A
mis compañeros de armas
Fernando
Ochoa Antich.
Venezuela vivirá el próximo 6 de
diciembre uno de los momentos más críticos de su historia. Ustedes, oficiales
activos de la Fuerza Armada, no pueden ver esas elecciones como una más de las tantas que se han realizado durante
estos trágicos dieciséis años. Es tal su importancia, ante la absoluta certeza
de un arrollador triunfo de la oposición, que nuestro pueblo se pregunta
permanentemente sobre la posición que ustedes asumirán. ¿Se prestarán para
respaldar al gobierno en un intento de desconocer los resultados? ¿Garantizarán la paz y el orden público ante las graves amenazas de
las bandas armadas? Existen serias dudas al respecto. Esa suspicacia está
justificada por la lamentable y parcializada posición de algunos jefes
militares que, al mantener que la Fuerza
Armada es chavista y revolucionaria, han
generado una gran falta de credibilidad y desprestigio institucional. Ustedes tendrán
una gran oportunidad el día de las elecciones para demostrar que realmente “la
Fuerza Armada es una organización profesional creada por el Estado para estar
al servicio de la Nación y no de una persona o parcialidad política”…
. Ustedes
no pueden ignorar la realidad nacional. Es más que conocido que la elección del
6 de diciembre no será justa ni equitativa. El gobierno tiene meses utilizando
un descarado ventajismo para torcer la mayoritaria voluntad popular. Su
desespero reside en el convencimiento que
tiene del seguro triunfo de la oposición. Recientemente circuló en los medios
de comunicación una extraordinaria carta del Secretario General de la OEA, Luis
Almagro, en la cual señalaba, entre varias observaciones críticas, lo
siguiente: “ausencia de topes o controles al gasto de campaña; acceso desigual
a los medios de comunicación a candidatos del oficialismo y de la oposición; confusión
al momento de sufragar por las características de las papeletas de votación;
limitación de la libertad de expresión como consecuencia a la implementación de
medidas de seguridad; judicialización y amenaza a las manifestaciones
pacíficas; intervención
de partidos políticos por el poder judicial; negación de los derechos y
garantías constitucionales por vía de los estados de excepción”, etc. No creo
que alguno de ustedes esté sorprendido por estas verdades.
Respetar la voluntad popular no es
sólo una obligación constitucional sino moral para los miembros de la Fuerza
Armada. Estoy seguro que ustedes deben haber reflexionado profundamente sobre esa
responsabilidad. La Fuerza Armada, en más de una oportunidad, ha tenido que
actuar como factor de estabilidad en las crisis nacionales. En el caso de mi
generación militar, por ejemplo, fuimos factores fundamentales en el complejo
proceso político que se desarrolló como consecuencia de los cerrados resultados
de la elección presidencial de 1968. . Rafael Caldera, de COPEI, obtuvo el triunfo, después de una tensa semana
de espera de los resultados, al obtener 1. 083. 712 (29,13 %) ante Gonzalo Barrios, de Acción
Democrática, que obtuvo 1.050.806 (28,24 %). En esos días surgieron todo tipo
de rumores. La opinión a lo interno de la organización militar fue una sola:
hay que respetar la voluntad popular. La situación se normalizó ante la firmeza
del presidente Leoni, la honorabilidad del presidente del Consejo Supremo
Electoral, Manuel Rafael Rivero y la inteligente opinión de Gonzalo Barrios: “la
oposición puede ganar por 30.000 votos, el gobierno no” …
Los miembros de la Fuerza Armada
tienen el 6 de diciembre unas claras obligaciones. Son los únicos responsables
del mantenimiento del orden público y de la seguridad personal de todos los
ciudadanos. Los recientes ataques armados a líderes de la oposición
democrática, demuestran que existen
razones para temer que se trate de intimidar a los electores. Cumplan su deber.
Ustedes poseen las armas de la
República. Tienen el monopolio de la violencia. Utilícenla con la
responsabilidad que corresponde. Ese día debe imperar el respeto y el orden. Es
necesario prever los posibles acontecimientos que pueden ocurrir al conocerse
los resultados. Posiblemente ocurrirán manifestaciones de júbilo. Esperemos que
el Consejo Nacional Electoral de a conocer los resultados con la rapidez requerida
sin crear suspicacias en la opinión pública. También pueden ocurrir
manifestaciones de protesta. Ustedes tienen la obligación de protegerlas. Son
venezolanos que ejercen su derecho a manifestar pacíficamente. Es una
oportunidad de gran trascendencia para que la Fuerza Armada Nacional recupere
la credibilidad y el prestigio perdidos.
Nota; leí el artículo de Toby Valderrama y Antonio Aponte en
Aporrea, en el cual se critica el mío titulado “La absurda política militar de
Chávez”. Les responderé el próximo domingo.
Caracas, 29 de noviembre de 2015.
@FOchoaAntich.