrando a la gente celebrando, en cada Centro de Votación, la contundente victoria de Edmundo sobre Maduro que arrojaba el conteo de votos: 2 a 1 o 3 a 1. Confirmado, además, por los exit polls confiables que se fueron dando a conocer. Pero, no, ¡ganó Maduro! El cinismo, la falta de escrúpulos y el desprecio por la voluntad de la gente se pierde de vista.

Una de las características más odiosas de las autocracias de inspiración ideológica –como la fascista en Venezuela—es la soberbia y la prepotencia con que se conducen. Dueños de una verdad indiscutible construida a partir del imaginario conque justificaron su ascenso al poder, son impermeables a todo cuestionamiento. Sus críticos son basura. Creyendo haber descubierto los misterios del devenir histórico al haber liderado una “Revolución”, despliegan una pretendida superioridad moral para burlarse de todo aquello que refuta su retórica. En posesión de la maquinaria del Estado, desconocen los derechos de todo aquel que no se sume a la buena nueva, amparados en la convicción de que el único rasero de lo “Justo”, de lo que distingue lo correcto de lo que no lo es –es decir, entre el bien y el mal—lo pauta su funcionalidad para con el avance del poder “revolucionario”. Y como la “revolución” son ellos, la defensa de sus intereses –sus privilegios, inmunidad y los despojos de que se han apoderado—absuelve todo atropello ejecutado con ese propósito. Los fines trascendentes involucrados convierte a la Historia en juez supremo. Y ellos son sus custodios. Y, mientras más poder acumulan, más necesitan refugiarse en las argucias conque justifican el desmontaje del Estado de derecho y la imposición de un ejercicio despótico en el que, por antonomasia, la razón siempre estará de su parte. La anomia del poderoso.

Los griegos clásicos se referían a posturas semejantes de soberbia y prepotencia como hibris o hubris, una desmesura y falta de modestia respecto a sus propias limitaciones, que pervierten el trato de una persona con otros y/o con los elementos de su entorno. Es la soberbia que enceguece a los dictadores, porque, emborrachados de poder, confunden las posibilidades reales de que algo suceda con sus pretensiones particulares. Y cometen errores, minando su posición de dominio. Subsumidos en su burbuja ideológica, pierden la capacidad (o el interés) de corregirse. Es la realidad la que debe adaptarse a sus designios. La razón de la fuerza por encima de la fuerza de la razón.

A estas tempranas horas nadie sabe si los fascistas podrán salirse con la suya. Esperemos que no. El liderazgo democrático siente, en estos momentos, el enorme peso de la responsabilidad que le toca asumir en la conquista de la libertad. Ya las primeras reacciones a nivel internacional le exigen a Maduro las cuentas claras. Difícil que el pueblo se resigne a un escamoteo tan grosero.

¿Qué “legitimidad” conquistaron los chavo-maduristas con tan vulgar fraude? ¿A quiénes creen engañar? ¿Se conquistó “la paz y la tranquilidad”? ¿Se allanó el camino para atraer inversiones y generar empleo? ¿Los países aledaños pueden confiarse en que no se incrementará el flujo migratorio hacia ellos? ¿Se levantarán las sanciones? ¿La Corte Penal Internacional y el Consejo de Derechos Humanos de la ONU desistirán de sus investigaciones ante estos resultados? ¿Quedará todavía abierta la puerta de una justicia transicional, condicionada al retorno a la democracia?

Repito, es muy difícil saber qué va a ocurrir. Pero tengo la convicción de que, lejos de un triunfo que el fascismo merecería celebrar, el sainete que montaron parece, claramente, su suicidio.

¡La Historia No los absolverá!

Economista, profesor (J), Universidad Central de Venezuela

FUENTE: Costa del Sol / https://www.costadelsolfm.org/2024/07/29/humberto-garcia-larralde-suicidio/

lunes, 29 de julio de 2024

El fracaso de la vía electoral Por: Humberto González Briceño. Opinión. Venezuela

El fracaso de la vía electoral

Por: Humberto González Briceño

            Para quienes aún dudan qué tan lejos estaría el chavismo dispuesto a llegar para atornillarse en el poder los eventos del 28 de julio de 2024 deberían despejar esa incógnita. El chavismo hará todo lo que sea necesario para seguir destruyendo a Venezuela, incluso violar su propia Constitución si fuere necesario.

            El anuncio de la inaudita victoria de Nicolás Maduro sobre Edmundo Gonzalez tampoco debería sorprender porque se trata del momento culminante de una cadena de violaciones y arbitrariedades, todas aceptadas por la falsa oposición (PUD/MUD) en su empeño por aferrarse a la vía electoral como método para salir del chavismo.

            Las negociaciones de México, entre el régimen chavista y su falsa oposición, que luego desembocaron en el caricaturesco Acuerdo de Barbados fueron justificadas como necesarias para lograr condiciones y garantías para unas elecciones justas y transparentes. De alguna forma, como siempre suele ocurrir, este propósito elite fue abandonado en el camino para embarcarse en unas elecciones con las peores condiciones que alguna vez hayan existido en la era chavista.

