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lunes, 14 de octubre de 2013

ENFRENTAR A LOS EXTREMISTAS DEL PODER. Por: Jesús Enrique Briceño García.

ENFRENTAR A LOS EXTREMISTAS DEL PODER.
    *Jesús Enrique Briceño García.
La sapiencia de la Iglesia sobre sistemas políticos se materializa en casos como la Encíclica DIVINI REDEMPTORIS del Sumo Pontífice Pio XI en contra el comunismo, o la crítica al Socialismo que hacía Juan Pablo II abogando por más libertad. Mas recientemente la racionalidad ante la perturbación de gobiernos autoritarios clamada por el Papa Benedicto XVI en una conferencia que dictó en la universidad de  Regensburg, en la que apuntó al meollo de la violencia, en quienes justifican la violencia para alcanzar sus objetivos y esto unido a la crítica al comunismo de nuestro actual Papa Francisco, conforman la critica que todo buen ciudadano debería hacer a la violencia que afecta nuestra civilización y a la pasividad que justifica el uso y la manipulación de la religión o de la política, para santificar y justificar abusos, guerra y muerte. Las Organizaciones Guerrilleras, la Jihah, los golpistas, así como aquellos que matan por drogas, son personas que justifica la muerte de inocentes para alcanzar el Poder, unos del Estado, otros del Dinero, para imponer sus ideales y en esa exaltación del idealismo, sus mentes perturbadas imaginan alcanzar máximas recompensas, aun a costa de la vida de otros, al igual que cualquier perturbado mental que masacra niños en un colegio, cumpliendo  con alucinaciones de sus mentes dislocadas. Estas personas, se abrogan en forma inmoral los principios, los fundamentos sociales, religiosos, políticos o económicos para lograr los objetivos: “El fin justifica los medios”, es su máxima y apelan al uso de la fuerza quien sea se oponga a su manera de pensar. Peor aún, con principios antinaturales, sensibilizan la ingenuidad humana y aquella poca capacidad de penetrar en los misterios que ofrecen el desconocimiento de las cosas por parte de los más débiles: El PUEBLO. Imponen formas anticuadas de barbarie, como la de los Talibanes en Afganistán que destrozaron toda forma de progreso. Imponen ante la mirada atónita de los más educados, formas de gobierno retrogradas capaces de quebrar un país rico en materias primas y hacerlo importar hasta un 70% de sus necesidades alimenticias, solo por el hecho que los productores y empresarios, representan ideas adversas a su doctrina política. ¿Qué dirían los científicos de la economía si revisaran los desastres en decisiones económicas, con las cuales han manejado a su antojo extremistas, que prefieren que los empresarios extranjeros, manejen los sistemas productivos venezolanos?. Un Presupuesto que solo maneja el 60% del ingreso real y el otro 40%, es dinero debajo del colchón que se usa a manirrota para los amigos extranjeros del régimen. ¿Cómo nos juzgaran las futuras generaciones con nuevas ideas y nuevas formas de mercado, si vieran el aislacionismo con que estos extremistas están manejando el Estado venezolano?, o ¿Qué dirían los padres de la Democracia en Venezuela, si nos vieran sometidos por una banda de extremistas que se reparten el botín del Estado y que por el hecho de tener las armas de la República, someten la sociedad, apoyados por un Alto Mando con parcialidad política en lugar de defender la Soberanía e Integridad Nacional?. ¿Qué clase de venezolanos somos que no reaccionamos ante tal nivel de abuso? Castrocomunistas entronizados en el poder, aun a costa de evidentes violaciones de la Constitución. Una invasión cubana que penetra incluso comandos operativos de la FAN y una intromisión patética del poder dirigido desde cuba, en asuntos que van desde nuestras Cedulas de Identidad y Registros Nacionales, hasta el manejo de Puertos y la Pesca nacional.

El perdón por las barbaries, parece ser siempre la conducta de la gente desarrollada. Nunca he oído a extremistas musulmanes, pedir disculpas por miles de asesinatos que han causado por pregonar ideas de la Liberación de Palestina, contra gente inocente en Israel, en Argentina, en Tailandia, y muchísimos países o por el abominable crimen en las Torres Gemelas en USA donde tanto asesinato se materializó. Más cercanos aún a lo que nos pasa, nunca he oído reivindicar a los castrocomunistas los muertos que ocasionaron por la invasión cubana de los años 60, por los cientos de asesinatos en los golpes del porteñazo o el carupanazo y menos por los 400 asesinatos de gente inocentes con los golpes catrocomunistas del 92, todos tratando de imponer la doctrina comunista en un país que progresaba y respetaba la Democracia hasta los límites de haber sometido a juicio a un Presidente. ¿Esos asesinatos, si son justificados?. ¿A cuenta de qué?. ¿A ellos no les interesa la muerte de los más débiles con una justificación fundamentalista para comprometer  mediante sus ideologías a sus seguidores?.

