PAGINAS Y RECORTES

lunes, 27 de febrero de 2017

La inexistente realidad del régimen. Por: José Vicente Carrasquero A. Opinión. Venezuela.


La inexistente realidad del régimen
José Vicente Carrasquero A.
Como hemos dicho en varias ocasiones, la dictadura no tiene solución para ninguno de los problemas que acongojan a los venezolanos. Los remedios pasan por desmontar el mamotreto creado por Chávez. Un modelo económico perfecto para que los saqueadores de las arcas públicas sigan enriqueciéndose a costa de la miseria del pueblo.
Ante esta dramática situación, Maduro y su cofradía no tienen más remedio que apelar a la quincalla cubana para intentar distraer la opinión pública. En efecto, en Cuba se ha creado una realidad virtual según la cual el imperio es responsable de todos los pesares de la población y no el estruendoso fracaso de una revolución que nunca llegó a ser tal.
He aquí que el gobierno ordena a sus laboratorios y colaboradores más cercanos iniciar una cadena de acciones que pongan sobre el tapete una serie de temas que no tienen importancia alguna para la población pero que en todo caso distrae de lo que debe ser la discusión central que no es otra cosa que conseguir los mecanismos para salir de un gobierno inhumano, oprobioso y como veremos más adelante, vergonzoso.
El 3 de Marzo se cumple la sentencia de Isaías Baduel. La dictadura ya se inventó un intento de golpe que según ellos estaría comandado por este general retirado. Para que el tema sea más inverosímil se arresta a otro alto oficial en situación de retiro y a unos sargentos bajo el pretexto de que intentarían derrocar a Maduro. Son claras las intenciones de esta perfidia. Por un lado, volver con la comiquita de que alguien quiere derrocar al peor presidente de todos los tiempos y la otra, mantener a Baduel en prisión mientras duran las eternas investigaciones que fabrica la policía política del régimen. Demás está decir que con esta nueva creación de los laboratorios del régimen se justifica la persecución contra líderes de la oposición.
La ficción continua con la detención e imputación del delito de traición a la patria de un profesor jubilado de la Universidad de Carabobo. El delito, ser inteligente, preparado y criticar al gobierno en sus escritos. El objetivo, sembrar el miedo en el siempre aguerrido sector universitario y enviar un mensaje a quienes escriben en contra de este desastre haciéndoles saber que son objetivos del brazo de represión legal de la dictadura.
Otra caricatura que sale de la genialidad cubana es sugerir que Hugo Carvajal pida públicamente que se le levanten las medidas en Estados Unidos para ir a defenderse de lo que él llama mentiras y calumnias. Es evidente que el diputado y militar retirado no tiene intención alguna de cumplir con lo que dice. Solo quieren generar un ambiente entre los chavistas de que él tiene un expediente limpio y es víctima de una acusación imperial.
Es bien sabido que en su poquedad mental, Hugo Chávez acabó con el exitoso proceso de descentralización que se llevaba a cabo en el país cuando él llego al poder. No quería el comandante que nadie tuviese la oportunidad de tener una brillante gestión que opacara su mediocre desempeño. Aún así, el gobierno pretende relacionar a Henrique Capriles con el caso Odebretch. Un sin sentido en la medida que el gobernador no podía contratar las obras que realiza esta empresa y porque mucho menos tendría influencia sobre los depredadores oficiales del erario público para asignar una obra.
El brazo judicial de la dictadura pretende que se investigue penalmente al joven diputado Freddy Guevara por presunta usurpación de funciones al investigar el saqueo que se hizo de PDVSA. La bizarra autocracia perdona al saqueador, lo premia con un cargo diplomático en la ONU y además pretende encarcelar a quien investigó sus latrocinios. Una evidencia más de que la tiranía pretende seguir persiguiendo y criminalizando a la oposición al tiempo que distrae la atención de los venezolanos.
Me gustaría ver la orden de CENCOEX en la que se le otorgan las divisas a El Aissami para publicar una página completa de alegatos en NYT. Por cierto, es evidente que la escribieron en castellano y la pasaron al inglés con un software traductor. ¡Qué mal les quedó! Pero toda Venezuela y los medios de comunicación hablaron de la  carta aunque no se enteraran de lo que decía. Un elemento más de la realidad virtual del régimen.
Del laboratorio rojo sale un mensaje para las redes sociales de un tipo que tiene 30 números de cédula. Vulgar y mediocre creación del G2. Buscan resucitar la desconfianza en el sistema electoral. El mismo derrotado por la oposición al ganar cómodamente las elecciones de 2015.
El más burdo y disparatado producto de fabricación roja es la del supuesto esquiador venezolano que no fue admitido en Francia. La chapuza es de tal magnitud que evidencia la intervención chavista. La idea era que la canciller pudiera formar un zaperoco a nivel internacional y armar un escándalo con los franceses. Este experimento les quedó muy mal. La actuación del joven en la competencia fue vergüenza y hazmerreir universal. No podía ser de otra forma. Lamentablemente, quedamos mal los venezolanos.
Maduro es un desaventurado accidente en la historia de Venezuela provocado por quien nos llevó por la senda de la miseria, Hugo Chávez Frías. Lamentablemente, no podemos esperar de Nicolás acción alguna que nos saque del hueco en el que estamos. Primero porque no tiene capacidad para ello, segundo y tan grave como lo anterior es que está rodeado por un equipo de ineptos que ni siquiera son capaces de entender los problemas que tienen que resolver. Es bien sabido que cuando no hay comprensión del problema, es imposible producir una solución.
El diálogo es otra ficción que Maduro se empeña en imponer como medida desesperada para alargarse la permanencia en Miraflores. Ojalá las declaraciones de Borges y Ramos Allup de que no hay posibilidad de conversaciones con la dictadura se mantengan a falta de un compromiso de cumplimiento de lo acordado anteriormente.
La más reciente provocación de Maduro es que no habrá elecciones hasta que ellos la puedan ganar. Eso quiere decir nunca. Ya no tienen pueblo. La gente no está dispuesta a seguir aguantando este sin sentido sin ver una luz de esperanza. Maduro en su inmadurez y torpeza no está leyendo adecuadamente la situación que terminará, más temprano que tarde, con su salida del poder.

domingo, 26 de febrero de 2017

Golpes buenos, golpes malos. Por: Fernando Ochoa Antich. @FOchoaAntich


Golpes buenos, golpes malos

Fernando Ochoa Antich.

Venezuela padece una verdadera catástrofe en todos los órdenes del devenir nacional. El caos en que vivimos lo genera un régimen ilegítimo, ilegal, antidemocrático, totalitario, militarista, ineficiente, profundamente corrupto, influido ideológicamente por Cuba y el Foro de Sao Paulo y decidido a mantenerse en el poder a toda costa; y una oposición democrática que, después de haber logrado un inmenso triunfo en las elecciones parlamentarias de diciembre de 2016, el cual le permitió obtener una mayoría calificada, no ha sido capaz de presentar un coherente programa de acciones concretas que permita enfrentar, con posibilidades de éxito, a la neo dictadura  que nos gobierna. Esta compleja realidad política ha creado en los venezolanos un grado tal de desorientación y desmotivación que ha limitado significativamente su voluntad de lucha, para el logro del ansiado e impostergable cambio político. Esa lamentable situación ha colocado el problema militar, una vez más, en el constante y permanente tema de conversación de los venezolanos.

         Esta realidad condujo al padre Luis Ugalde a desarrollar en un Foro organizado por la Fundación Espacio Abierto el pasado 12 de diciembre de 2016 un interesante escenario que tituló “Larrazábal II”. Fue tal el realismo que quiso darle a su planteamiento, con el fin de demostrar la importancia del tema militar, que llegó a redactar el mensaje que un hipotético gobierno militar debería dirigir a los venezolanos. En consonancia con ese planteamiento, los venezolanos discuten permanentemente, en su desesperación por encontrarle una salida a esta asfixiante crisis, sobre la naturaleza y resultados de los golpes de Estado a través de nuestra historia. Ahora bien, conviene en este punto citar la definición de  golpe de Estado: “Un golpe de Estado es la toma del poder político, de un modo repentino de forma violenta, por parte de un grupo de poder, vulnerando la legitimidad institucional establecida en un Estado, es decir, las normas legales de sucesión en el poder vigente con anterioridad nacidas del sufragio universal y propias de un estado de derecho. ¿Existen golpes buenos y malos? Por definición, todos los golpes de Estado son malos. Su ejecución constituye un acto de traición de los militares que lo ejecutan y un irrespeto a su juramento de soldado.

Las asonadas militares que derrocaron los gobiernos de Rómulo Gallegos e Isaías Medina Angarita, constituyeron golpes de Estado, contra gobiernos legítimos. Igualmente lo fueron las asonadas que intentaron derrocar el gobierno de Carlos Andrés Pérez.   ¿Fue un golpe de Estado lo que provocó la ida al exterior del general Marcos Pérez Jiménez? A este respecto, hay que aclarar que el General Pérez Jiménez nunca presidió un gobierno legítimo, por el contrario, fue un usurpador y violador de derechos humanos. En 1952, desconoció el resultado de las elecciones para Asamblea Nacional Constituyente. En 1957, violó su propia constitución al convocar un plebiscito en vez de unas elecciones presidenciales. Esos abusos, al ser rechazados por la mayoría de los venezolanos, condujeron a la insurrección militar del 1° de enero de 1958 y al derrocamiento de su gobierno el 23 de enero de ese año. En consecuencia, no ocurrió un golpe de Estado.

         La pregunta que debemos hacernos en medio de esta debacle generalizada es la siguiente: ¿Es ilegítimo el gobierno de Nicolás Maduro? No tengo la menor duda. Violó la Constitución Nacional al participar en la elección presidencial, ocupando el cargo de vicepresidente, encargado del poder Ejecutivo Además,  ha ejercido, durante estos tres años, la presidencia de la República  de manera ilegal al violar, de manera permanente y flagrante, la Carta Magna. En este caso, sólo voy a referirme a algunas violaciones realizadas en sus funciones de comandante en jefe de la Fuerza Armada Nacional: propiciar el incumplimiento de los deberes constitucionales de la Institución Armada al instigar el respaldo político de los militares al PSUV y al socialismo del Siglo XXI en lugar de “estar al servicio exclusivo de la Nación”; reconocer la existencia y funcionamiento de la Milicia Bolivariana, organización no establecida  en la estructura constitucional de la Fuerza Armada; promover ascensos de grado, contraviniendo el ordenamiento jurídico; permitir que miembros activos de la Fuerza Armada Nacional “participen en actos de propaganda o proselitismo político” violando el artículo 330 constitucional. Estas violaciones a la Carta Magna comprometen principios fundamentales de nuestra Constitución, entre ellos el pluralismo político, base fundamental de nuestro sistema democrático, como lo establece el artículo 6 constitucional. Ante tantos atropellos, cabe destacar el contenido del artículo 35 de la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano, de la Revolución Francesa: “Artículo 35. Cuando el gobierno viola los derechos del pueblo, la insurrección es, para el pueblo y para cada una de sus porciones, el más sagrado de los derechos y el más indispensable de los deberes”. Propicio es también recordar el contenido del artículo 333 constitucional: “Esta Constitución no perderá su vigencia si dejare de observarse por acto de fuerza o porque fuere derogada por cualquier otro medio distinto al previsto en ella. En tal eventualidad, todo ciudadano investido o ciudadana investida o no de autoridad, tendrá el deber de colaborar en el restablecimiento de su efectiva vigencia. Por lo tanto, una acción militar destinada a tal fin, no podría considerarse un golpe de Estado.