            Todos y cada uno de los abusos fueron mansamente aceptados por la MUD sin oponer resistencia con tal y seguir en la vía electoral. Un CNE con mayoría de rectores y funcionarios chavistas. La exclusión de más de 9 millones de electores del Registro Electoral, 4 millones en el exterior y 6 millones de nuevos votantes en Venezuela. La confiscación de las tarjetas electorales de los partidos de la MUD para dárselas a operadores del régimen. La inhabilitación consecutiva de María Corina Machado y de Corina Yoris como candidatas presidenciales. Habría que agregar, por supuesto, el peculado de uso al dedicar recursos del Estado y de las Fuerzas Armadas para la campaña de Nicolás Maduro.

            Pero hay más. La conformación de los miembros de las mesas electorales fue el resultado de un extraño azar que favoreció a agentes del PSUV que fueron el 99% de ese personal electoral. Una cantidad importante de testigos electorales de la MUD fueron sobornados y otros chantajeados.

            Pero si lo que aquí se ha enumerado no es suficiente entonces hay que sumar a la lista la expulsión de observadores internacionales en la víspera de las elecciones, el impedimento del acceso al CNE de los testigos nacionales de la MUD y hasta el robo de actas a mano armada.

            La consecuencia de toda esta larga cadena de irregularidades no podía ser otra que la proclamación de Nicolás Maduro como presidente fruto de la madre de todos los fraudes electorales en Venezuela.

            Muchas de estas arbitrariedades fueron deliberadamente ignoradas y hasta banalizadas por la MUD y sus dirigentes con la equivocada idea de que cuestionarlas promovería la abstención.

            Quienes cuestionamos la vía electoral y planteamos no votar, para no cohonestar el fraude electoral, fuimos atacados como agentes del chavismo bajo la falsa premisa de que la abstención podría ser la causante de la derrota del candidato opositor. Hoy debería quedar muy claro que en una elección fraudulenta como la orquestada por la tiranía chavista votar o no votar no hace ninguna diferencia en los resultados.

            No votar en tiranía es una posición política que se puede articular como parte de una estrategia mucho más amplia y comprensiva que busque debilitar y derrotar al régimen. Por el contrario, la vía electoral se ha convertido en una obsesión para unos y en un negocio para otros.

            Para unos solo hay una forma de hacer política y esta es participando en las elecciones controladas que ofrece el chavismo. Otros, más experimentados, entienden el próspero negocio de administrar una tarjeta electoral y una franquicia partidista. Ambos han construido un discurso falaz para justificar la participación electoral en contra de toda lógica y sentido común como lastimosamente se pudo apreciar el domingo 28 de julio.

            Consecuentes con la fracasada vía electoral Edmundo Gonzalez y María Corina Machado anunciaron que insistirán en que el régimen les entregue todas las actas de las mesas porque tan solo lograron recibir el 40%. Esas actas serían la prueba material de la inconsistencia en la que se apoyó el fraude chavista. Pero suponiendo que el régimen les da esas actas, lo cual no es seguro, entonces la MUD tiene que decidir si apela administrativamente ante el CNE o judicialmente ante el TSJ. Ambos piezas claves del fraude en cuestión.

            Tratar de involucrar a la comunidad internacional igualmente plantea un camino incierto que jamás lograra los magníficos niveles de apoyo que se observaron en las primeras semanas del Interinato de Juan Guaidó.

            Por eso la semana pasada en esta misma columna adelantamos la hipótesis de que ante la posibilidad cierta de un mega fraude electoral la PUD/MUD, sus operadores, Edmundo Gonzalez y María Corina Machado debían resolver si no aceptaban el robo o si lo hacían bajo protesta. En la madrugada del 29 de julio tanto Gonzalez como Machado denunciaron que el candidato ganador habría sido el de la MUD lo que en la práctica equivale a un desconocimiento de los resultados del fraude.

            Esto no es poca cosa porque el régimen responderá con más acciones para no permitir la participación de aquellos que no bajen la cabeza y acepten esos resultados como válidos. En otras palabras. todo aquel operador político que tenga genuino interés en participar en el reparto de cargos en las elecciones legislativas y regionales previstas para el 2025 tendrá que tragarse la rueda de molino del fraude electoral de lo contrario no tendrá una tarjeta a su disposición para postular. Habrá que esperar para ver como juegan Acción Democrática, Voluntad Popular, Primero Justicia y Un Nuevo Tiempo.

            La gran derrotada en la jornada del 28 de julio es la tesis de la vía electoral por inviable mientras no existan condiciones ni garantías. También salió derrotada la dirigencia opositora que ha reducido la política al ejercicio del voto. No se puede decir que el chavismo triunfó porque sencillamente se robó la elección para seguir gobernando en medio de sus propias contradicciones y enfrentando un inevitable desgaste especialmente en su sector militar que se vio en apuros para desplegar el Plan República.

