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martes, 16 de noviembre de 2010

Y ME NEGASTE TRES VECES. Por: Vinicio Guerrero Méndez



Y ME NEGASTE TRES VECES
 
Por: Vinicio Guerrero Méndez

Pedro, te digo que el gallo no cantará hoy antes que tú niegues tres veces que me conoces”    (Lucas 22:34)

Con estas palabras Jesús quiso hacernos ver que hasta por el miedo a salvar su pellejo o en el caso de Judas la ambición del dinero podemos con toda facilidad caer en la tentación y la traición. 
   Estaba preparado para todo; pero lo que tal vez le doliera más fue el fracaso de sus amigos. Es en las ocasiones  que uno se enfrenta con lo peor y es  cuando más necesita a sus amigos; y fue entonces precisamente cuando los amigos de Jesús le abandonaron, le fallaron y le dejaron completamente solo.
De estas situaciones pude ver con asombro como hombres que se hicieron amigos de poderosos -hasta lamían el suelo por ellos-,  cuando se percataron de que caían en desgracia e iban a la cárcel, procuraban esconder su relación con los acusados. Jamás los conocieron. Y más que  una aparente diversión, todo terminaba con una simple y nerviosa risita.

Solo cuando saboreamos el retiro, entendemos que tipo de relación existía entre nuestros compañeros de trabajo y la relación nuestra. No olvidemos que es potencialmente la mitad de nuestra vida la que compartimos con personas desconocidas y que poco a poco vamos haciendo elección de quienes serán en verdad nuestros verdaderos amigos. Pero… no podía creer que esto pudiera suceder.

El problema se presenta cuando ocurren actividades  (muchas de ellas de carácter ilícitas) y vemos con asombro un extraño ambiente como ese amigo  o compañero que muchas veces compartió con nosotros momentos tan felices como de angustias, de pronto lo ves calzando para el otro lado y dejándose llevar por el oportunismo; ante el curso de los sucesos, nos niegan como amigos. Vaya!  no nos queda mas que decir si éste iba a ser la persona que llegaría al frente de batalla en defensa de un país o de uno mismo, al final después de ver sus rostros con las mascaras caídas es que podemos tomar aliento ante el asombro del trágico fracaso de su lealtad.

No queda más que decir: bendito sea el SEÑOR. ¡Que peligro! haber convivido con delincuentes por tanto tiempo y no darnos cuenta.  Es de allí de donde se origina la traición y aprendemos a entender el por qué  DON DINERO será siempre el causante de los males que nos  agobian, debido al oportunismo y la ambición, de manera que  permite que se nos niegue como amigo para disfrutar simplemente de lo mal habido. 

Son procesos, Dios permite que sucedan cosas en nuestras vidas para que nos demos cuenta que sin Dios no somos nada. Más que evidencia tenemos a estos pobres hombres de hoy. Apariencia y pura paja, fácil de soplar. ¡Dan  pena y tristeza! 
Afectuosamente,
         Imperfecto.
VINICIO GUERRERO MENDEZ

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