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jueves, 28 de febrero de 2013

Oficiales cubanos deciden en la FAN. FIM. BOLETIN DE NOTICIAS NRO. 260.


FRENTE INSTITUCIONAL MILITAR


Caracas, 28 de Febrero de 2013
BOLETIN DE NOTICIAS NRO. 260


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Denuncian que “300 cubanos toman decisiones en la FAN”

Caracas, febrero 21.- El dirigente nacional de Voluntad Popular y general en situación de retiro, Antonio Rivero, volvió a denunciar la “injerencia cubana” en asuntos militares de la nación. Ayer dijo que 300 efectivos castrenses de la isla participan en las decisiones que toma la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (Fanb). Dijo que de acuerdo con datos recabados durante su actividad dentro de la Fanb, e informaciones obtenidas durante los últimos años, esos efectivos dicen qué hacer en materia de seguridad y defensa, “cuestiones que solo le competen a militares venezolanos”. “Esto representa literalmente un ejército de ocupación que atenta contra el clima de estabilidad regional, al conformar y organizar a la FAN con la participación de otra fuerza armada extranjera, en pleno conocimiento de los elementos que configuran nuestro sistema de defensa nacional”. Rivero mostró fotografías en las que aparece un militar cubano de alto rango, Leonardo Arnoldo Valdés, junto a otros generales cubanos, revisando “cartas de situación”, que contienen información relativa a la organización y despliegue de efectivos militares para labores defensivas en el territorio nacional. Aseguró que desde 1997 hasta nuestros días han ingresado 210 mil 767 cubanos al país, tanto para el sector defensa como para el propio Poder Judicial. “De esta cantidad el 83% permanece en el país durante un año o más. Para 2010, 92 mil 700 laboraban en la administración pública, bien sea como asesores a nivel ejecutivo, directores o empleados, lo que representa un costo para el Estado venezolano de más de 120 millones de dólares, lo que incluye no solo su pago, cuyo 18% va al gobierno cubano, sino la utilización de recursos públicos para su alojamiento, traslado y hasta manutención”. Calculó que cada cubano le cuesta al país 1 mil 300 dólares mensuales, equivalente a más de 3 salarios mínimos en el país, justo cuando se enfrentan las consecuencias de una devaluación y otras fuertes medidas económicas. Emplazó a los venezolanos a “desenmascarar esta situación y seguirla denunciando, porque se trata de una pérdida de la soberanía y un gasto público desmesurado que se malgasta cuando estamos al borde de una crisis económica”. Recordó que en el pasado ha hecho esas denuncias ante el Ministerio Público, pero la respuesta fue una investigación en su contra. (Con información de Prensa VP). http://www.notitarde.com/




EL HONOR MILITAR
“El militar tiene otros deberes y otros derechos; obedece a otras leyes, tiene otros jueces, viste de otra manera, hasta habla y camina de otra manera. Él está armado, tiene el privilegio de estar armado, en medio de los ciudadanos desarmados. A él le confiamos nuestra bandera, a él le damos las llaves de nuestras fortalezas, de nuestros arsenales y a él le entregamos nuestros conscriptos y le damos autoridad para que disponga de su libertad, de su voluntad, hasta de su vida. Con una señal de su espada se mueven batallones, se abren nuestras fortalezas, se baja o sube la Bandera Nacional. Y toda esta autoridad y todo este privilegio, se lo damos bajo una sola y única garantía, bajo la garantía de su honor y de su palabra. Nosotros juramos ante Dios y la Patria, con la mano puesta sobre los Evangelios; el Militar jura sobre el puño de la espada, sobre esa hoja que debe ser fiel, leal, brillante como un reflejo de su alma, sin mancha y sin tacha. Por eso, la palabra de un Soldado tiene algo de sagrado y faltar a ella es algo más que un perjurio. Y bien, Señor Presidente, es éste el cartabón en que tienen que medirse nuestros jóvenes militares, para saber si tienen la talla moral necesaria para ceñir la espada, que es el legado más glorioso de aquellos héroes que nos dieron Patria; para vestir ese uniforme lleno de dorados y galones sería un ridículo oropel si no fuera el símbolo de una tradición de glorias, de abnegación y de sacrificios, que obligan como un sacerdocio al que lo lleva…” Extracto de un discurso, que pronunció en el Congreso Nacional, el presidente argentino Carlos Pellegrini el día 11 de junio de 1906, referido al HONOR MILITAR. Compañeros de armas: Fuerzas extranjeras de ocupación están mancillando el sagrado suelo venezolano… Cumple con tus obligaciones constitucionales… EXPULSALAS… Cnel. (Ej) Rubén Darío Bustillos Rávago