            El gran ganador fue el pueblo venezolano que con esperanza y generosidad acudió una vez más al llamado de una dirección política que le ha vuelto a fallar. Ninguna insatisfacción debe invadir a quienes votaron porque han participado nuevamente en un ejercicio pedagógico para entender que votar por votar, sin condiciones ni garantías, es un sinsentido histórico que beneficia a sus promotores pero no al común de la gente que vuelve a ser abandonada en su desesperanza como resultado del voluntarismo, la improvisación y el espontaneismo.- @humbertotweets


Humberto González Briceño
Maestría en Negociación y Conflicto
California State University



"Por una República de ciudadanos libres" 

REMISIÓN: 
De: Humberto González <hgb2000@gmail.com>
Date: lun., 29 de julio de 2024 10:23 a. m.
Subject: El fracaso de la vía electoral Por: Humberto González Briceño.

domingo, 28 de julio de 2024

El acabose del populismo bolivariano. Por: Enrique Meléndez Opinión. Venezuela.

El acabose del populismo bolivariano.

Enrique Meléndez. 
Lo más lógico, que uno puede desear, es transitar con tranquilidad en los procesos electorales: paz a los vencidos y honor a los vencedores; aun cuando nunca se había visto tanta hostilidad de parte de un régimen contra su candidato contendor como ésta de 2024. ¿Con qué finalidad? Precisamente, con la finalidad de la provocación. Desde el mismo momento en que María Corina Machado comenzó a figurar en el escenario patrio con todos los hierros, como decimos en criollo, esta gente se desató a dar mazazos, como bien los califica Diosdado Cabello: a Dios rogando y con el mazo dando. No sin razón manipula uno en su famoso programa de los miércoles, donde promueve de todo, menos la paz.
Entonces, quien acusa a la oposición de fomentar la violencia; que fue un camino, que se escogió hace ya más de siete años, y que esta gente lo recuerda, como si fuera ayer: la oposición convencida, de que ya el gobierno aprendió a dejar que las guarimbas se cocinen en su propia salsa, y se casó con la ruta electoral, es la que más apela al capítulo de la guerra, de la provocación, sobre todo, de la utilización de la justicia como arma de terror, además del Seniat, Guardia Nacional y organismos de inteligencia policial. Al día de hoy se reportan cerca de doscientos detenidos, en lo que va de campaña; camiones, motos y hasta caballos secuestrados, además de automóviles vandalizados, como ocurrió en Barquisimeto, que se consideró, incluso, un atentado contra dos de las camionetas, en las que recorre el país la señora Machado; cuya noticia trascendió al mundo entero. Obsérvese que en el New York Times apareció un reportaje, relativo a las vendedoras de empanadas del Guárico, a quienes el Seniat y la Guardia Nacional les cerraron el negocio, y cómo se pusieron a cocinar las empanadas debajo de una mata de mamón. Porque eso se sale de lo más elemental del sentido común en un mundo ávido del sensacionalismo.
Es lo mismo que un señor, que está preso, porque le dio alojamiento a la señora Machado, seguido de cierres con multas a hoteles, restaurantes, de los que se ha servido Edmundo González Urrutia o la señora Machado; de modo que por consideración hacia los propietarios de estos servicios, ambos ahora portan su respectiva vianda en su cava o en su morral; pues si algo hay de parte de ambos señores es paciencia y tolerancia. Hay tres ventajas, que ostenta la señora Machado: está en la cincuentena de edad; Otega y Gasset la calificaba la infancia de la vejez; de modo que su organismo le permite escalar hasta la copita de un camión, y ser sostenida por las piernas; luego, tiene tal coraje, que es capaz de hacer esas maniobras  y, por último, es mujer; lo que no genera ese pudor, que producen los hombres, y lo que permite que la estrechez entre ella y el pueblo sea más cálida: besos, abrazos, apretones de manos. En ese sentido, hemos podido percibir que estamos en una sociedad matriarcal, y que los hombres la toman como la madrecita, que hay que proteger. De allí la escolta de motorizados, que acompañan su caravana. Resulta impresionante como la gente de los poblados y de los caseríos, cuando pasa por ellos en su caravana, sale a recibirla, para besarla y abrazarla. Ya los entendidos admiten que el fenómeno de la señora Machado rebasa, al que se vio en las figuras de Carlos Andrés Pérez y Hugo Chávez, y esto porque trasciende lo político: su liderazgo alcanzó lo telúrico; a pesar de que la campaña del oficialismo trata de vincularla con lo más rancio de nuestra nobleza criolla. "La señora de los apellidos de los amos del Valle de Caracas". Sólo que nadie entiende eso, porque lo que se conoció como la lucha de clases sociales, de la que decía Marx que había sido la historia de la humanidad, en dos palabras, no está presente en la conciencia del venezolano de hoy. Nadie maneja ese discurso, porque los únicos comunistas trasnochados, que nos quedan, son los jerarcas que nos gobiernan.
Es decir, lo que estamos viendo de parte del oficialismo es la típica conducta del guapetón de barrio. Al venezolano le gusta decir en estos casos: se le salió la clase. Lo que nos gobierna es el detritus social, y de allí el uso y abuso de todas las instituciones del Estado, para desatar terror; mucho más ahora cuando se tiene miedo. El macho criollo diría: estar cagado de guapo. Lo que trata de mostrar la propaganda oficial, es que venimos de una larga guerra, a propósito de unas sanciones cercenadoras de nuestro desarrollo económico, pero que un pueblo que ha dado muestras de una gran resistencia patriótica, ha superado este manotazo del imperialismo norteamericano, y a continuación van a cambiar las cosas. Según alguien, que midió el bombardeo de la propaganda oficial en los medios de comunicación, ésta ocupa más del 80% de los espacios publicitarios; amén de las cadenas de Maduro, de Jorge y Delcy Eloina Rodríguez; cuando no, el escatológico programa de Diosdado Cabello: muy descabellado, por lo demás. 
Lo otro que se ha puesto de manifiesto en este evento electoral, es que sí funcionó en esta oportunidad el endoso del voto; estrategia que fue maldita más bien en 1998, cuando la dirigencia de AD le retira el apoyo a la candidatura de Luis Alfaro Ucero, y la de Copei a la de Irene Sáez, para entonces endosarle los votos a Enrique Salas Rómer; lo que fue una maldición, digo, porque eso amotinó las bases de ambos partidos, que terminaron "suicidándose" con Hugo Chávez. Culpa de la propia clase política, que no aprobó el famoso proyecto de reforma constitucional, donde se contemplaba la segunda vuelta en las elecciones presidenciales; lo que hubiera evitado ese desenlace tan grosero. Ahora el endoso de los votos de la señora Machado a González Urrutia ha parecido más bien como una bendición de Dios. ¿El tiempo de Dios es perfecto? Diera la impresión, luego de este trajín de nuestro detritus social, que nos ha gobernado, y que ha servido para depurarnos de muchos mitos: el populismo bolivariano.


