PAGINAS Y RECORTES

domingo, 22 de diciembre de 2024

Una sociedad muy humillada. Por: Enrique Meléndez. Venezuela

*_Una sociedad muy humillada_*
*Enrique Meléndez*
Diosdado Cabello pasará a la historia como el verdugo de este régimen; superior en crueldad a José Tomás Boves, sobre todo por ese cinismo que manifiesta. Boves pasaba a cuchillo a todos los godos o  aristocracia criolla, que encontraba en los pueblos, que iba tomando, sin misericordia alguna, con motivo del rencor que sentía por esta gente, que lo había tratado con mucho menosprecio. Boves era asturiano, pero bodeguero, es decir, no propietario, por tanto, blanco de orilla. El cuchillo de Cabello lo constituye el espacio de la opinión pública; cuando dice que los menos interesados, de que los presos que se encuentran en las cárceles de Tocorón y Tocuyito, no sean liberados, son quienes les pagaron, para que cometieran actos de terrorismo después del 29 de julio pasado. Lo que constituye, además de una infamia, una provocación a esa sociedad, que le dio la espalda el 28 de julio, volcándose en las elecciones de una manera mayoritaria por Edmundo González Urrutia. De hecho, está admitiendo que hay presos políticos, que es algo que niega, ciertamente, cuando le conviene; como se vio en el caso de la solicitud, que le hizo el fiscal de la CPI, Karim Khan, de que liberara a los adolescentes, que están secuestrados en dichas cárceles, junto con delincuentes de alta peligrosidad, y entonces le respondió que en nuestro país no los había, como sí había terroristas, cuyos padres eran los responsables, de que estuvieran tras las rejas, por haber permitido que se prestaran para alterar el orden público, por treinta dólares, que es también la otra manifestación de venganza, que expresa, tomando en cuenta que los padres de estos muchachos, asimismo, se inclinaron por el candidato de la mayoría, cuando en otras épocas constituían el pueblo chavista, y ante quien se muestra desconsolado el susodicho. Provocación en el sentido, de que él sabe que dichos padres perciben que él miente, y lo cual va también con nosotros, el resto de la sociedad, que nos encontramos descorazonados por semejante barbaridad; pues, al igual que Boves, el susodicho siente el mismo menosprecio.
Aquí se demuestra que Chávez fue un fenómeno político muy circunstancial. Alguien lejano a los procesos políticos, que él mismo iba a calificar de "puntofijismo", esto es, derivados del Pacto de Puntofijo, que para el momento se consideraba un pacto decadente, patentizado en una dirigencia con fama de codiciosa e iletrada, y estigma que había sido infundado por un desmadre, que se produce en los medios de comunicación; lo que le empedró el camino a un teniente coronel, ignaro y felón, como le decía Vargas Llosa, hacia el poder, quien se encontraba en ese país sin ética a la hora indicada y en el lugar adecuado, y gracias a un impacto mediático. Y aquí cito a José Ignacio Cabrujas, quien decía que las dos figuras que habían constituido fenómenos políticos, gracias a los medios de comunicación eran Reny Ottolina y Hugo Chávez; sobre todo, el segundo por ese desenfado con el que se presentó el 4 de febrero de 1992, con motivo de su rendición tras un intento de golpe de Estado. En efecto, desde el punto de vista militar fracasó, mas no así desde el punto de vista político; pero lo que resultó de allí fue un comediante; un encantador de serpientes; que la idea que tenía de la política, era la de que se trataba de un teatro, donde él actuar. Además, sufría de una enorme egolatría; de modo que no estaba en capacidad de organizar una maquinaria partidista, con una tesis política y una dirigencia autónoma, es decir, una maquinaria horizontal y no vertical, como en el caso suyo que, en ese sentido, propiciaba la tendencia a la idolatría del caudillo, y entonces se sobrestimó su liderazgo: ¡tan igual a Bolívar! "El Galáctico", le decían sus más abyectos. Ahora, ¿qué quedó del legado de Chávez? Una cleptocracia cínica, que abusa de todos los poderes del Estado, para mantenerse sobre la base del terror.
Además, el cinismo de Cabello es mayor, toda vez que él acusa a esos muchachos de terroristas, convictos y confesos; porque mediante torturas los han obligado a declarar ante videos, que fueron pagados por González Urrutia, para salir a las calles a protestar. Aquí es donde cobra vigencia esa verdad, que expresó Anna Arendt: solo bajo los totalitarismos es como se conoce la naturaleza del mal. Porque, en efecto, Boves le entregaba las mujeres a las tropas, para que las violaran. Aquí es una afrenta a la madre venezolana. Porque una persona que está entre los 14 y los 18 años de edad se trata de un adolescente todavía, es decir, está aún bajo la tutela de la madre, y hay que pensar en el dolor, que ha causado en el seno de más de 200 madres de esos adolescentes, la pasantía de ellos por el infierno; que son esas mazmorras de Cabello, con repercusión en el alma del resto de madres; pues nos saca a los varones de nuestras casillas la situación de estos chamos, ligados con el detritus humano, cómo será en el sector de las mujeres de nuestra sociedad. Incluso, muchos de ellos han intentado suicidarse; aparte, de que si salen, tienen prohibido denunciar, públicamente, las torturas, a las cuales fueron sometidos. Cabello sabe que uno sabe que miente y lo hace, como decía al principio, para descorazonarnos, a los que votamos por González Urrutia. Además, parece cosa del diablo, que Nicolás Maduro haya nombrado al susodicho para el cargo, donde más de uno ha salido con el calificativo de "ministro asesino", en especial, Carlos Andrés Pérez, con motivo de la feroz ofensiva, que lanzó en su lucha contra la guerrilla, propiciada por el PCV y el MIR, y quien cargó con ese estigma de por vida. Claro, Pérez estaba lejos de ejecutar ese género de crueldad, que ordena Cabello. Porque, además, de pronto manda a que trasladen a determinados presos, de una cárcel para otra, sin decirle a los familiares, cual es su destino, y así los dejan en la incertidumbre; lo que raya en sadismo, regodearse con la angustia de esta gente. Una sociedad demasiado humillada.