En virtud del planteamiento del padre Ugalde, es necesario saber que una insurrección militar contra un gobierno, sea éste legítimo o ilegítimo, es una decisión fundamentalmente política, en la cual influyen un sinnúmero de factores que determinarán su éxito o fracaso. Toda rebelión militar presenta un sin número de interrogantes, según las circunstancias históricas del momento, que deben ser respondidas plenamente antes de tomar una decisión que puede comprometer el destino nacional. Dado el natural secreto que rodea a una conspiración, es imposible conocer, su orientación ideológica, determinar las ambiciones que impulsan las luchas internas en una logia conspirativa y mucho menos conocer con certeza las políticas que se aplicarían en caso de tomar el poder. He querido resaltar algunos de estos complejos problemas con la finalidad de que mis lectores puedan percibir las naturales tensiones que se manifiestan, casi de inmediato, entre el sector civil y el grupo militar de una conspiración. Esas tensiones ocurrieron después del 18 de octubre de 1945 y del 23 de enero de 1958. Afortunadamente, las condiciones éticas, morales y profesionales del vicealmirante Wolfgang Larrazábal facilitaron la transición a la democracia, sin mayores contratiempos. De todas maneras, es necesario aceptar que, en medio del caos que vive Venezuela, tienen que existir amplios sectores dentro de la Fuerza Armada Nacional descontentos, al igual que la gran mayoría de los venezolanos, por sus pésimas condiciones económicas, personales y profesionales y al mismo tiempo, angustiados ante la tragedia nacional.

 El presidente Maduro y su gobierno están obligados a entender que no pueden continuar violando la Constitución Nacional y mucho menos seguir infligiendo tanto daño  a  nuestro país y a los venezolanos, con el único fin de mantenerse en el poder “como sea”, sin que eso tenga una violenta reacción en los venezolanos y en la Fuerza Armada Nacional. Si Nicolás Maduro tuviera un mínimo de sensatez, sería suficiente para dar paso a un gobierno de transición que permita superar la actual tragedia nacional. De no hacerlo, pensando que es posible mantener posiciones inconstitucionales y arbitrarias como la que se atrevió a señalar públicamente: “no habrán elecciones mientras no estemos seguros de que el PSUV pueda ganarlas”, estaría provocando una reacción en todos los estamentos de nuestra sociedad que se verían obligados a utilizar  la fuerza para restablecer la vigencia de la Constitución Nacional. Ese desafío que usted, presidente Maduro, está haciendo a los venezolanos, fue el mismo que hizo el general Marcos Pérez Jiménez cuando decidió  imponer un plebiscito en lugar de las elecciones que establecía la Constitución de 1953. El bombardeo de Miraflores en la madrugada del 1° de Enero lo hizo regresar a la realidad. 23 días más tarde, ante la exigencia de las Fuerzas Armadas de que entregara el poder, tuvo que viajar hacia Santo Domingo en la “Vaca Sagrada”, atendiendo el inteligente  consejo que le dio su íntimo amigo  el General Luis Felipe Llóvera Páez, al decirle: “Vamonos Marcos, que pescuezo no retoña”. Reflexione, presidente Maduro. No  conduzca a Venezuela a la violencia. La sangre que pueda derramarse caerá sobre su conciencia. Piense en la historia.

Caracas, 26 de febrero de 2017.
fochoaantich@gmail.com.
@FOchoaAntich  


sábado, 25 de febrero de 2017

LA SOMBRA DEL… COUP D’ETAT. Por: Dr. José Machillanda @JMachillandaP Director de CEPPRO


25-02-2017

LA SOMBRA DEL… COUP D’ETAT

            El ambiente político real de Venezuela muestra tal grado de desesperación, además de fatiga en el cuerpo social y la inexistencia de un liderazgo político cierto, que aparece de manera interesada -de nuevo- la sombra del golpe de Estado. El golpe de Estado es una operación militar encubierta, cuesta arriba en el momento actual, como consecuencia de la desarticulación de la estructura del cuerpo armado ejecutado por Chávez, en donde pululan el comisario político, el caporal y el delator. Esta realidad impide ejecutorias encubiertas a lo interno del cuerpo armado razón por la cual no existe posibilidad de emplear la violencia militar para desplazar al actual régimen. 

            El ambiente político real refleja, ciertamente, la existencia en la ecuación política de condiciones necesarias y condiciones suficiente para una insubordinación militar, como son la corrupción política, la existencia de un narco-Estado, una grave crisis económica que afecta directamente a los cuadros medios del cuerpo armado, afrentas a los valores corporativos del militar y grandes amenazas al interés del cuerpo armado. No obstante, en el entorno interno militar no existen vasos comunicantes inter e intra fuerzas para consolidar una acción de fuerza, como lo es el golpe de Estado, a pesar de que existan condiciones que pudiesen justificarlo.

            El golpe de Estado no resuelve, ni resolvería jamás, el proceso de regresión política a la cual ha sido sometida la República por el régimen autocrático-militarista que ha convertido al cuerpo armado en un partido político en armas como gobierno. Gobierna, además, a un país quebrado económicamente, fracturado socialmente, pero sobre todo con una exponencial crisis moral a tal punto que el régimen se entiende como un narco-Estado. Narco-Estado que ha sido develado por el sistema internacional al existir una acusación pública, comunicacional y notoria que compromete a altos dirigentes del actual gobierno.

            El golpe de Estado como acción violenta jamás podría re-ordenar la democracia en Venezuela. En consecuencia, además de su imposibilidad, el ambiente político real muestra que la solución de la grave crisis que afecta a la República no es por la vía de las bocas de fuego, sino por el camino del civismo. Este civismo opera como una República elemental y el camino asertivo, político e históricamente necesario encamina hacia la “obligación cívica”, que debe ser leída y entendida como la predisposición ética de los ciudadanos demócratas para la participación político contendiente.

            Los ciudadanos demócratas deben entender el costo de la democracia, comprender que la transición política es un proceso lento, aciago y difícil en el cual deben convertirse en proa inteligente para iniciar el paso de la autocracia militarista anárquica a la restitución democrática de las instituciones cívicas. Tarea político social de enorme dificultad habida cuenta la carencia de líderes, la flacidez de los partidos políticos, la minimización de las organizaciones sociales causales todas, para requerir en el presente difícil momento, de prohombres.

