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viernes, 31 de julio de 2009

Martín Lon: Chávez es pana de los maridos botados por las mujeres


Viernes, 31 de Julio de 2009 17:23 NACIONALES

Hijo de español y andina. Se declara andino, aragonés, pitiyanqui “y sionista”. Nieto de un anarquista, bisnieto de un señor que estuvo en la Revolución cubana “y tataranieto de otro señor que luchó en la Revolución rusa”. El joven casi casi se convirtió en bulímico, no le gustaba comer en la Academia Militar, “sino lo que preparaban mi mamá y mi abuela”. Como era tan flaco, le servían doble ración de comida “y para que no vomitara me ponían a correr o me daban permiso para salir”. Pilotó aviones de caza, fue instructor de la Escuela de Aviación, voló Mirage, Mirage 50 y F16, “fui instructor de vuelo en el imperio (EEUU) de cualquier cantidad de pilotos de la Marina norteamericana”. Lloró al saber preso a Chávez y a otros jóvenes militares, “ahorita hay compañeros que están presos y resulta que los llorones de antaño son los carceleros cínicos de hoy”. No lo piensa dos veces para asegurar que el venezolano es jalabola por naturaleza y que no se da cuenta de que ese comportamiento lo devalúa. “Oficiales, civiles, perros de la guerra y políticos me jalaron mecate, después de la medida disciplinaria ni me veían para no ser culpables por asociación, que es una característica de todo gobierno totalitario gorilista”, afirma. No obstante, recuerda bonito a secretarias y choferes, oficiales y suboficiales que le saludaban “y conversaban conmigo, me abrazaban y llamaban”, sin importarles lo que otros pensaran y dijeran. Su nombre: Martín Guillermo Lon Blanco. Un general de brigada (r) que sostiene que de los 7 militares que le hicieron el Consejo de Investigación, 3 hubieran ascendido por méritos propios, “los otros 4 nunca lograrían un ascenso en un gobierno distinto al de Chávez”
–Aviadores unidos juremos/ en las notas del himno sonoro/ que luchando hasta el fin moriremos/ en resguardo del patrio decoro. Así comienza el Himno de la Fuerza Aérea Venezolana. ¿Cuánto tiempo hace que no lo escucha?
–Mucho… En Venezuela hay un problema cultural: no eres lo que vales, se le da mucha importancia al título. Mientras en las culturas avanzadas, sean occidentales u orientales, la persona le da valor al cargo, en la nuestra es al revés: el valor de la persona es directamente proporcional al cargo que ocupa, lo que permite un monopolio del disparate. Todo el mundo quiere saber todo de todo el mundo; abajo lo que hay es un tremendo dienterrotismo. Pasé toda mi vida volando y por más que quiera evitar esa relación con la Fuerza Aérea, eso se da de manera espontánea, independientemente de mi voluntad o no.
–Fue pasado a retiro por “medida disciplinaria”, por haber firmado la solicitud del referendo revocatorio contra el presidente Chávez.
–Me gradué en 1977 y me botaron en 2004. Hoy, desde mi retiro involuntario, puedo afirmar que la Fuerza Aérea y la Fuerza Armada en las que estuve y de las cuales me siento muy orgulloso, no se parecen en nada a las que existen actualmente. Las Fuerzas Armadas que conocí eran muy superiores, lástima que se hayan extinguido. Y, por supuesto, no añoro pertenecer a las que existen hoy en día. De hecho, prefiero que me llamen Martín Guillermo Lon Blanco a secas, como el ciudadano común y corriente que soy, a ser tratado por mi grado militar, que no me da placer. Estoy, eso sí, muy orgulloso de haber pertenecido a las Fuerzas Armadas de la IV República, que permitieron que una persona con la personalidad –y perdona la cacofonía-, el genotipo, el fenotipo, la cultura de un tipo como el actual Presidente, pudiera llegar a ser jefe de Estado.