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De: Enrique Melendez O. <melendezo.enrique@yahoo.com>
Date: sáb., 21 de diciembre de 2024 8:56 p. m.
Subject: artículo
To: melendezo. enrique <melendezo.enrique@gmail.com>


lunes, 16 de diciembre de 2024

Venezuela no es Siria Por: Humberto González Briceño



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De: Humberto González <hgb2000@gmail.com>
Date: lun., 16 de diciembre de 2024 8:25 a. m.
Subject: Venezuela no es Siria Por: Humberto González Briceño
To: Humberto González <HGB2000@gmail.com>


Venezuela no es Siria

Por: Humberto González Briceño

Es una obviedad decir que Venezuela no es Siria. Pero el empeño de algunos en simplificar y banalizar lo político obliga a repetir lo obvio para no seguir dando vueltas en el mismo círculo vicioso en el que estamos metidos los venezolanos desde 1999.

Por supuesto que hay razones para celebrar el derrocamiento de un sanguinario tirano como Bashar al-Assad en Siria, pero un examen más detallado de la coalición de intereses y fuerzas musulmanas que ahora toman el poder debería provocar prudencia hasta que se defina la orientación del nuevo gobierno.  Esto no resta importancia al hecho concreto que al menos este nudo ha sido desatado a pesar de lo doloroso e incierto que esto pueda ser.

Lo primero que habría que precisar es que aunque Bashar al-Assad huyó hacia Rusia no es correcto caracterizar el evento como la caída de ese régimen sino más bien como su efectivo derrocamiento. La idea de caída sugiere el desplome del sistema en un vacío cuando en realidad lo que ha ocurrido es el resultado de intensas luchas que se prolongaron en el tiempo para derrotar al régimen.  Es decir, sin fuerzas militares actuando contra ese régimen su salida jamás habría ocurrido en forma espontánea y automática.

La tesis de la caída o el colapso del régimen de Bashar al-Assad sin tomar en cuenta las cruentas guerras que llevaron a eso es una tesis propagada por quienes quisieran ver en Venezuela también una especie de desenlace milagroso, esto es que un día amanezca y ya no existiera el régimen chavista porque por razones desconocidas, que tampoco interesa conocer, ha caído o desaparecido.

Una tesis fundamental en la lucha política y en los asuntos militares es que los vacíos no existen. Los espacios siempre son ocupados por fuerzas que están en tensión y lucha unas contra otras. Los regímenes políticos y más concretamente las tiranías simplemente no caen porque moralmente son perversas sino porque en una coyuntura específica un conjunto de fuerzas, internas o externas, alcanzan masa crítica y actúan para su derrocamiento.

Quienes apuestan por la "caída" espontánea del régimen chavista tendrán que seguir esperando que al igual que en Siria ahora en Venezuela se produzca una coalición de intereses y fuerzas dentro y fuera de Venezuela que tengan la capacidad para articularse militarmente y logren derrocar al chavismo.

Y aquí hay otra gran diferencia entre Siria y Venezuela. El derrocamiento de Bashar al-Assad en Siria no fue el resultado de unas elecciones fraudulentas sino de una compleja y prolongada operación militar que combinó fuerzas internas y externas. Por supuesto que se puede invocar las diferencias y las especificidades culturales y políticas entre Siria y Venezuela para explicar porque la lucha armada allí tuvo un desenlace y aqui aun no, pero lo que también es cierto es que si la oposición a al-Assad hubiese optado por por buscar la salida del régimen por vías institucionales seguramente ese régimen aún estaría en el poder.

Venezuela no es Siria, ni Nicolás Maduro es Bashar al-Assad. Esto que es obvio hay que recordarlo para no seguir cayendo en el error de creer que el chavismo se cansara de martirizar y destruir a Venezuela para mansamente entregar el poder o que algún día nos sorprendan con la noticia de que el régimen chavista milagrosamente ha caído. Para ver en Venezuela algo parecido a lo ocurrido en Siria tendría que producirse una conjunción de fuerzas y movimientos militares, internos y externos, que se impongan sobre el régimen chavista y lo expulse del poder. Todo lo cual es posible, pero en actual coyuntura parece improbable.- @humbertotweets


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Humberto González Briceño
Maestría en Negociación y Conflicto
California State University




"Por una República de ciudadanos libres" 

