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lunes, 4 de febrero de 2013

4 de febrero un asesinato a mansalva. Por: G/D (Av.) Jesùs E. Hung Abreu.

 4 de febrero de 2013 13:25
 4 de febrero un asesinato a mansalva.
Por: G/D (Av.) Jesùs E. Hung Abreu.                          
Los regímenes totalitarios, tales conmo el que hoy usurpa el gobierno en Venezuela, se caracterizan por tratar de torcer la historia para justificar sus crímenes. Un aciago día de febrero de 1992, un grupo de militares facistoides, sirviendo a los intereses de un grupúsculo de comunistas incrustados en la política venezolana (con la venia de una acomodaticia democracia) salieron desesperados a intentar dar un golpe militar al gobierno del Carlos Andrés Pérez, PRESIDENTE CONSTITUCIONAL DE LA REPÚBLICA DE VENEZUELA. 


Con toda la saña de una ambición grosera de poder, a esos delincuentes no les importó un comino ASESINAR A MANSALVA a un grupo de ciudadanos civiles y militares inocentes que se encontraban en sus labores ordinarias en diversas instalaciones militares y civiles del gobierno democrático de turno. Eso, sin entrar en disquisiciones políticas o ideológicas, fue lo que realmente sucedió el réprobo día martes 4 de febrero de 1992. Fue el día en que estalló con furia y odio lo que ya venía urdiéndose en los cuarteles por los asesinos militares conjurados bajo el samán de gûere años antes. Hoy se pavonean al amparo de una justicia corrupta comprada con el mismo dinero del pueblo que puso su sangre ese día. Ya podrán desfilar las tropas cubano-venezolanas en los próceres, ya podrán violar el espacio soberano de la patria los pilotos cubano-venezolanos, ya podrán hecerse salvas con los cañones de los buques de la antigua honrosa armada de guerra, ya podrán seguir matraqueando en los puertos, aeropuertos, aduanas y alcabalas los ahora guardias nacionales cubano-venezolanos, tratando de hacernos olvidar que ese día martes 4 de febrero de 1992  se cometió un asesinato en masa, pero la verdadera historia real se impondrá, y como ya lo he dicho antes, los familiares de aquellos inocentes asesinados, serán vengados.Van a faltar postes en la Avenida Bolívar de nuestra Capital. 
G/D (Av) Jesús E. Hung A.
IMAGEN SUPERIOR: Samuel Rojas en Google

 INFORMACIÓN ADICIONAL:  

Después que envié un correo al que titulé "4 de febrero de 1992, un asesinato a mansalva", hubo quien me preguntara, no sin cierta razón: ¿Y sabes acaso cuáles fueron esas víctimas inocentes a las cuales tú aludes en tu artículo? Y me dije: tengo que buscar información más precisa de las víctimas de ese asesinato en masa. Es por ello que les reenvío esta lista parcial, que no es exhaustiva, de los nombres de algunas de esas víctimas, ésas que jamás deberán ser olvidadas y por las cuales pido justicia, para ellos y para sus familiares. Van a faltar postes en la Avenida Bolívar de Caracas. G/D (Av) Jesús E. Hung A.

Víctimas inocentes de la violencia militar castrocomunista del martes 4 de Febrero de 1992:

Civiles

Noelia Lorenzo Parada. Tenía 9 años de edad. Recibió una bala de FAL en la cabeza cuando los Insurgentes iniciaron la toma de Miraflores, vivía en La Avenida Sucre era una alumna brillante del Colegio Teresiano de La Castellana. Era la hermanita mayor de tres niñas de una familia Uruguaya, era también una excelente alumna en la Escuela, hoy tuviera 21 años de edad.
Echarta Gaiska. Tenía 20 años y era estudiante de Ingeniería. Recibió una bala de FAL cuando los insurgentes iniciaron el asalto a la Carlota.
Migdalia Antonia Delgado de Marquina. Tenía 30 años y era Dirigente Estudiantil. Recibió un disparo de FAL en la cabeza, disparado por los rebeldes en La Base Aérea La Carlota, su hijo de 3 años recibió una herida rasante de FAL en la cabeza. Dejó otro hijo en aquel entonces de 6 años. Era hija del Jefe Civil de Chacao.
Hugo Orlando Villarte Mejías. Tenía 40 años. Trabajador de la Torre La Primera. Muerto a balazos por francotiradores en el “23 de Enero”.
José Enrique Ordaz. Tenía 44 años, era Escenógrafo de Arte TV, recibió un balazo en la espalda cuando militares insurgentes dispararon repetidas veces desde el Museo Histórico Militar en la parroquia “23 de enero” durante la revuelta del 4 de febrero, falleció el día siguiente en el Hospital Militar.
 
Funcionarios Policiales caídos en cumplimiento del Servicio:

Gerson Gregorio Castañeda, tenía 26 años y era Agente de la DISIP adscrito a la División de Patrullaje Vehicular, muerto en La Casona cuando los Insurgentes atacaban las casas aledañas a la Residencia Presidencial.
Edicto Rafael Cermeño Joves, Agente de la DISIP, muerto en La Casona.
Jesús Rafael Oramas, tenía 30 años y era Agente de la DISIP, adscrito a la División de Patrullaje Motorizado, resulto muerto a balazos en La Casona.
Jesús Aponte Reina, tenía 21 años era Agente de la Policía Municipal de Sucre, falleció al recibir un impacto neto de Mortero cuando los Insurgentes atacaban las residencias aledañas a la Residencia Presidencial de La Casona.
José Aldana, Cabo II de la Policía Metropolitana, muerto a balazos por los Tupamaros en La Cañada, Parroquia “23 de Enero”.
Franklin Alexis Vega, Agente de la Policía de Valencia, Estado Carabobo.
Wilmer Díaz, Agente de la Policía de Valencia, Estado Carabobo. 
 
Efectivos Militares que cayeron luchando por la Patria y por la Libertad:
 
Deivis Peña Juárez, Cabo Segundo de la Guardia Nacional.
Elio José Gamboa, Cabo Segundo, Guardia de Honor.
Miguel Escalona Arriechi, Guardia de Honor.
Jesús Alberto González, Guardia de Honor.
Julio Peña Labrador, Guardia de Honor.
Jesús Santiago, Capitán (Ej).
Fernando Cabrera, Subteniente (Ej).
Pablo Linares, Sargento Técnico (Arv)
Celso González, AT de la Aviación.
José Salas Ramírez, Distinguido (Ej).
José Ramón Noguera, Soldado (Ej).
José Nieves, soldado (Ej).
Jesús G., Rodríguez, Distinguido (Ej).
Luis García, Distinguido (Ej).
Guerras Montes de Oca, soldado (Ej).
Hernández Herrera, Soldado (AV)
César Castillo, Soldado (Ej).
Wilmer Molina, Soldado (Ej).
Dos soldados desconocidos del Ejército
 Nota: la lista fue realizada en el 2003 por un funcionario de la DISIP que prefiere mantener su nombre en el anónimato. Y me pidió que hiciera constar que lo hizo en honor de los caídos. Martha Colmenares