–Se habla de descontento en los distintos componentes militares.
–Porque volé mucho tiempo y transmití mis conocimientos, sé que dentro de la Fuerza Armada, de la Fuerza Aérea o como se llamen, hay descontento. Ese arte de la temperanza, de no hablar más de lo necesario, es un defecto cultural nuestro, por tanto, no necesitamos jurungar mucho para saber lo que está pasando.
–El viernes pasado se coló la información de un supuesto disgusto de Chávez con los pilotos que viajaron a Rusia para aprender a pilotar los aviones Sukhoy, porque no asimilaron las clases…
–El día que los venezolanos nos sintamos sinceramente mal con el mal de otros venezolanos, aquí va a cantar otro gallo. Aunque no me gusta lo que está pasando ni Chávez sea santo de mi devoción ni el Sukhoy sea mi avión favorito, nunca voy a sentirme bien porque menosprecien a un piloto venezolano, porque un oficial haya muerto accidentalmente, montado en un perol que no es de mi agrado. Mencionas a los Sukhoy rusos. Fíjate, hace 20 años la Aviación de combate se bifurcó, hubo algo clave: se logró un avance aerodinámico muy grande que permitió hacer aviones con mucha maniobralidad. Pero al mismo tiempo, la informática, la electrónica avanzó muy rápido también y esos avances fueron aplicados en la aviación. Hubo un dilema: escoger un avión súper ágil, rápido y fuerte o un avión indetectable. Se llegó a los dos extremos porque no se podían tener ambas cosas, el costo era extremadamente alto.
Los rusos, que estaban –y siguen estando- mucho más atrasados que el mundo occidental –EEUU y Europa- se fueron por la hipermaniobralidad, aviones muy ágiles de moverse, pero muy grandes; aviones que por su tamaño y por el material con el cual están hechos, regresan muchas señales de radar, electrónicas e infrarrojas, lo que los hace especialmente débiles. En la actualidad, la probabilidad de fallas de los sistemas electrónicos en aviación, es mínima; la confiabilidad es de 98% que no fallan. En todos los encuentros que ha habido de avión contra avión, los aviones avanzados en capacidad electrónica han derrotado a aquellos hipermaniobrables.
–Qué sentido tiene gastar dinero en “peroles”.
–Cuestión de ideología, ignorancia y negligencia. Hoy en día, lo más importante de un avión es cómo se integra lo que está dentro de él. Imagínate un carro al que le ordenaras luces altas, luces bajas, que trataras de acelerar y el carro se negara
a hacerlo porque el piso está mojado, que sin tú darte cuenta frenara solo porque de repente apareció un niño… Así son los aviones modernos. El piloto no es el que concentra todo, hay una computadora que va procesando y midiendo los datos e integra la información, y le da al piloto lo que éste necesita.
–Está insinuando que los Sukhoy no son inteligentes.
–Lo más importante de un avión es su sistema nervioso. Hablar de la independencia tecnológica de los Sukhoy es una falacia de composición. El avión tiene un sistema nervioso norteamericano, es decir, los rusos le pagan a los gringos un royalty p
or el uso de una arquitectura que se llama 1553D, un sistema que tiene un cerebro, una computadora que convierte el mundo exterior en datos fáciles de manipular por el piloto, es como un juego electrónico. En esto los rusos están muy, pero muy atrás de los estadounidenses. La diferencia cultural que hay entre la mentalidad norteamericana y la del venezolano es mucho menor que la que existe entre un ruso y un venezolano, no importa su condición social. Hay distintos tipos de destrezas, de coordinación humana. Esas diferencias culturales son bien significativas. Ha habido suicidio de personal técnico ruso en Maracay, robos, enfermedades en Choroní. Si pensáramos de verdad en lo que nos conviene y nos basáramos en cosas reales, sin caer en la ideología panfletaria, nos iría muchísimo mejor.