El fin de la dinastía Al Assad. Por: Enrique Meléndez. Venezuela


El fin de la dinastía Al Assad.
Enrique Meléndez. 
¿Quién cuquea la matejea, quién la cuquea la matejea? Que es lo que ha sucedido con Israel; quien en el fondo es el que ha cobrado, con respecto a lo que ha sucedido con Bassar Al Assad en Siria, en lo que se pudiera considerar una carambola geopolítica; pues esta caída comienza un 7 de octubre de 2023, a raíz de los atentados terroristas, que lleva a cabo el grupo islamista Hamás en territorio israelí; que vino a constituir una masacre; celebrada, por supuesto, por el mundo de la izquierda identificada con la llamada Causa Palestina, y con la complicidad de Irán, Líbano, Yemen, Irak y Siria; la llamada "Ala de la Resistencia", cuya arquitectura geopolítica se llevó 20 años de articulación, y que conformaban un corredor, dispuesto para que este grupo llevara a cabo dicha operación; cuya onda expansiva todavía se mantiene, puesto que de allí, además de la masacre perpetrada contra un público, que se había dado cita para presenciar un concierto de música moderna en un lugar de espectáculos, situado en un páramo de la Franja de Gaza, los terroristas arrastraron con cientos de rehenes; muchos de los cuales se mantienen secuestrados todavía en túneles de la región, donde opera el Hamás; lo que puso en entredicho la capacidad de defensa israelí, que hasta entonces se consideraba invulnerable; de modo que desde un primer momento, tan pronto fue cuqueada esa matejea, enseguida se alborotó el avispero: el ejército israelí redujo a su mínima expresión dicho grupo terrorista, asesinando a sus principales jefes; destruyendo sus instalaciones militares y depósitos de armas, como respuesta a esta vil acción, aun cuando todavía no han podido dar con los túneles, donde se mantiene la resaca de esos secuestrados, que todavía está en manos de estos terroristas.
Lo que entonces indujo al Hezbolá a meter la mano en el asunto; prestándole asistencia militar al Hamás; que fue lo que descubrió Israel; cuyo ejército también se dio a la tarea de volver cenizas todo el arsenal armamentístico de dicha agrupación, que tenía en el "Ala de la Resistencia", el "arsenal del Partido de Dios", a través de células terroristas en cada uno de los Estados, antes mencionados, y que era en la que se apoyaba Irán en su intento por acabar con Israel, que ha sido siempre su objetivo. De hecho en el mes de octubre pasado hubo un entrecruce misilístico entre Irán e Israel; luego de que Irán lanzara una serie de ellos contra el territorio israelí: todos neutralizados por sus escudos antimisiles; cuyo ejército sí le infligió severos daños a instalaciones militares iraníes, y que es donde se mide la capacidad militar de los israelíes frente a sus Estados vecinos, que se creían hasta entonces capaces de desaparecer dicho enemigo en una especie de guerra santa; pues no se olvide que son Estados teocráticos, fundamentalistas, y que el islamismo compite con el judaísmo en todos los terrenos en esta región. De hecho, siempre se temió por esta situación, que vino a estallar en 1967 ya en un primer momento, con la Guerra de los Seis Días, tan pronto se crea el Estado de Israel en la década de 1940 en un territorio de la ONU, donde estaba asentado el pueblo de Palestina; que carecía de Estado, y situación que se mantiene hasta nuestros días; pues una de las razones por las cuales el grupo islamista, de marras, incursiona con semejante acto terrorista, era para cobrar la vida de los palestinos, que a diario mueren en la Franja de Gaza de manos de los judíos. De modo que si hay un ganador en las presentes circunstancias, sería Benjamín Netanyahu, y el que apareció celebrando el hecho en unas declaraciones, que recorrieron el mundo; mientras que el llamado Guía Supremo de Irán, Alí Khamenei vendría a ser el gran perdedor; pues el propio Irán, considerado hasta entonces una potencia militar en la región, ha quedado sin ningún "arsenal divino", al punto de que ha tenido que aconsejarle a su aliado Al Assad, que trate de sostenerse por su propio ejército; que, al parecer, es la otra pata floja, que se le ha venido a presentar a dicho tirano, esto es, un ejército desmoralizado, que no está muy dispuesto a defender a una tiranía larga y despótica. No hay que pasar por alto que Al Assad pertenece a una minoría shiita, que es la religión de Irán, en tanto que la mayoría de la población siria es shunita.
El hecho cierto es que tampoco ha contado Bassar con el apoyo de Rusia, que fue el país que lo ayudó a sofocar los focos de acción de los llamados grupos rebeldes, que se fraguaron en el territorio sirio en 2011, como el que acaba de tomar el poder, a la cabeza de un señor de nombre Abu Mohamed Al Julani; apoyado en esta oportunidad por Turquía y, por paradoja, por EEUU, y digo por paradoja, pues dicho grupo constituye una escisión del antiguo Al Qaeda de Osama Ben Laden. Aun cuando, hay un profundo misterio, en torno a lo que pudiera haber sido negociado entre Vladimir Putin y Donald Trump, que se presume, que pudiera estar conversando éste con el jerarca ruso, con respecto a la guerra, que sostiene con Ucrania, a propósito de este retiro de su protectorado de Siria. Es decir, disminuida Irán, Turquía vio la oportunidad de extender su influencia geopolítica en la región. A continuación se han venido llevando a cabo los ajusticiamientos: linchamientos de esbirros, saqueos a las casas presidenciales y, algo curioso, quema de la tumba de Hafez, que su hijo había transformado en un monumento nacional: un régimen donde prevalecía la adoración al caudillo; pues el susodicho había sido un hombre duro, que se había impuesto sobre la base del terror. Por cierto, en uno de los videos, que llegan por las redes sociales, se observa la figura de un sirio, que seguramente vivió en nuestro país y que, quizás, tuvo que emigrar, y quien le dice a Nicolás Maduro con una sonrisa irónica que el próximo será él. Que por supuesto, le llegó al susodicho, quien de inmediato estalló en cólera. ¿Qué no dijo al respecto?

jueves, 12 de diciembre de 2024

Fwd: ¿Por qué el chavismo no se rinde como lo pide María Corina? Por: Humberto González Briceño



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De: Humberto González <hgb2000@gmail.com>
Date: lun, 9 dic 2024 a la(s) 9:01 a.m.
Subject: ¿Por qué el chavismo no se rinde como lo pide María Corina? Por: Humberto González Briceño
To: Humberto González <HGB2000@gmail.com>


¿Por qué el chavismo no se rinde como lo pide María Corina?