sábado, 27 de julio de 2024

¿EN VERDAD DESPERTÓ EL PUEBLO VENEZOLANO? Por: Coronel (Ej.) Angel Alberto Bellorin.




¿EN VERDAD DESPERTÓ EL PUEBLO VENEZOLANO ?

Sobran los titulares de prensa que afirman sobre un despertar del pueblo venezolano y en forma  automática mi imaginación me traslada a una película de 1990  donde Robin William  como médico neurólogo y  Robert de Niro como enfermo catatonico, nos muestran una trama de la cura temporal del enfermo que despierta a la vida casualmente 25 años después de entrar en ese estado catatónico.

Ese despertar de Leonardo interpretado por De Niro fue muy breve y  al poco tiempo vuelve a quedar muerto en vida.
Esa película  la conocí  y disfruté con el título de  "Despertares " y cualquier parecido  con el despertar del pueblo espero que solo sea cuestión de  mi imaginación.

El problema de relación entre poder y  pueblo incluyendo el poder de ese pueblo convertido en  masas ha sido objeto de estudio desde el inicio de la historia.

 En 1553, el francés Etienne de la Boetie, en su famoso discurso “De la Servidumbre Voluntaria”, expresó que la tendencia natural de los pueblos es desconfiar de quien lo ama y confiar en quien lo engaña: 

“Esos pueblos que se dejan atraer con tanta facilidad y llevar a la servidumbre por un simple halago, o una pequeña golosina”

A lo largo de esta odisea del "pueblo" para tratar de desalojar de Miraflores mediante votos a esos indeseables inquilinos  que hace 25 años ese mismo  "pueblo" le entregó llaves y  llevó en hombros para que  mandara con poder absoluto, se debe resaltar  que la  verdadera "batalla civil" se ha centrado en  tratar de mostrar que  candidato llena mas calles con sus partidarios para calcular las almas por metro cuadrado y así con fotos y videos verdaderos o truncados, tratar de demostrar al mundo el poder de convocatoria que va a justificar los votos reales o ficticios de este 28 de Julio.del 2024.

En verdad  no sabemos cuántos partidarios verdaderamente despiertos y cuántos zombies catatónicos  están integrando esas aglomeraciones que van a llenar calles. Allí están fotos y videos y el orgullo generalizado de afirmar haber hecho algo por Venezuela 

No viene al caso insistir en esa realidad actual Venezolana de  como el gobierno obliga a todo aquel que está en su nomina,  en contra de su frágil voluntad y en descarado chantaje, a ser llevado como borregos  a  diversas ciudades para las concentraciones que le ordenen. Es necesario  reconocer que muchos lo hacen en forma voluntaria por que creen que es correcto y sin pudor señalan a los que piensan diferente.

Con múltiples acciones  totalmente validas  desde su moralidad del poder corrupto, tratan  de hacer bulto en la calle de turno para luego transformar eso en la cantidad de votos que quieran.

Sabemos  que en verdad pueden hacerlo y esa es nuestra dolorosa  realidad que  no creo importe mucho al mundo ni se soluciona con deseos de micrófono.

Con 25 años  de  poder político real y un pueblo  dormido, alienado y soñando fantasias, los malandros  se afianzaron en ese poder con  ferreos controles institucionales  sobre las necesidades básicas de todo aquel que cobra por el gobierno y algunos más .