No me gusta ser juez, pues considero que las obras hablan por los hombres. Tal vez sin saberlo, el Señor Presidente compró un avión cuyo sistema nervioso es norteamericano, pero pagó por una versión vieja de ese sistema nervioso. En la Fuerza Aérea que estuve, hubo más transferencia tecnológica con Estados Unidos, Francia e Israel mil veces superior que la que se tiene ahora.
–En otras palabras, la flota de la Fuerza Aérea está incompleta, no ha sido repotenciada ni es moderna.
–No quiero ser duro, pero esa es mi impresión. Y te digo más: el sistema nervioso del Sukhoy es también el del F16, o sea, compraste a precios del año 2000 un perol con un sistema nervioso de los setenta. Lo grave de esto es que el asesor del Presidente fue compañero de curso en el F16; él le pudo explicar a Chávez la verdad, pues sabe del problema. Cuando dicen transferencia tecnológica es mentira, como también es mentira lo de la independencia tecnológica. Lo que si tiene el Sukhoy es un mejor radar que el F16…
–Entonces somos el hazmerreír del mundo cuando el presidente Chávez habla con orgullo de la flota aérea venezolana.
–Es cierto porque dice verdades a medias y embustes… En la Fuerza Aérea –una ventaja que tenemos con respecto a las otras fuerzas-, se refleja el país, su educación, tecnología, clases sociales, salud. Antes coexistía un equilibrio tremendo y muy bueno, siempre susceptible a mejorarse. Te puedo adelantar que los que fueron mis superiores, inclusive compañeros y subalternos, no se arriesgaban a hacer nada que mejorase la Fuerza Aérea, eran las personas más dispuestas a decir “sí, entendido” a los jefes; las que murmuraban “cónchale, cómo es posible que hicieran eso” para que uno formara un zaperoco; de hecho, yo lo formaba siempre, pero ellos no lo hacían porque tenían un plan que no era precisamente el de mejorar la Fuerza Aérea, la capacidad tecnológica del país, defender la patria y sus instituciones, sino el que tenemos ahora.
–¿Hay retroceso en los componentes militares?
–Cuando el país está madurando como para emancipar al hombre económica y culturalmente, sobreviene un retroceso. Un retroceso a qué, a los generales autonombrados, a los generales que ascienden a los esclavos y peones de su hacienda. ¿Qué hizo Juan Vicente Gómez para que no le dieran un golpe? Cómo era la situación antes de él, pues cada región tenía su Ejército, y el reyezuelo caraqueño, que era el jefe, lo que hacía era tirarles el costo de las Fuerzas Armadas, que se traducía en un mecanismo para mantenerlos en donde estaban a punta de real. Cuando llegó Gómez, eso se acabó. Qué hacía él para que no le alzaran los orientales, los centrales y los occidentales, se acabó la metamorfosis, ya nadie más se puede metamorfosear a menos que pase cuatro años en la Academia Militar comiendo fororo, recibiendo planazos y… Para que lo sepas, el pensamiento militarista venezolano no es jamás y nunca producto de los militares, es una concepción civil.
Así como crees en que la moral del militar debe estar por encima de flaquezas, debilidades y tentaciones, también creo que los abogados –mi mamá era abogada-, no podrían aceptar el sistema legal que hay ahora. El de antes era malo, pero era legal; el de hoy es cruel, criminal porque permite que cárceles como la de Sabaneta, por poner un ejemplo, tenga más condenados a muerte al año que el estado de Texas y tres estados más de Estados Unidos que tienen pena de muerte. Me encantaría que quienes marchan en Venezuela contra la pena capital y a favor de su abolición, que critican a los países que tienen la pena de muerte en su legislación, vayan a El Rodeo, a Sabaneta y a Yare. ¿Acaso no es pena de muerte que mueran 500 reos en un semestre? Dónde están los abogados y los militares que han permitido tanta infamia.

