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miércoles, 2 de octubre de 2013

La Contrarrevolución que está llegando. Por: Alberto Franceschi G




La Contrarrevolución que está llegando

Por: Alberto Franceschi G 

Una visión coloquial de lo que ya está en marcha

Vamos es a una contrarrevolución, para usar un término de la panoplia verbal de estos mostrencos del poder. Solo que el error más que frecuente que cometen ellos, es precisamente haberse creído su propio cuento y designar con el mote de contrarrevolucionarios a quienes les combaten electoralmente que son para ellos “la ultraderecha fascista que quiere liquidarlos y con ellos al pueblo” y repiten toda esa quincalla ideológica idiota.
Vamos por partes. El régimen que montó Hugo Chávez NUNCA fue producto de una revolución social y política que implicara la destrucción del Estado capitalista, como ocurrió en Cuba y antes en Rusia, China, Europa del Este.
Una revolución socialista es algo muy distinto a esta especie de populismo desenfrenado, dilapidando enormes recursos fiscales ganados como lotería, en una coyuntura única de altísimos precios petroleros, sostenidos a lo largo de más de una década.
Chávez solo profundizó TODAS las perversiones del estado capitalista y del régimen político clientelar que le antecedió, asumiendo la conducción de este Estado a partir de 1999 como depredadores, obligados a compartir algo la torta para desde su nueva élite del poder lograr saquear en grande y acumular privilegios insolentes.
El Estado que ahora quiebra y que administra en su agonía Maduro, con el 10% de la credibilidad de Chávez, había logrado disminuir el desempleo metiendo en nómina 75% más de empleados públicos, es decir a 3.5 millones en lugar de los 2 que había, pero además le agregó el sostén de un millón de vagos del Partido Comunista cubano que cobran 15 y ultimo desde nuestro presupuesto y los beneficiados de las Misiones, que para unas suman 6-8 millones como MERCAL-PEDEVAL, y otros 4 millones de beneficiarios de todas las otras dádivas y/o derechos.
Para sostener ese colosal mamotreto de rebatiñas, despilfarros y depredaciones dolosas, el régimen tenía que adquirir esos visos demencialmente sectarios que mantienen el vilo y la incertidumbre en la economía y profundizan cada año la manipulación de las instituciones, alimentando las polarizaciones que aliñan el sectarismo enfermizo de los chulos del poder, como recurso cotidiano de su continuismo.
ES ESO lo que está en quiebra, es eso lo que no va más, porque el Estado es ahora fallido, rasparon la olla, destruyeron la moneda, murió su único líder y factótum y la credibilidad se vino al suelo.
No son capaces de repartir ni la mitad de lo que antes repartían, la corrupción desató la vorágine del enriquecimiento fácil y el descrédito del partido y sus funcionarios no convencen a nadie.
Deben hacer cada vez más fraudes para mantener su apariencia de legitimidad y al no poder lograrlo, por las enormes fallas que ya salen de control, apelan a la usurpación como la del 14 de abril, que el señor Capriles y su MUD terminaron consintiendo, y que tiene voceros adelantados como el Gobernador de Lara, que dice que ya dejen a un lado el cuestionamiento a la legitimidad de Maduro… ¿Es acaso raro que sea cuentadante del régimen y aspirante a suceder a Capriles, en su papel de máximo alcahuete?
La oposición electoral ha constituido por 12 años, digo 12 no 15, un soporte político indispensable para la simulación de la democracia retaceada, sectaria, ventajista y corrupta del chavismo. No olvidemos que lo anterior al 2002 tiene otra historia de complicidades y chantajes que esta vez no tocaré.
La MUD ha sido liderada por funcionarios del Estado y sus jefes fueron TODOS gobernadores y Alcaldes, es decir, han sido y son CUENTADANTES del régimen chavista y por tanto incapaces de rebelarse contra él, porque de él esperan los cheques cada mes, para pagar sus enormes clientelas locales y/o regionales y más bien prefieren seguir ejerciendo su papel en la cohabitación y alcahuetería de su funcionamiento.