Son muchas leyes impuestas  para aferrarse al poder y controlar hasta el aire que debemos respirar.

En estos casos, la obediencia de esos  venezolanos entre la espada y la pared  no puede ser objeto del repudio cuando el que paga tiene el control de las necesidades del que debe escoger que hacer . La sociedad permitió  que ese control llegara a estos extremos 

Ese tipo de  obediencia es parte del verdadero problema. Se convirtió en un activo político que viene incluído  en cualquier cargo de poder; una tara social  que no ha convenido tratar de corregir, un vicio que personalmente  conozco muy bien  y que como un virus letal  se expandió  desde el ámbito militar a todas las instituciones del gobierno en todos sin niveles, haciendo una purulenta metástasis.

Mas allá de lo que pueda ocurrir después del 28 de Julio del 2024 dejo constancia previa a esa fecha que a mi parecer, todo este espectáculo observado como campaña electoral finalizado ayer 25 de Julio  con la llamada toma de Caracas, es la mas clara señal de nuestro atraso  y gran fracaso como sociedad.

Me refiero  a la movilización de masas con diferentes mitos, esperanzas e intereses, personas voluntarias o  arreadas,  para mi  todo un triste y patético espectáculo que demuestra nuestro fracaso como nación y nuestro muy bajo nivel de desarrollo político y social.

Es posible que muchos me respondan  sobre otras alternativas realmente inexistentes y les daré la razón. Sin embargo eso de llenar calles para demostrar respaldo es  lamentable, mas aun cuando los candidatos son impuestos "sin aviso ni protesto".pero rápidamente debemos vestirlos  como héroes.

En 1930 José Ortega y Gasset en su obra “La Rebelión de las Masas”  expresó ideas que  merecen ser revisadas. Está es una de mucho valor social.. Cito

“La rebelión de las masas puede, en efecto, ser tránsito a una nueva y sin par organización de la humanidad, pero también puede ser una catástrofe en el destino humano. No hay razón para negar la realidad del progreso; pero es preciso corregir la noción que cree seguro este progreso. Más congruente con los hechos es pensar que no hay ningún progreso seguro, ninguna evolución sin la amenaza de involución y retroceso”


Esa misma cita la utilicé en un ensayo que escribí al referirme  al fenómeno Chávez y su toma del poder en 1999. Al tiempo y luego de pasar al retiro en mi situación militar, lo publique con el nombre de "El mito de las mayorias'. 

Nunca en mi vida  me  he sentido cómodo con multitudes, sus intereses y consignas. Desde que prefirieron a Barrabás  ante que a Cristo tengo mis reservas

Hoy 25 años después me  atrevo a citarlo  nuevamente y concluir que la involución  y el retroceso  triunfó en aquel momento y no es necesario entrar en detalles para describir hasta donde llegó y cuál  es la magnitud del daño causado que va a ser fundamental en lo que suceda el Domingo 28 de Julio del 2024 en está muy  irregular y extemporánea  eleccion presidencial.

Ahora bien, creer que  llenar  calles con cantos de esperanza va a  desalojar a las mafias en el poder, es para mi expresar lo que significa toda esperanza,  solo un asunto de fé.

El 28  de Julio hay que tener fé en que las disminuidas masas chavistas ( ahora despiertas? ) al momento de estar frente a las tramposas máquinas, voten contra maduro.

 Hay que tener fe que la diferencia de un hipotético  80 vs 20 a favor de Edmundo  haga recular al gobierno en la cantidad de votos fantasmas que tienen listos para ingresar a favor de maduro.

Es demasiada larga la  lista del rosario de fe  que debemos considerar y prefiero  dejar a la imaginación del lector sin olvidar  mencionar la fe en que militares y policias no usen sus armas contra el pueblo que se atreva a protestar el inminente fraude..¡ Te lo pedimos señor…!

Es costumbre generalizada en  políticos y supuestos intelectuales que se dicen demócratas, ser  complacientes, en sus diagnósticos sociales, culpar al ciego y no atreverse con el que le da el garrote. 

Una señal  de un pueblo despierto sera c nunca mas  dar poder a indeseables con discursos complacientes.

Pocos autores de  renombre en ciencias políticas, se arriesgan a acusar la responsabilidad en los males de sus naciones a esas mayorías  circunstanciales que seducidas por lideres carismáticos le dan poder a quien no deben.

Sobre esto  debo compartir lo expresado por el italiano Umberto Eco en un artículo denominado “El enemigo de la prensa” publicado en el New York Times, del 24 de Julio del 2009, donde, en clara referencia a la situación política  de su pais en ese momento, escribió lo siguiente. Cito:

“La historia (me gustaría decir desde Catalina en adelante) está llena de hombres atrevidos y carismáticos, con escaso sentido del Estado y altísimo sentido de sus propios intereses, que han deseado instaurar un poder personal, desbancando parlamentos, magistraturas y constituciones, distribuyendo favores a los propios cortesanos, identificando el placer personal con el interés de la comunidad. No siempre estos hombres han conquistado el poder al que aspiraban porque la sociedad no se lo ha permitido. Cuando la sociedad se lo ha permitido, ¿Por qué tomársela con estos hombres y no con la sociedad que le ha dado carta blanca "

El verdadero despertar de un pueblo se demostrará cuando sea capaz de  elegir no a sus mejores representantes  y. No a los que reparten golosinas. A mi me suena a quimera.