El “grito de los muertos”
–El comandante Estratégico Operacional (CEO), general en jefe Carlos Mata Figueroa, dijo que en Venezuela “no hay cabida para rebeliones en la Fuerza Armada Venezolana, porque estamos unidos. No hay gorilas dentro de nuestros componentes militares; se acabaron hace años”.
–Eso es falso. Ahora bien, si hay militares que no están en las Fuerzas Armadas y que están manipulando sin estar en líneas de mando por canales distintos a los militares, entonces, si hay gorilas, pero son más los gorilas de afuera que de adentro, de lo que es la Fuerza Armada Nacional en singular. Aparte de eso, hay una ley de consecuencias no esperadas y, por supuesto, no deseadas. Actúo en una dirección y produzco una fuerza en sentido contrario. Qué garantías hay de que estas bravuconadas y groserías que uno ve y escucha por televisión, esa prepotencia mussoliniana, ese poco de obscenidades, no son emuladas por un muchacho inmaduro que dice “cónchale, esto no está bien, pero me gusta como el tipo se ve así de arrecho”. Con ese comportamiento inapropiado estoy produciendo cualquier cantidad de Mussolini, Hitler, Pinochet y sin ayuda del exterior.
–Menos mal que está retirado porque Chávez a dvirtió, desde la Escuela Básica de la FANB (Escubafan), ubicada en Maracay, estado Aragua, que si hay un oficial que no esté de acuerdo con los ascensos, “que se dé de baja de una vez” porque la revolución militar en Venezuela no tiene marcha atrás.
–No me extraña, lo mismo dijo Caldera. En su tiempo, él nos reunió con dos payasos del Alto Mando y nos dijeron que los que no estaban de acu erdo en que se perdonara a los que se habían alzado el 4 y el 27, nos fuéramos de baja. Si hubiese estado activo, habría dicho “de mejores partes me han botado”.
–¿Que los oficiales técnicos militares de los cuatro componentes armados (Ejército, Armada, Aviación y GN) sean ascendidos a generales es una b ofetada a otros que si merecían su ascenso?
–Sí, lo es. Toda diferencia artificial que hagas entre los hombres y las personas es mala. No estoy de acuerdo en la creación de castas ni sectas, ni ningún sistema de jerarquización que no responda a una necesidad natural. Y una necesidad natural crea una división racional del trabajo.
–¿La consigna “patria, socialismo o muerte” es antibolivariana, inconstitucional y antidemocrática?
–Aún no me explico cómo pudieron copiarse un es logan tan palurdo, barato, cubano. Eslogan es una palabra que viene del gaélico antiguo, que se hablaba en Irlanda y Escocia, que significa “grito de los muertos”. Se cuenta que en Irlanda –de donde procede mi familia antes de ir a España-, luego de una batalla los muertos seguían peleando, y que al acercarse la fecha de esa batalla reaparecían como fantasmas y gritaban.
Patria es la felicidad de vivir gratis, la resignació n dulce cuando alguien se muere, el sentido de compromiso de querer estar donde están tus olores, tu comida. La patria no queda en un eslogan. Socialismo no es “soy igual a ti porque manejé un autobús”, “antes era buhonero, ahora soy ministro y tengo 20 escoltas”. En el onceavo pleno del Partido Comunista Chino se dijo que ser rico era bueno. Y que como no importaba el color del gato, sino lo que cazaba el ratón, el responsable de defender esa libertad de empresa, esa libertad económica para bienestar del pueblo era el Ejército de Liberación del Pueblo. O sea, el ELP debe defender a los productores.
Un día un periodista le preguntó a Mao qué pasaba si venía una guerra nuclear por parte de EEUU y Rusia. Mao le contestó: “Las mujeres seguirán pariendo y las vacas seguirán dando leche”. ¿Pero qué pasaría si Rusia y Estados Unidos se meten con China?, insistió el periodista. Mao, que leía mucha poesía china, contestó: “Cómo dijo el profeta hace 3 mil años, es fácil agarrarse de la cola de un tigre, lo difícil es soltarse después”. Le estaba diciendo a los norteamericanos y a los rusos, que “tú me puedes agarrar el rabo, pero después no lo vayas a soltar porque te vuelvo mierda”.