¿Hasta cuándo?

Gral. de Div. (Ej) Fernando Ochoa Antich.

Hugo Chávez debe responder esa pregunta. No es posible que la ambición de una persona y de una camarilla pueda someter a un país al grado de incertidumbre que vive actualmente Venezuela. Parece ser que el presidente de  la República llegó a Venezuela, desde Cuba, el lunes 18 de febrero en la noche. Hoy, viernes 22, día en que envío mi artículo a eluniversal.com, todavía nadie lo ha visto ni él ha tenido la fortaleza  para dirigirse a los venezolanos. Pareciera ser que la decisión de viajar la tomaron los Castro, Maduro y Cabello, ante la posición de los valientes estudiantes que se encadenaron en las rejas de la embajada cubana para exigir se aclarara la situación constitucional que enfrenta Venezuela y el impacto que dicha protesta empezó a tener en la opinión pública. La verdad, la única verdad es que la situación política es totalmente insostenible. Hugo Chávez tiene que aparecer o el Tribunal Supremo de Justicia debe nombrar una Junta Médica, de reconocida capacidad y prestigio, para que, de una vez por todas, aclare de manera definitiva si Hugo Chávez está en condiciones de ejercer la presidencia de la República. Si esto no ocurre, los venezolanos tenemos que concluir que Hugo Chávez no se encuentra en condiciones para ejercer el poder y por lo tanto, el gobierno de Nicolás Maduro es ilegítimo e ilegal. Usurpa las funciones que ejerce.  El único que tiene legitimidad es Hugo Chávez. Si él no puede desempeñar el cargo se debe aplicar el artículo 233 de la Constitución Nacional ante la certeza de su ausencia absoluta.  La maniobra del chavismo está a la vista. Se engaña a los venezolanos con un solo objetivo: ganar tiempo. A la camarilla formada por Nicolás Maduro, Diosdado Cabello y Rafael Ramírez no les importa ni el   sufrimiento de Hugo Chávez, ni el dolor de su familia, ni la grave crisis económica y social que ya tuvo su primera consecuencia: la devaluación del bolívar en un 46 % de su valor con respecto al dólar. Lo importante es lograr que Nicolás Maduro, supuesto candidato del PSUV, logre fortalecer su popularidad a través de la propaganda oficial. Eso es lo que hemos visto durante estos dos meses. No sólo ha ocupado todos los espacios en los medios de comunicación sino que, además, se ha dedicado a amenazar e insultar,  de manera inaceptable, a la oposición democrática. Parecieran olvidar que los votos de la oposición representan cerca del 50 % de los venezolanos. Se hacen la ilusión de que el triunfo en las elecciones presidenciales y de gobernadores significa que los venezolanos respaldan masivamente la supuesta Revolución Bolivariana. Olvidan que ese triunfo se logró en medio de un indiscutible abuso de poder, que empieza con el uso masivo y gratuito  de los medios de comunicación para defender la acción de gobierno y promocionar a los candidatos oficialistas, para terminar con todas las arbitrariedades, habidas y por haber, en el campo electoral. Además, no recuerdan que sus partidarios permanentemente los responsabilizaban a ellos de todos los errores que cometía Hugo Chávez desde la presidencia. Esa percepción no da votos. Para colmo, el mal manejo que el régimen chavista ha venido haciendo de la economía, durante estos catorce años, obligó a aplicar “un nuevo paquetazo”, para poder equilibrar unos números que realmente aterrorizan. Es tan grave la situación que, por primera vez, no se acompañó el ajuste económico con medidas compensatorias para evitar el impacto en los sectores más pobres de la sociedad. Rechazar, como lo hizo la bancada chavista, un incremento del sueldo mínimo similar al monto de la devaluación es un absurdo, pero me hace ver con claridad la estrategia de Nicolás Maduro y la camarilla que ha empezado a rodearlo: retardar las elecciones presidenciales, el tiempo que sea necesario, para lograr fortalecer su imagen popular y tratar de recuperar la economía. Al contrario, la estrategia de la oposición debe buscar presionar, con gran fuerza, la inmediata convocatoria de las elecciones presidenciales. Definitivamente, Hugo Chávez ya no puede ejercer sus funciones. La táctica es una sola: movilización popular. Es una realidad indiscutible, que los sectores de oposición no están muy dispuestos a salir a la calle. En ellos influyen los dolorosos recuerdos del 11 de Abril y el fracaso de la huelga petrolera. Eso es verdad, pero también es cierto que el ambiente político ha empezado a cambiar. Las protestas populares se repiten constantemente. Lo que hay que lograr es coordinarlas y darle orientación política. Al mismo tiempo, se requiere recordarle permanentemente a la Fuerza Armada su obligación de respetar y hacer respetar la Constitución Nacional. fochoaantich@gmail.com.




