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miércoles, 15 de enero de 2014

EL PUEBLO VICTIMA DEL GOBIERNO II. Por: Nelson Maica C.



POLITICA
EL PUEBLO VICTIMA DEL GOBIERNO II
Por Nelson Maica C
1. Nota 2. ¿Los liberales han perdido de vista sus logros? No. Todo tiene su explicación. Todo cambia. Veamos.
2. A primera vista todo se ha perdido; pero todo va en armonía con el devenir, con la naturaleza.
3. Hoy día es muy común observar como prevalece en el ámbito político el pensamiento síntesis. Se entiende, dadas las condiciones existentes, es lo actual, además, lo esperado. La inteligencia progresa, para algunos investigadores, por actos de diferenciación, se verifica desde el ignorante al culto.
4. Clasificar rectamente, es decir, colocar en el mismo grupo cosas que son esencialmente de la misma naturaleza, y en otros grupos cosas de naturaleza esencialmente diferente, es condición fundamental para actuar con orden.
5. La visión humana comenzó rudimentaria y ha llegado hasta la desarrollada identificando objetos a gran distancia y hace posible perfeccionar la conducta.
6. Esta progresiva percepción de diferencias y la mayor exactitud de las clasificaciones, se constituye en uno de sus principales aspectos el desenvolvimiento de la inteligencia, y se observa también cuando pasamos de la visión puramente física a la relativamente compleja visión intelectual, mediante la cual cosas previamente agrupadas por ciertas semejanzas externas o por ciertas circunstancias intrínsecas, se agrupan más rigurosamente según su naturaleza o su estructura intrínseca.
7. La visión intelectual no desarrollada discrimina erróneamente sus clasificaciones así como la visión física no desarrollada.
8. Los resultados de una facultad intelectual inadecuada o de una cultura compleja, o de ambas a la vez, conducen a clasificaciones y conclusiones erróneas.
9. Indudablemente, la posibilidad de error es aquí mayor, puesto que las cosas de las cuales el entendimiento se ocupa no admiten examen de un modo tan fácil. No se puede tocar ni ver una institución política; sólo puede ser conocida por un esfuerzo de la imaginación creadora.
10. No se puede aprehender mediante una percepción física una medida política: requiere, en no menor grado, un proceso de representación mental que reúna los elementos en el pensamiento y en la naturaleza esencial de la combinación concebida.
11. Aquí, por lo tanto, la visión intelectual defectuosa se manifiesta agrupando las cosas por caracteres externos o circunstancias extrínsecas. Muchas instituciones son erróneamente clasificadas debido a esta causa, lo observamos en la opinión, por ejemplo, según la cual la República romana era una forma de gobierno popular.
12. Hay quienes piensan, por ejemplo, que el liberalismo cuando aumento su poder también llego a ser más coercitivo en su legislación, adoptando la política de dirigir las acciones de los ciudadanos, disminuyendo el ámbito de sus libertades. ¿Cómo explicamos estas aparentes confusiones de pensamientos que han conducido (persiguiendo el bien para todos) a invertir el método según el cual, en tiempos pasados, se obtuvo el mismo bien público?
13. ¿El gobierno democrático también llega a extremos? Parece que sí. Los revolucionarios franceses pretendían un estado ideal de libertad y, al parecer, siguieron las formas y actos políticos de los romanos, esos fueron sus modelos.- Sigue parte III.-

Tips: Liberalismo. Primero y fundamental principio: “Ningún hombre es más importante que otro”. Karl Popper. La tradición cristiana le atribuye un gran valor a la conciencia de cada persona, de cada uno. K Popper comenta: gran parte de nuestros objetivos y fines occidentales, como el humanismo, la libertad, la igualdad, se los debemos a la influencia del cristianismo. También debemos tener presente que la única actitud racional y la única actitud cristiana ante la historia es que somos nosotros los responsables de la misma, somos responsables de lo que hacemos en nuestra vida y solo nuestra conciencia y no nuestro éxito mundano puede juzgarnos. La historia que enseñan, ahora, exalta como héroes a algunos de los mayores criminales porque es la historia del poder. Es la historia de la corrupción, la malversación, la historia del crimen internacional y del asesinato en masa. Es una ofensa a una concepción del género humano. Sin duda, los hombres tienden a venerar el poder, así cuenta la historia; y eso, el culto al poder, es una de las peores idolatrías del ser humano, es una rémora, un resto del tiempo de la caverna, de la servidumbre humana. La historia escrita bajo el control de reyes, emperadores, generales, dictadores, tiranos, traidores, bajo la veneración del poder, es la historia del poder, una peculiar comedia, es la “opera buffa” (Homero). La historia es otra cosa. Las esperanzas, las luchas y sufrimientos humanos. La vida del hombre normal, corriente, singular, desconocido, olvidado, sus penas y alegrías, sufrimiento y muerte, es el verdadero contenido de la experiencia humana en el tiempo. Liberalismo. Los hombres iguales en dignidad en la sociedad democrática y plural, abierta. Iguales ante la ley. Igualdad de oportunidades.
El triunfo o fracaso de un proyecto de vida depende de muchos factores (esfuerzo, encuentros, ocasiones, salud, suerte, preparación, etc., etc.) pero las posibilidades de culminar deben garantizarse. Liberalismo. Combate los privilegios, exalta el merito. Los socialistas comunistas castristas pautan igualdad de resultados y ese es un camino seguro a la servidumbre, tal como vemos en Cuba y tratan de aplicar aquí, ahora. Luigi Einaudi (1942-43): “No deben existir cortes y tribunales o jueces especiales. Solo el magistrado ordinario, distinguido eventualmente por su competencia, debe juzgar. Y debe ser independiente”. Un país en donde los jueces no sean y no se sientan realmente independientes, los cuales no estén llamados a juzgar en nombre de la pura justicia, si fuere preciso, incluso contra las pretensiones del Ejecutivo, de las demás ramas del Poder Público, es un País sin ley, dispuesto a inclinarse ante el primer demagogo que se presente, ante el tirano, el enemigo. La mejor defensa de la Libertad de los ciudadanos, del pueblo, es la independencia de la magistratura. Recordemos la célebre respuesta del molinero de Sans-Souci a Federico II, El Grande, 1712-1786, cuando este pretendía sus tierras y su molino, cerca de Berlín, Alemania: “Te puedo quitar la propiedad sin pagártela” le dijo y el molinero le contesto: “Si, majestad; pero hay jueces en Berlín”. El molinero ganó el juicio y conservo sus tierras y su molino. Eso nos muestra una sociedad con jueces realmente independientes y con plena conciencia de sus derechos y deberes. Con razón ese pueblo resistió a Napoleón. Aquí, por ahora, aparentemente prevalece la “falsa conciencia”.-

“Un país en el que los jueces no son independientes… es un país sin ley, dispuesto a inclinar la cabeza ante el primer demagogo que se presente, ante el tirano, el enemigo”, Luigi Einaudi.-
Caracas, Venezuela, 15/01/2014.-