“Nunca he sido conspirador”

–Dijo que prefería ser Martín Guillermo Lon Blanco a secas, ¿le avergüenza ser militar?
–No soy militar, fui pasado a retiro, soy un civil.
–No puede borrar su pasado de un plumazo.
–El mejor estadista de Francia fue Charles De Gaulle, un militar y de Inglaterra, Winston Churchill, quien se graduó de último en la Real Academia de Sandhurst. En Estados Unidos sólo tres presidentes no han sido militares: John Adams, Bill Clinton y Barack Obama. Y en Venezuela sólo ha habido de verdad verdad, dos jefes de Estado militares: Isaías Medina Angarita y Marcos Evangelista Pérez Jiménez, el resto han sido ci
viles disfrazados de militares, hacendados vestidos de militares. Cuando Chávez y muchos de los que hoy le acompañan, inclusive compañeros míos, entraron a la Escuela Militar no querían ser militares, ellos eran agentes políticos que tenían un plan que lo están implementando ahora. La pregunta es: por qué los presidentes militares del siglo XIX se autonombraban generales y no médicos o economistas, por ejemplo. Porque ser economista o médico no tenía el poder social de un general.
Recuerdo lo que dijo un periodista –una vergüenza para el gremio y para el país, por cierto-, en una reunión: que a Venezuela la habían hecho las Fuerzas Armadas, desde los conquistadores españoles, los indios que pelearon contra éstos y todo lo que vino después. Este pensamiento, vulgar y grosero, ha sido el más militarista que he escuchado en mi vida. Eso no se atrevió a decirlo ni siquiera Goebbels, menos Hitler. Sin embargo, el periodista lo dijo, y eso que no era militar, sino hijo de un militar chopo de piedra, no de academia; un militar ladrón como los del general Gómez, tenía que robar para mantenerse en el poder. Esa vergüenza que sentí al ver a ese periodista diciendo semejante barbaridad, la
debes sentir tú al ver a esos apóstoles de la verdad absoluta en contra de la libre expresión.
–No ha contestado mi pregunta…
–Hoy en día, es más vergonzoso ser periodista y abogado, que militar.
–Desde mi condición de periodista diría que es más deshonroso ser militar, que debe ser, valga la redundancia, íntegro y no un parapeto con uniforme.
–¿Sabes por qué lo que dices es cierto? Porque como ciudadana, aspiras, exiges, deseas y crees que el militar tiene que ser una persona adornada de cualidades y valores morales. Cualidades y valores morales que también debe tener un periodista. Pienso que debes sentirte avergonzada de esos palangristas y lamedores de traseros de la Asamblea Nacional.
–¿Nunca fue requerido para una conspiración?
–¡Jamás! Nunca hubiese aceptado formar parte de una confabulación. La primera generación de mi familia que fue a la universidad fue la de mi mam
á, mi abuela no sabía leer ni escribir. Ella crió nueve hijos más un recogido solita; mi abuelo la abandono con ese muchachero. Pero un cura de Rubio, estado Táchira, llamado Timoteo le dijo: “Pastora, no tiene por qué preocuparse, porque ahora existen las becas”. Cuando mi abuela le preguntó qué era “eso”, el sacerdote le respondió: “Eso significa que si tus hijos sacan 20, no tienes que pagar. Incluso, si manejas bien ese dinero,
te alcanzará para los útiles escolares y comprar comida”. ¡No tienes idea de las palizas que llevaron todos mis tíos y el recogido, por sacar 19! Pero todos se graduaron, haciendo lo que dijo el padre Timoteo.
–Los militares tienen corazón y sentimientos, y muestran sus simpatías por X partido político, ¿usted es la excepción?