Sin duda las presiones de las últimas semanas, llevan a pensar que de un momento a otro debería sucederse un desenlace de esta situación de incertidumbre, de evidentes violaciones Constitucionales, acompañadas de abusos de poder, usurpación de funciones y clara entrega de nuestra Soberanía que requieren decisiones ciudadanas de gran responsabilidad y un llamado a todas las fuerzas políticas, sociales, económicas y militares para que retomemos el camino democrático que nos ha arrebatado este gobierno castrocomunista. Como esta información de un buen amigo que trata de prevenir las formas de actuar de estos abusadores con sus cientos de amenazas para quienes tratamos de apoyar el rescate de la República de Venezuela, también aflora a diario la inquietud ciudadana por Libertar Venezuela. Es la hora de emplear nuestro intelecto y fuerzas físicas para actuar y luchar por la Libertad. La situación de la compulsiva invasión cubana y entrega territorial de nuestro país por parte de este gobierno, no puede ser más abierta y por ello debemos exigir en la calle el retorno a ese país libre y democrático por el cual lucharon nuestros Libertadores y por el cual luchamos durante los años 60, en que este mismo sistema castrocomunista, invadió nuestro territorio Patrio y mancilló con su sucia bota y el crimen desenfrenado de cientos de compañeros de armas, la Integridad Territorial. Por una Venezuela Libre del castrocomunismo y con un sistema Democrático capaz de permitirnos progresar. Vicealmirante Jesús Enrique Briceño García