            No es, entonces, el golpe de Estado como expresión de la violencia de las bocas de fuego que puede servir de referente, aliento o maniobra en febrero de 2017 al sistema político venezolano, ¡NO!. Tampoco pareciera que los endebles partidos políticos bajo un grupo de operadores políticos que no terminan de consustanciarse con el ciudadano demócrata -ese que el 6D acudió masivamente, incluyendo a las periferias de la sociedad, para elegir a los 112 diputados-  para demandar un cambio político categórico y hacer posible el establecimiento de un nuevo orden social en Venezuela.

            No es el golpe de Estado, ni las organizaciones políticas tradicionales, es el sistema político venezolano el cual requiere de una gran energía para entender la virtud de la participación política y el esfuerzo ejemplar del demócrata venezolano. Entonces, la solución de la coyuntura actual no puede desviarse mediante una información interesada sobre el componente armado que no está fundamentada en el análisis de entorno interno militar, sino más bien, parece una maroma o treta comunicacional para aumentar la confusión y el desespero del venezolano. Reside, sí en el accionar de la obligación cívica de esta Venezuela como República elemental cercana al caos.  

            Ciudadanos demócratas no es el golpe de Estado. La democracia será restituida mediante la participación política contendiente, bajo la responsabilidad de una mayoría venezolana que se niega a vivir en una situación de caos y está dispuesta a lucir su civismo frente a la barbarie del régimen autocrático y sobre todo contra la sombra de la violencia política representada por la maniobra comunicacional en un imposible golpe de Estado.  