–Defendí la democracia el 4 de febrero y nadie puede señalarme como simpatizante de algún partido político, de hecho, a nivel teórico, el que menos me gustaba fue AD, tal vez por mi juventud y por no saber que Rómulo Betancourt y Acción Democrática habían hecho a los venezolanos iguales en derechos políticos. Pero les
faltó emancipar a la gente, quitarles ese yugo de quedarse brutos y de tener ansiedad por no poseer dinero. Un error tremendo, por cierto.
En la V República, a los más humildes, que van a ser los mayores estafados al final, no les han dado nada y a cambio de que cedan su independencia de decidir por quien, cuando y donde votar, le dicen “te quito la ansiedad y el miedo de no tene
r comida mañana, pero no puedes elegir a alguien que yo no te diga”, “te quito el miedo de pasar hambre mañana, a cambio de tu libertad de escoger”. Si nos erigimos en jueces –que no me gusta- nos daremos cuenta de que en potencialidad la IV República fue mejor que la V.
–Por qué lo dice.
–Si en 40 años que duró la IV República, hubo venezolanos que sacaron 123 mil millones de dólares –había que ser excelente negociante o muy sabio o tremendo ladrón-, en lo que va de V República las cuentas en dólares y euros de los venezolanos en el exterior se han multiplicado por tres, es decir, 470 mil millones de dólares. Algo vergonzoso.
La IV República, sin calificarla de buena o mala, logró que la mitad de los venezolanos llevaran a sus hijos a Disney World. Los que no han ido a Dis
ney World creen que “ahí viene el imperio a atacarnos e invadirnos”. Los que si fueron al famoso parque de diversiones, no le tienen miedo a los militares, sino a la mansión embrujada. Y sabes qué, los que no habían podido ir, están yendo hasta a escondidas.
–¿Usted ya fue?
–¡Me llevaron! (jajajajajaja)
–En su opinión, cuál ha sido el único estadista que ha tenido Venezuela.
–Rómulo Betancourt, no hay otro.
–¿El único hiperlider ha sido Hugo Chávez?
–Lo de él no es liderazgo… No acepto que se satanice a Chávez porque todos tenemos un primo o un amigo que es como él. Y nosotros a veces nos comportamos como se comporta él. Si crees, como mucha gente cree, que Chávez es un caso único, pues están equivocados. Desde 1958, las academias militares han acabado como con 15 Chávez, porque desde ese año el Partido Comunista ha tratado de meter sus cuadros para que se graduaran de militares. El sistema inmunológico de la democracia eliminó a 500 Ch
ávez primero sin darles un tiro, diciéndoles “chamos, ustedes no sirven para militares, váyanse a las universidades y estudien carreras que no tengan en sus pensum matemáticas, materias que puedan pasar y practiquen su humanismo desde allá”.
Chávez es amigo de los que no tienen amigos o aparentan no tenerlos; el marido de las mujeres abandonadas por los maridos; el pana de los maridos botados por las mujeres. Entonces, cuando los sistemas culturales entran en crisis, viene el jalabolismo.
–Y también las amenazas de genocidio.
–Hay que rezar todas las noches para que a Chávez no le pase nada. –¿Usted ora?
–¡Claro que sí, oro día y noche! Rezo el Padre Nuestro y el Ave María. Y mejor lo dejamos hasta ahí (risas).
–A lo mejor se ganó el Cielo por ser tan buen rezado
r.
–Nadie es perfecto, al mejor él y yo coincidiremos en alguna paila del Infierno, si porque aquí no sólo se va por robar. Hay muchas formas de ir al Infierno sin haber robado una puya.
–¿Tiene la verdad acerca de lo ocurrido en el Museo Militar?
–Del tema se ha hablado y escrito mucho. Pero la única prueba válida que puede dar Chávez de valentía, es que se pare frente a un tribunal neutral y acepte el veredicto que dicte el tribunal cualquiera que éste sea, tal cual lo hizo Carlos Andrés Pérez. Que se enfrente a la historia sin ventajas, sin debilidades.

