PAGINAS Y RECORTES

sábado, 21 de mayo de 2011

EL NAZARENO DE SAN PABLO // Por: YAYITTA RAINIERO,


EL NAZARENO DE SAN PABLO

Una de las tradiciones religiosas mas populares en Venezuela, es sin duda alguna, la veneración al Nazareno de San Pablo.

Cuenta la historia que esta imagen fue obra del  escultor Felipe de Ribas, utilizando para ello madera de pino de Flandes de Sevilla, España en el siglo XVII y según la leyenda, al terminar el escultor su magnifica obra, el Nazareno se le apareció y le dijo:…”Donde me has visto, que tan perfecto me has hecho?”, el escultor impactado le responde:… “en mi corazón, Señor”. El manto que viste la imagen es una túnica morada adornada con hilos de oro y perlas, mostrando los símbolos de la pasión y muerte como son la copa, la cruz, la corona de espinas, los tres clavos, el látigo con el cual fue azotado, la lanza que atravesó su costado y hasta el hisopo con el cual le dieron el vinagre.  Esta obra representa a Cristo, cargando la pesada  cruz que le lleva al Calvario para su crucifixión.

En Caracas, existía una ermita conocida como la Capilla de San Pablo El Ermitaño. A la llegaba de  Jesús  Nazareno a Caracas fue llevado a esa Capilla, en la cual se reunían los feligreses a  rendirle pleitesía a Santo, consagrado por Fray González de Acuña, el 4 de julio de 1674.

Cercana a la Capilla, había una huerta plantada de limones, cuyas flores de azahar despedían una fragancia que perfumaban el ambiente. En Venezuela se desató una terrible y grave epidemia de peste conocida como vómito negro (escorbuto), que diezmaba a la población; en vista de ello, los feligreses decidieron  sacar a El Nazareno en procesión para orar y pedir por la salud del pueblo. Al avanzar  la procesión, pasaron cerca de una tapia  bordeada de matas de limón y la corona de espinas del Santo se enredó en su ramaje,  cayendo muchos limones al piso, los devotos gritaban…”milagro”… recogiendo esos maravillaos frutos, los dieron a los enfermos, los cuales sanaron de inmediato.

Esta capilla fue destruida por el terremoto  de 1641, reconstruida en 1666 con una Nave, Campanario y Altar Mayor consagrado al Santísimo Sacramento, con altares dedicados a la Virgen de Copacabana, la Virgen del Carmen, la Virgen de La Caridad, la Santísima Trinidad, las Animas del Purgatorio, Nuestro Señor Crucificado y Jesús Nazareno.

Pero andando el tiempo, entre los años de 1870 y 1880,  el General Antonio Guzmán Blanco, ordenó destruir la Capilla y en su lugar se edificó el Teatro Nacional.  Cuenta la leyenda que estando el Presidente Guzmán Blanco en el palco presidencial, le apareció El Nazareno y le preguntó…”donde está mi iglesia”? y el General  al escuchar esa pregunta y viendo la tristeza que  afligía a su esposa doña Ana Teresa Ibarra de Guzmán Blanco por la pérdida  de  su sitio de oración, ordenó la construcción de una basílica, a la cual y en honor a su esposa la llamo Santa Ana y Santa Teresa, inaugurada el año de 1876, aún cuando su verdadera inauguración fue el día 27 de abril de 1880, cuando fue trasladada  a la Basílica de Santa Teresa la imagen de El Nazareno, su hogar hasta nuestros días y donde los feligreses le rendimos la pleitesía y veneración que merece nuestro milagroso NAZARENO DE SAN PABLO.