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sábado, 22 de mayo de 2010

Diego Arria, activo y feliz

Diego Arria, activo y feliz

Por Redacción

20/05/10: Lo montaron en un tren y ahora esta dispuesto a ir hasta la cárcel, si es posible.


Si se lo hubiesen anticipado hace años, lo más seguro es que no lo hubiera creído. El lo ha dicho: me han montado en un tren del que ahora no puedo bajarme. Es que al ex-embajador ante la ONU, Diego Arria,  le han quitado La Carolina, la finca y las tierras, sí, pero le han devuelto unos cuantos años de vida y lucha; y mientras más lo ataquen, más vida le entregan. Eso dicen los amigos. Venía sosteniendo un lío pequeño en República Dominicana con Omar Farías, el dueño de Seguros Constitución, por un muro, y una vista al mar. Pero se trataba de un lío pequeño, de unos linderos en CapCana.  Esto es otra cosa. Lo de La Carolina lleva otras implicaciones. Es la propiedad. Es el derecho de propiedad. Es la democracia, y es la lucha contra el autoritarismo y el abuso. De allí que lo haya dicho sin tapujos: Chávez me está robando. Y no negocio con bandoleros.   
Que lo dice además, pues en el antecedente histórico se anteponen Ricardo Arria Ruiz, su abuelo, y Pedro Pérez Delgado, al bisabuelo de Chávez, que pelearon juntos en la Batalla de Guasdualito en julio de 1921, pero el uno como estratega y militar, y el otro más como elemento de choque, al frente del grupo de macheteros. De hecho, Arria Ruíz pasa a  la muerte de Gómez a ser el primer jefe del comando de la recién creada Guardia Nacional en la zona.   
Ahora Diego Arria  lleva días en esto recibiendo llamadas del exterior de políticos, mandatarios, colegas embajadores, de empresarios. Lleva días pegado al teléfono atendiendo periodistas de Estados Unidos, Europa, América Latina y Venezuela. Y lo mejor es que hasta sus adversarios del pasado se han visto reflejados en su lucha. Por ejemplo, Marcel Granier, quien antes lo combatió, y ahora lo respalda, se respaldan, toda vez que Granier de arrebatos también tiene una historia que contar con el caso de RCTV.  Y Oscar García Mendoza, el del Banco Venezolano de Crédito, cómo lo llama, cómo lo busca. En fin, gente que ni imaginaba Arria, con quien habla, discute, acuerda y resume.   
Y como se ha movido como peso pluma –que lo es- su caso no ha pasado desapercibido por la opinión pública internacional; y él, que conoce los medios y los mecanismos, sabe cómo atacar y dónde atacar al gobierno de Chávez, y sabe qué aspectos son los de mayor audiencia en los medios internacionales. Es como dicen: sabe más el diablo por viejo que por diablo. Por eso Diego Arria señala: “Voy a seguir dando la batalla”.  Y graba videos. Y envía una carta a Cilia Flores, presidenta de la Asamblea, una carta de antología. Aunque no deja de estar consciente de que es un trofeo, pues ya alguien le advirtió: “Te quieren agarrar”. Pero inclusive eso Diego Arria lo ha descontado: si tengo que ir preso, iré preso.  Eso dice.