PingPong

–Para qué estudió en la Escuela Militar.
–Lo más cercano que había en Venezuela para ser astronauta, era volar los aviones de caza que tenía la Fuerza Aérea. Y porque quería ser astronauta, me metí a esa academia. Aunque suene contradictorio, me considero militar en el sentido profesional.
–Algo debió haberle gustado.
–Sí, me encantaba volar, lanzarme en paracaídas, hacer deportes, las prácticas de tiro. Lo demás fue horrible.
–¿Imaginó que su carrera terminaría con un pase a retiro ajuro?
–Nunca. Jamás.
–¿El militar lloró?
–Sí, pero después. Y no lloré por mí, sino por el país.
–Por qué no pidió perdón.
–Por favor, tampoco lo voy a pedir. Soy andino y tendrán que buscar una silla muy cómoda y sentarse a esperar por algo que nunca saldrá de mi boca. Devolví el carro y la pistola, sin embargo, la casa que compré la invadió un vagabund
o chavista y militar retirado.
–¿Se siente apátrida?
–No, pues tengo documentos de identidad y soy sujeto de derecho, no soy animal.
–A la oposición no se le ha animalizado.
–Aún no. Vamos a ver si se llega a decirle “perro”, como la calificaba Mao; “piojo”, según Lenin; “rata”, en opinión de Hitler o “sabandija”, como le decía Mussolini. Pero ya llamar apátrida a alguien que piense diferente, es malo.
–¿El maltrato a los militares comenzó con Chávez?
–No, empezó en el segundo gobierno de Rafael Caldera. O Cronos 2, que se come a los hijos. En tiempos efervescentes de Copei estaban los delfines: uno era flip y el otro er; al primero el dios Cronos le comió la cola y al segundo, la cabeza (risas).
–La mejor palabra es la conducta, endósele la frase a un político venezolano.
–A Rómulo Betancourt.
–¿Deben reinventarse los líderes?
–Es necesario.
–En la FAV, qué es de cal y qué de arena.
–En la que estuve era de oro con incrustaciones de bronce. La de ahora necesita mucha candela para que se convierta en cal.
–¿Orden más contraorden es igual a desorden?
–Es igual a confusión, incertidumbre y falta de comando y control.
–¿Sólo juicio y prudencia son las cualidades de un general?
–La virtud máxima de un general es prever, entrenar, cumplir la misión y amar.
–¿Es libre porque no teme ni desea nada?
–Al contrario, le tengo miedo a muchas cosas, temo que
la metal final de lo que está pasando en el país sea destrucción, muerte y el regreso al siglo XIX.
–Qué tiene de conspirador.
–Nada. Francisco de Miranda dijo que todo lo que se mueve en la sombra es malo, pecado y abyecto. En la sombra se mueve el crimen.
–¿Dios es venezolano?
–Es venezolano porque nos malcría.
–Qué hace en sus ratos de ocio.
–Hago deportes, estoy con mis hijos, escribo y leo, por supuesto, Las Verdades de Miguel. Un semanario del cual me siento parte, pues Miguel es tan loco como yo. Ambos queremos una Venezuela mejor; los dos somos vehementes, que es algunas veces malo, porque estamos al servicio de nuestras emociones. Miguel, que no quep
an dudas, tiene la virtud de querer al país, que es lo que debe hacer cada venezolano, pero no de la boca para afuera.
–Cuando salga esta entrevista, qué dirán de Martín Lon.

–Dirán que soy cabezón, cosa que es cierta y que me robé tres bolívares, pero ahí tengo la planilla de pago.

Fuente:
Diario Alternativa Democratica:

http://www.diarioalternativademocratica.com/noticias/4485-martin-lon-chavez-es-pana-de-los-maridos-botados-por-las-mujeres-.html