lunes 13 de septiembre de 2010
Tan responsable es el hombre que con acciones u omisiones asesina a un semejante como quien mira, se esconde y calla. - Antonio Semprun -
Cnel. (GN) Antonio Semprun.
Oficial de la Plaza Altamira
La
letra de nuestro glorioso Himno Nacional se ha ido convirtiendo poco a
poco en letra muerta, suenan vacías las estrofas que lo conforman. Los
venezolanos hemos ido permitiendo que un sólo hombre imponga su voluntad
a millones de seres humanos. No es que nos hayamos convertido en una
sociedad de cómplices, es que éramos una sociedad de cómplices y sólo
faltaban los hechos que nos hiciera refrendar esta triste y vergonzosa
realidad.
Esta
situación no la detectó quien hoy usurpa el poder en Venezuela porque
El no tiene capacidad para evaluaciones tan profundas. Lo detectó el G-2
cubano porque la actitud que hoy ha asumido el pueblo venezolano les
permitió evaluar lo fácil que les es mancillar y humillar a los
venezolanos. Le permite al sanguinario régimen de la isla saquearnos,
robarnos, humillarnos porque la sumisión de los venezolanos representa
la bombona de oxigeno que les permite seguir subsistiendo.
Es tan responsable quien empuña el arma que asesina a un ser humano como aquel que mira impávido, se aleja del lugar, se esconde en su casa y calla. Venezuela es hoy víctima de un sólo hombre jefe de una pequeña banda de asesinos y saqueadores, el resto de los venezolanos con pequeñas excepciones miran impávidos se esconden en sus casas para comentar con el vecino, con el amigo un ''hasta cuando''. Después de eso retornan a la rutina del esperar que alguien haga por ellos y por el futuro de sus hijos.
Franklin Brito dió lo único que NO le era expropiable, dió su vida que le era tan preciada como lo que le expropio un grupo de delincuentes. Fué largo el tiempo en el que se consumió por su lucha. Quienes lo observaban no sólo fueron venezolanos que pensaron que esa era su propia lucha y que no llegará el día en que el régimen les toque la puerta.
A Franklin Brito también lo observaban los miembros del régimen y el G-2 cubano quienes vieron con complacencia como la acción de ese valiente venezolano era una acción solitaria que no inspiró al resto de los venezolanos una muestra de solidaridad con un compatriota que estaba luchando por sus derechos.
No pretendo con el video que acompaña esta reflexión que pensemos resolver la situación venezolana como lo hizo el noble pueblo Estoniano, lo que realmente pretendo es despertar la molécula de Franklin Brito que debe haber en cada venezolano para que el Himno Nacional deje de ser letra muerta y miremos hacia a aquellos pequeños pueblos como Honduras, Estonia que reencontraron el camino a la paz, a la libertad y a la democracia.
Lo que han tenido en común esos pueblos ha sido el hecho de querer ser libres, de no permitir que un modelo político les marque el destino, entendieron que unidos eran mucho más que el grupúsculo que los oprimía.
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Con orgullo a los Estonianos comparto el video que representa una historia ejemplar " Como un Pais Salvo a su Nacion ".
FUENTES: