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viernes, 9 de julio de 2010

La batalla de Chávez contra el Cardenal

 
 En esta foto de archivo el cardenal Jorge Urosa Savino y Hugo Chavez. 
ANDREW ALVAREZ/AFP/Getty Images

La batalla de Chávez contra el Cardenal
 The Associated Press

El presidente Hugo Chávez dijo el jueves que el cardenal Jorge Urosa Savino tendría que demostrar ante un tribunal sus afirmaciones de que Venezuela transita hacia una "dictadura marxista-comunista" y que se viola la Constitución en el país.

Durante una ceremonia de ascenso de oficiales militares, el gobernante indicó que el prelado "está irrespetando al pueblo y al Estado todo y a la patria toda", y en consecuencia debería explicar el sustento de sus acusaciones ante la Asamblea Nacional y el resto de los poderes de la nación.
"Ese cardenal que me acusa de estar violando la Constitución tendría que demostrarlo ante un Tribunal", dijo Chávez en un discurso televisado.
"El cardenal me está acusando a mí que soy presidente de que estoy violando la Constitución, de que estamos haciendo leyes inconstitucionales, señora presidenta (del Legislativo), tendría que explicarle a la Asamblea Nacional en qué se fundamenta", insistió.
Los comentarios del mandatario representan el capítulo más reciente de la batalla verbal que ha mantenido esta semana con los jerarcas de la Iglesia católica venezolana.
El martes, el secretario de la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV), monseñor Jesús González, objetó los insultos que profirió Chávez un día antes contra Urosa Savino durante un acto en el Congreso, y dijo que esos "ataques" expresan que "cuando se abusa del poder como en el acto solemne que hubo ayer... todos debemos estar atentos ante las pretensiones hegemónicas del presidente".
Chávez llamó el lunes "troglodita" e "indigno" al cardenal por declarar a un diario local que Venezuela marcha rumbo a una "dictadura" de estilo "marxista-comunista".
La CEV cuestionó los comentarios que realizó Chávez sobre el proceso de selección de Urosa Savino como cardenal en el 2006, y la propuesta que realizó el mandatario para que sea elegido otro obispo a ese cargo.
"Es negativo pues (que) se pueda pensar que un Estado vaya a tener injerencia en asuntos internos de la Iglesia", dijo González, quien insistió que la elección de los cardenales y obispos es sólo competencia del sumo pontífice.
En un comunicado divulgado el miércoles, Urosa expresó que el mandatario "no tiene licencia para insultar, difamar ni injuriar a ningún venezolano". Negó que sus opiniones respondan a coriente política alguna y que estaba "obedeciendo sólo a la voz de mi conciencia como venezolano y como arzobispo de Caracas".
Chávez -que repetidamente dice que su proyecto político busca transformar a Venezuela en un estado socialista- afirmó que "en lugar de reflexionar y ponderar los argumentos expuestos, y rectificar su línea de conducta, (Urosa Savino) se limita a descalificar y ofender".
Desde que asumió su cargo en 1999, Chávez ha mantenido tirantes relaciones con las autoridades locales de la Iglesia, a las que ha acusado de darle la espalda a los pobres y ponerse del lado de la "oligarquía", a la que considera empeñada en derrocarlo.
La Conferencia Episcopal venezolana ha emitido en los últimos años duros mensajes contra el mandatario, al que le ha exigido el respeto a los valores democráticos, el combate a la corrupción y la liberación de algunos opositores que son considerados "presos políticos".