En Venezuela, estamos hartos de tanto crimen impune, de tanto control que ha hecho del país una guarida de extremistas, con el más bajo nivel mundial de confianza para invertir y el más alto nivel de corrupción. De tener una FAN altamente operativa, ahora no se habla de Empleo Táctico, sino de batallones de generales y almirantes hablando de política y de negocios.
Estamos cansados del discurso que justifica la violencia y la división de clases, como medio para gobernar. Es hora de hacer un alto, para reflexionar sobre esta disquisición del extremismo, en nuestro caso el totalitarismo castrocomunista, que justifica todo el poder apoyado en las armas, para hacer lo que le venga en gana, inclusive ideologizar para matar. Estamos presenciando impávidos el desvalijamiento de las Instituciones del Estado y sus recursos. Indolentes ciudadanos ante el actual rumbo de la Democracia, que promueve el apoyo a los seguidores del régimen estructurados en milicia indisciplinada, en motorizados agrupados en círculos bolivarianos o agrupaciones paramilitares que son capaces de ser justificados hasta por ministros del gabinete en el uso de sus armas, en impunidad, en violencia, incluso muerte, como las que justificaron desde Puente Llaguno, Plaza Altamira, la Paragua y los miles de muertos que justifican como enfrentamientos y que dislocan el avance del progreso de un país.
Conocer sobre el extremismo en Venezuela, es tarea prioritaria en el quehacer de nuestros dirigentes, ya que a diario esas personas desarrollan una cultura aislacionista, imponiendo sus criterios, sentimientos e ideologías a toda costa y enseñando a usar los principios de cualquier medio violento para justificar sus fines de alcanzar el poder de los Estados que quieren someter.           A diario palpamos la pobreza, producto de un sistema Socioeconómico totalmente retrogrado y que en lugar atacar las causas de la improductividad, atacan con una guerra económica que solo ellos han inventado y destrozan lo poco que queda de actividad económica. ¿Qué Estados Mayores son capaces de atacar sus propio PUEBLO?. ¿Cuál sistema de comunicación gubernamental genera hegemonía para seguir los engaños típicos de este tipo de personalidad extremista?. Nunca apuntan a la  incapacidad de un sistema económico inviable, que lo que hace es crear una sociedad reprimida, controlada, pasiva, indolente y a quienes esquilman sus valores. En teoría, es un constante ritornelo para buscar ideologizar las masas, alcanzar el poder del Estado y convertir sus medios, en instrumentos de su ideología y no en medios para lograr el Bienestar General que se exige a cualquier Estado. No conocen, ni les interesa conocer los principios administrativos con los cuales las sociedades modernas, capitalistas o socialistas, alcanzan las claves del éxito. Son incapaces de producir nada nuevo que sea valor agregado para el desarrollo de la humanidad y lo hacen porque capturan el poder, amasan poder, nunca saben para que es, sino para beneficios  personales o de su partido castrocomunista. Averigüen amigos todos, las cientos de denuncias escritas y solicitudes de impugnación que han sido abiertamente conocidas, pero que ninguna está siendo investigada, como los casos Corrupción y Narcotráfico de Mackled, las denuncias contra la Justicia Venezolana de Aponte Aponte, las denuncias de todo género de crímenes de Mario Silva, los casos de detenidos en USA que denuncian a este gobierno lleno de corruptos, maletines enteros de $ van y vienen a Budapest, Argentina, decenas de Boliburguses cuyas riquezas superan lo creíble, cientos de denuncias de empleados públicos que con solo ver sus declaraciones patrimoniales, deberían ir presos. Sin embargo, los extremistas, claman por una ley anticorrupción. ¡Qué triste realidad la que estamos sufriendo por falta de valentía ciudadana para luchar activamente por nuestra Democracia!. Mientras tanto estamos obligados por unos cuantos que dirigen el gobierno, a sufrir pobreza y odios entre nacionales, producto de un extremismo inaudito. El Estado, el todopoderoso, suprime las libertades, mantiene presos políticos, exilados, presión sobre los medios, abierto control de los sistemas de producción y al pueblo lo someten con dadivas, a cuenta de suprimir nuevas formas de producción. Están imponiendo el castrocomunismo cuyo resultado en 15 años es el desastre más patético de cualquier gestión mundial.
Los comunistas, como todo extremista, impusieron a sangre y fuego, desde 1914, el criterio de la dictadura del proletariado y esta sobre la sociedad, dejándola anquilosada por más de 70 años y en sus hombros 70 millones de muertos. En Venezuela, nos han sometido y los extremistas del poder han desarrollado un terrorismo de Estado que ha generado el abstencionismo, la falta de participación y la anomia que hay que desmontar, que hay que enfrentar en la calle haciendo uso de la Constitución. Hay que demostrar, que Votar acompañado por un conteo físico, nos permitirá rescatar la Democracia y su camino normal de perfeccionismo que han alcanzado los pueblos de progreso. La alternativa es que despertemos a esos hijos de la Democracia que se han aletargado para salvar la condición de libres y soberanos y guiarnos nuevamente a los pasos del progreso. Lo contrario es seguir con estos niveles de pobreza que perturban la vida en su afán de bienestar general. El reto de la Democracia es letal para la subsistencia.
ENFRENTEMOS A LOS EXTREMISTAS DEL PODER.                                                                       
*Vicealmirante, Doctor en Administración 
REMISIÓN: Jesús Enrique Briceño García.