LA PLAGA DE LOS HOMICIDIOS EN VENEZUELA
Por Carlos E Méndez
Enero 14, 2011
En un periodo de seis meses he asistido a dos
funerales de una misma familia. Primero fue una chica de 17 años
asesinada por su novio de 19. Luego, un joven de 31 al que aparentemente
lo asesinaron para robarle su vehiculo. Resultado: Una viuda y dos
madres desconsoladas, y, unos hijos huérfanos. En mi opinión esta es una
de las plagas mas horrible que azota a la sociedad venezolana
independientemente del origen de los hechos. Las estadísticas mas
recientes registran un promedio de 12.000 muertes violentas por año, lo
que se traduce en 33 homicidios por día. Aunque no se trate exactamente
de un problema político, hay que enfrentarlo decididamente con una
política de estado.
La maldición contra los primogénitos hijos de los
egipcios (1.200 antes de cristo) que registra la Biblia fue una plaga
que dejo sin varones a todas las familias egipcias incluyendo a los de
la casa del rey o faraón que obcecadamente se oponía a dejar en libertad
al millón de hebreos (descendientes de Abraham) a quienes por espacio
de 400 años los mantuvo esclavizados al servicio obligatorio del reino.
En el siglo XX las ultimas dos guerras mundiales dejaron sin juventud y
sin hombres a muchas naciones, por lo que al final del conflicto
tuvieron que abrir sus puertas a la inmigración para nutrirse de una
población fresca que a futuro dio origen al multi-racismo de algunas de
esas sociedades.
La sociedad venezolana corre el mismo riesgo de
quedarse sin varones y sin jóvenes que son en su mayoría las principales
victimas de esta plaga mortal. Nuestra gente se acostumbra a convivir
con la muerte como si se tratara de una epidemia gripal y no de un mal
social que puede reprimirse si el gobierno en lugar de esconder las
estadísticas para ignorar su responsabilidad, le pusiera voluntad y
coraje a este flagelo que amenaza con dejarnos sin generación de relevo.
De continuar esta ola de crímenes al mismo ritmo de hoy, Venezuela
tendrá en breve que importar jóvenes para reconstruir la nación.
c
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Carlos E. Méndez
IMAGEN: Venelogía