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miércoles, 2 de febrero de 2011

“JUSTICIA, LIBERTAD y DEMOCRACIA” // Por: Otto Gebauer “SECUESTRADO” Por el Dictador Hugo Chávez.



Cárcel Militar de Ramo Verde, 26 de enero de 2011.

“JUSTICIA, LIBERTAD y DEMOCRACIA”

El 15 de mayo de 1992 un grupo de oficiales que se encontraban prisioneros en el Cuartel “San Carlos”  de la ciudad de Caracas, por haber insurgído contra la democracia el  04 de febrero de ese año, se pronunció por intermedio de una misiva para denunciar los atropellos cometidos en su contra. En esa esquela, hacían del conocimiento público –entre otras- a las supuestas acciones realizadas por las autoridades políticas y militares, quienes ejerciendo presión sobre el Poder Judicial, lograron que un número considerable de estos detenidos fueran trasladados a las instalaciones de la Cárcel de “Yare”

Entre los firmantes de la referida carta, estaban el hoy dictador de esta republica y su incondicional delfín, Arias Cárdenas. Dicha correspondencia era dirigida “Al Pueblo de Venezuela; Al Excelentísimo Nuncio Apostólico; A los Colegios de Abogados; A la Conciencia Jurídica del Mundo; A la Juventud Militar y A sus Compañeros de Armas”  Lo denunciado en  ese entonces, aparte de lo ya comentado, también hacia referencia a    La falta de independencia en el Poder Judicial; Los excesivos poderes del presidente de la republica, pero en especial, la conducta sumisa y genuflexa del Coronel Ramón Moreno Natera, quien se desempeñaba como juez militar que llevaba la causa de los golpistas y cumplía al margen de la ley –según lo señalado en la misma-  todo lo ordenado por sus superiores.

De lo expresado, quiero transcribirles un extracto que considero oportuno. Planteaban en el mensaje  “Recusamos ante la opinión publica, al juez militar que conoce de nuestra causa, por considerarlo persona no idónea… por carecer de independencia y autonomía, ya qué actúa servil y obedientemente no conforme a la ley, sino a los mandatos del presidente de la republica y de su ministro de la defensa. Este juez con su conducta, pone de manifiesto que en Venezuela no existe un Poder Judicial autónomo e independiente, como el que consagra nuestra Constitución Nacional”

No conformes, continuaban “Trátase de un juez vasallo, que sepulta el estado de derecho y deshonra a la magistratura militar… Aquí en Venezuela, los poderes del Estado se encuentran concentrados en manos del jefe del ejecutivo. Es decir, vivimos bajo un régimen AUTOCRÁTICO y TOTALITARIO de gobierno… Ciertamente, el juez militar Ramón Natera, no ha actuado, ni podrá actuar como representante del Poder Judicial…”

En ese traslado que se efectuó en horas nocturnas de aquel año de 1992, las autoridades judiciales y del ministerio de la defensa –recuérdese que el Cuartel “San Carlos” era una cárcel militar- permitieron la presencia de testigos que dieran fe que el referido hecho estaba ajustado al debido proceso. Estuvieron  presentes en esa ocasión, los Monseñores, Mario Moronta y Diego Padrón, Obispos Auxiliares de Caracas; el Padre Arturo Sosa, en representación de la Iglesia.  También asistieron,  Ramón Escovar Salom, Fiscal General de la República; en compañía del Dr. Antonio Herrera, Director General de la Fiscalía y el Padre Luís María Olaso, Director de los Derechos Humanos.

El Dictador (Hugo Chávez) con frecuencia es peyorativo, burlesco y hasta emplea un vocabulario escatológico, para referirse a la Cuarta Republica, a sus violaciones en materia de derechos humanos y a la falta de autonomía judicial, causantes entre otras razones -según éste- de la insurrección del 4-F.  Todos sabemos qué ocurrió en ese periodo, por lo que no voy a justificar los abusos y excesos cometidos por sus autoridades. Así como tampoco puedo omitir, qué la madre de todas las perversiones fue LA IMPUNIDAD que predominó en ese entones. Pero, cuando hacemos las comparaciones de esos 40 años con estos 12 de total satrapía, tal hecho debería generar en nosotros una profunda reflexión, sobre cual será nuestro futuro y el destino de nuestros hijos.

Si comparamos el trato dado en ese entonces y el proporcionado a muchos de los presos políticos en la actualidad por este régimen, la diferencia es abismal. Como muestra, comparemos dos casos en particular, el de los diputados electos, Biagio Pilieri y José Sánchez (Mazuco) a quienes nuestra Carta Magna, los ampara con “Inmunidad Parlamentaria” Sin embargo, aún permanecen tras la rejas con sendos juicios, por demás irritos y atroces. Ante tanta ignominia y abuso gubernamental, nos preguntamos  ¿A estos diputados como al resto de los presos políticos, se les ha respetado el estado de derecho? ¿Qué ha pasado con el debido proceso? ¿Se les ha seguido un juicio justo?

 ¿Cuántas veces hemos visto a la Fiscalía General de la Republica o a la Defensoría del Pueblo, opinar sobre las aberraciones que se han cometido contra Pilieri, Mazuco u otros presos políticos? ¿A qué Organismo, Institución u ONG le han permitido que actúen como testigos en algunos de estos juicios, o lo más lamentable, cuando se presentan los esbirros de esta dictadura, a atropellarnos y golpearnos?  Para complementar estas incógnitas, inquiero al respecto  ¿Existe en este país, autonomía judicial o de algún otro Poder? ¿Puede ser autónomo un Poder cuyos miembros cuando se apertura el año judicial, desde su presidente hasta el último obrero,  gritan –abierta y descaradamente- consignas partidistas en apoyo al hombre que a diario jura pulverizar a sus oponentes políticos?

Son muchas las interrogantes y pocos son los funcionarios que puedan dar una respuesta sensata y ajustada a nuestro ordenamiento jurídico, sin que primero, sopesen en las consecuencias políticas y económicas que les pueda acarrear emitir una opinión que los transformará en un objetivo militar de esta revolución. Sin embargo, tenemos un hecho sin precedentes en esta era del terror, dos de los escabinos del juicio del Dip. Pilieri, armándose de valor se levantaron e hicieron público lo que siempre hemos denunciado ¡LAS DECISIONES EN LOS JUICIOS POLÍTICOS, VIENEN DE LOS MÁS ALTOS NIVELES DEL PORDER CENTRAL!  La jueza del caso Pilieri, no tuvo otro camino que desaparecer para no dictar sentencia. Desde Caracas, irrespetando el fallo de los escabinos quienes lo declararon inocente, anularon el juicio y se ordenó radicar una nueva causa en la ciudad capital.

¡AMANECERÁ y VEREMOS!  Mientras ello ocurre, considero que debo finalizar el presente escrito, con la misma cita hecha por los sediciosos  (la cual pertenece a un militar retirado que injustamente fue condenado)  en la misiva de aquel 15 de mayo de 1992 cuando denunciaban  las injusticias de las que -según ellos- eran objeto. ¡Jamás! ha existido tanta justificación como ahora para gritarles a esos JURISTAS DEL HORROR

“Hombre cretino y soez,
cuyas sentencias oprimen,
tú no eres un juez del crimen
sino un crimen hecho juez”



Otto Gebauer
“SECUESTRADO”
Por el Dictador Hugo Chávez.