No tengo idea lo que pasara en Venezuela después  del Domingo 28 de Julio del 2024 y  no tengo mas alternativa que  salir a votar contra  esa maldición que el pueblo permitió  que hace 25 años  llegara al poder. No voté por Chávez ni por Maduro y a pesar de estar en Venezuela, mi repudio a este último está bien documentado.

Sin importar  que resultará  con ese señor sobrevenido como única opción de fe,  creo que Venezuela tocó  fondo y solo hay dos alternativas; quedarse en ese fondo  o buscar algo de impulso para tratar de subir.

Eso es también cuestion de fe y no me queda más que tenerla para  no perder mi voto 

Caracas 26 de Julio del 2024.
Coronel Angel Alberto Bellorin.


Ángel Alberto Bellorín.
Perfil (X): @chateubrian 

viernes, 26 de julio de 2024

Josiah Okal K'okal: Su contribución con Venezuela era seguir aquí. Por: Mariett Hamilton. La Vida de Nos.


Su contribución con Venezuela era seguir aquí

MARIETT HAMILTON  -  JUN 29, 2024

“¿Por qué no sales de Venezuela, si todo el mundo está saliendo?”, le preguntaron sus familiares a Josiah Okal K’okal cuando fue a visitarlos a Kenia, en 2017. Temían por su seguridad y por su vida. No se equivocaron porque, despuntando 2024, el misionero de La Consolata fue encontrado muerto en extrañas circunstancias. Mariett Hamilton fue a visitarlo un mes antes y aquí cuenta la historia de este sacerdote que dedicó su labor evangelizadora y social a los indígenas de Delta Amacuro.

FOTOGRAFÍAS: MARIETT HAMILTON / PEGGY VIVAS

AJosiah Okal K'okal su vocación lo encontró. Aunque de pequeño le llamó la atención ser abogado, poco a poco el sacerdocio apareció en su vida. Llegó a sus 11 años en la figura del misionero de la Sociedad Mill Hill de Kenia, Tony Chantry, quien visitó la secundaria donde estudiaba y lo acercó al catolicismo sumándolo a un grupo juvenil.

Ser parte de ese grupo aclaró su visión sobre lo que quería. Si era ser sacerdote, se convertiría en un sacerdote-misionero. La vida de los sacerdotes que permanecen en una diócesis no era un plan para él. Como misionero sí podría salir y conocer otras culturas.

Así fue como identificó su camino.

Ese trayecto lo cruzó con Luigi Bruno, un sacerdote italiano que se hizo amigo de la familia, y le habló sobre la misión del sacerdocio de una manera que lo cautivó. La manera de vivir de Bruno, con ese amor inmenso hacia los demás, inspiró al joven Josiah a identificar en quién quería convertirse.

Dos de sus hermanos le enseñaban francés en casa, lo que despertó su interés por las lenguas. Pero aun cuando empezó a estudiar lingüística en Kenia, en su segundo año la abandonó. Se dio cuenta de que ya era hora de ir al seminario. Estudiaría filosofía.

Después de finalizar sus estudios, hizo el noviciado como misionero de La Consolata, una congregación católica dedicada a la evangelización. Y cuando terminó, sus superiores le asignaron estudiar teología en Londres, Inglaterra.

Su estadía en Londres le sirvió para saber que las ciudades no eran su lugar. Para él las culturas se tratan de los vínculos que se pueden establecer, de esa cercanía humana que se traduce en relaciones profundas, de ayuda, de crecimiento, así que una vez que terminaron sus estudios, se ordenó como misionero.

Tenía tres opciones: Venezuela, Sudáfrica y Corea del Sur. Venezuela siempre fue la primera de ellas. Aunque no conocía mucho del país, sí sabía del trabajo que hacían los misioneros de La Consolata con los indígenas y esas culturas lo fascinaban.

Ya en Caracas, se quedaron cinco meses ahí para aprender castellano. Luego se fue a misiones en comunidades de distintas ciudades y estados como Barquisimeto, La Guajira, Los Caños del Delta Amacuro y Apure.

Llegó a Venezuela el 22 de octubre de 1997. Tenía 27 años y aquí vivió hasta que, misteriosamente, murió en enero de 2024.

Conocí a K'okal el 1ro de diciembre de 2023. Me topé con dos indígenas en la entrada de la casa de la misión en Tucupita, en el estado Delta Amacuro. Él me recibió con un abrazo y cuando saludó a las dos muchachas lo hizo en warao. Me sorprendí porque no esperaba que hablara tan bien esa lengua. De piel negra y aproximadamente 1,70 metros de altura, vestía ropa deportiva, una camisa verde, un mono azul marino y chanclas beige.