Es auténtico,

Dr. José Machillanda
Director de CEPPRO

REMISIÓN: G/B (Av) Eduardo Caldera Gómez

miércoles, 22 de febrero de 2017

Historia de una traición III Por: Fernando Ochoa Antich @FOchoaAntich


Historia de una traición
III
          Fernando Ochoa Antich
En mi anterior artículo narré la conversación que tuve con el presidente Carlos Andrés Pérez, en la cual le solicité que saliera de Miraflores y se dirigiera a los venezolanos. Inmediatamente después, el presidente Pérez llamó al contralmirante Iván Carratú Molina, jefe de la Casa Militar, con la finalidad de solicitarle planificara su salida del palacio presidencial. El contralmirante Carratú muy sorprendido le respondió: “Eso es imposible presidente, todas las salidas están controladas por los insurrectos e intentar salir pondría en riesgo su vida”. El presidente insistió: “Carratú, no le estoy preguntando qué es lo que vamos a hacer. Le estoy ordenando preparar mi salida de Miraflores”. Ante la determinación del presidente Pérez, el Jefe de la Casa Militar se dispuso a hacerlo. A los pocos minutos regresó, y le solicitó al presidente que lo acompañara para efectuar la salida de Miraflores por la puerta cercana al liceo Fermín Toro. Al lograr salir. en medio de los disparos que les hizo un carro blindado con sus armas automáticas, el presidente Pérez ordenó dirigirse a Venevisión. Llamó a Carlos Bardazano, gerente de la planta, para coordinar su llegada. Apenas entraron a la planta, desde un pequeño estudio, el presidente Pérez se dirigió a los venezolanos: “Un grupo de militares traidores a la democracia, liderando un movimiento antipatriota, pretendieron tomar por sorpresa al gobierno. Me dirijo a todos los venezolanos para repudiar este acto. En Venezuela el pueblo es quien manda. Su presidente cuenta con el respaldo de las Fuerzas Armadas y de todos los venezolanos. Esperamos que en las próximas horas quede controlado este movimiento. Cuando sea necesario volveré a hablar”  
 ¿Qué impacto tuvo el mensaje del presidente Pérez en las Fuerzas Armadas Nacionales?
Los oficiales insurrectos, al escuchar al presidente de la República, experimentaron un impacto psicológico de gran importancia. A partir de ese momento la situación militar empezó a cambiar progresivamente. Varias unidades insurrectas se rindieron sin combatir. La sorpresa inicial lograda por los sublevados dejó de tener efecto. El presidente Pérez, ya más tranquilo, decidió dirigirse de nuevo al país.  Este segundo discurso tuvo un mayor   impacto   en   las   Fuerzas Armadas:   “Venezolanas, venezolanos: hace una hora me dirigí a la nación para darle cuenta del atropello vandálico de un grupo de militares, que desconociendo sus deberes constitucionales y deshonrando su inteligencia, pretendieron dar un   golpe para asesinarme, pretendieron tomar “La Casona” y el Palacio de Miraflores. Afortunadamente la lealtad funcional de las Fuerzas Armadas lo ha impedido. He contado con el respaldo de toda la nación”… El presidente Pérez dio indiscutibles demostraciones de valor personal y de responsabilidad moral. Sin la serenidad que tuvo para enfrentar una circunstancia ten compleja, difícilmente se hubiese podido controlar la situación militar.  Arriesgó su vida para defender el gobierno constitucional. La historia tendrá que reconocerlo.  Igual gesto de responsabilidad ciudadana tuvieron Eduardo Fernández, Humberto Celli y Teodoro Petkoff. El respaldo que le dieron a la democracia contribuyó decisivamente en la solución de la crisis.
¿Qué acciones militares ordené antes que el presidente Pérez se dirigiera a los venezolanos?
Apenas pude comunicarme con el general Luis Oviedo Salazar, comandante de la 31 Brigada de Infantería, le ordené organizar y preparar un Grupo de Tarea con la misión de recuperar el control del palacio de Miraflores. Así lo hizo. A las 2:30 A.M. esa unidad avanzó hacia Miraflores por la avenida Baralt y Urdaneta. Al mismo tiempo, ante la grave amenaza que significaba el avance de una compañía de tanques AMX30 proveniente de Valencia, le ordené al general Alfredo Salazar Montenegro, jefe del Comando Logístico del Ejército, establecer una posición defensiva en la autopista Regional del Centro, con la finalidad de impedir el acceso de esa unidad blindada a Caracas. De inmediato, envió al coronel Norberto Villalobos Fuenmayor, quien obstruyó totalmente la autopista con unas gandolas que se encontraban estacionadas en el peaje de Tazón. La compañía de tanques no pudo pasar, iniciándose negociaciones entre el coronel Villalobos y su comandante, el capitán Ángel Godoy, quien decidió rendirse.  El cerco mantenido sobre el ministerio de la Defensa y la Comandancia del Ejército por una compañía del Regimiento Codazzi había que romperlo a la brevedad posible. Llamé por teléfono al coronel John Torres Aquino para que movilizara el Regimiento de Comunicaciones y atacara la compañía insurrecta. Por suerte no hubo necesidad de combatir. Al escuchar al presidente Pérez a través de un aparato de televisión que ordené colocar en el puesto de control de entrada al ministerio de la Defensa y al Comando del Ejército, los integrantes de la unidad que los cercaban, decidieron rendirse. Al conocer que el Grupo de Tarea se acercaba a Miraflores, los mayores Pedro Alastre López y Carlos Díaz Reyes decidieron rendirse al teniente coronel Rommel Fuenmayor, edecán del presidente de la República.
          ¿Cómo fue el proceso de rendición de Hugo Chávez?  
Apenas me informó el teniente coronel Fuenmayor que la unidad insurrecta que tenía cercada a Miraflores se había rendido, llamé al presidente Pérez. El me informó que saldría de inmediato para Miraflores. Yo lo esperé en el palacio de Miraflores, acompañado del coronel Rubén Medina Sánchez. Todavía se escuchaban disparos. Al llegar el presidente Pérez, conversamos en privado unos minutos. Aproveché que había subido a sus habitaciones para trasladarme a la antesala presidencial. Allí conseguí al general Oviedo. De inmediato le ordené atacar al batallón de paracaidistas Chirinos, el cual había tomado La Carlota, con la finalidad de recuperar la comandancia de la Aviación y limitar el acceso de cualquier avión con tropas insurrectas a ese aeropuerto. Al ser atacada dicha base se logró la rendición del teniente coronel Joel Acosta Chirinos después de fuertes combates. Cerca de la 5 a. m. llamé al Museo Militar. Me atendió el coronel Marcos Yánez Fernández, comandante de dicha unidad. Le pedí que localizara a Hugo Chávez. Me atendió. Tuvimos un fuerte cruce de palabras. Al final, él insistió que yo me trasladara al Museo para conversar conmigo. Yo rechacé su propuesta por absurda y le exigí su rendición incondicional, a lo cual se negó. En ese momento entró a la antesala el general Ramón Santeliz Ruiz, acompañado del señor Fernán Altuve. Al verlo recordé que Hugo Chávez y él eran amigos. Le propuse a Chávez que recibiera al Gral. Santeliz para que este le hiciera ver la real situación militar existente. Posteriormente y en respuesta a sus llamadas, tuve tres conversaciones con él. Su objetivo era ganar tiempo. Esperaba que la aviación lo apoyara. Sin embargo, al final de nuestra última conversación, decidí darle un ultimátum para que se rindiera, so pena de ordenar atacarlo con la aviación. Al sobrevolar los F-16 sobre el Museo Militar decidió rendirse. Eran las 6:30 A.M.
¿Cuáles fueron mis aciertos y errores durante la insurrección militar del 4 de Febrero?
Considero que mis aciertos fueron: tomar el aeropuerto de Maiquetía, alertar sin dilación al presidente Pérez, ordenar aplicar el plan de Defensa Inmediata del Ministerio de la Defensa, solicitarle al presidente Pérez que se dirigiera a los venezolanos, atacar el Palacio de Miraflores  con un Grupo de Tarea, establecer una defensa en la Autopista Regional del Centro para evitar el acceso a Caracas de una compañía de tanques AMX30, desplegar el Regimiento de Comunicaciones para atacar la compañía del Regimiento Codazzi que cercaba el ministerio de la Defensa y la Comandancia General del Ejército, ordenar el ataque del Grupo de Tarea para recuperar la comandancia de la Aviación y controlar el aeropuerto de La Carlota…  También cometí errores, entre ellos: ordenar al general Ramón Santeliz el traslado de Hugo Chávez en calidad de detenido al ministerio de la Defensa. Creí, equivocadamente, que él cumpliría cabalmente sus obligaciones militares. No lo hizo. Nunca ha podido explicar las razones por las cuales el teniente coronel Hugo Chávez llegó al ministerio de la Defensa cerca de las 9:30 a. m. ¿Qué hizo en ese tiempo? Nadie lo sabe. Yo estoy convencido que lo utilizó en preparar el mensaje que daría Hugo Chávez tan pronto como se le permitiera emitir alguna declaración.
A las 10:30 a. m. me llamó telefónicamente el vicealmirante Daniel a Miraflores. Me expuso la situación que ellos estaban enfrentando: una unidad insurrecta de tanques AMX30 tenía rodeaba la base Libertador y amenazaba con entrar a la pista. Si eso llegaba a ocurrir, los pilotos estaban decididos a contraatacar, lo que produciría un lamentable número de bajas. Le pregunté sobre la posición del Alto Mando. Me informó que su recomendación era que Hugo Chávez se dirigiera a las unidades insurrectas por la televisión, para que depusieran su actitud, ya que había dificultades para hacerlo por otro medio. Le dije que iba a informarle al presidente Pérez. Lo hice y él lo autorizó, pero al salir del Despacho me insistió que antes lo grabara. Al regresar al teléfono, le informé al almirante Daniel la orden del presidente. El me respondió, que no había tiempo para grabar, porque el enfrentamiento era inminente. Mi respuesta fue: “Hágalo, bajo mi responsabilidad”. En resumen, creo firmemente que mi actuación fue positiva. La sublevación se controló en pocas horas. La gran mayoría de los miembros de las Fuerzas Armadas cumplieron su deber con valor y lealtad. Para ellos mi reconocimiento y afecto. Mi mayor orgullo siempre ha sido haber evitado un lamentable derramamiento de sangre entre los venezolanos. El 4 de Febrero hubo 39 muertos entre soldados, estudiantes y policías. Muertes muy dolorosas. Eran todos jóvenes venezolanos que merecían vivir. Los responsables de esos asesinatos son los jefes de la sublevación militar, en particular el teniente coronel Hugo Chávez. Esa es la verdad. La historia al evaluar en el tiempo un acontecimiento, juzga con sentido crítico la actuación de los hombres. Espero, sin temor, ese juicio de la historia. Tengo mi conciencia tranquila. 


