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viernes, 19 de marzo de 2010

La mentira agrícola // Por: Fanny Bello // TalCual



 Gobierno anuncia la "Campaña Admirable para 2010", proyectando, después del desastre del 2009, un crecimiento de la producción en caña de azúcar de 25% y en arroz de 30%. Es el colmo

La mentira agrícola


Por: Fanny Bello
 No puede menos que causar estupor lo dicho por el Presidente de la República, el 4 de marzo en cadena nacional, de que este año Venezuela exportaría arroz y azúcar; esto lo unió a la afirmación de la existencia de un sector agrícola en franco progreso por las medidas tomadas por su Gobierno.


Y como no podía dejar de denigrar, hizo señalamientos contra quienes le antecedieron, acusándolos de ser importadores de los productos agroalimentarios, entre ellos arroz.
Esta vez la mentira fue obsequiada al pueblo, ofrecida en una bandeja de verborrea; antes ocurrió cuando el entonces candidato a la presidencia de la República masajeó los cerebros de los productores agropecuarios con frases que ellos querían oír, como las de protegerlos de las imposiciones del Fondo Monetario Internacional, ofrecerles los mismos subsidios que tenían los productores de otros países para que pudieran competir en los mercados internacionales, asegurarles construcción de infraestructuras en el campo, protección jurídica y personal, y muchas más tomadas seguramente de algún libro que para la ocasión alguien puso en sus manos.
SILENCIO Y PROTESTA
Es probable que gran parte del pueblo continúe engañado, pero los hombres y mujeres del campo no, y así lo hacen saber al país permanentemente.
Sólo guardan silencio o se ponen camisa roja en las reuniones con el Presidente los "productores" de maletín que negocian con los dólares de Cadivi y los que mantienen el parapeto de unas pocas hectáreas de tierra desmanteladas para hacer uso de los beneficios del Fondo para el Desarrollo Agropecuario Socialista.
Los hombres y mujeres que por generaciones supieron de los esfuerzos contra las plagas, sequías e inundaciones, esos protestan, porque están sufriendo una situación de decrecimiento del valor de su inversión y de miedo ante el futuro.
Y como no estar pasando por eso ante la desbandada en la que pareciera el Gobierno desear sumergirlos cuando les mantiene los precios congelados o se burla de ellos aumentándoselos a costa de los subsidios que tenían; expropia fincas y dice que no las paga porque la plusvalía que obtuvieron ya cubrió lo que las mismas valían; los hace víctimas de humillaciones por parte de altos funcionarios; están más que duplicados los índices de precios al mayor de los productos importados comparados con los nacionales; el rubro caña de azúcar, que por muchos años han cultivado, lo ven desaparecer de un plumazo por parte del Gobierno para imponer otro sin estudio técnico alguno; y se incrementan sus costos no sólo para la producción sino para protegerse de la delincuencia que les agobia.
Esa es la realidad del campo venezolano, decir lo contrario debe ser calificado como la mentira agrícola, lo cual es muy grave si ella emana del Presidente de la República.
Y él la redondea con la aseveración de exportaciones este año de arroz y azúcar; a sabiendas de que las restricciones de agua para riego en las represas públicas han reducido la intención de siembra 2009/2010 que era de 60.000 hectáreas, con rendimientos de 5.000 kilos, a 38.150 hectáreas con rendimientos de 4.000 kilos.
En cuanto a azúcar, a las más de 30.000 hectáreas de caña de azúcar desincorporadas por efecto de invasiones e intervenciones del Instituto Nacional de Tierras, se agregan 15.000 hectáreas por cambio de uso en los valles de Carabobo y Aragua, lo cual obligó a importar más de 500.000 toneladas de azúcar en 2009.
La rúbrica a esta información se la pone la balanza comercial, con cifras del Instituto Nacional de Estadísticas, de la cuales se desprende que las importaciones agroalimentarias fueron en 2008 quince por ciento de las importaciones totales, cifra récord al compararla con el porcentaje histórico de diez por ciento; y las exportaciones de cereales, básicamente arroz, que en 1998 representaron once por ciento, para 2008 desaparecieron.
La mentira se hace mayor, y ya no encontramos calificativo para ella, cuando el Gobierno anuncia la "Campaña Admirable para 2010", proyectando, después del desastre del 2009, un crecimiento de la producción en caña de azúcar de 25% y en arroz de 30%. Es el colmo.