¿Qué tienen que hacer cubanos en Barrio Adentro, o en los Registros, o en laOnidex?El título de este artículo no se dirige a la esforzada comunidad cubana quedesde hace décadas nos acompaña afanosamente en la construcción de laVenezuela democrática y productiva que soñamos. Se refiere al hastío que agran parte de la población nos produce el intento de colonización ideológicay saqueo económico que vienen practicando quienes nos chulean desde allá ynos entregan desde acá.Tampoco nos mueve un resentimiento personal hacia todos o algunos de losmiles de "cooperantes" cubanos que han llegado a nuestro país. Entendemosque para ellos se trata de la oportunidad de ver otro mundo, de palpar algode bienestar, de desertar de su prisión comunista como ya lo han hechomuchos o de regresar a la isla apertrechados de su televisor a color oartefacto de línea blanca como invalorable trofeo resultante de su paso porestas tierras bolivarianas.Nuestra indignación apunta menos a los hermanos Castro, que al fin y al cabose han convertido en expertos en chuleo luego de medio siglo de practicaresa técnica para poder sobrevivir, a quien sí apunta es a Hugo Rafael quienha ofrecido a los pies de aquellos tiranos nuestra dignidad nacional ademásde importantes recursos materiales en perjuicio de los carenciadosvenezolanos.La escasa edad de la gran mayoría de nuestra población, aunada a ladistorsión que produce la novel "historia oficial", parece haber sumido enel olvido el hecho de que en mayo de 1967, efectivos de la Fuerza Armada deCuba, comandados por el luego famoso general Arnaldo Ochoa Sánchezdesembarcaron en playas de Machurucuto, en las costas del estado Miranda,cerca de la Laguna de Tacarigua. En los combates fallecieron muchachosvenezolanos y con ese motivo se activó nuestra eficaz diplomacia profesionalde entonces que culminó con la exclusión o suspensión de Cuba de la mismaOEA, a la que hoy muchos miembros gestionan su reingreso sin necesidad dearrepentimiento o suscripción de la Carta Democrática.En el mismo lugar del desembarco este gobierno "revolucionario" ha levantadoun monumento, no para honrar a los compatriotas caídos en defensa de lapatria sino de los invasores cubanos. ¡Qué vergüenza Dios mío! Lo queentonces no lograron las huestes del comunismo isleño sí lo logran hoygracias a la dócil cooperación facilitada por el Júpiter de Barinas quien hapermitido que en lugar de invadirnos por las playas ahora los cubanos lologren por los puertos y aeropuertos del país.¿Qué tienen que hacer cubanos en Barrio Adentro, o en los Registros, o en laOnidex, o en los anillos de la custodia del Único? ¿Por qué tiene unviceministro de Sanidad cubano (Aldo Muñoz) que despachar desde Venezuela?¿Por qué tienen que procesar la inteligencia? ¿Por qué tienen que supervisarel currículum educativo que se quiere imponer en contra de la voluntadpopular? ¿Por qué tienen que ser los entrenadores deportivos de nuestrosjóvenes?Damos la bienvenida a quienes quieran cooperar con nosotros. Solicitamos elretiro de quienes quieren ayudar a liquidar la tradicional vocacióndemocrática de nuestra patria. Aupar eso es ni más ni menos que traición.