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martes, 22 de noviembre de 2005

ELEGIR Y LEGITIMAR. Por: Coronel ® (FAV) Sammy Landaeta Millán. Opinión. Política. Venezuela.

Foto: Por cortesía de Encuentro Perú 

ELEGIR Y LEGITIMAR. Por: Sammy Landaeta Millán. 

Las condiciones para preferir, escoger o seleccionar personas, por nombres y apellidos, como candidatos a cargos públicos por elección popular, se dificultan cada día más en la República Bolivariana de Venezuela. Ya no solo se visualizan los “abusos del régimen” en satisfacer su consolidación del poder totalitario mediante la designación de funcionarios “a dedo,” sino que ahora la pretendida revolución Castro Chavista, nos presenta nuevas opciones electrónicas, similares a un recetario de cocina.
Con la reciente aparición de una pagina web, diseñada y expuesta al público por parte de las fuerzas que avalan en impulsan el Socialismo y estimulan el Comunismo en la patria de Simón Bolívar, El Libertador, nos demuestran que con solo incorporar en ese portal, el número de cédula de identidad nacional, se nos muestran datos de dirección, centro de votación y otros, con una extraordinaria innovación; se nos da la “tendencia política del ciudadano,” situación que atenta contra los derechos políticos de cada individuo, y le cercena el derecho que tiene cualquier persona a la orientación política de su preferencia.
Podría interpretarse también que se pretende señalar personalmente con afrenta, burla, mofa o humillación, porque se somete al escarnio público en una suerte de “reconócelos pueblo” a aquellos que no les simpatizan, por ser contrarios a los desmanes de los ineficaces, que a fuerza de sangre, dolo, llanto, muerte, robo, matraca y corrupción pretenden consolidar las incapacidades de un proyecto político que lesiona los derechos humanos, por intermedio de una imposición ideológica, denominada revolución.
A la nuevas facilidades del “Internet revolucionario” se suman los mecanismos de los cuadernos electrónicos, el sistema automatizado y las nefastas máquinas capta huellas, que eliminan de plano el carácter secreto del voto en Venezuela, donde en tiempo real, el oprobioso régimen Castro Comunista conoce a ciencia cierta cuantas personas proporcionalmente, sufragan en contra del bandidaje revolucionario de turno en la Nación.
Las elecciones en Venezuela se han venido a descrédito, pese a contar con un moderno sistema automatizado, pero sus bondades fueron sesgadas para otorgar el triunfo fraudulento al bochinche revolucionario, enquistado en el poder del Estado.
La facultad de elegir para que mediante la representación política, se tome la decisión del soberano quedó en la retórica. La mano aparentemente sabia del ejecutivo subyuga la decisión popular y subordina los poderes públicos y en complicidad con miembros de la Asamblea Nacional designan magistrados del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), rectores del Consejo Nacional Electoral (CNE) y constitucionalmente, hasta el Vicepresidente Ejecutivo de la República, que debería ser una figura elegible por voluntad popular, y no por designación voluntaria del jefe de Estado por o con recomendación un grupo de partidarios.
Contrario a ley Orgánica del Sufragio y participación política, hoy se vulnera no solo el ejercicio directo, secreto y universal del voto como acotamos anteriormente, sino que se pretende dosificar el porcentaje de escrutinios de las mesas electorales en los diferentes centros de votación, buscando satisfacer los intereses oscuros del desgobierno, pero lo que es mas lamentable; con el aval de diversos partidos políticos que actúan en flagrancia al permitir que el cuestionado CNE, ente electoral disfrazado de “poder publico,” les otorgue “dadivas de porcentajes de escrutinios.”
Las mesas electorales, deben ser escrutadas en su totalidad y su constancia debe quedar asentada en un acta final, que exprese los resultados del acto público. Mientas esa condición no se presente en el país, no estamos en posición de “elegir” a nadie. Por otra parte la comunidad nacional no puede ser cómplice o instrumento para avalar las nefastas condiciones que se pretende dar a unas elecciones automatizadas, para beneficio de las "fuerzas fidelistas invasoras" en perjuicio de la sociedad venezolana.
Entendemos que legitimar es probar o justificar la verdad de una cosa, o la calidad de las personas o procedimiento de acuerdo con las leyes. ¿A que ley electoral vamos a dar crédito, si se vulnera constante y abiertamente.? Tampoco podemos legitimar, ni mucho menos habilitar a una persona como el Dr. Jorge Rodríguez, rector principal del CNE por su categoría de inhábil para el ejercicio del cargo, oficio o empleo. El ha sido el instrumento del desgobierno para cometer delitos electorales, cuando en todo caso debería actuar con la imparcialidad que requiere el acto electoral.
El acto del sufragio se convierte poco a poco en la forma de legitimar la acción electoral de una casta de bandidos fracasados en el control del Estado por la fuerza en tiempos pretéritos y ahora lo hacen conculcando el derecho electoral avalado por las apetencias de ciertos partidos políticos, que solo ven su bienestar y subsistencia. Es insólita la posición miserable de los referidos partidos políticos, miembros de la llamada “oposición oficialista” al invocar estar defendiendo una supuesta democracia mancillada, vulnerada y sustituida en Venezuela por un régimen de corte totalitario.
Al asistir al acto de votación el 4 de Diciembre de los corrientes, estaríamos legitimando las condiciones antidemocráticas del sufragio, con características amañadas y curiosamente observadas en este momentos por la Organización de Estados Americanos y la Unión Europea.
También estaríamos dándole un espaldarazo al pretendido proceso revolucionario con bases Castro Comunistas y eso definitivamente para los venezolanos, sería una aberración porque se colocarían en sintonía con las agresiones del régimen a diversos países de la comunidad internacional, situación que es sumamente denigrante.
Concurrir a las elecciones de Diputados a la Asamblea Nacional, es una forma de “legitimar” la trampa y los atropellos del régimen que comanda el usurpador de la presidencia de la República, Hugo Chávez Frías y a la par estaríamos siendo cómplices de la consolidación, la implantación y la entrega definitiva de la Nación al "imperio Castro Comunista."
Los nuevos socialistas del siglo XXI en Venezuela, para esconder su ineficacia, estigmatizan a la oposición, como “elemento del imperio del norte” y mediante sus designios anti soberanos en lo sucesivo, no nos permitirnos ELEGIR sino LEGITIMAR su abuso de poder.

Cita: “El poder sin la virtud es un abuso y no una facultad legitima”.
Simón Bolívar.

Coronel (Av.) Sammy Landaeta Millán
C.I. N° 3.441.697
Email: sammylan@yahoo.es 
Caracas, 22 de Noviembre de 2005