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sábado, 16 de junio de 2012

ESTADO ABSTRACTO. Por Nelson Maica C.


POLÍTICA
ESTADO ABSTRACTO
Por Nelson Maica C

La función natural del gobierno, para unos tratadistas, es el mantenimiento del orden público y el gobierno surge como un instrumento del Estado para asegurar una mayor eficacia en esa responsabilidad.
Sin embargo, casi desde el principio, el gobierno se va convirtiendo en una herramienta al servicio de otros muchos fines y valores morales que terminaran siendo considerados tan públicos como al principio y tan concepto abstracto, relativo, en el orden, en el ámbito, de lo compartido.
Parecería lógico que un gobierno, buscando salvaguardar la forma de vida de sus ciudadanos, se adapte a las exigencias del marco de integración política en el que se halle inmerso. No es lógico que haga lo contrario como el caso Venezuela hoy.
La seguridad externa proporciona al poder político la defensa para disputar contra el resto de entes soberanos dentro de un juego de intereses y rencillas. Los individuos soportan el discutible compromiso de pagar los costes que se derivan de tal acción.
La seguridad interna exige la imposibilidad de cualquier tipo de poder alternativo distinto al central y que pudiera cuestionar sus decisiones, y en el interés de anular a los grupos de interés, el gobierno se empeña en supervisar, regular e intervenir en un creciente ramillete de ámbitos económicos y culturales, que termina por abarcarlo absolutamente todo. Es el caso del totalitarismo, comunismo socialismo, que se pretende implantar mediante un “comisario político de los castro”.
El efecto observado será que la estatización de la sociedad derivará indefectiblemente en un proceso de socialización del Estado a manos de grupos y sociedades de interés.
El denominado "orden público" pasa a incluir cuestiones que afectan a la integración moral de la ciudadanía. Se trata de suplantar el poder religioso de la iglesia (en su caso) a través de la formación de un credo nuevo, estatista, surgido del híbrido nihilista-racionalista, que seculariza la esperanza y sustituye al Dios trascendente por un nuevo Dios mundano: el Estado.
El Estado se convierte en dictador moral, pese a los iniciales retazos socialdemócratas            de su constitución (que heredan la versión individualista del cristianismo), la estatolatría incorpora la faceta colectivista del cristianismo como base sobre la que erigir un nuevo imperio moral sobre los individuos.
Tal es la intensidad con la que el estatismo adopta estos principios que incluso termina negando su origen y fundamento cristiano, transformándolos en algo propio, nuevo, desplegados desde el relativismo positivista y un racionalismo graduado.
El Estado expropia la Moral y el Derecho al proceso social, convirtiendo la Legislación en potencial fuente de cualquier tipo de norma. El modo de pensamiento que lo ensalza y justifica se nutre del proselitismo de una intelectualidad que repite hasta la saciedad los fundamentos del nuevo credo dominante. Nacen lo políticamente correcto y el pensamiento único. La esclavitud.
La contienda totalitaria dejaría, posiblemente, un único sobreviviente: la socialdemocracia. Su moral se impone, infiltrándose en la mente de los individuos, que ya no ni siquiera ciudadanos, sino secuaces, súbditos hedonistas que aceptan las agresiones del Estado como algo natural e incluso deseable.
La crítica se reduce al cómo, y no ya al por qué. Triunfaría la sutil inoculación moral frente al modelo de inculcación explícita. La socialdemocracia altera la forma de vida y los juicios de valor del individuo como paso previo a la reordenación institucional.
La moral socialdemócrata hace creer que sin el Estado, dictador moral y Dios mundano, no habría sanidad, educación, transporte u otros servicios "públicos" al alcance de la mayoría.
En esta consigna metafísica se elimina la cuestión primordial, ¿qué potencia genera la riqueza que, sólo posteriormente, se redistribuye en forma de servicios "públicos"? El Estado no crea esa riqueza. En todo caso la engulle, la devora, se la come, y aprovecha sus réditos para aplicar políticas ineficientes.
¿Cuáles serian los efectos morales que el credo y el Estado del Bienestar prometen? Veamos:
En primer lugar, el individuo considera que los bienes que proporciona el Estado son "condiciones generales", productos de la acción del mismo. Duda, cuando no niega, la mera posibilidad de que en ausencia del Estado pudieran producirse esos bienes y servicios (u otros alternativos) en idénticas o mejores condiciones. Teoría de los bienes públicos.
En segundo lugar, el individuo no entiende que toda prestación exige un previo aporte, y aunque dicho aporte se diluya entre la masiva carga fiscal que impone el Estado, siempre procede de un esfuerzo identificable realizado por concretos individuos. Abstracción del coste.
 En tercer lugar, el individuo cree que dicha aportación en realidad no es propia de quien la realiza. Se descuenta o da por segura. El mejor ejemplo es el efecto que tienen las devoluciones, cuando las hace, que Hacienda realiza: la retención se descuenta psicológicamente en el propio esfuerzo, lo que convierte en dádiva y celebración la "recuperación" de aquello que se nos sustrajo de más y por anticipado. Espíritu de servidumbre.