Gloria al Manso Pueblo

Por: Iván Olaizola D’Alessandro

Nunca pensó don Vicente Salias que en algún momento de nuestra historia habría que hacerle algunos retoques a la letra del Himno Nacional. Y es que de aquel Gloria al Bravo Pueblo/ que el yugo lanzó, hemos pasado a un “gloria al manso pueblo/ que el yugo aceptó”. La compostura de nuestro pueblo en estos últimos, digamos diez años, ha sido un ejemplo de “pacifismo estoico” para el mundo entero. Hemos aceptado con franciscana postura todo lo que al actual mandatario (al de Cuba) se le ha ocurrido hacer con esta patria de libertadores. Arregló elecciones para perpetuarse en el poder. Acabó con los contratos colectivos y con la autonomía de los sindicatos. Las armas, otrora de uso exclusivo de los organismos de seguridad y defensa del país se las pasó a los colectivos y grupos adeptos a su gobierno. Cambió fechas patrias y hasta la propia historia. Cerró televisoras y emisoras. Metió políticos a las cárceles y exculpó a criminales. Usó los recursos del Estado como hacienda propia. En fin que trastocó todo, incluido la vida normal del país y de sus habitantes. Y el pueblo, el de alpargatas, el de corbata y el de uniforme, tranquilos, calladitos. Se acepta sin aviso y sin protesto, cual letra de cambio, la continuidad de un gobierno que venció el 10 de enero. Un presidente sin jurar la constitución. Un vicepresidente del gobierno anterior. Un mandatario virtual, con firma electrónica, que nadie ve ni oye, dando órdenes y tomando decisiones. Se cambió la capital de la república. Se, eufemísticamente hablando, ajusta la moneda para bien del pueblo. Se incrementan los partes de guerra por la violencia diaria. La cesta básica por la estratósfera, por lo caro y porque no se ve. Y todo transcurre en calma. Mientras todo esto ocurría, y ocurre, en nuestro país, en el mundo entero otros pueblos, muchos pueblos, teóricamente menos bravos que el nuestro, al menos por la letra de sus himnos, irrumpían en contra de lo establecido. Derrocan dictaduras y gobiernos tiránicos y arbitrarios, mandado a sus cabecillas al degredo de la historia. Movimientos de muchos nombres y estaciones surgieron para reivindicar a los pueblos oprimidos. Pero nosotros, como pueblo, debemos sentirnos orgullosos, somos respetuosos de las leyes, de la democracia, somos como los pueblos de Cuba y de Corea del Norte. Orgullosos de nuestro máximo líder. Que Dios le de vida eterna. Un amigo, a quien llamo cariñosamente Vitelio, porque no solo me corrige los errores idiomáticos de mis paraninfos sino que me los censura, en este caso para protegerme del G2, me acota: “Iván, es que nuestra patria agotó su semen. Parió a un Guaicaipuro, a un Gual y España, a un Miranda y Bello, a Bolívar y Sucre. A un Páez. A un J.V. González y un Pocaterra. A una generación del 28 y una del 58. Los últimos espermatozoides los echó el 11 de abril”. Sabio el amigo.




A Chávez le llegó su hora. Sus cómplices temen que la suya también. Y eso explica la opereta y la furia de las víboras. Sí, queridos lectores: es de la famosa novela de François Mauriac de donde tomamos prestado el nombre de estas líneas. Porque viene como anillo al dedo a la opereta con fondo trágico que se representa en Venezuela. No cabe duda de que el Comandante se la buscó. Pudo conseguir el consuelo de un final digno para su turbulenta carrera de mal militar y eficiente demagogo. Prefirió llevar al extremo su pasión narcisista por el mando, ceder ante sus odios y aspirar a la pompa mundana de una apoteosis que lo semejara a Bolívar. Pero se va a quedar con los dolores del prócer, sin un ápice de su grandeza. Lo que hay en torno suyo, esa carrera por los restos de la piñata que va a romperse, es lo que tiene merecido su memoria. Fernando Londoño Hoyos

No reconozco a los déspotas

Por: ASDRÚBAL AGUIAR:

