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jueves, 17 de agosto de 2006

UN “NO”A LA ESCLAVITUD // Por: Sammy Landaeta Millán

En Venezuela, en materia social y política, las cartas están echadas. Vamos hacia un proceso de elecciones presidenciales, sin las garantías de transparencia del ejercicio del voto como derecho universal, directo y secreto. Los adversarios al régimen han hecho grandes esfuerzos por presentar una "candidatura unitaria" que no posee el respaldo total de la unidad opositora. Pero hay que seguir luchando y trabajando por salir de la represión y la tiranía, exigiendo un conteo manual de papeletas de votación.
El desgobierno busca atar cabos sueltos y en el marco electoral se hace necesario advertir dos intenciones: Primero, se prepara una campaña para ofrecer cuantiosas sumas de dinero a los trabajadores despedidos de la auténtica Petróleos de Venezuela (PDVSA) para que acepten su reintegro, al suscribir una carta de apoyo al bandidaje revolucionario ya que la debacle operativa de la Empresa Estatal, los obliga a actuar en consecuencia. En segundo lugar, se buscan puntos de encuentros con adversarios políticos y se pretende conversar con individualidades y agrupaciones de efectivos militares en retiro, donde la disidencia y la desobediencia han marcado la pauta, como contrarios al régimen militarista. La nueva estrategia política al querer jugar con la necesidad de los sectores venezolanos, choca con la posición inquebrantable de: oposición y resistencia.
Para una inmensa mayoría no hay acuerdo posible con el bandidaje de izquierda. La DIGNIDAD es un valor no comprable, ni negociable. Sabemos que por intermedio del miedo, la opresión, la represión, el chantaje, la calumnia y la descalificaron se desdibuja la imagen de muchos opositores pero no debemos sucumbir ante los infames propósitos de manipularnos. Quizás “el billete” funcione eficientemente en la Fuerza Armada Nacional y hoy su deterioro institucional no tenga parangón, en la historia democrática del Estado Venezolano. Tal vez la intención del ministro de la defensa, G/J (Ej.) Raúl Isaías Baduel, quien desde los llanos guariqueños, como auténtico heredero de sus antecesores, los gladiadores Romanos y espartanos, busca cohesionar la FAN, pero no puede. El mal esta hecho, los resultados advierten que los militares son venezolanos y no cubanos.
En relación con la presunta fuga de la Cárcel de Ramo Verde, los reclusos, le dieron una calurosa bienvenida al General Baduel, eso se estila en los penales ordinarios, cuando asume el cargo, cualquier director de prisión. Los internos se fugan para dar indicativos de poseer el control de la situación. Pero en este caso debería de servir de termómetro en la FAN para apreciar el clima de lo que queda de la Institución. No es posible que se pretenda transferir la responsabilidad a terceros en la sociedad civil, por la evasión de Ramo Verde. La cárcel siempre ha sufrido de una evidente falta de control, donde hoy se obedecen los “caprichos de los militares revolucionarios de turno” Allí siempre se continúa prestado un servicio conjunto del Ejercito, la Aviación, la Marina y la Guardia Nacional y o es una unidad orgánica de ningún componente. Trimestral o bimestralmente se relevan los efectivos y oficiales, suboficiales, tropa profesional y alistada, de acuerdo con un rol de guardia de las unidades responsables de apoyar los servicios de custodia.
Dicha cárcel es un Centro Nacional de Procesados Militares (CENAPROMIL) dependiente del Ministerio de la Defensa. Su comandante es un Coronel del Ejército venezolano, quien comanda las tropas provenientes de toda la FAN. Su misión es albergar personal de procesados militares en su mayoría activos, pero en el tiempo, eso se deterioró y se incluyeron presos políticos. Por conocimiento de causa podríamos referir que el armamento utilizado para la custodia proviene de diversas unidades. El Grupo de Policía Aérea de la Base Aérea Francisco de Miranda, La Carlota Caracas, tenía asignados 50 fusiles FAL, en calidad de préstamo. Es imposible darle al recinto otro matiz, la camaradería siempre ha existido y en ella funciona un liceo de Educación Media donde el G/D (GN) Carlos Alfonso Martínez fungía como profesor cuando estuvo recluido. También se hace preciso recordar que alli fue internada la valiente luchadora Dulce Bravo cuando fue detenida por la DISIP. En definitiva, no es un recinto concebido para cumplir los propósitos de las prisiones de la revolución Castrista y el G2 Cubano.
Allí fue recluido Carlos Ortega Carvajal, Presidente de la Confederación de Trabajadores de Venezuela (CTV) El régimen lo condenó y lo aisló. Vivió sus penas, las frustraciones, las traiciones y las componendas. Allí vio que su partido Acción Democrática lo miraba pero no lo tocaba. Observó el deterioro de la CTV, cuando la Organización Internacional del Trabajo (OIT) acepto como vocero oficial a la Unión Nacional de Trabajadoras de Venezuela (UNT) Visualizo la acción del líder sindical Andrés Velásquez plegado a las migajas del régimen, al participar como aspirante a una Diputación. Comprobó las intenciones de Floirán Barrios aferrado a una candidatura presidencial y tristemente sintió el despego y falta de apoyo de Manuel Cova, su sucesor circunstancial, convertido hoy en el enterrador de la CTV. Ortega tenía el deber de obviar su amañado presidio, por cualquier medio y en su mente brillaba solamente una idea: el deseo de libertad.
Para los presos de conciencia que continúan en Ramo Verde, la lucha no esta perdida, aunque abrigamos temor por su seguridad. Desde el día 13-03-06, cuando asistimos al bautizo del libro “Ramo Verde: reflexión, represión y esperanza”, con autoría del Capitán Javier Nieto Quintero y prologo del Doctor Alonso Medina Roa, lo reafirmamos. Su autor como preso político, nos adentra en conocer el nuevo estilo de vida de ese recinto: “La cárcel militar de 'Ramo Verde' ubicada en los Teques Estado Miranda, es la 'Rotunda' del nuevo tiempo. Las frías paredes de este centro de reclusión han sido testigos de innumerables arbitrariedades judiciales y personales para quienes han considerado un deber ciudadano disentir de la forma como se conduce el país y sus instituciones”
Elevamos una plegaria a Dios por la integridad física de dirigente sindical, Carlos Ortega, por los coroneles Jesús y Darío Faria Rodríguez y por el Capitán Rafael Faría Villasmil. Pero también arribamos a una conclusión: Lo que sucedió en Ramo Verde es el producto de una ausencia de Comando y falta de control, reforzada por las arbitrariedades y debilidades del servicio interno, diurno y nocturno. Esto sucedía, mientras las tropas del Ejercito Venezolano, disfrutaban de permisos especiales luego de disfrazarse de ciudadanos comunes, ataviados con franelas rojas, para aupar la inscripción de la candidatura que pretende relegitimar al usurpador de la presidencia de la república Hugo Chávez Frías.
Desde nuestra óptica, tienen toda la razón quienes desde la cárcel de Ramo Verde dieron el salto hacia la libertad. Quedó demostrada la vulnerabilidad de la revolución, porque al aplicarle a los efectivos militares de custodia, el artículo 185 del Código de Justicia Militar por “facilitación de fuga” se pretende simplemente solapar el hecho que nos muestra la punta del iceberg de un sector de la FAN que se solidariza con la emisión de un rotundo “NO” a la opresión, a la satrapía y a la esclavitud social y política en Venezuela.
Cita: “Huid del país donde uno sola ejerza todos los poderes: Es un país de esclavos”
Simón Bolívar
Coronel Av. Sammy Landaeta Millán
Caracas 17 de agosto de 2006