¿Puede usted dudar amigo lector de la elementalidad de esta constatación, que da la base material de sustentación y desarrollo a esa oposición, que además de los dineros públicos dolosamente sustraídos, es financiada por poderosos segmentos de la burguesía bancaria, que ha hecho fantásticos negocios con el régimen a lo largo de 15 años? ¿Quieren los nombres? Yo les aconsejo que no me los pidan, porque no está en mi interés, por ahora, conseguirme más enemigos poderosos, adicionales a los que ya tengo.
Hay gente que tiene una especie de visión ideal de la política, son al parecer felices los que pueden, aun con candor, ver prohombres y héroes donde yo solo observo a petulantes oportunistas y logreros, que han hecho de la actividad política un negocio rentable, o por lo menos una actividad lumpen de mantenidos para vivir de reunión en reunión, para planear la próxima reunión, y así derivar sus emolumentos, de montos que van desde el propio de un miembro menor de una clientela, hasta los de muy prósperos cuentadantes, con su tajada del león birlada del presupuesto de los sueldos y salarios, de la comida de los niños, de los hospitales, del mantenimiento de las vías, de la dotación de los policías etc.
Esto amigos es propio de la experiencia cotidiana de los que viven queriendo ser funcionarios electos, para desde su supuesto manto de legitimidad confundir sus finanzas personales con las del erario público. No me pidan dar nombres, total, más bien las excepciones son las que hay que demostrar, al contrario de la presunción de inocencia.
Cuando algunos suponen que la solución de gobierno solo puede salir de una entente entre los del actual gobierno y de la actual oposición, me imagino que creen inviable que se consiga gente 100 veces más capaz que esta manga de vividores del gobierno y de esos hijos de papi, que pagan su marketing para ser considerado líderes de oposición.
Me piden muchas veces que dado el descrédito de los militares, diga quienes son esos seres excepcionales que existen para armar esa Junta Cívico Militar que propongo, y la verdad es que o bien me suponen demasiado informado y gran operador político, o demasiado pendejo para ponerme yo a inventar nombres de oficiales, que amanezcan presos como si hubiesen sido delatados. Pero si les digo: con razón se cree todavía en la buena fe de tanta gente, porque hasta pudieran suponer, que en el caso que tuviese yo esos nombres, los endosaría impunemente en un foro de internet.
Debo decir sin embargo que los “estadistas” que necesitamos, serán considerados tales si logran desmontar TODA la clase política responsable, por acción u omisión de lo que ha sucedido en estos 15 años, y eso incluye a los de la fenecida Cuarta.
No se trata de importar dirigentes y funcionarios, pero les asombraría quizá entonces que les diga que aquí sobra gente capaz de edificar un nuevo régimen, sin el malandraje de ahora y sin los aspirantes a sustituirles, desde sus maleadas tribunas “opositoras” obtenidas en estos 15 años, logradas no por héroes sino por cómplices tolerados y muchas veces, más de lo que se cree, auspiciados por el propio gobierno.
…Y puedo hablar así por la rara coincidencia, para un político de haber sido de izquierda cuando gobernaba la derecha y ser de derecha cuando gobierna la izquierda desde hace 15 años. Créanme además que no somos pocos los de este tipo de historia personal.
Puedo hablarles como analista, no como protagonista de nada, porque les apuesto que seguiré en la oposición si siguieran los desmanes del poder, que es lo más probable, incluyendo los de un nuevo gobierno enfundado en ropajes del gran cambio etc. No puedo negar sin embargo, que si viera la constitución de un régimen efectivamente distinto, surgido del trauma que se espera, no dudaría colaborar con él si viera a su cabeza gente honorable.
La vía de acceso electoral a un cambio de régimen, descartada por demasiados actores, indica que será por una vía traumática de lucha de poderes de facto, por definición armados, lo que definirá nuestro futuro inmediato.
