LA PROTESTA MILITAR: Blog de opinión, militar, política y de DDHH. Administrado y Editado por el Coronel Retirado de la Fuerza Aérea, Sammy Landaeta Millán. Venezuela. Correo: sammylandaeta@gmail.com
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viernes, 7 de octubre de 2011
Saludo a la bandera. ADOLFO R. TAYLHARDAT. EL UNIVERSAL
Corriendo el riesgo de llover
sobre mojado porque muchos colegas internacionalistas, analistas, notas de
prensa, etc., han ofrecido opiniones acerca de los alcances, o falta de ellos,
del comunicado emitido por el canciller venezolano y la canciller guyanesa a
raíz de la reunión que sostuvieron el pasado 30 de septiembre en Puerto España,
a la cual el régimen le ha dado tanta bomba como si de allí hubiera salido algo
excepcional, quiero aprovechar este espacio semanal para dar mi propia
apreciación acerca de ese documento.
Según había anunciado el propio
führer en sus varias apariciones televisivas y radiales del 29 de septiembre
(EU 30/09/11, pág. 1-2) esa reunión debía tener por objeto "tratar la
controversia territorial que mantiene Venezuela por el Esequibo". Este
anuncio, por supuesto, despertó muchas expectativas porque sería la primera
vez, desde que se firmó el acuerdo de Ginebra, que los dos gobiernos abordarían
directamente la controversia. Sin embargo, según dice el comunicado lo único
que se hizo fue reconocer que la controversia "sigue existiendo" y
que se trata de un "legado del colonialismo" que debe ser resuelto.
¿Hay algo nuevo en esto?
En cuanto a la solicitud de
Guyana para que las Naciones Unidas le autorice a ampliar su plataforma
continental en 150 kilómetros cuadrados, tema que dio origen a justificadas
reacciones de expertos venezolanos conocedores del tema -que, ¡oh sorpresa! le
sirvieron al führer para descargar, por millonésima vez, su artillería verbal
contra la oposición- el comunicado se limita a decir que se reconoce el derecho
del Gobierno de Venezuela "a dar a conocer sus puntos de vista" ante
la Comisión de las Naciones Unidas sobre los Límites de la Plataforma
Continental.
¡Vaya perogrullo! ¿Es que el régimen ha dudado
en algún momento que tiene ese derecho?
Luego el comunicado establece que
los "respectivos facilitadores discutirán los temas relacionados con la
petición de Guyana e informarán a sus respectivos gobiernos". Con esta
frase se trató de remendar el capote por el error de inicio cuando se anunció
que este asunto sería sometido a la consideración del Buen Oficiante. Resulta
que en lugar de sacar la pata del barro lo que hicieron fue meter la otra
porque ni el Buen Oficiante, ni los facilitadores tienen nada que ver con ese
tema. Si se pretende asignar a esos personajes tareas que no les corresponden
si es verdad que el tema de la controversia se volverá un despelote.
A todo lo anterior hay que agregar el embrollo
que se ha creado alrededor de este asunto con la afirmación del régimen de que
Guyana no le había comunicado su intención de solicitar la ampliación de su
plataforma continental, la revelación de que en 2009 Guyana ya había informado
a Venezuela de la gestión que se proponía hacer ante las UN, la publicación del
texto del telex -muy profesional por cierto- mediante el cual la embajada en
Georgetown informó debidamente a la Cancillería acerca de la entrevista que el
14 de mayo de 2009 sostuvo la canciller guyanesa con la encargada de negocios
de Venezuela para notificarle de la gestión que haría ante las UN, el hecho de
que en esa misma comunicación la embajada advirtió a la Cancillería de la
"trascendencia y la importancia estratégica" del tema, la revelación
de que durante dos años el director de fronteras del MRE estuvo intentando
reunirse con el conductor de la Cancillería para imponerlo de la iniciativa que
emprendería Guyana y, por último, con la destitución de ese funcionario, porque
seguramente había necesidad de sacrificar un chivo expiatorio.
Todo esto pone una vez más en
evidencia que no tenemos Cancillería. Lo que prevalece es la improvisación y la
incompetencia con los riesgos que eso significa para la gestión de intereses
vitales de la nación.