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lunes, 6 de junio de 2016

UNA REFLEXIÓN A: LA SOMBRA DE “EL PORTEÑAZO” Por: G/D (Ej.) Oswaldo Sujú Raffo.


Imágen Nº 1: 
Avión Canberra de la Fuerza Aérea bombardeando el Fortín Solano 

Una reflexión al artículo anexo.

Apreciados compañeros de armas y amigos, reciban un cordial saludo. El día 02 de Junio del año 2009 escribí este artículo que les anexo, sobre uno de los sucesos mas triste de la década del 1960-1970, ocurrido en la ciudad de Puerto Cabello, históricamente atada a la fecha definitiva de nuestra Independencia, cuando el 18 de Noviembre de 1823 salieron las últimas tropas españolas del suelo nacional, remanentes del triunfo de la Batalla de Carabobo del año 1821 las cuales se encontraban refugiadas en el castillo San Felipe. Antes las actuales circunstancias que hoy vivimos, ojalá el Dios Todopoderoso y la Virgen de Coromoto impidan y que no suceda jamás otro nefasto enfrentamiento armado entre venezolanos y menos aún por causas derivadas de coacciones y envilecimientos de doctrinas ideológicas fracasadas, ajenas al verdadero sentir y herencia democrática de nuestro pueblo. La Patria es primero !! O.S.R. 


LA  SOMBRA  DE  “EL  PORTEÑAZO...”
                                         GD. Oswaldo  Sujú  Raffo.

El próximo 2 de Junio se cumplen 47 años de la rebelión militar, funestamente conocida como “El Porteñazo”. En esta importante y estratégica ciudad, muy ceñida a nuestra Historia, ocurrió el enfrentamiento armado de mayor envergadura de los últimos tiempos, solo superada por la sangrienta  batalla que, en sus calles, diera el general Antonio Paredes en 1899  en defensa del gobierno de Ignacio Andrade. El caso de “El Porteñazo” al igual que “El Carupanazo” presentan un denominador común: La catequización ideológica procomunista de oficiales de nuestra F.A.N; la presencia de notables lideres del PCV y del MIR capturados en el sitio de los hechos y una estrategia política en acuerdos con la subversión rural y urbana, alentada y logísticamente apoyada por el régimen de La Habana. Describir lo sucedido en estas 72 horas de terror, nos llevaría muchas páginas, lo cierto es que no se ha dicho toda la verdad  y nadie puede precisar la cifra exacta de las víctimas . El Batallón de Infantería de Marina N. 2 fué sublevado por oficiales que tomaron parcialmente la Base Naval y al Destructor Zulia, anclado en el muelle por reparación. Fueron detenidos   casi la totalidad de la oficialidad y luego se movilizaron hacia la ciudad para establecer líneas de defensa, incrementadas por civiles armados y por los guerrilleros recién  liberados del Castillo Libertador. El gobierno reaccionó rápidamente y antes de que los rebeldes se extendieran fuera del área de la ciudad,  hacia San Felipe, Morón y Las Trincheras según sus planes, entraron en acción conjunta las tropas del Batallón “Carabobo 41”, reforzado por Compañías de fusileros de los Batallones “Piar 31”, “Girardot 32”, Paracaidistas “Aragua”, una compaña de tanques AMX-13  del “Bravos de Apure”, una Bateria de Artillería del “Grupo Salom”, pelotones de la Policía Militar,  el Destafac 55 con unidades del Destafac 57 y el Móvil. Estas unidades de tierra contarían con el apoyo de una escuadrilla  de bombarderos Camberras, Vampiros y Sabre Jet F-86 de las Fuerzas Aéreas. Con instrucciones de dominar en el menor tiempo posible la insurrección, evitando la posible propagación a otras Guarniciones, las fuerzas leales al Gobierno actuaron de manera enérgica y antes de las 48 horas estaba tomada la ciudad. Esa pesadilla de horas que debió parecer una eternidad para el pueblo porteño, puso en evidencia el coraje, solidaridad y espíritu de sacrificio del venezolano. La actitud del T.F Justo Pastor Fernández Márquez, quien vestido de sacerdote y acompañado por dos marineros pudo liberar a los altos oficiales de la Base Naval, detenidos al comienzo de la insurrección y lograr luego el apresamiento de los tres lideres de esa conspiración. La valentía de nuestros soldados, de ambos bandos, por su sacrificio ante la causa justa y ante el engaño, la reciedumbre de nuestra oficialidad ante la difícil situación de combate en localidades, la  inmolación del pueblo porteño atrapado entre dos fuegos y  ese ejemplo de abnegación y servicio al prójimo del Monseñor Luis María Padilla, Capellán de la Base Naval quien, a riesgo de su propia vida, auxilió a los moribundos y les otorgó la absolución. Su imagen en la masacre de La Alcantarilla, auxiliando al Cabo 2. Pedro Garcés, del Batallón Piar 21, le dió la vuelta al mundo y ganó el Premio Pulitzer, foto tomada en el sitio por el arriesgado fotógrafo Héctor Rondón. Así como también , el fotógrafo José Blasco y tantos otros héroes anónimos, plasmaron en sus cámaras lo dantesco de “El Porteñazo”, en medio de una constante lluvia de mortíferas balas, en calles sin luz y bajo un pertinaz aguacero. Solo queda la recordación  de un suceso triste que volvió a repetirse un 4 de Febrero y un 27 de Noviembre de 1992, es decir 30 años después.
Lo paradójico de éste capítulo de nuestra Historia, es que quien motivó este enfrentamiento fraticida en Puerto Cabello, es el mismo que alimentó y apoyó con milicianos, armas y otros recursos la subversión rural y urbana de la décadas del 60 y 70, que ensangrentaron al país y vistió de luto a la familia venezolana. Es el sátrapa Fidel Castro quien se ha entrometido en las Instituciones nacionales y quien hoy sustenta su oprobioso régimen, con los recursos que le regalan desde Miraflores, su pupilo y eterno admirador.
La Historia nunca pasa, siempre está latente como enseñanza de lo que debe ó no ser. Ya se debe haber aprendido la lección, en esta Venezuela tuya, mía y nuestra. La Patria es primero. Fuera los chulos invasores. Hasta luego !!

IMAGEN SUPERIOR Nº 1  
Avión Canberra de la Fuerza Aérea bombardeando el Fortín Solano Cortesía de Wikipedia.


Imágen Nº 2:
 Monseñor Luis María Padilla, Capellán de la Base Naval, auxiliando al Cabo 2. 
Pedro Garcés.  (Premio Pulitzer)


Imágen Nº 3: 
Monseñor Luis María Padilla, Capellán de la Base Naval quien, a riesgo de su propia vida, 
auxilió a los moribundos y les otorgó la absolución. 

IMÁGENES INFERIORES Nº 2 y 3:  
Por crédito y cortesía  de sus autores en  LA PROTESTA MILITAR