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miércoles, 24 de octubre de 2012

Secuestro Express desde Miraflores Por Carlos E Méndez.


Octubre 22, 2012
Secuestro Express desde Miraflores
Por Carlos E Méndez

Los venezolanos viven aterrados por la ola de homicidios, robos, atracos y secuestros desatados en el país. Tan solo las FARC que operan a sus anchas en nuestro territorio patrio, mantienen secuestrados a 27 ciudadanos venezolanos. La impunidad con la que actúan los delincuentes es motivo suficiente para que la ciudadanía se mantenga en sus casas al toque de queda de todos los días cuando oscurece, o por estas calles a la defensiva cuando transita para evitar ser victima de esta guerra civil no declarada pero si anunciada.
Lo que ocurrió el 7-10 con los electores a quienes llevaron a empujones a los centros de votación después de las 5 de la tarde, fue prácticamente un secuestro express, expresamente ordenado desde Miraflores. Fueron sacados de sus casas y, bajo amenaza o edulcorados con unos pingues bolívares, llevados a votar por un determinado candidato. Un estado decente sale en defensa de las victimas de un secuestro, pero jamás se comporta como un plagiario.
Para quienes lo han sufrido, un secuestro es la peor humillación que un ser humano pueda padecer. Perder la libertad total en un santiamén, es una tragedia comparable a ser enterrado vivo. En otra escala, el delincuente sale a la calle dispuesto a matar, mientras que el ciudadano de bien prefiere esperar la protección del estado antes que tomarse la justicia por sus propias manos, ya que no desea pasar el resto de sus días en una cárcel donde lo más seguro es que sea nuevamente objeto de otro secuestro carcelario o de una violación a manos de una banda dirigida por un Pran.
En resumen, el ciudadano venezolano está indefenso dentro de los predios de su propia casa y dentro de las fronteras de su propio país, porque el territorio está sembrado de delincuentes encubiertos venidos de otras latitudes atraídos por la lotería de visas implementada desde el 2004 por este régimen tramposo, con el propósito de atrapar miles y millones de votos para sus referendos amañados y sus reelecciones compulsivas.



Carlos E Méndez

- El miedo tocó a la puerta; la fe abrió y no encontró a nadie -