@FOchoaAntich


lunes, 20 de febrero de 2017

Del FIM para G/J (Ej) Vadimir Padrino López




General en Jefe (Ej) Vladimir Padrino López
Ministro de la Defensa
Su Despacho:

Nosotros los abajo firmantes, Oficiales de la Fuerza  Armada Nacional  miembros de la Reserva Activa, nos dirigimos a usted en la oportunidad de hacer de su conocimiento que rechazamos y deploramos categóricamente su más reciente comunicado donde usted, a manera personal,  ha decidido ser el vocero de todos los integrantes de la institución castrense y rechazar las acciones tomadas por el Departamento del Tesoro de los Estados Unidos en contra del Sr. Tarek El Aissami, quien en la actualidad se desempeña como Vicepresidente Ejecutivo de nuestro país, incluyéndole en la lista de las personas presuntamente involucradas en operaciones de narcotráfico y actividades de apoyo al terrorismo internacional.

La Fuerza Armada Nacional debe  ser garante de la moral y de las leyes y no debe, ni puede apoyar ninguna acción contraria a ella.

Es gravísimo que otro Estado se vea en la necesidad de incluir al Vicepresidente Ejecutivo en una lista en donde están crimínales, narcotraficantes, terroristas y que Usted salga en su defensa y nos involucre a todos como sus cómplices.

No  cabe la menor duda de que  usted, una vez más, lanza su discurso pretoriano de sumisión total ante la orden de apoyar lo nefasto a todo trance. Sin embargo, le aclaramos que usted deberá hacerlo a título personal porque nosotros no lo apoyamos y muchos menos estamos de acuerdo con su defensa a ultranza de un asunto político que le corresponde a otras instancias del gobierno, la misión de la FAN es muy clara: Defensa y soberanía nacional, así como su contribución al desarrollo del país.

No se puede defender lo que es indefendible. Y mucho menos pretender conseguir solidaridades automáticas en detrimento de la ética y la moral. No confunda y quiera hacernos pasar por incautos, la decisión de las autoridades norteamericanas no puede ser tomada como una ofensa al pueblo venezolano. La sanción no es contra Venezuela es hacia el Vicepresidente Tarek El Aissami y sus supuestas actividades de narcotráfico y terrorismo.

No puede ser desestimada la conclusión de una investigación llevadas a cabo por las autoridades de EEUU y que coloca a la luz pública internacional un tejido de oscuras actividades relacionadas con el terrorismo, narcotráfico y lavado de dinero por parte del quien hoy funge como Vicepresidente Ejecutivo de la República y otra persona catalogada como su testaferro.

La Constitución de la República antes de ser invocada se debe respetar y obedecer. Sus acciones han demostrado su absoluta, constante y flagrante violación de lo  estipulado en su artículo 328, donde señala claramente sobre la no beligerancia política de la FAN.

Cuando ingresamos a la FAN juramos defender la patria. ¿Lo recuerda Ud.? No fue al socialismo, ni al comunismo y mucho menos al narcotráfico.

Nos preguntamos ¿En dónde quedó el  juramento de defender la Patria? ¿Quiénes mancillan con acciones, decisiones y omisiones la dignidad y el respeto de los hombres de uniforme por una vil y sustanciosa cuota de poder y parabienes?

General Padrino, al final de su discurso usted dice que somos hijos de Bolívar y de Chávez. Sepa Ud. que los venezolanos y entre ellos nosotros los militares demócratas somos hijos de los héroes verdaderos de la patria que fueron leales a sus juramentos, a sus principios éticos, a sus tradiciones y nacionalismo, nos hicieron libres del yugo de la esclavitud y del colonialismo; pero jamás seremos hijos de quien socavó la democracia  con la implantación de un  modelo político fracasado y rechazado por el pueblo venezolano en el referéndum del año 2007.

Finalmente le exigimos, que no hable en nuestro nombre, en cosas que el honor militar no acepta.

Los militares activos violan la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela cuando se inmiscuyen en la diatriba política. 

Twitter: @frentemil2 
Facebook: Frente Institucional Militar, FIM.

Caracas, 19 de Febrero de 2017

"No hay estado sin Fuerzas Armadas, no hay Fuerza Armada sin disciplina, no hay disciplina sin ley. No hay ley, si el Jefe de esa Fuerza no la respeta y no la hace respetar" Simón Bolívar

Por el FIM
Vicealmirante Rafael Huizi Clavier. (Presidente del FIM)
General de Brigada (Ej.) Teodoro Díaz Zavala. (Vice-presidente del FIM)
Coronel (Ej.) Rubén Darío Bustillos Rávago. (Secretario de Organización)
Coronel (Ej.) Luis Enrique Sucre (Representante del Ejército) 
General de Brigada (GN) Simón Figuera Pérez. (Representante GNV)
Capitán de Navío Pedro Rafael Betancourt. (Representante de la Armada)
Coronel (Av.) Ángel Rodríguez Campos. (Representante de la Aviación)

