PAGINAS Y RECORTES

lunes, 19 de septiembre de 2011

Comprando espejitos. Jose Vicente Carrasquero A.


Comprando espejitos
José Vicente Carrasquero A.
Una de las grandes tragedias que atraviesa el país es la corta visión del líder del mal llamado proceso revolucionario. Para empezar, la vista está dirigida al pasado. Las referencias permanentes a personajes de la independencia indican una mentalidad orientada a pensar que todo tiempo pasado fue mejor. Que por lo tanto es mejor volver al pasado. Retrotraernos a nuestras raíces sin objetivo conocido.

De ahí que no se note en el discurso presidencial un futuro que manifieste otra cosa que etiquetas que al final terminan siendo intrascendentes. El presidente habla de soberanía. Hace suponer que hasta su llegada éramos un país invadido y sometido a la voluntad de otras naciones. Pero, esa soberanía de la que habla el presidente no se traduce en reducción de la deuda externa e interna, en una producción importante de los alimentos que consumimos, en una infraestructura que facilite la producción de bienes y su distribución, una red eléctrica que pueda soportar un crecimiento importante de la industria y el incremento de la calidad de vida de los venezolanos.

Todo esto sucede porque el presidente, como exégeta de Bolívar, no tiene manera de diseñar e impulsar planes que ponga a Venezuela a la cabeza del desarrollo de los pueblos del tercer mundo. Esa grave falta de visión hace de Chávez el principal comprador de espejitos del planeta. Esto porque cualquier cosita sin importancia lo sorprende y porque maneja suficientes recursos para hacerse de esos jugueticos.

De ahí que tanto el presidente como su coro de replicadores digan que la medicina cubana es la mejor del mundo y se proceda a traer médicos, equipos y medicamentos de la isla de Castro. No vamos a negar que el servicio de salud de Cuba sea bueno, pero de ahí a que es el mejor del planeta hay un buen trecho. Con la cantidad de dinero que se ha gastado en esta empresa podíamos haber traído mejores planes y recursos de otros países, como Brasil por ejemplo, y haber fortalecido nuestro sistema hospitalario. Pero Castro hizo su trabajo y le vendió a Chávez el espejito de una medicina que se ha quedado muy por debajo de la que debiera tener un país que cuenta con los recursos de que disponemos.

Los chinos también han hecho su trabajo vendiendo espejitos a Hugo. Desde una “fabrica” de celulares hasta satélites. Los asiáticos han sido tan astutos que han conseguido que Venezuela les financie sus investigaciones. Esto funciona así, China le da un crédito a Venezuela con el compromiso de comprar uno de estos espejitos que se ponen en órbita. Los chinos usan el préstamo que le da a Venezuela para financiar la construcción del juguete. Nuestro país tendrá que pagar luego el crédito y los respectivos intereses. ¿Qué líder que se respete puede hacer un negocio tan chato?

Los iraníes también han hecho lo suyo con una fábrica de vehículos de tecnología obsoleta que no resuelven el problema de la demanda que existe en el país. En cadena de medios el presidente se vanagloria de que estos carros se ensamblen en el país sin mencionar que la totalidad de las partes son importadas. Eso no los presenta Hugo como una gran obra de gobierno que va a sacar al país del subdesarrollo. Y todavía hace falta convencer a la gente de que con Chávez el futuro de Venezuela es muy triste.

El comprador de espejitos ha dado múltiples evidencias de su incapacidad para pensar en grande. Ha mostrado que cualquier proyectico lo sorprende. Incluso la propaganda oficial presenta una afligido cuña que promociona los magros logros de este proceso político. Si lo que aparece en esa pieza publicitaria resume lo que ha hecho este gobierno, tienen razón quienes lo califican como el peor de la historia venezolana.

Venezuela ha saltado al pasado. Y sigue retrocediendo. La educación, herramienta de desarrollo, es para este gobierno un simple instrumento político al que no le presta mayor atención. De ahí hoy comiencen las actividades escolares con tantas deficiencias y que los maestros sean de los peores pagados del continente.
La infraestructura no mejora. Caracas se ha hecho todavía más invivible. No hay un sistema de transporte adecuado. No hay una vialidad adecuada. No se puede caminar de un lugar a otro sin estar sometido a los peligros de no tener una acera o un paso peatonal adecuado.

La inseguridad se ha desatado de una forma que reta la capacidad del estado para mantener el monopolio de la violencia. Muchos de los crímenes son resoluciones de conflictos por vía extra legal. Personas que se hacen justicia por su propia mano. Como en el siglo XIX.

La falta de visión de grandeza de esta precaria y primitiva clase política nos conduce a un lamentable estado en el cual podemos terminar siendo víctimas inertes de potencias medianas que puedan necesitar nuestros recursos. Y, como en lo militar también hemos retrocedido muchísimo, el peligro que se cierne sobre Venezuela no puede ser descartado. Eso a pesar que el comprador de espejitos ha endeudado al país adquiriendo una cantidad de armas rusas. Armas como las que tenía Saddam cuando en 1990 se atrevió a desafiar al mundo invadiendo Kuwait. Fue una guerra de las armas del futuro contra las armas del pasado.

Debemos planificar con grandeza. Un país con tantas riquezas como el nuestro merece más. Lo primero que tenemos que cambiar es de clase política y se nos presenta una excelente oportunidad de hacerlo el 7 de Octubre de 2012 cuando la mayoría de los venezolanos le dirán no al pasado.

Twitter @botellazo

Un abrazo !
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Jose Vicente Carrasquero A., PhD
58 416 6355645

"Algunos hombres en el mundo gobiernan a su pueblo mediante tretas y no por principios rectos"