Por: Humberto González Briceño

En condiciones normales el chavismo debería prepararse para entregar el poder después de la aplastante derrota sufrida el 28 de julio. Más aún, en condiciones normales en Venezuela no deberían existir presos políticos y las fuerzas militares deberían ser garantes de los derechos constitucionales para todos los venezolanos.

Esto ocurriría si y sólo si existieran condiciones normales en un régimen político con pesos y contrapesos constitucionales. Pero eso no es lo que hay Venezuela donde lo que impera no es el Estado nacional venezolano sino el fascismo chavista del siglo XXI.

Millones de venezolanos fueron testigos de primera mano de los masivos y sistemáticos fraudes electorales chavistas perpetrados en estos 25 años. Esos mismos venezolanos decidieron momentáneamente abandonar el escepticismo militante y darle una nueva oportunidad al voto como mecanismo para sacar al chavismo del poder.

La gente apoyó en forma entusiasta y mayoritaria esta propuesta porque además se les prometió que esta vez, a diferencia de las anteriores, era posible ganar y cobrar. Sugiriendo de alguna manera que la falla antes había estado en que aún ganando no se había cobrado, quizás por falta de voluntad.

Las dudas razonables de millones de venezolanos fueron atajadas con un fulminante "...esto es hasta el final". Sin certeza sobre el significado de este "final" millones dejaron a un lado el escepticismo y la incredulidad para sumarse al jolgorio de la fiesta electoral orquestada por el chavismo. El final podría haber significado el último día de la tiranía o simplemente referirse al final de los tiempos terrenales. Eso nunca se explicó, sencillamente porque era un sofisma para inducir la emoción y la esperanza, más no la racionalidad.

Esto es, si en los meses previos al 28 de julio se hubiese podido adelantar la película para ver a María Corina Machado diciendo "ya hicimos nuestra parte, ahora le toca a la comunidad internacional" o "si Maduro se juramenta el 10 de enero será peor para él" seguramente menos gente había acudido a votar en lo que terminó siendo un robo a mano armada a plena luz del día.

Pero es que se sabía de antemano que el chavismo se iba a robar las elecciones, como siempre lo ha hecho. Solo que esta vez fue a mano armada. A nadie se le dijo que lo que se buscaba era una victoria moral o simbólica para demostrar ante la comunidad internacional que el chavismo carece de apoyo popular. De ser así, poca gente habría votado ¿Por qué? porque la promesa de ganar y cobrar siempre fue inviable ya que con el Estado chavista no existen garantías institucionales para hacer valer la voluntad popular. Y eso lo sabían desde el principio María Corina Machado y la oposición que le acompaña.

La verdad, la realidad que aún tratan de esconder a la gente es que en estas condiciones no hay forma de cobrar el triunfo electoral de Edmundo Gonzalez el 28 de julio. Por eso María Corina vuelve a matizar su discurso, esta vez para comenzar a modular las expectativas que hay con la juramentación de Edmundo Gonzalez el 10 de enero y adelantarse a la situación más probable que es la eventual juramentación de Nicolás Maduro en Venezuela rodeado de sus operadores civiles y militares.

No es otra cosa la que quiere decir María Corina Machado cuando asegura que si el 10 de enero se juramenta Nicolás maduro "será peor para él".  ¿Peor en qué sentido? ¿Es factible una intervención militar internacional para corregir esa desviación?  ¿O acaso vendrán verdaderas sanciones financieras contra el régimen y sus operadores? Este es un razonamiento tan infantil como aquel que sugiere que Maduro podría renunciar si se le presentaba una "amenaza creíble", o sea una amenaza que sin ser tal amenaza produzca el efecto intimidatorio de amenaza.

La lógica que usa María Corina Machado para enfrentar al chavismo es tan equivocada como la que ha usado la MUD a lo largo de estos 25 años. En ambos casos no solo coinciden en subestimar al chavismo sino también en suponer que es posible que el chavismo se rinda y mansamente entregue el poder. Esa manera ingenua de asumir la oposición ha sido toxica y perversa embarcando a cientos de miles de venezolanos de buena fe en intentos espontanees y suicidas que terminan en cárcel o asesinato político.