Más tarde ese día descubriría que había nacido en Uganda, pero que su familia huyó a la vecina Kenia y por eso creció ahí; que hablaba inglés, un poco de italiano y portugués; que le gustaba sembrar y que siempre regresó a Venezuela, aunque se ausentara por estudios, compromisos religiosos en otros países o visitas familiares.

Cuando llegó a Tucupita, en 2005, se dedicó a estudiar en profundidad a los pueblos indígenas. Para él Dios era un arquitecto, y crear tantas lenguas y culturas era lo más “maravilloso” que existe en este mundo. Cada vez que visitaba la comunidad de Nabasanuka le quedaban muchas preguntas. Sentía que algo faltaba y era entender la cultura. Para él Dios creó tanta “belleza” en las culturas, que la religión no podía cambiarlo todo.

Se ausentó del país mientras estudiaba una maestría en antropología en Quito, pero tres años después regresó. Si bien la antropología le dio algunas respuestas, siempre surgían más preguntas. Para él la vida se trataba de eso: mientras más preguntas, mejor se buscará cómo responder. Desconfiaba de las personas que ya no tenían más preguntas en la vida, que creían saberlo todo. 

Su intención fue una forma de que la religión no atropellara a la cultura warao, por eso defendería la integración o inculturación, para que los indígenas también se sintieran parte y no creyeran que los misioneros habían venido a imponerles nada. Así materializó su sueño de hacer misas en las que se leía el evangelio en warao, mezclando su religión con elementos indígenas.

Se familiarizó con esta comunidad hasta llegar a dominar su idioma y ser parte de ellos. Se ganó el apodo de papá o hermano en las generaciones que vio crecer. Junto a su congregación, decidió trabajar con los indígenas por considerarlas culturas puras, en las que se cultivaba la confianza y la alegría, pese a las dificultades por las que estarían atravesando.    

Esa confianza la labró hasta volverse familia para ellos. Fue el primer misionero negro que llegó a evangelizar en una comunidad indígena de Delta Amacuro. Para la comunidad warao, que personas negras los visitaban significaba que los robarían, pues ya se habían acostumbrado a que los motores de sus lanchas desaparecieran con la llegada de hombres negros provenientes de Trinidad y Tobago. 

Lo supo el día que fue por primera vez de misión a Los Caños.

Otilio González, anciano de la tribu, vio llegar a K'okal y, temeroso, gritó en warao. 

—¡Llegaron los negros! ¡Guarden los motores en la casa porque nos van a robar!

—Este negro no quiere su motor —le respondió K'okal, también en warao. El anciano se sorprendió. No esperaba que aquel negro hubiera entendido sus palabras y mucho menos que le respondiera .

K'okal conoció Los Caños de Delta Amacuro en sus tiempos de abundancia, cuando a las comunidades llegaban bolsas de comida subsidiadas y había casas hasta con aire acondicionado.

Una mañana de diciembre de 2006, vio llegar a la comunidad de Nabasanuka una chalana de nombre La Orchila. Estaba cargada de alimentos. Bolsas y bolsas de comida para alimentar a un pueblo que ya gozaba de su propia producción. Sus habitantes se acercaron a la orilla del río para recibir la embarcación. Alrededor de 15 militares tripulaban la nave. Los waraos más jóvenes ayudaron a trasladar el cargamento hasta la casa de uno de los concejales, donde se haría la repartición. 

Al padre K'okal le sorprenderá ver, a la orilla del río, a los niños jugando con las lentejas que venían en las bolsas y hacer montañas con ellas. Entendió que lo hacían porque esta legumbre no solía ser parte de la dieta de los indígenas, así que durante el almuerzo, junto al padre Vilson, cuatro hermanas de la fe —Carla, Ivana, Luigina, Rosemary— y William, el motorista, acordó. que era mejor recolectarlas y llevarlas a la parroquia de San José en Tucupita, donde solían llegar personas a la casa de los sacerdotes a pedir comida. Para que no se desperdiciaran más, les ofrecieron a los niños un caramelo o una chupeta por cada kilo de lentejas que les entregaron y así lograron recolectar más de 50 kilos.

Vivir entre ellos le permitió a K'okal darse cuenta de cómo iba mermando la capacidad de producción de estas comunidades que vivían de la agricultura y la pesca. Vio cómo la abundancia pasó a ser escasez y cómo cada cargamento de bolsas de comida llegaba cuando se aproximaban las elecciones. Y vio cómo los waraos empezaron a buscar mejores condiciones de vida fuera del país, principalmente en Brasil, donde, de acuerdo con el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), 6 mil 800 waraos viven hoy en condición de refugiados. Al tema de estos desplazamientos forzados le dedicó la tesis de la maestría en antropología que hizo en Quito.

A finales de 2011, K'okal salió de Los Caños para establecerse en Caracas por siete años, tras ser elegido superior de los misioneros de La Consolata. Durante esa estadía, participó en las protestas antigubernamentales de 2014 y 2017, sobre las cuales conversó con su familia cuando, en el mismo 2017, fue a visitarlos a Kenia.

