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jueves, 27 de agosto de 2009

NO TENGAMOS MIEDO

Imágen relacionada con el sermón: Hombres de poca fé

Y TÚ, Hijo de hombre, no les tengas miedo, no tengas miedo a lo que digan, aun cuando te rodeen espinas y te sientes encima de alacranes. No tengas miedo a lo que digan ni te acobardes ante ellos. (Ezequiel 2:6)

El antídoto más efectivo contra el miedo es la Fe.

El miedo no es más que el verdadero nombre del pecado que nos inyectó Satanás por medio de Adán a través de Eva.

Realmente como hijos de Dios no tenemos miedo; el que tiene miedo es Satanás, que nos atemoriza para robarnos la fe. Su miedo y temor es que clamemos a Dios. Por eso nos amenaza, nos hace temer al activarnos su miedo. O sea cuando queremos hacer algo que agrada a Dios este nos llena de obstáculos para no lograrlo y así alejarnos de él. Satanás en verdad le tiene mucho temor a Dios y el no puede hacer daño si Dios no le da permiso. Si así fuera entonces no existiera mundo. Aquí les dejo algunos ejemplos de su miedo: El mismo Pilatos cuando el pueblo judío pedía crucificar a Jesús tuvo más miedo (Juan 19:8).

Satanás le pedía permiso a Dios para atormentar a Job; Dios se lo permitió incluso con condición que no le matara (Job 2:6) . Esto significa que los que andan en los caminos de Dios aunque tengan adversidades el demonio y el miedo no pueden hacernos daño. Dios no lo permitirá a menos que nos abandonemos como en el caso del espíritu inmundo (ver Lucas 11: 24-26).

Jesús siempre nos insistía en no tener miedo: ¿Por qué teméis, hombres de poca fe? (Mateo 8:26), Así que, no los temáis; porque nada hay encubierto, que no haya de ser manifestado; ni oculto, que no haya de saberse. (Mt.10:26), Y no temáis a los que matan el cuerpo, mas el alma no pueden matar; temed más bien a aquel que puede destruir el alma y el cuerpo en el infierno. (Mt.10:28), Pero al ver el fuerte viento, tuvo miedo; y comenzando a hundirse, dio voces, diciendo: ¡Señor, sálvame! (Mt.14:30), Al momento Jesús, extendiendo la mano, asió de él, y le dijo: ¡Hombre de poca fe! ¿Por qué dudaste? (Mt. 14:31) No se inquieten crean en Dios y crean en mí (Jn 14:1),

No son los sistemas los que oprimen son los hombres en cuyas mentes y corazones no hay espacio para Dios. Tenemos demasiadas muertes y en su mayoría jóvenes, solo por matar, por diversión, por capricho. Me quedo asombrado cuando veo a un Ministro amenazar y ofender con tanta saña y desprecio a un pueblo sin armas, a un coronel arengando el odio ¡vaya pues estos son nuestros guardianes! No puede ser humano quien se deleita en permitir con tanta indiferencia atropellos, opresión, el crimen, el robo, la corrupción, etc. Es bochornoso que muera un niño de hambre o enfermedad, ver las mujeres parir en aceras, los hospitales carentes de insumos, mientras millones de bolívares van a parar a los cuerpos de seguridad del estado, sus grupos de choque y militares para llenar sus egos con arengas, gastar nuestra propia riqueza en armas, bombas, etc. exclusivamente para reprimir al pueblo que reclama sus derechos. Siguen muriendo cientos de venezolanos semanalmente y no quieren aceptar su ineptitud.

El diablo solo tiene poder sobre los que se dejan seducir (Gn.3; 2Cor 11,3) por eso este hombre anda buscando guerra, añora ver muertos. Es absurdo declarar una guerra y luego firmar el tratado de paz sobre la sangre de millones de inocentes sonriendo y estrechando las manos luego de haber permitido un holocausto.

Les aseguro que tendrán un final, que no puede ni asemejarse tan siquiera al infierno.

La guerra no tiene espacio en la senda del amor de Jesús, por eso regañó a Pedro cuando sacó su espada. Jesús nos enseñó que debíamos amar al enemigo, no matarlo, perseguirlo, destruirlo. El que vino a matar, a hurtar, a mentir es Satanás, y los que hacen tales cosas no son más que sus hijos.

Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y expresión; este derecho incluye el de no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y recibir informaciones y opiniones y el de difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión”.

(Art.19 de la Declaración Universal de Derechos Humanos)

Afectuosamente,

Imperfecto.



VINICIO GUERRERO MENDEZ

vinguerrero@hotmail.com