General de División (Av.) Manuel Andara Clavier (Ex Presidente del FIM)
General de Brigada (Ej.) Juan Antonio Herrera Betancourt (Ex Presidente del FIM)
General de Brigada (GN) Miguel Aparicio Ramírez (Ex Presidente del FIM)
General de División (Ej.) Fernando Ochoa Antich
General de División (Av.) Maximiliano Hernández Vásquez
General de División (Ej.) Carlos Julio Peñaloza
Vicealmirante Julio Lanz Castellano
Vicealmirante Andrés Eduardo Brito Martínez
Vicealmirante Carlos Ramos Flores
General de División (Ej.) Vicente Narváez Churion
General de División (Ej.) Rafael Montero Revette
General de División (Ej.) Raúl Salazar Rodríguez
General de División (Ej.) Simón Luis Virgilio Tagliaferro
General de División (Ej.) Jorge Tagliaferro De Lima
General de División (Av.) Vladimir Filatov Riabkov
General de División (Av.) Jesús Hung Abreu
General de División (GN) José Barrios Dulcey
General de División (GN) Rafael Damiani Bustillos
General de División (GN) Luis Camacho Kairuz
General de División (Av.) Justo Saavedra
General de División (Av.) Antonio Morales González
General de División (Av.) Freddy Yánez Méndez
General de División (Av.) Julio García Pino
General de División (Ej.) Adolfo Tovar Salas
General de División (Ej.) José Antonio Olavarría Jiménez
General de División (GN) Enrique Prieto Silva
General de División (GN) Luis Felipe Nery Arrieta Ávila
General de División (Av.) Iván Darío Jiménez
General de División (GN) Landis Ferreira Zambrano
General de División (GN) Marcos Pacheco Melgarejo
General de División (Av.) Raúl Ramón Morales
General de División (Ej.) Oswaldo Sujú Raffo
General de División (Ej.) Andrés Medina Torcat
General de División (Ej.) Alfonso Romero Romero
General de División (Ej.) Félix Cáceres Pinzón
Vicealmirante Radames Muñoz León
Vicealmirante Freddy Mota Carpio
Vicealmirante Héctor Ramírez Pérez
Vicealmirante Efraím Díaz Tarazón
Vicealmirante Mario Iván Carratú Molina
Vicealmirante Julio Chacón Hernández
Vicealmirante Rafael Bertorelli Moreno
Vicealmirante Antonio Pérez Criollo
Vicealmirante Jesús E. Briceño García
General de División (Av) Regulo Anselmi Espín
General de División (Av) Reyes Humberto Gil Barrameda
General de División (GN) José Salazar Heredia
General de Brigada (Ej.) José Gregorio González Rodríguez
General de Brigada (Ej.) Juan Ferrer Barazarte
General de Brigada (Av.) Néstor Sánchez Toro
General de Brigada (GN) Antonio Contreras Escalante
General de Brigada (Ej.) Evelio Gilmond Báez
General de Brigada (GN) Domingo Rojas García
General de Brigada (Ej.) Camilo Vethencourt Rojas
General de Brigada (Ej.) Luis Felipe Párraga Barrios
General de Brigada (Ej.) Raimundo Guisandes López
General de Brigada (Ej.) Henry Lugo Peña
General de Brigada (Ej.) Néstor González González
General de Brigada (Ej.) Cesar Ramos Álvarez
General de Brigada (Ej.) Rubén Medina Sánchez
General de Brigada (Ej.) Guaicaipuro Lameda
General de Brigada (Av.) Eduardo Caldera Gómez
General de Brigada (Ej.) Ennio Torres Izarra
General de Brigada (GN) Régulo Díaz Vegas
General de Brigada (Ej.) Gustavo Salas Paredes
General de Brigada (Ej.) Bernardo Díaz Castillo
General de Brigada (Ej.) Rafael Peña Pereira
General de Brigada (Ej.) Ángel Vivas
General de Brigada (Ej.) José Alberto Osorio García
General de Brigada (Ej.) Juan de Dios Vierma Fuentes
General de Brigada (GN) Humberto Seijas Pittaluga
General de Brigada (GN) Orlando Hernández Villegas
General de Brigada (GN) José Salazar Heredia
Contralmirante Cesar Manzano Zavala
Contralmirante Elías Buchzser Cabriles
Contralmirante Luis Moreno Zambrano
Contralmirante Eddy Guerra Conde
General de Brigada (Av.) Mariano Márquez Oropeza
General de Brigada (Av.) Pedro Pereira
General de Brigada (Av.) Jorge Luis Guerrero Barrios
General de Brigada (Av.) Eduardo Báez Torrealba
General de Brigada (Ej.) Richard Salazar Rodríguez
General de Brigada (Ej.) José E. Godoy Peña
General de Brigada (Ej.) Rene Sericia García
General de Brigada (Av.) Román Gómez Ruiz
General de Brigada (Av.) Omar Ruiz Rodríguez
General de Brigada (Av.) Gonzalo Gómez García
General de Brigada (GN) Raúl Cepeda
General de Brigada (GN) Francisco Limongi
Contralmirante Mirko Markov Mikas
General de Brigada (GN) Gilberto Mayorca
General de Brigada (GN) Ramón Rodríguez Mayol
General de Brigada (GN) Rafael Vera R.
Contralmirante José Velasco Collazo
Contralmirante Eddie Ramírez Poveda
Contralmirante Oscar Betancourt Patiño
Contralmirante Gregorio Molleja Rodríguez
Contralmirante Daniel Comisso Urdaneta
Contralmirante Félix Antonio García Zambrano
Contralmirante Rubén Germán Torres Leal
Contralmirante Jorge Alberto Bustamante Cáceres
Contralmirante Ricardo Hernández Hernández
Contralmirante Raúl Bustamante Pulido
Coronel (Av.) Sammy Landaeta Millán
Coronel (GN) Luis Lara Santamaría
Coronel (Ej.) José Antonio Omaña Hernández
