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lunes, 4 de julio de 2011

SICODENA: La traición encubierta. Por: Sammy Landaeta Millán. Reseña. Venezuela.


SICODENA: La traición encubierta.  Por: Sammy Landaeta Millán. Reseña.

Ante la AUSENCIA de Hugo Chávez Frías, en VENEZUELA, un titular de la prensa internacional, indicaba  que su presencia era necesaria, tanto para el DESGOBIERNO como para la OPOSICION. Si la afirmación en cuestión, hubiese estado referida a lo concerniente a la  IMPUNIDAD;  parecería que fuese cierto. De hecho, la Nación ha sido conducida hacia los estadios donde NADIE investiga, el denunciante es perseguido  y los procedimientos administrativos o judiciales; se echan en saco roto, entran en desuso, se apuesta a que se olviden de la Conciencia Nacional o simplemente se abren procesos, “por orden” o  intereses del Socialismo Cubano y eso NO parece importarle a ningunos. Pero NO obstante, referimos hoy una reseña llamada: SICODENA: La traición encubierta.

Recibimos un ejemplar del libro titulado “La traición encubierta,”  donde su autor el Doctor Nelson Ramírez Torres, expone amplias consideraciones en torno a la “negociación” de la BANDA de comunicaciones de 800 megahertz, perteneciente a las Fuerzas Armadas Nacionales - FF.AA.NN. - Dicho ciudadano aborda el tema  desde su perspectiva de Abogado de la República, donde da cuenta, de las diferentes MARAMUNCIAS, que viene arrastrando la justicia venezolana, que podría concebirse como una acción PERMISIVA del DELITO en VENEZUELA, porque NO se consiguen entes  legislativos, ejecutivos o judiciales, que permitan la búsqueda de aclaratorias.

Nelson Ramírez Torres dedica  su obra al HUGO CHÁVEZ FRÍAS, quien tampoco paradójicamente ha orientado ninguna investigación máximo cuando ejerce el cargo de “presidente” y es el Comandante en Jefe de la Fuerza Armada Nacional. Como acotamos, el caso está referido a la grave condición de DESPOJO  de las BANDA de 800 megahertz, propiedad de la FF.AA.NN. que en su oportunidad vendieron  a la estadounidense Belsouth y en su comprobable exposición, demuestra  que la Nación perderá el derecho a cobrar  US  $ 107 millones que Telcel  -Movistar- debió pagar en 1991, así como también el derecho a cobrar US $ 100 millones que ofreció la empresa a la FAN, por indemnización  para la adquisición de nuevos equipos, para sustituir los INOPERANTES por la concesión,  que hoy alcanzan a un crédito no menor  de: US $ 1000 millones.

Advierte que la Republica perderá el derecho, porque pareciera existir una camarilla, probamente integrada  por altos o ex altos funcionarios del Estado, empecinados en EXTINGUIR la deuda, para “ayudar”  a Gustavo Cisneros Rendiles a Oswaldo Cisneros Fajardo  y a Movistar; la principal obligada. Recuerda a Hugo Chávez Frías que es su deber proceder en consecuencia porque en ocasión de un acto de ascensos de oficiales generales, almirantes, coroneles y capitanes de navío, se refirió al caso, en torno a una posible   “amistad” con los deudores y sentenció: “Entre mis amigos y mis principios, yo me quedo con mis principios.”

Tres ex ministros de la Defensa,  hicieron  aseveraciones que reconocían   UN DAÑO PATRIMONIAL E INSTITUCIONAL,  A LAS FF.AA.NN.  Entre ellos citamos al G/D (Ej.) Fernando Ochoa Antich: “El apresuramiento en entregar  a Telcel  la frecuencia fue tal que ni siquiera  le dieron un tiempo prudencial […]  para cambiar los equipos de radio […]”  Por su parte el Vicealmirante Radamés Muñoz León, ante los diputados dijo: “Esta operación ha causado problemas  a la comunicaciones militares. Lo poco que nos  dejaron de la frecuencia  es vulnerable […] El ministro de  Transporte y Comunicaciones  Roberto Smith, actuó IRRESPONSABLEMENTE, al despojar de su frecuencia al Ministerio de la Defensa.” Y el  G/D (EJ) Moisés Orozco Graterol cuando el periodista Tinedo Guia, le preguntó “¿daños a qué?” el ministro contestó: “a la telefonía de las Fuerzas Armadas.”   En los capitulo del texto, se menciona a Raimundo y todo  el Mundo, con planteamientos básicos de DENUNCIA y RECHAZO a las arbitrariedades que fue objeto la FF.AA.NN. bajo procesos que a nuestro juicio, están inmersos en las causales de: DOLO, AGAVILLAMIENTO,  ROBO y SILENCIO CÓMPLICE, por NO aventurarnos a decir más.

