PAGINAS Y RECORTES

ARTICULISTA DE OPINIÓN. Por: Sammy Landaeta Millán

 


Comparto con ustedes, este fragmento que escribí, a finales de año 2009.  


ARTICULISTA DE OPINIÓN. Por: Sammy Landaeta Millán. 

 

Luego de los contactos con la opinión pública, mediante cartas abiertas, tomé la decisión de escribir diversos artículos sobre el acontecer nacional,  y a partir del 10 de Abril de 2001 comenzó la publicación regular de ellos,  cada semana en el Diario regional Antorcha de la Ciudad de El Tigre, Distrito Simón Rodriguez del Estado Anzoátegui. Era una tarea difícil, un comienzo tortuoso, enfrentarme con un presidente incapaz, fantasioso, manipulador y mentiroso me colocaban en el plano de ser simplemente: Un loco.


Si, un loco que abandono una carrera militar faltándole cinco años para su retiro y se enfrentó a un presidente que ostentaba la mayoría política, respaldado por el apoyo popular, pero que escondía tras de su faz, su verdadera intención de convertirnos a una “ideología macabra,” de la cual yo estaba al tanto,  pero no se me creía y la única explicación que tenían en mi comunidad entre ciertos amigos y familiares era, que había sido separado del cargo por corrupción, y diversos descréditos más que comenzaban a hacer los amigos del gobierno con mi persona.


Pero dijeran lo que dijesen  de mí, la Patria tenía prioridad, así me habían enseñado mis maestros, profesores y por supuesto mis superiores en las Fuerzas Armadas de la República de Venezuela y el deber con la Patria estaba primero y ante mis intereses particulares y los de la Patria indudablemente  están los de la Patria.  Para quienes pensamos así, sin escatimar en costos  ni mucho menos en beneficios. Siempre la patria gana.


Mi espíritu nacionalista, patriota y de bolivariano auténtico no soportaba ver que el país se fuese sumiendo en una situación desastrosa y esto me motivaba a opinar públicamente, con la sana intención de exponer diversos temas producto de mi mediana experiencia como oficial profesional de la Fuerza Aérea  Venezolana.


Mi forzada situación de retiro y la decisión de expresar mi pensamiento en un medio de comunicación afianza  más aún la posibilidad de difundir mi protesta como militar.  Acepto el reto y la sustento con  la  lectura de diversos textos, la investigación,  y por supuesto  el seguimiento constante  de la actividad cotidiana  que nos brindaba el bochinche revolucionario.


Así doy mi apreciación o fijo posición sobre aspectos que se orienten en beneficio de la conveniencia para el país y sus instituciones. Los textos son inicialmente difundidos por  el diario referido, reeditados por otros medios de circulación nacional y a su vez van remitidos  a diversas personas a través del Internet y algunos editados por Venezuela Analítica. Guardo muchos recuerdos de eso, porque en alguna ocasión me pidieron autorización para traducirlos al inglés y publicarlos fuera del país y yo contesté que lo  podían hacer con entera libertad en forma total o parcial.  De esa manera difundo mi pensamiento libre como Venezolano manteniendo mi defensa por la institucionalidad, de allí  que los textos en su mayoría, les coloque al final una cita  de un pensamiento de Simón Bolívar,  El libertador. 


Refiero que todos  los suscribí con la despedida de “institucionalmente” no porque me sintiera una institución,  sino porque estaba persuadido  que individualmente,  encarnaba la voz   de una institución  o de  una organización que no podía ser maltratada, mancillada o politizada. Alertaba porque no fuese vulnerada, en su mística, espíritu de cuerpo y razón de ser, y me pronunciaba contrario a que fuese dividida o quizás destruida, me refería indudablemente a las Fuerzas Armadas Nacionales.


Mi formación profesional y mi personalidad, marcaban la pauta para una nueva misión que en mi conciencia me asignaba. La preservación de la imagen y patrimonio de la Fuerzas Armadas y la defensa de ella y demás instituciones de nuestra historia democrática reciente.


En poco tiempo comienzan a circular diversos artículos de prensa que significan la expresión formal de mi disidencia y la oposición sostenida e inquebrantable contra el gobierno del presidente Hugo Chávez Frías, expresándome desde aquellos tiempos, en una particular forma que he denominado como: La Protesta Militar.