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martes, 23 de abril de 2013

En Venezuela el sistema de votación es perfecto porque nunca pierde el régimen. Por: Francisco Alarcón.



Mar Abr 23, 2013 5:42 am  
En Venezuela el sistema de votación es perfecto porque nunca pierde el régimen

El problema ocurrido en nuestro país con las votaciones y la polarización política por la supervivencia, el mundo entero lo conoce, fue concebido por los chavistas para no perder más nunca una elección y menos presidencial.

Las denuncias abundan y de distinta índole, cada venezolano tiene su propia interpretación, algunos explican que son manejadas desde Cuba, que los resultados físicos no se corresponden con los procesados, que votan los muertos, los indocumentados, y que el registro electoral está inflado.

Pero nos remitiremos a lo más cercano, tomando en cuenta ese comentario generalizado que escuchamos en la calle en la boca de chavistas y no chavistas cuando espetan, con razón nunca han perdido una elección en 14 años, y la que perdieron la revirtió Chávez con una Ley Habilitante. Se habla de paz, de rencuentro entre los venezolanos y por primera vez en estos 14 años ocurrieron hechos tan irregulares el día de la votación, que quedaron atrás el resto de los vicios continuados del régimen, cuando utiliza todos los canales del estado para su propaganda y nadie sabe de donde salen los fondos, cuando regalan las cocinas, lavadoras y demás artefactos de línea blanca para arrear el voto hacia su lado. Se ha denunciado un fraude continuado que desemboca el día de las elecciones, cuando activan los mecanismos de coerción e intimidación al máximo.

El oficialismo cuenta no solo con el Plan República sino con la incondicionalidad de los militares que lo dirigen, se penaliza la protesta y se movilizan las catervas de motorizados para apuntalarlo mejor. Es un día de tensión para los venezolanos acostumbrados a ejercer el voto en democracia. Los comunistas fueron minando todo, acabaron con los veedores acreditados y los llaman en la actualidad “acompañantes”, en su totalidad correligionarios chavistas provenientes de otras tierras o de lugares ignotos, que nada les importa el resultado de las elecciones ni su imparcialidad sino que se imponga el oficialismo, así cumplen con su misión turística en nuestro país, financiados por el CNE.

Indudablemente que para los chavistas este el sistema más seguro de votación, pues no pierden nunca y hasta el presente la oposición había muerto en silencio. Las elecciones recientes marcarán un hito en la historia de Venezuela, porque seguramente pondrán al descubierto el incierto resultado con que proclamaron en 24 horas al candidato oficialista, cómo para callarle la boca a todo el orbe.

Pero se equivocaron, brotarán cosas ocultas a la vindicta publica, los milagros y enfermedad del expresidentes fallecido, los mensajes de sus delfines y también por supuesto sus hondas diferencias. Venezuela fehacientemente sabrá quienes en realidad son esos burgueses a los cuales alude permanentemente Maduro. Es un buen momento para rescatar la libertad, se respiran aires de liberación y vemos como en el exterior se dan cuenta de todo lo que está ocurriendo en esta Patria de libertadores, convertida en morada de esclavos.

Vimos un desfile militar que debe haber sorprendido a considerables con tantas adulancias y servilismos, y en el que, sus participantes, en ningún momento mencionaron su subordinación a la Constitución. Y sobre la auditoria de la nada que, contempla el CNE, nadie se los creerá; las auditorias se realizan sobre el físico para demostrar que el sistema funcionó, y no a la inversa como se lo escuchamos a sus rectoras. Lo absurdo no se impondrá escondiendo la verdad, como tampoco se trocará a la mayoría de los venezolanos en conspiradores ni se reducirán a las ergástulas. Hay ejemplos claros y recientes para dilucidar estas situaciones, como dijera la representante del Departamento de Estado de los EEUU, cuando Gore perdió transcurrió un mes contándose los votos, y en México cuando López Obrador impugnó pasaron dos meses, aunque el derrotado se cansó de echar vainas y sus partidarios de tirar piedras y otras cosas, y no terminaron ni en las cárceles ni muertos, sencillamente fueron derrotados con votos. Si nuestros camaradas piensan que por haber sido adiestrados en Cuba aquí ocurrirá lo mismo, mejor es que vayan madurando una reconciliación y no una confrontación. Grandes problemas se avecinan y se necesitará de la participación de todos, aunque haya sido “el milagroso” quien los irrogó, regalando dinero en el exterior, petróleo y comprando armas innecesarias entre otras cosillas. Paz y conteo como Dios manda y no como cree el G2 se hará, no estamos en la “ínsula soñada”.
 Opinión
Francisco Alarcón