Las únicas incógnitas que restan por definir, si es que es cierto lo que se escucha maquinar, no son precisamente las que contengan dudas, sobre quienes serán los desplazados y como serian barridos los se opongan violentamente a ese desiderata, sino precisamente COMO será ese escenario y con cuales resultados iniciales y a mediano y largo plazo.
El escenario real y objetivo, que sirve de sustento a la quiebra ya irreversible de este régimen, es tan obvio, que lo que resulta inexplicable es como solo se sostiene alimentado por una inercia, cada vez más tenue y tramposa, de lo que aún pervive del régimen chavista.
Tengo el “pálpito” que lo esperado por la institucionalidad militar es medir la cuantía y calidad representativa de la inmensa mayoría de la población, que pida su intervención para evitar el caos y la anarquía.
Me explico. Se sugiere desde algunos voceros, abogados de la reconciliación y el dialogo, que la base de sustentación de un nuevo régimen, debería reposar sobre un gran consenso, entre los del actual gobierno y los de la oposición. Eso sería ideal, por lo menos desde el punto de vista del demócrata que aspira resolver todo con diálogos, entendimientos, etc, pero lo que nos reserva la realidad amigos, es solo confrontación ríspida e imposiciones contra testarudos de bando y bando que querrían primacías, sobrevivencias espurias, o ejercer el nuevo poder por mandato de algún grupo poderoso de las finanzas privadas mal habidas o no.
De manera que para los efectos de lograr el menor costo posible del trauma que implica la deposición del régimen, habrá que esperar de los protagonistas de una eventual salida militar a la crisis, a que lo hagan de tal manera eficiente que quieran ser aclamados, cuando por fin tomen la iniciativa.
Pero eso no elimina la eventual incógnita que esa irrupción militar aclamada o requerida, necesita un motivo claramente comprendido por la inmensa mayoría, aunque sean rechazados por un sector, por ejemplo el representado por Capriles y compañía, por considerar que le estropean su estrategia.
Lo que extraña sin embargo es que aun, con todos los motivos a la vista, sigamos en ascuas, por lo cual entonces quizá se espere o bien un estallido social visible, por fenómenos como la escasez o la pulverización de los salarios, con su consecuencial alza de luchas y protestas populares, por la liquidación inflacionaria del valor de compra de la moneda, o una implosión dentro del propio gobierno que se concentre en su factor militar determinante, que esta coludido con la clase política chavista ultra corrupta que maneja el ejecutivo y la economía.
.. y aunque cueste admitirlo, como quiera que hay riesgos de pérdidas de vidas y confrontaciones dentro de la propia familia militar, además de los desgarramientos de lealtades políticas dentro del propio chavismo, que se manifiestan en obligadas fugas apresuradas, pérdidas de sumas importantes “en trámite de consecución”, para fortunas exportadas, etc etc, lo lógico es que actúen in-extremis y de allí la critica que hacen a quienes anden planeando salidas en esa línea de razonamientos, porque deben tener la impresión que los costos no se aminoran al dejar pasar los meses, sino que se agudizan día a día, y al contrario de lo que pudieran estar presuponiendo, también los costos se elevan y amenazan con desbordar la capacidad de respuestas y entonces allí si estaríamos en una situación aún más grave que la que suponen poder corregir.
Como verán amigos el mejor ataque que puedan hacerme es que yo pueda estar especulando sobre futuros escenarios ficticios etc, pero de lo que no se me podrá acusar es de estar lejos del análisis de probabilidades y de cómo se moldearán los hechos, aunque de todas maneras todos debemos esperar al desarrollo de los eventos para probar nuestras mejores hipótesis, que ojala no nos deparen grandes desgracias y más bien por el contrario nos saquen de esta pesadilla.
  


Alberto Franceschi G