Pedirle al chavismo que se rinda y entregue el poder mientras su aparato militar-policial ejecuta linchamientos masivos de civiles desarmados es un ejercicio de sadismo o masoquismo político. Depende de cómo se le vea.- @humbertotweets


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Humberto González Briceño
Maestría en Negociación y Conflicto
California State University




"Por una República de ciudadanos libres" 

domingo, 8 de diciembre de 2024

25 años en manos de una comedia. Enrique Meléndez. Venezuela

*_25 años en manos de una comedia_*
*Enrique Meléndez*
Bochinche, puro bochinche: estas palabras suenan como un eco en nuestra historia; pronunciadas por Francisco de Miranda; tan pronto es detenido en su habitación en horas de la madrugada por una comisión de sujetos, entre los cuales se hallaba Simón Bolívar; el menos autorizado para estar allí, puesto que por una negligencia suya se había perdido el fuerte de Puerto Cabello, que sería el primer descalabro, de lo que el susodicho conocería en el Manifiesto de Cartagena como la primera República; sólo que allí no hace mea culpa, al respecto, cuando enumera las causas de su caída. Suenan como un eco de tradición oral, a manera de anécdota, y entonces se vinieron a reproducir en Hugo Chávez; cuando la política dejó de tener contenido, para volverse forma, apariencia, espectáculo:
-Es que Chávez es así-, decían sus seguidores, a propósito de su conducta ordinaria y soez.
-Es que no debe ser así-, respondía el profesor Alexis Márquez Rodríguez, en un país donde se había escrito un libro como el Manual de Urbanidad y de las Buenas Costumbres, autor Manuel Antonio Carreño, que fue todo un éxito editorial, y que aún entre los venezolanos, cuando se trata de una persona de semejante conducta, se le aconseja a que vaya a leerse El Manual de Carreño. De hecho, hasta la llegada de Chávez al poder, uno veía mucha formalidad en nuestros jefes de Estado. Se trataba de sujetos incluso de muy bajo perfil en lo personal; con poca exposición mediática. A Carlos Andrés Pérez se le llegó a decir "Locoven",  con motivo de su populismo; pero no dejaba de manifestar la solemnidad y la hidalguía de los gochos; empezando porque admitió sin aspaviento alguno los cargos, que le impuso la justicia en un momento determinado. Nada de hablar en doble sentido, en respeto al pudor público: "al que le pique, que se rasque", como lo hacía el susodicho, lo que llevaba a decir a Manuel Caballero, que su lenguaje era el de un portero de burdel. He allí el tipo de espectáculo, que adoptó nuestra política. No sin razón dice Schiller, que cuando el hombre es solo forma, no tiene forma alguna, pues si carece de una tesis política, entonces no es sino un comediante: ¿no ha sido la revolución bolivariana un permanente recomenzar? 
Una gran parte de esa clase media, que votó por él, empalideció, cuando Chávez en su juramento como jefe de Estado, manifestó que lo hacía frente a una moribunda Constitución. En efecto, un acto de soberbia muy propia del criollo llanero; que es muy zumbado, como entre ellos mismos se dicen; pero no pasaba de ser una bufonada, porque no sabía lo que decía. Se trataba de un sujeto que no tenía ni la más lejana idea, de lo que era un texto constitucional, y en esto habían influido en él tres personajes: Luis Miquilena, Domingo Alberto Rangel y Manuel Quijada, a quienes se les tenía por partidarios de golpes de Estado o toma del poder por rebelión popular, pues pensaban que en este país había que conspirar, para derrocar al llamado "puntofijismo", representado en AD y Copei; cuya clase dirigente, además de iletrada, era muy codiciosa, y pasar a convocar a una Asamblea Constituyente, que diera lugar a un nuevo país; por lo que proclamaban la política de la abstención, y en lo que se empató Chávez en aquellos momentos, a raíz de las visitas que los tres le hacían, cuando entonces estaba recluido en Yare.
Fue un espectáculo bochornoso; cuando Chávez asumió la presidencia, y hay quien dice que ese juramento fue violatorio de la Constitución, puesto que la estaba negando; al considerarla moribunda. Allí está el espíritu de nuestra laicidad. O sea, no era el momento para abordar su indisposición hacia ella, y que no respondía sino al hecho, de que en segundas intenciones, lo que pretendía era proceder a reproducir una nueva; que le diera carácter de vitalicia e irresponsable a la presidencia de la República, para evocar la famosa Constitución de Bolivia del Libertador. De allí la necesidad de convocar a una Constituyente. Aquí salta a la vista el problema, que confronta una sociedad, cuando un militar con liderazgo se ha puesto como meta llegar a la presidencia de la República, pensando que se trata del último grado de su carrera; porque, a diferencia de un dirigente político partidista, el costo de su ambición, lo lleva a cobrar con la perpetuidad en el poder. Además, en Chávez concurrían dos psicosis adicionales: su demasiado narcisismo y su demasiada egolatría. Así lo que oímos ese día, de asunción presidencial, fue fanfarronería, como aconsejarle a sus enemigos políticos, que se buscaran un paracaídas bien grande, porque la caída que iban a tener frente a él no fuera a ser tan grave; proyectos de desarrollo económico, que partían más de delirios, que de realidades; arribismo, como el de tutear al entonces presidente de Colombia, Andrés Pastrana, presente en el acto; cuentos de sus andanzas militares y un par de citas del Libertador, sobre todo, una que siempre la repetía, y con la cual comenzó su discurso: "Dichoso el soldado que bajo el escudo de las armas de su mando, ha convocado la soberanía nacional, para que ejerza su voluntad absoluta".
Más bochornoso aún fue, cuando se dirigió al Palacio de Miraflores, luego de abandonar el antiguo Congreso de la República; como se vio por televisión, a pie y golpeando su palma con el puño, es decir, un mensaje no verbal, que significaba que el pueblo, representado en él, se hacía justicia; lo que no dejaba de ser un disparate. Incluso, entre las cuñas oficiales, que las televisoras están obligadas a transmitir, hay una donde hay un Chávez, que aparece en un podio, vociferando que Chávez ya no es Chávez, sino pueblo venezolano. Lo que explica que esa clase media, que lo llevó al poder, ya a los dos años se decía: si yo lo puse allí, yo lo tumbo; como soltar el genio de la botella, por lo que no fue tan fácil reducirlo a la misma, y en eso nos hemos pasado todos estos años.

sábado, 7 de diciembre de 2024

El fiscal está estudiando. Por: José Luis Centeno S. Venezuela

El fiscal está estudiando.
Por:  José Luis Centeno S. (@jolcesal)

Que Karim Khan esté estudiando refleja inacción, falta de ética e indolencia.