El daño patrimonial a la FF.AA. NN.  NO solo se estima en MILLONES DE DOLARES, por la nueva compra de equipos de comunicaciones por parte del ministerio de la Defensa, sino que estuvo enmarcado en la violación sistemática a las Leyes y Reglamentos Militares  y sobre todo a los principios básicos esbozados en los planteamientos de la Ley Orgánica de Seguridad y Defensa de la Nación. El autor redactó el libro con la intención que Hugo Chávez Frías, algún día lo leyera,  pero ojalá la salud del “comandante-presidente,”  NO sea una nueva excusa para procesar la QUERELLA y se  postergue,  nuevamente al DESUSO.

Mientras tanto  la IMPUNIDAD pulula en torno a muchos “funcionarios,”   Generales de los Altos Mandos y oficiales titulares  de las Unidades, Armas  y Servicios en el área de Comunicaciones -antes, durante y después del 4 de febrero y 27 de noviembre de 1992- que quizás  permitieron  el ROBO, perpetrado  de una u otra forma por Belsouth, Telcel  y Movistar   a la FF.AA. NN., sin que hasta ahora alguien se haga eco de la presunta ACUSACIÓN  que dejó INOPERATIVA, la “repartición” de COMUNICACIONES  del  Estado Mayor General del Ministerio de la Defensa.

La presente reseña,  lo hacemos  asumiendo la  total responsabilidad, al difundir algunos aspectos, del Libro: “La traición encubierta”  de Nelson Ramírez Torres, sin el ánimo de vulnerar  los derechos de autor, las previsiones legales de la Editorial o las diagramaciones del diseñador grafico. Nos mueve simplemente los sentimientos de dolor, rabia e impotencia,  que nos embarga en nuestra humilde condición de Militar en Situación de Retiro, ante una institución armada  que quedó  MINUSVALIDA en su Sistema de Comunicaciones  de la Defensa Nacional -SICODENA- y NO podemos hacer otra cosa que sensibilizarnos con la narrativa del texto, en cuestión.

Al  titular el articulo como: “SICODENA: La traición encubierta”  hemos querido despertar el interés - del conglomerado nacional e internacional - por conocer esa lúgubre Historia de las relaciones civiles militares, narrada por el Abogado Nelson Ramírez Torres, en  su libro: “La traición encubierta”   que indudablemente  devela la SATRAPIA, el DOLO y el OCULTAMIENTO - CIVICO-MILITAR - de ayer  y de hoy; deseándole éxitos en la PUBLICACION de su grave  DENUNCIA.

Cita: “Siempre el ladrón tiene miedo de la justicia.”
Simón Bolívar.


Coronel (FAV) Sammy Landaeta Millán
Caracas, 4 de julio de 2011.

IMAGEN SUPERIOR
Libro: "La Traición encubierta."Autor: Nelson Ramírez Caracas. Editorial Melvin. Mayo 2010. 1a.  Edición. 527 páginas. Scanner de portada realizada por: Sammy Landaeta Millán, para publicar ésta reseña. 


ENLACES DE PUBLICACIÓN DEL TEXTO:
1.- Noticiero Digital 
2.- PUNTO HISPANO
3.- Wordpress // LA PROTESTA MILITAR 2
4.- Wordpress// LA PROTESTA MILITAR 3

INFORMACION ADICIONAL 

Ficha Técnica

AUTOR: Nelson Ramírez-Torres
EDITORIAL: JUPITER EDITORES 9, C.A.
FECHA:  2010
FORMATO: 14 x23 cm
ENCUADERNADO: Rústico
Nº DE PAGINAS:
ISBN: 9789801242932


Sinopsis
La Traición Encubierta resulta seriamente cuestionado el comportamiento del general Fernando Ochoa Antich, como ministro de la Defensa de Carlos Andrés Pérez, al aceptar el despojo de la frecuencia de 800 megahertz, concedida a Telcel por el Gobierno de Pérez en 1991, para operar la telefonía celular. Dice Ramírez Torres que Ochoa Antich, al tener conocimiento de la denuncia de evidentes ilicitudes en el otorgamiento de la frecuencia, ordenó hacer una averiguación y al conocer el informe de los expertos sobre el terrible daño a la Institución Armada y a la nación, no hizo nada y plantea el autor que “Si la triangulación Pérez-Tinoco-Cisneros ya había funcionado en otros menesteres, ¿cómo es posible que Ochoa no haya pensado que algo turbio había detrás de esa privatización? Humanamente no entendemos cómo pudo Ochoa aceptar el despojo de la frecuencia, si era evidente que la licitación fue sesgada en razón de que nunca se la participaron a él”. El libro dice que “No podemos creer que Ochoa no haya captado lo que estaba ocurriendo. La IV República cayó porque se olvidaron de los pobres y por la corrupción; también por la conducta de militares que, independientemente de no tener don de mando, carecían de la perspicacia para poner las cosas en su lugar, como, por ejemplo, reaccionar ante el trancazo contra el Sistema de Comunicaciones de la Defensa Nacional. Ochoa fue flexible y no dogmático. Cuando aceptó ser Canciller de Pérez, convalidó el ilícito.
FUENTE: INFOLIBRO.com.ve