PAGINAS Y RECORTES

sábado, 5 de diciembre de 2009

CREDO DE LA PAZ

A propósito del título de este excelente artículo, Chávez y sus ricachones, me he tomado la libertad de escribir lo siguiente y que lo encontré por allí y pareciera que "dibuja" a un personaje venezolano bien conocido por su maldad y por su habitual actitud maquiavélica. Es un bárbaro....!!!!!!
Bueno, digo yo,no?
Freddy Suarez Hernández


Credo de La Paz

Soy culpable de provocar la guerra, cuando por soberbia uso mi inteligencia para perjudicar a mis semejantes.

S
oy culpable de provocar la guerra, cuando tergiverso las opiniones de aquellos que difieren con las mías.

S
oy culpable de provocar la guerra, cuando no respeto los derechos y las propiedades de los demás.

S
oy culpable de provocar la guerra, cuando codicio lo que otros han adquirido honestamente.

S
oy culpable de provocar la guerra, cuando trato de mantenerme en una posición superior, quitando a otros la oportunidad de avanzar.

S
oy culpable de provocar la guerra, cuando considero que mis familiares y yo somos gente privilegiada.

S
oy culpable de provocar la guerra, cuando pienso que puedo monopolizar los recursos de la naturaleza como si fueran un patrimonio exclusivamente mío.

S
oy culpable de provocar la guerra, cuando imagino que otra gente tiene que pensar y vivir como yo.

S
oy culpable de provocar la guerra, cuando pienso que el éxito en la vida sólo depende de alcanzar poder, fama y riqueza.

S
oy culpable de provocar la guerra, cuando pienso que las mentes de la gente deberían ser controladas por la fuerza, no por la razón.

S
oy culpable de provocar la guerra, cuando creo que el Dios que yo concibo es el único que tienen que aceptar los demás.

Soy culpable de provocar la guerra, cuando pienso que el país donde nace un hombre tiene que ser necesariamente el único lugar donde él debe pasar toda su vida.

- Ralph M. Lewis, F.R.C. -


Contribución a la PAZ

Dios de mi corazón, Dios de mi comprensión:

Contribuyo a la paz cuando me esfuerzo por expresar lo mejor que hay en mí en mis relaciones con los demás.

Contribuyo a la paz cuando pongo mi inteligencia y mis conocimientos al servicio del Bien.

Contribuyo a la paz cuando experimento compasión por todos los que sufren.

Contribuyo a la paz cuando considero que todos los hombres son mis hermanos, independientemente de su raza, cultura y religión.

Contribuyo a la paz cuando me regocijo de la felicidad de otros y rezo por su bienestar.

Contribuyo a la paz cuando escucho con tolerancia las opiniones que divergen de las mías y también las que se oponen.

Contribuyo a la paz cuando utilizo el diálogo en lugar de la fuerza para arreglar los conflictos.

Contribuyo a la paz cuando respeto la naturaleza y la preservo para las generaciones futuras.

Contribuyo a la paz cuando no intento imponer a otros mi concepto de Dios.

Contribuyo a la paz cuando hago de la paz el fundamento de mis ideales y de mi filosofía.

¡Qué así sea!