Me imagino a Karim Khan, en un rincón oscuro, rodeado de montañas de papeles, tratando de descifrar el enigma venezolano. Mientras tanto, el reloj sigue corriendo y las víctimas esperan justicia. Seguro está "estudiando" muy a fondo, quizás incluso con un habano, cortesía de clientes de su cuñada, y una playlist de música clásica para concentrarse mejor. 

Porque, claro, nada dice el Estatuto de Roma de "acción rápida". Pero no se preocupen, seguro que están trabajando arduamente en la Situación Venezuela I, con todo el tiempo del mundo. Porque, claro, la justicia internacional no tiene prisa y el Fiscal con su comportamiento dilatorio lo ilustra a la perfección.

Así las cosas, respecto a Venezuela, Karim Khan parece estar en una especie de "modo estudio". ¿Qué implica esto? Bueno, es como si estuviera en una clase de derechos humanos donde todos los alumnos han hecho trampa y él está tratando de decidir si debe entregar un examen o simplemente dejar que el tiempo pase. 

Es casi como si estuviera esperando que Venezuela le envíe un resumen de lectura antes de proceder con la investigación. "La pelota está en el campo de Venezuela", dice, mientras parece que está más interesado en la teoría que en la práctica, pues sigue insistiendo en que "las investigaciones continúan" y que necesita ver "un impulso y avances reales". 

Uno se pregunta. ¿realmente está buscando respuestas o simplemente disfrutando de los habanos? Es como si estuviera atrapado en un ciclo interminable de estudios y conferencias, mientras las violaciones a los derechos humanos siguen sin ser abordadas, como si su rol fuera el de un espectador pasivo en un drama donde todos los actores están en desacuerdo. 

"No he visto la implementación concreta de leyes y prácticas en Venezuela que había esperado", se lamenta, como un profesor decepcionado por sus alumnos. Quizás debería considerar dejar de "estudiar" y empezar a actuar, porque el tiempo no se detiene para nadie, menos para las víctimas, y las implicaciones son alto preocupantes.

¿Cuáles son las implicaciones legales derivadas de la falta de acción proactiva del Fiscal en relación con la situación en Venezuela, considerando las normativas del Estatuto de Roma que podrían estar siendo vulneradas, así como los derechos humanos consagrados en la Constitución? Respondo, en forma llana, sencilla.

El Estatuto de Roma establece en su artículo 1 que la Corte tiene la responsabilidad de ejercer su jurisdicción, entiéndase, mandato o competencia, sobre los crímenes de mayor gravedad que afectan a la comunidad internacional, que se definen en el artículo 7 del mismo estatuto. La dilación en la investigación y el avance en los casos relacionados con Venezuela puede interpretarse como un incumplimiento de las obligaciones del Fiscal, por agudizar las dilaciones injustificadas.

Por un lado, la falta de acción proactiva, entiéndase, la inacción o la dilación en la investigación, puede ser vista como una violación del deber del Fiscal de actuar para prevenir y sancionar crímenes internacionales, lo que contraviene el principio de justicia rápida y efectiva.

Por otra parte, está la obligación de investigar. No en balde, el artículo 54 del Estatuto establece que el Fiscal debe investigar. En ese sentido, la falta de un impulso real en la investigación, como ocurre en el caso venezolano, puede considerarse una violación de esta obligación.

La Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, en sus artículos 22 y 23, establece que todos los derechos humanos son inherentes a la persona y deben ser garantizados por el Estado. Ergo, la dilación en la respuesta a las violaciones de derechos humanos en Venezuela afecta directamente a las víctimas, quienes esperan justicia.

De tal manera, que la tardanza en las investigaciones afecta el derecho de las víctimas a obtener justicia y a conocer la verdad sobre las violaciones sufridas. Estos derechos se ven comprometidos por la falta de avances significativos en las investigaciones, así como por la insuficiencia (por decir lo menos) de medidas que garanticen la debida reparación. 

La percepción de que "el fiscal está estudiando" se convierte en un recordatorio sarcástico de la inacción, traducida en continuar revisando documentos e insistir en recabar pruebas. Esa falta de acción proactiva no solo contraviene las obligaciones del Fiscal, según el Estatuto de Roma, sino que compromete el derecho a la verdad, la justicia y la reparación de las víctimas.

lunes, 2 de diciembre de 2024

Más sanciones y menos excepciones Por: Humberto González Briceño


Más sanciones y menos excepciones

Por: Humberto González Briceño

Los Estados Unidos han ensayado dos tipos de sanciones contra el chavismo en Venezuela. Sanciones contra el régimen político y sanciones contra sus operadores. La base de estas medidas está en la orden ejecutiva 13692 dictada por el entonces presidente norteamericano Donald Trump en marzo del 2015. Desde el punto de vista geopolítico estas sanciones han constituido un intento sistemático, aunque no necesariamente efectivo, de buscar el debilitamiento económico del fascismo chavista del siglo XXI en Venezuela.

