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viernes, 6 de agosto de 2010

Manuela y Pepita // Por: Carlos Machado Allison // El Universal


 Carlos Machado Allison // Manuela y Pepita
¿No le correspondería a la criolla Pepita el rango de coronel?
Con gran parafernalia llegó un poco de tierra de Paita, en Perú, donde murió Manuelita Sáenz de difteria en 1856. Manuelita ya tenía fama y reconocimiento cuando Bolívar la conoció en 1822. Hija de un hidalgo español y una criolla, seducida primero por Fausto D'Elhuyar y casada luego con James Thorne en Lima, abrazó temprano la causa independentista y San Martín así lo reconoció. Cuando lanzó flores y laureles a la caravana que encabezaba Bolívar, el ramo cayó sobre la casaca y allí nació el romance. Bolívar tuvo buen número de amantes, pero sin duda la quiteña Manuelita es la más conocida. Es la amante del Bolívar triunfante, compañera en los años de gloria.

Justo sería traer algo de tierra del cementerio de Achaguas donde descansan los restos de Pepita Machado, la amante de los años duros y preñados de derrotas. De allí la protesta de Eduardo Hernández Carstens. Poco se sabe de ella. La hermana de Bolívar señaló que se trataba de la hija de un canario encumbrado, pero en mi familia ha circulado por generaciones una versión diferente. El formar parte de las 12 jovencitas que recibieron en Caracas a Bolívar en 1813, también con flores y laureles, hace pensar que formaba parte del mantuanaje caraqueño. Otra versión señala que Pepita era prima de Soublette. Mi padre, Eduardo Machado, disfrutaba contando que existieron unas cartas de amor quemadas por la furibunda doña Mercedes Machado de Paz y Castillo, debido a que Bolívar no se casó con Pepita a pesar que la abnegada mujer lo acompañó por seis infortunados años, una versión compartida por el poeta y pariente Fernando Paz Castillo. Agregaba mi padre que la indignación de Mercedes estaba asociada al gasto de unas morocotas en Los Cayos y lo que le quedaba, en Angostura. Pepita lo sigue por los llanos y muere en Achaguas, de tuberculosis, en 1820.

Rumor

¿Sería Pepita, como Manuela, una hija habida fuera del matrimonio? También circuló ese rumor en mi familia y quizás, dado que don Carlos Machado no sólo había sido Corregidor, sino que en 1813 fue designado como primer Canciller de la República, es posible que se ocultara en lo posible el origen de Pepita.

Sin duda a Bolívar le gustaban las oligarcas, a fin de cuentas procedía de una familia de rancio abolengo: en México fue la "Güera", es decir la rubia Ignacia Rodríguez de Velasco y Osorio; en Francia Fanny de Villars hija del Barón de Tobriand. Luego Therese Lesnais, Anne Lenoit, Isabel Soublette, Bernardina Ibáñez, Bendita Natal y Janeth Hart. Entonces, ¿no le correspondería a la criolla Pepita por lo menos el rango de coronel ya que a Manuelita le otorgaron el de general? A lo mejor el año entrante, cuando estemos conmemorando los eventos del 5 de julio de 1811, recuerden a la fiel Pepita. Es más barato traer una tierrita de Achaguas que hacerlo desde Perú y creo que algún dividendo electoral se podría lograr, pero sin duda la operación tendría mayor riesgo ya que a lo mejor habría que pagar peaje.

cemacallisom@gmail.com
IMAGEN: Las Manuelas // El Espectador. com
INFORMACION ADICIONAL



Bolívar y  Josefina Machado

Esta hermosa mujer se presenta en la vida de El Libertador Simón Bolívar cuando este hace su entrada triunfal a Caracas después de La Campaña Admirable.
 
Doce muchachas pertenecientes a la oligarquía caraqueña vestidas de ninfas salieron al encuentro del héroe, entre ellas se encontraba Pepita Machado. Le llenan al caraqueño las manos de flores, fue el 3 de agosto de 1813.
 
Ese día se debió sentir Simón Bolívar feliz, volvía después de un año,  había salido vencido ahora llegaba vencedor. Poco tiempo le duraría esa alegría, la II Republica moriría bajo los cascos de la caballería llanera de José Tomás Boves.
 
Esa tarde la casa de Bolívar fue invadida por una gran cantidad de gente que querían saludar y felicitar a El Libertador. Entre las damas que se encuentran  están Josefina Machado y su madre.
 
Pepita como la llamaban era de cuerpo sensual, ojos oscuros, tez morena clara, cabellera negra, labios provocativos, de carácter audaz, inteligente y muy intrigante.
 
Era el tipo de mujer que se entregan apasionadamente, aman con desesperación y nunca perdonan una ofensa por pequeña que esta sea.
 
Esa pasión dura largo tiempo en el alma de Bolívar, esa pasión incontenible producida por una mujer de 20 años llamada Josefina Machado.

Simón y Pepita se amaron desde el mismo momento que se conocieron. Hicieron pública su relación sin importarles lo que diría la gente.
 
Maria Antonia Bolívar; la hermana de El Libertador; no se encuentra muy de acuerdo, su soberbia de mantuana no le permite aceptar los amores entre su hermano y la hija de un canario enriquecido.
 
Ella hubiera preferido que Bolívar encontrara una mujer perteneciente al mantuanaje caraqueño.
 
 
Él no le hizo caso y compartió con ella los terribles  años de 1813 y 1814, siempre juntos.
 
Pepita Machado se unió a El Libertador en la huida hacia Oriente perseguidos por las hordas de Boves. Según el historiador Lievano Aguirre la bella mujer amaba el poder y la intriga.
 
El escritor Francisco Herrera Luque en sus libros comenta que “Por su causa El Libertador ha perdido valiosos colaboradores:” Acusándola  a la mujer de ser la causa del fracaso de Bolívar en esos años.
 
Pepita se marcha a Saint- Thomas y los amantes se dejan de ver por dos años. En 1816 cuando El Libertador y un grupo de patriotas deciden invadir Venezuela se comenta que el enamorado caraqueño detiene la expedición esperando a Pepita que se reuniría con él.
 
La mujer acompaño a Bolívar en el desembarco en Ocumare del Tuy en la expedición que termino en desastre.

Volvieron a separarse los enamorados por otros dos años y en 1818 Josefina llega a Angosturas.
 
Bolívar cruza Los Andes, vence en Boyaca. La mujer sigue a su amado a los Llanos donde muere de tuberculosis en Achaguas en 1820.
 
Esta relación fue la más desafortunada del héroe ya que al amor seguían las agonías de la guerra y la ausencia. De esta manera fueron los amores de Bolívar y Pepita; apasionados; como fue la vida de este monumental hombre llamado Simón Bolívar.
Escritos de:
José Rosario Araujo.


FUENTE: Simón Bolívar, el hombre // Bolívar y  Josefina Machado