Ese orden de facto que hoy nace... es irreconocible para los venezolanos Durante 14 años he escrito sobre el régimen que se instala en Venezuela desde 1999. Lo llamo "demo-autocracia", pues expresa -obra de la anomia y la amoralidad política corrientes- al gobernante que personaliza el ejercicio del poder y lo hace de modo absoluto, sin miramientos. Sus decisiones no son limitadas o frenadas con eficacia por otras fuerzas dentro del Estado o la sociedad, que se le subordinan. La separación de los poderes y la sujeción de éstos a la ley, características de la República, le significan formulismos estériles o las digiere si son hijas de su voluntad y amoldables a su voluntad. Pero, he aquí lo novedoso, se hace autócrata por consentimiento popular y en elecciones plebiscitarias.
Se afianza así una modalidad de dictadura por los caminos de la democracia. Democráticamente se le da partida de defunción a la democracia, o acaso se la sostiene nominalmente pero perturbando y haciendo de su lenguaje una Torre de Babel. Sus valores y principios son reinterpretados a conveniencia, para encubrir a la misma autocracia y minar las resistencias de la opinión pública democrática.
No cuenta la ética de la democracia, a cuyo tenor los fines legítimos reclaman de medios legítimos y viceversa. Y se impone, en apariencia, una dictadura de mayorías, más allá y por encima de la Constitución, pero a la sazón éstas encarnan en el autócrata, quien habla y decide por ellas. Esto ha sido así hasta ayer. La "heterodoxia" democrática llega a su final y la cobertura engañosa de sus formas rueda por el piso. Al autócrata lo vence la fatalidad y en la hora postrera sorprende e intenta amarrar el futuro, con apego a la ortodoxia: "Si como dice la Constitución... si se presentara alguna circunstancia sobrevenida, así dice la Constitución, que a mi me inhabilite... para continuar al frente de la presidencia de la República Bolivariana de Venezuela, bien sea para terminar, en los pocos días que quedan... ¿un mes? ... Nicolás Maduro no sólo en esa situación debe concluir, como manda la Constitución, el período; sino que mi opinión firme... -en ese escenario que obligaría a convocar como manda la Constitución de nuevo a elecciones presidenciales-"ustedes elijan a Nicolás Maduro como presidente... ", son las palabras de Hugo Chávez, dichas el 8 de diciembre pasado, en una suerte de contrición y enmienda ante la disyuntiva de su inhabilitación física o desaparición. Pero una cosa piensa el enfermo y otra sus herederos. De modo que, llegado el 10 de enero, cuando concluye el período constitucional y el Presidente en ejercicio acepta desde antes que deja de ser tal ese día y a la espera de que en su calidad sobrevenida de Presidente electo, nuevamente, jure para otro período, éstos deciden mantenerlo a distancia, invisible, lejos de intrusos e interesados en "su" patrimonio. Y presa y preso como es y está, en manos de Cuba, la "demo-autocracia" que crea y recrea muda en despotismo, con la aviesa complicidad de una justicia arrodillada. Al déspota se le cree o presenta como a un Dios o su descendiente, o sumo sacerdote; y en eso, justamente, a conveniencia, mediante un artificio jurídico que autentica como escribana Luisa Estela Morales, es transformado Chávez por los Maduros y los Cabellos, guiados por los albaceas testamentarios de los Castro, bendecidos por los Insulza y hasta por Marco Aurelio García, a nombre de Brasil. La Constitución cambia en horas de espaldas al poder constituyente. El gobernante enfermo, luz de la revolución es llamado a mantenerse como tal, más allá de sus circunstancias. Los usurpadores de su voluntad, piden se le reconozca como ser sobrenatural, atemporal, libre de juramentos o ataduras profanas y mundanas. "Puede volver cuando le dé la gana", espeta hace algún tiempo José Vicente Rangel.  Ese orden de facto que hoy nace, en el que el "déspota" decide si jura o no lealtad a la Constitución y cuyo mandato jamás se extingue, es irreconocible para los venezolanos. Es la negación de los valores de la República imaginada en 1811 y que nos dimos a partir de 1830. "El pueblo de Venezuela, fiel a su tradición republicana,... desconocerá cualquier régimen, legislación o autoridad que contraríe los valores, principios y garantías democráticos... ". Así lo prescribe el artículo 350. No lo olvidemos.
correoaustral@gmail.com


La MUD en lugar de abrirse y ampliarse, se encoge y contrae... el sectarismo excluyente está terminando con la Unidad. La MUD no oye, ni ve ni recoge las experiencias de los recientes fracasos electorales. Creer ciegamente en un CNE rojito los conducirá, inexorablemente, a una nueva derrota electoral. El pueblo esta clamando por acciones de calle en contra de los Usurpadores del Poder que únicamente pueden ser convocadas y dirigidas por la MUD.