La inefectividad de estas sanciones para debilitar realmente al chavismo comienza desde el principio cuando a modo de pie de página se establecen una serie de excepciones para que determinadas entidades continúen haciendo negocios en forma directa o indirecta con el régimen venezolano, fundamentalmente las vinculadas al negocio petrolero que es precisamente de donde el chavismo obtiene recursos para pagar por su aparato político-militar-policial.

Las sanciones dirigidas exclusivamente contra operadores políticos y militares del régimen igualmente desde un principio dejaron por fuera a un importante segmento de individualidades que son familiares, amigos y relaciones de los operadores y quienes actúan como beneficiarios o testaferros de los bienes objetos de la medida ejecutiva.

El resultado de esta forma peculiar de aplicar las medidas es que el régimen chavista puede seguir burlando el cerco financiero vía excepciones y colocando petróleo en los mercados negros, con la tolerancia de los Estados Unidos. Y por su parte los operadores sancionados, a través de sus familiares y relacionados, siguen moviendo inmensas masas de dinero desde Venezuela para ser lavadas en los Estados Unidos burlando el propósito de la medida ejecutiva.

A pesar de la inocuidad e inefectividad de estas sanciones contra el régimen chavista este no ha dudado ni un minuto en echarle la culpa de su fracaso económico a las medidas y por supuesto se niega a admitir que es el resultado del masivo y sistemático saqueo del erario nacional durante 25 años.

El mercenario aparato de propaganda del chavismo ha logrado convencer a buena parte de sus clientelas civiles y militares que la miseria, la quiebra, y la depauperación del país son culpa de las sanciones, no de la ineptitud de Nicolás Maduro, Jorge Rodríguez o Diosdado Cabello. Este discurso ha sido comprado y reciclado por algunos componentes de la falsa oposición que con sospechosa candidez dicen que las sanciones hay que suavizarlas o en todo caso suspenderlas porque son contra los venezolanos y no contra los chavistas.

Hace unas semanas el Congreso de los Estados Unidos aprobó una ley con apoyo bipartidista para prohibir operaciones financieras y de arrendamiento con el régimen chavista en Venezuela, la llamada Ley BOLIVAR cuyo acrónimo en inglés se lee como Banning Operations and Leases with the Illegitimate Venezuelan Authoritarian Regime. Esta ley no cambia en absoluto la dinámica porque en realidad se trata de codificar en en un solo cuerpo jurídico medidas administrativas que ya habían sido tomadas por los gobiernos de Donald Trump y Joe Biden, sin agregar nada nuevo.

Habrá que esperar las primeras horas del gobierno de Trump el 20 de enero de 2025 cuando el nuevo presidente de los Estados Unidos podría tomar una serie de medidas ejecutivas relacionadas con el tema petrolero que sin duda impactarán directa e indirectamente al régimen chavista. En materia de sanciones no es probable que Trump revierta o modere las que están en vigencia. De mantenerse el actual esquema de sanciones y la situación política en Venezuela el nuevo gobierno de Trump tendría que revisar la efectividad de esa política sancionatoria que él mismo inició hace una década.

Con casi diez años de experiencia acumulada y con la evidencia de que el chavismo siempre tratará de burlarse de las medidas contra el régimen y contra sus operadores el nuevo gobierno de Donald Trump podría considerar eliminar la política de excepciones sobre quienes pueden negociar con el régimen chavista y extender el alcance de las medidas personales e individuales a los familiares y relaciones de los operadores del régimen, muchos de ellos cómodamente instalados en los Estados Unidos, porque no hay mejor sitio para gastarse lo robado en Venezuela que las entrañas del imperio mismo.

Más sanciones y menos excepciones a las mismas sería una buena forma de replantear la nueva política de Donald Trump frente al fascismo chavista del siglo XXI.- @humbertotweets



Humberto González Briceño
Maestría en Negociación y Conflicto
California State University


"Por una República de ciudadanos libres" 

REMISIÓN: 
De: Humberto González <hgb2000@gmail.com>
Date: lun., 2 de diciembre de 2024 9:01 a. m.
Subject: Más sanciones y menos excepciones Por: Humberto González Briceño. 

domingo, 1 de diciembre de 2024

La impronta de Bolívar. Por: Enrique Meléndez. Venezuela

FOTO: Imagen REFERENCIAL de Simón Bolívar por cortesía de Efemérides Venezolanas 


La impronta de Bolívar

Enrique Meléndez

          En la obra de un escritor como Tomás Lander, que fue uno de los fundadores del partido Liberal, en la década de 1820; luego de nuestro proceso de independencia, se observa que el único período, en el que Venezuela es territorio libre de la impronta del Libertador, es el que va desde 1830 a 1842; cuando por voluntad de José Antonio Páez se traen los restos suyos desde Santa Marta, Colombia, donde reposaban; incluso, al saberse la noticia de su muerte, este acontecimiento se celebra. La gente estaba harta de Bolívar. Obsérvese que Lander se permite en 1826 hacer una crítica a la famosa Constitución de Bolivia, pero para llegar al punto específico, escribe un preámbulo, en el que reconoce la grandeza mesiánica del Libertador, con motivo de que se va a permitir abordar desde ese punto de vista su carta constitucional, que quería imponerla en la entonces Colombia, sobre todo en lo relativo al tema de la presidencia vitalicia e irresponsable; irresponsable en el sentido, de que el jefe de Estado no quedaba obligado a presentar Memoria y Cuenta; lo que se veía, en su conjunto, como una especie de monarquía sin corona. ¿Acaso no estamos viviendo la misma realidad, cuando se ha erigido un presidente, que se ha declarado vitalicio, mediante maniobras electorales, y a la hora de presentar memoria y cuenta, lo que hace es leer memorias y cuentos?

