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domingo, 2 de agosto de 2009

Chávez silencia las radios críticas

La oposición califica de «arbitraria y despótica» la salida del aire de 34 emisoras

Gracias a la ley mordaza, el presidente venezolano podrá acosar aún más a los periodistas que le critiquen.
2 Agosto 09 - Ángel Sastre

BUENOS AIRES- El presidente Hugo Chávez perdió la sutileza. La denominada ley mordaza se convirtió en la nueva herramienta del mandatario para censurar a la prensa, un ataque directo contra un medio incómodo. Tras el cierre de canales de televisión, el último bastión opositor eran las frecuencias de radio.

Ayer la ley se materializó y al menos 34 emisoras de radio, algunas de ellas críticas con el Gobierno, serán cerradas en Venezuela. La excusa oficial: han faltado a los requisitos legales para operar. «Tienen que apagar los transmisores una vez notificados por Conatel. Por eso algunos de ellos se escondieron cuando llegamos. Si hay que notificarlo por avisos de prensa, lo vamos a hacer», dijo el ministro y director de la Comisión Nacional de Telecomunicaciones, Diosdado Cabello.

«Éstas son las primeras 34 decisiones que tomamos (sobre un total de 240 emisoras) y tienen que ver todas con decisiones inmediatas», dijo. Cabello explicó que las causas para retirar la frecuencia a estas emisoras son fallecimiento del titular de la concesión, renuncia, vencimiento de la licencia sin que haya habido proceso para su renovación o porque se ha declarado improcedente una solicitud de cambio de titularidad.

Las 34 radios que deberán cerrar se encuentran en Caracas y diversas ciudades del interior. Las más conocidas de ellas son las emisoras CNB, de Caracas y la vecina ciudad de Valencia, que forman parte de un circuito nacional con programación informativa y espacios de opinión críticos con Chávez. Sin embargo, otras de las afectadas son emisoras que se encontraban prácticamente extintas o habían pasado a transmitir por internet.

Cabello indicó que las licencias de transmisión de estas radios serán entregadas a personas que desde hace años esperan por una concesión y no la habían obtenido «porque no hay espacio» en el espectro. Sin embargo la oposición denuncia que las licencias serán entregadas a comunidades locales afines al Gobierno y a miembros del Partido Socialista Unido de Venezuela.

Penas de cuatro años

Conatel realizó en julio un censo de las emisoras que funcionan en el país, para el que se solicitaba a las concesionarias que presentaran la documentación que avala la vigencia de su licencia. Según el organismo, 240 no acudieron a entregar la documentación requerida y por ello deberán salir del aire. Además del retiro de las concesiones a radios y televisiones, la Fiscalía General presentó un proyecto de ley contra los «delitos mediáticos», que prevé penas de cárcel de hasta cuatro años, y estudia modificar otras normas que afectarán al oficio periodístico.

Aprobada la polémica ley electoral que favorece a la mayoría

La Asamblea Nacional venezolana aprobó el viernes una ley que debilita el sistema de representación proporcional, lo que según la oposición, podría favorecer al partido gobernante en los venideros comicios. En el Congreso, el partido oficialista también tiene mayoría, por lo que no se dudó al sancionar la nueva Ley de Procesos Electorales de Hugo Chávez. Los críticos del mandatario venezolano advierten de que los cambios están orientados para darle al oficialismo una ventaja de cara a la elección de congresistas, concejales y miembros de las juntas parroquiales, prevista para el año que viene. El texto establece un sistema mediante el que el partido más votado se llevará más porcentaje de escaños que el que le correspondería en la actualidad, lo que perjudica a las minorías y beneficia al PSUV. El diputado opositor Ricardo Gutiérrez tachó de «zarpazo» a las libertades y derechos políticos la nueva norma, ya que a su juicio representa «una regresión al viejo sistema de partidos y planchas cerradas». La oposición alega que la Constitución defiende por ley a las minorías, algo que según la presidenta de la Asamblea, Cilia Flores, no queda en entredicho