DIOSDADO EN PELOTAS

Por: Gustavo Tovar-Arroyo

Si Hugo Chávez estuviese en su sano juicio hubiese mandado para el carajo-otra vez- a Diosdado Cabello por mentecato. Su falta de intuición política, su cinematográfica vagabundería, su estilo de ejercer el poder como mafioso de telenovela, sin tacto y burdo, quedaron en evidencia esta semana. Comenzó su faena con la disparatada y boba confiscación de la gorrita tricolor de Capriles -semejante pequeñez jamás se le hubiese ocurrido al sátrapa- y culminó con el espectáculo de circo en la Asamblea Nacional, donde su promocionada y tan esperada acusación de corrupción contra el partido Primero Justicia concluyó como una apoteósica paliza sobre sí mismo. Todo le salió mal a Diosdado. Todo. Tan mal que nos hizo comprender con claridad por qué Chávez lo había excluido de su tren de confianza, llegando a confesar en alguna ocasión en el seno de la Asamblea Nacional que él se había opuesto a que Diosdado quedase de Presidente de la misma; mucho menos lo habría querido como sucesor de su delirio. Diosdado es una calamidad, su torpeza de no ser trágica, sería comiquísima. Cuando lo vimos disfrazado de regordete militar, con la lipa escurriendo su espíritu ricachón y burgués, colocándose la gorrita tricolor, signo y seña de su verdugo electoral y némesis: Henrique Capriles, predijimos su debacle. Nadie le cree ni le creerá jamás. Es demasiado obvio, tosco, nuevo rico en su teatralidad pseudo socialista. Ni Maduro confía en él como lo confirmó cuando, previendo que lo de la confiscación de la gorrita era una colosal idiotez, supo astutamente endilgarle a Cabello la pendejada. A Cabello -desamparado en la moral y en la política- no le quedó más recurso que promover a través del inefable Carreño (el revolucionario Gucci), el encarcelamiento de sus verdugos. Mucho se sabe que el recurso de los que no tienen razón es la violencia. Después de semejante vergüenza, a un Cabello en pelotas no le quedara más otro remedio sino aplicarla. Me duele como venezolano que esto suceda, pero es inevitable. Más persecución, más encarcelamiento, más herida, más muerte. Eso ha sido el chavismo desde el primer día: sangre derramada de venezolanos inocentes, cuando dispararon por la espalda a sus “hermanos” militares el 4 de febrero de 1992. Seguirá siendo así mientras rijan Venezuela. El chavismo está desnudo: su moral regordeta, flácida y minúscula no nos inquieta, hasta el último segundo nos causará risa. @tovarr gustavo.tovar.arroyo@gmail.com




“Más que la maldad de los villanos, me apena la cobardía de los hombres honestos” Albert Camus




Art. 328 DE LA CONSTITUCION NACIONAL: "La Fuerza Armada Nacional constituye una institución esencialmente profesional, sin militancia política, organizada por el estado para garantizar la independencia y soberanía de la Nación y asegurar la integridad del espacio geográfico, mediante la defensa militar, la cooperación en el mantenimiento del orden interno y la participación activa en el desarrollo nacional, de acuerdo con esta Constitución y la ley. La FAN está integrada por los componentes Ejército, la Armada, la Aviación y la Guardia Nacional.

NOTA: EN NINGUNA PARTE DE ESTE ARTICULO SE MENCIONA A LAS “MILICIAS NACIONALES BOLIVARIANAS” NI A “LOS GUARDIANES DEL PUEBLO” CON LOS QUE SE QUIERE REEMPLAZAR A LA GN COMO COMPONENTES INTEGRANTES DE LA FAN, POR LO TANTOS SON INCONSTITUCIONALES Y DEBE SER ACTIVADA SU DENUNCIA HASTA LOGRAR SUS RESPECTIVOS DESMANTELAMIENTO.