A diferencia, de lo que escribe Lander después de 1830, cuando despoja de toda alabanza a la figura del Libertador, y lo comienza a llamar el general Bolívar a secas. Culpable, a su juicio, de haber tratado de subordinar Caracas a Bogotá, que era en el fondo lo que pasaba a ser Venezuela, a propósito del nuevo Estado, que había creado con el nombre de Colombia, a raíz del Congreso de Angostura en 1819.

          Por cierto, por las redes sociales llega un mensaje, donde se abordan todo lo que fueron los talentos del Libertador y todo lo que fueron sus hazañas; que me parece que exageran, cuando dice que era capaz de dictar varias cartas en lenguas diferentes a la vez; pues lo que yo tengo entendido era que éste la única lengua, diferente a la suya que hablaba, era el francés y, en el fondo, su visión de mundo era la de un galo de la época de Napoleón Bonaparte; que era su maestro. Por eso Salvador de Madariaga en la biografía, que escribe sobre Bolívar, dice que sus guerras, fueron guerras napoleónicas. Cito además esta obra, que estuvo prohibida en Venezuela hacia la década de 1950, fecha de su publicación, porque nos refleja aquel Bolívar de carne y hueso, que fue lo que chocó a la entonces Sociedad Bolivariana; pero, en especial, porque en sus delirios de grandeza, Madariaga hace ver que Bolívar se consideraba más hazañoso que Napoleón, César y Alejandro Magno. He allí el Bolívar, que va a estar presente en la sociedad venezolana, después de 1821 como una especie de Leviatán, esto es, un monstruo al que hay que rendirle pleitesía.

          Cito el preámbulo del famoso ensayo crítico de Lander, para que se vea el espíritu de esa época, y en un momento en que Bolívar se ha peleado con medio mundo por esa Constitución: "¿Cómo, pues se atreverá mi humilde pluma, cómo osará mi entendimiento hacer censura de los rasgos de la mente del Héroe de los héroes; del que ocupa con su fama ambos mundos, del que decora con sus imágenes los alcázares de los reyes; del que ha excedido en valor a César, en sus triunfos a Alejandro, en la prudencia a Catón y en patriotismo a los Decios?" En efecto, esta idolatría se desvanecerá, y ya para 1838, Lander dirá que "desde que destrozamos a su hija (Colombia) predilecta, ya lo denominamos tirano y usurpador".

          En la conciencia de Lander se nota; primero, que éste está predispuesto con respecto a las intenciones del Libertador de coronarse emperador, a la manera de Napoleón, sólo que sin las manos de un Papa, pero sí vía Constitucional; bajo la figura de una presidencia vitalicia e  irresponsable, y para lo cual necesitaba aquel enorme Estado, que comprendía la Colombia suya: Venezuela, Nueva Granada y Ecuador, incluyendo allí Panamá: desde El Esequibo, hasta Guayaquil: de océano a océano. El problema es que el centro político de ese vasto imperio lo constituía Bogotá y, en ese sentido, no podía despachar desde Caracas. No obstante, los que habían expuesto la sangre y el pellejo habían sido los venezolanos; pues ningún otro país había podido articular un ejército, como el nuestro. Incluso, en los artículos de Lander de la década de 1820 se nota que siente un prejuicio al llamarse colombiano, y celebra como un triunfo la separación de Venezuela de dicha confederación de naciones en 1830.

          ¿Qué hace que esta bolivarianofobia, digamos así, se depure a lo largo de esa década de 1830, y entonces en la década de 1840 se inicie la idolatría a su figura? Octavio Paz dice que los pueblos hispanoamericanos tendemos a la idolatría del caudillo, erigido en héroe, a propósito de sus hazañas militares, y al monumento. Aquí invito al lector, a que lea la crónica, que escribe Fermín Toro, con motivo de la llegada de los restos del Libertador a Caracas, por voluntad de Páez, pero también por la voluntad de éste, quien pidió que sus restos fueran llevados a su ciudad natal; para que se vea la apoteosis, que implicaron dichas exequias. Los historiadores marcan aquí el inicio del culto a Bolívar; que llegará a su máximo apogeo con Antonio Guzmán Blanco, quien riega todo el país con estatuas del Libertador. Por supuesto, todos los países le levantan monumentos a sus héroes y, en especial, en Francia Napoleón tiene su panteón aparte de sus héroes militares, científicos y artistas, que reposan en otro lado. El hecho es que aquí se ha llegado al nivel del culto, porque se le toma al Libertador como una figura mitológica, y no desde un punto de vista racional, y que se aprecia en aberraciones como la existencia de estatuillas suyas en los olimpos de los brujos o como el hecho de ponerle a la República el cognomento de bolivariana. La Ley Bolívar: eso los ha montado en cólera. 

REMISIÓN: 

De: Enrique Melendez O. melendezo.enrique@yahoo.com
Date: sáb, 30 nov 2024 a la(s) 7:52 p.m.
Subject: artículo 
La impronta de bolívar.docx

Twitter: @emelendezo