Llegó a la casa de sus hermanos. Todos sabían lo que era huir de un régimen dictatorial porque así lo habían hecho cuando salieron de Uganda. De la lejana Venezuela vion las imágenes de la represión a través de las redes sociales y la televisión. Incluso, en una de esas imágenes lo habían distinguido a él en medio de una manifestación.

—Dime, ¿por qué no sales de Venezuela, si todo el mundo está saliendo? —le dijo seguramente su cuñada Ruth, quien era como una madre para él—. Nosotros estamos preocupados por ti cada vez que escuchamos que hay protestas.

A esta pregunta se sumaron sus hermanos y sobrinos. También amigos y conocidos. 

—¿Por qué no hay ventas? Puedes quedarte a trabajar aquí.

Él no tenía respuestas. Se sintió inmerso en una crisis emocional. Pensaba en la Venezuela que le había dado tanto. En la Venezuela solidaria, donde “el extranjero era como un ángel que llega”.

Sabía que cualquier cosa que le dijera a su familia les parecería una excusa, pero tomó una decisión.

—Familia, hay amores que no hay cómo entender, pero yo he optado por quedarme en Venezuela. Es difícil que me entiendan, pero solo recen por mí, oren por mí para que no pase nada.

K'okal me contó esto y guardó silencio por unos segundos. Y entendí que había decidido que su contribución con Venezuela era estar. A diferencia de los misioneros europeos, que suelen contar con más recursos económicos, él no los tenía. Solo contaba con su propia capacidad para adaptarse a nuestra gente, vivir con sencillez y ser auténticamente cercano.

Y para él no había otra forma de ser cercano que estaba. Por eso decidió permanecer en el país, nacionalizarse y ser venezolano.

De esas vacaciones difíciles en Kenia regresaron, pero la gran interrogante de su familia quedó abierta. Para ellos, K'okal peligraba. Venezuela se había convertido en un lugar inseguro. Y no se equivocaron.

Me enteré de su desaparición y luego de su muerte, el 2 de enero de 2024. Justo un mes después de conocerlo. No podía entenderlo, todavía no lo entiendo. Habíamos pautado otro encuentro para el 21 de enero. Ese día haría una misa en la Catedral de Tucupita, que yo podría presenciar por primera vez.

Las autoridades concluyeron que su muerte fue por suicidio, pero quienes lo conocieron no le dieron crédito a esta versión. Cómo era y cómo lo vieron en sus últimos días les impide creer que fuera capaz de colgarse de un árbol, tal como lo encontraron en una zona boscosa. Según testimonios, había salido la mañana de Año Nuevo a pasear en bicicleta ya visitar a los fieles, pero nunca regresó. Tenía tantos aviones y quería contribuir con un futuro mejor para los pueblos indígenas, que sencillamente no creen posible que se hubiera quitado la vida.

K'okal me contó episodios en los que, por su piel negra, fue discriminado por policías y guardias nacionales. Y sin embargo, esto, lejos de desanimarlo, lo motivaba a combatir la vergüenza étnica en las comunidades indígenas que tenían como antecedentes de historias de discriminación. Le preocupaban los desplazamientos forzados de los waraos a Brasil y, como parte de este fenómeno, especialmente el tráfico de personas, sobre lo que solía hacer denuncias.

Dictaba clases en una escuela de perdón y reconciliación. En su congregación repartía bolsas de comida a las comunidades más necesitadas ya quienes llegaban a la casa de la misión a pedir. También llevaba comida preparada una vez por mes a otras comunidades y al hospital materno, financiaba exámenes médicos urgentes, donaba útiles a los estudiantes universitarios y organizaba cursos de corte y costura, panadería y formación cultural, en los cuales enseñaban warao a los más jóvenes.

Motivado por conocer en profundidad las condiciones de vida de las comunidades waraos, hizo estudios para identificar cómo se encontraban y evaluar cómo las podían atender, a partir de la composición de las familias de esos pueblos. Entre sus proyectos estaba criar pollos para que los jóvenes trabajaran, crear una panadería y construir una biblioteca. No alcanzó a hacerlos realidad. 

Los padres de K'okal eran kenianos, pero emigraron a Uganda buscando mejores condiciones de trabajo. Ahí vieron nacer a su hijo en 1969 y lo bautizaron con el nombre bíblico de Josiah. Hasta que dos años después llegó al poder el dictador Idi Amin, conocido como El carnicero de Uganda y comenzaron las persecuciones. A un amigo de la familia, que había sido ministro en el gobierno anterior, lo asesinaron junto a su esposa y, ante el miedo de ser los próximos, la familia escapó de noche hacia Kenia.

En aquella huida, Josiah K'okal tenía 6 años de edad. A sus 54 años, no quiso escapar de Venezuela. Eligió quedarse porque todavía había trabajo por hacer.

Esta historia fue producida en la primera cohorte del  Programa de Formación para Periodistas  de  La Vida de Nos.

FUENTE: La Vida de Nos / https://www.lavidadenos.com/su-contribucion-con-venezuela-era-seguir-aqui/