En cuarto lugar, el individuo se cree compensado ante la exacción fiscal o la coacción. Poco importa la calidad del servicio, o que no resista comparación ante un bien o servicio equiparable pero prestado por un agente privado en el mercado. El individuo, desviado y encandilado, se conforma y prefiere no pensar. Incluso agradece eso mismo: la innecesaria asunción de responsabilidades y toma de decisiones entre varias alternativas. Síndrome de Estocolmo social.
Y en quinto y último lugar, el individuo asume como verdad incontestable que la solidaridad general e irresistible es un presupuesto de la convivencia, y por tanto, un principio moral indisponible para los miembros de la comunidad.
Pese al carácter hedonista y el relativismo que promueve la socialdemocracia, su negación de la ética y el sometimiento a la regla de la voluntariedad moral, en lo que al sacrosanto Bienestar se refiere, cualquier argumento sirve para justificar la imposición de lo políticamente correcto. El vicio de la contradicción.
El Estado de Bienestar convierte a la nación en una gran pueblo cuyos feligreses son, quieran o no, todos y cada uno de sus ciudadanos. La única posibilidad de escapar de esta especie de secta perversa es mudarse a otro pueblo menos exigente, ya que siendo soberanos cada uno de ellos, se reparten la superficie habitable del planeta.
El Estado de Bienestar exige un comportamiento moral que acaba desligando a muchos individuos de la misión colectiva que se le presupone. Al racionalizar y sistematizar la caridad, transformándola en solidaridad, se libera al individuo de la carga moral consistente en los sentimientos de compasión y gratitud, respectivamente, de quien da y de quien recibe.
En un orden social libre, democrático plural, la caridad es voluntaria, el individuo elige y soporta las consecuencias morales, sociales y personales, de todas y cada una de sus decisiones (tanto si la da, como si la recibe).
El Estado de Bienestar, sin embargo, al racionalizar la prestación, ni es compasivo ni exige gratitud (ya que lo considera denigrante). En todo caso demanda votos y opinión que sean favorables a la esencia del sistema.
La coacción que conlleva el Estado de Bienestar, supera con creces las necesidades y facultades del gobierno, centrado exclusivamente en el mantenimiento del orden público.
El Estado de Bienestar, valiéndose de la coacción sistemática formulada desde la Legislación, subvierte el orden social racionalizando sentimientos colectivistas que pertenecen al ámbito de lo íntimo o lo tribal.
Tips:
·       Victimas del comunismo socialismo en el mundo: Yugoslavia, 1944-1987, 1.070.000 victimas, régimen comunista.
·       Un rojito en la OPEP solicita, 13/06/2012, menos producción de petróleo para supuestamente mantener y/o subir los precios del líquido negro. ¿Eso no es capitalismo? ¿Dónde queda la supuesta igualdad y precios justos y equilibrados, precios solidarios y humanistas? ¿Disque comunistas y socialistas dentro del país y meros capitalistas fuera del país? ¿Doble discurso? ¡No le digo, compadre!
·       Otra muestra de humanismo y de búsqueda de la paz del comisario político de los hermanos castro: producción de armas y vendérselas a países del caribe. ¡Ese “coco” lo único que produce son ideas destructivas!
·       ¿Y con esos aviones no tripulados espías producidos en el país no se pueden detectar y ubicar los campos de narcos, guerrilla, etc.? ¿Ah, para eso no sirven? ¿No son capaces? ¡Que conveniente! Dice el pueblo que los mandaron a vestir de paisanos, ocuparse en las ciudades y pueblos, sobre todo de buhoneros, vendedores y mesoneros, desde donde puedan espiar a la gente sin ser notados ¿Será verdad? ¿Dudo, aun?
·       ¿Y, que mas decir ya sobre el abuso de las cadenas y hacer proselitismo político dentro y con las FA? ¿Dice el pueblo: “esta en pánico, necesita urgentemente, además, un psiquiatra, el jefe de su campaña no le sirve” y/o defendiéndose de “algo” no claro, oculto (parece que legalmente no puede ser candidato-eso deberían aclararlos los juristas y escuelas de derecho)? El pueblo tendrá que salir a la calle y exigir ¡Abajo Cadenas! ¡Pare el abuso de poder! ¡Es el colmo! ¡Ya es hora!
·       Seguir la brújula, no perderla: ¡Divulgar el programa de gobierno del candidato de la unidad nacional! ¡Paso a paso, pulso a pulso!
·       Las posibles evidencias de fraude electoral deben ser llevadas personalmente e informadas, de inmediato, de nuevo, ante la OEA, ONU, OTAN, UE, y países con gobiernos democráticos, productos del libre sufragio y civiles. Ahora es el tiempo.
·       Un telegrama de aquellos de antaño, de papel: “No persigas para no ser perseguido. Se te juzgara con el juicio con el que tú juzgues. Se te medirá con la medida con la que tú midas. Tienes que saber, comisario político de los castros, que Dios vela por tus actos desde el Cielo.
·       Alguien pregunto a una pitonisa: ¿Cómo explica usted la locura totalitaria, Mussolini, Hitler, Stalin, Castro, Chávez? Usaron las masas, en las que siempre predomina el cerebro emocional sobre el cerebro neocortical, el intelectual. Manipularon emociones, no razones. ¿Y, por eso los pueblos se dejaron aniquilar y esclavizar y el resto del mundo lo permitió? ¿Más de cien millones de personas aniquiladas? ¿Por qué no se ha liberado al pueblo cubano todavía? ¿Van a hacer lo mismo con Siria? ¡Dios mio!

Lema Histórico de Venezuela: “Dios y Federación”. Orquídea.- Falcón: Cuji Yaque.

“Como nada es mas hermoso que conocer la verdad, nada es mas vergonzoso que aprobar la mentira y tomarla por verdad”, proverbio.

Caracas, Venezuela, 16/06/2012.