Capitán de Navío Juan Bautista Márquez Moreno
Capitán de Navío Julio Sánchez Correa
Capitán de Navío Gonzalo Merino Valery
Capitán de Navío Emilio De Rogatis Porreca
Coronel (Ej.) Orlando Martínez Ugueto
Coronel (Ej.) Manuel Antonio Ledezma Hernández
Coronel (Ej.) José Antonio Omaña Hernández
Coronel (Av) Pedro Soto
Coronel (Ej.) Antonio Varela
Coronel (GN) Luis Morales Parada
Coronel (Ej.) José Machillanda Pinto
Coronel (GN) Artemio Boada
Coronel (Ej.) Marcos Porras Andrade
Coronel (Av) Campo Elías Flores
Coronel (Ej.) Otoniel Arellano Pérez
Coronel (Ej.) Widman Olaf Alcalá
Coronel (Ej.) Carlos Barito
Coronel (Ej.) Domingo Santana Gómez
Coronel (Ej.) Yucepe Pilliery
Coronel (Ej.) Gustavo Díaz Vivas
Coronel (Av) Juan José Farías Molero
Coronel (Ej.) Juan José Rendón González                 
Coronel (Ej.) José Jiménez Malavé
Capitán de Navío Eduardo Ovalles Campero
Capitán de Navío Carlos Rodríguez Bártoli
Capitán de Navío Luis Guillermo Ramos Castillo
Capitán de Navío Nelson Antonio Escalona Fernández
Coronela (GN) Dido Cabrera Bustillos
Coronel (Ej) Emilio Méndez Martínez
Coronel (Av.) Silvino Bustillos
Coronel (GN) Antonio Semprún
Coronel (GN) Hidalgo Valero
Coronel (Ej.) Ángel Serrano
Coronel (Ej.) Domingo Salazar Martínez
Coronel (Av) Enio Aldazoro
Coronel (Ej.) Orlando Suarez Galeano
Capitán de Navío Javier Sánchez Pereira
Coronel (Av) Oswaldo Martínez
Coronel (Ej.) Carlos Daniel Rojas Pérez
Coronel (Ej.) Atilano Carrillo Bracamonte
Capitán de Navío Carlos Lavado Móttola
Capitán de Navío Luis Salas Marcano
Coronel (GN) Miguel Ángel Casanova Ostos
Capitán de Navío Rubén Piña Saa
Capitán de Navío Rafael Pérez sarmiento
Coronel (Av.) Danilo Rodríguez
Coronel (Av.) Juan Bautista Gómez Rojas
Coronel (Av.) Emmanuel Calles Manzano
Coronel (Av.) Ramón Francisco Guzmán  Díaz,
Coronel (GN) Carlos M. López
Coronel (GN) Omar Dávila Flores
Coronel (GN) Freddy Eduardo Martínez
Coronel (GN) Francisco Limongi
Coronel (Ej.) Manuel Ledezma Hernández
Capitán de Navío Clímaco Rivero Moreno
Capitán de Navío Humberto Lazo Cividane
Capitán de Navío José Santín
Capitán de Navío Bernardo Jurado Capecchi
Capitán de Navío Alberto Shadah Udelman
Capitán de Navío Eddy Méndez Pérez
Capitán de Navío Oscar Ibarra Labady
Capitán de Navío José Gregorio Noguera Torre
Capitán de Navío Nelson Rafael Camarillo Morillo
Capitán de Navío Juan Antonio Ramos Sánchez
Capitán de Navío Ángel Valero
Coronel (Ej.) José Bruzco Hernández
Coronel (GN) Iván Henríquez
Coronel (GN) Esmerio Delgado
Coronel (GN) Omar Ángel Aranguren
Coronel (GN) Williams Linares
Coronel (GN) Alirio Miguel Cabrera
Coronel (GN) Alexander Flores Lamus
Coronel (GN) Freddy Eduardo Martínez
Coronel (GN) Alex E. Montenegro Méndez
Coronel (GN) José Luis Quintana
Coronel (GN) Gustavo Enrique Ferrer Barroeta
Coronel (Ej.) Castor Torcat
Coronel (Ej.) Nelson Castro Moreno
Coronel (Ej.) Máximo Marchán
Coronel (Ej.) Eduardo Guzmán Pérez
Coronel (Ej.) Eduardo José Suarez Montana
Coronel (Ej.) Gabriel Oscar Duque Vivas
Coronel (Ej.)  Valmore Loaiza Baduel
Coronel (Ej.) Juan Gonzalo Aguilar
Coronel (Av) Omar Parra Pérez
Coronel (Av) Carlos Morales Jurado
Coronel (Av) Antonio Ortega Brouzes
Coronel (Av) Pedro Gómez Moncada
Coronel (Av) Juan Faria Molero
Coronel (Av) Humberto Álvarez Acosta
Coronel (Av) Alejandro Malpica Pérez
Coronel (Av) Oneida Colmenares
Coronel (Av) Inés Camacho
Coronel (GN) Jorge Rodríguez Valero
Coronel (GN) Oscar Briceño Domínguez
Teniente Coronel (Av) José Guevara Gutiérrez
Teniente Coronel (Ej.) Julio César Moreno
Teniente Coronel (AV.) Guillermo Beltrán Vielma
Teniente Coronel (Av.) Moisés Brunstein Reina
Teniente Coronel (Ej.) Jesús López Planchart
Teniente Coronel (Ej.) Cesar Augusto Becerra Lujan
Capitán de Fragata Alejandro López Hernández
Capitán de Fragata José Rafael Linares Badillo
Capitán de Fragata Alonso Sader Castellanos
Capitán de Fragata Reinaldo Ramírez Dala
Capitán de Fragata Leopoldo Salas Rommer
Teniente Coronel (Ej.) Pedro Tarcisio Donaires Lozada
Teniente Coronel (Ej.) Antonio Torres Alvarado
Teniente Coronel (Ej.) Isaac Antonio Tirado Gómez 
Teniente Coronel (GN) Edgar Rodríguez Vicentelli
Teniente Coronel (GN) Richard González
Teniente Coronel (GN) Carlos Romero Rico
Teniente Coronel (GN) Francisco Modesto Ignacio Serra Di Día
Teniente Coronel (Av.) Iván Ballesteros
Mayor (Av.) Luis Hartmann Ruiz
Mayor (Ej.) José Ramón Salas La Riva
Mayor (Ej.) Federico José Ventura Infante
Mayor (Ej.) Ángel Landaeta Yánez
Mayor (Av.) Raynell Mayella Martínez Mujica
Mayor (Av.) Raynell Mayela Martínez
Capitán (Av) Freddy Fernández Mata
Capitán  (GN) José Faria
Capitán de Corbeta Ali Boscan
Capitán (Ej.) Jesús Rojas Díaz
Capitán (GN) José Carrero Marquina
Capitán (GN) Orlando Velasco
Capitán (Ej.) Jerry Suarez
Capitán (Ej.) Alfredo Salazar Bohórquez
Capitán (Ej.) Ricardo Salazar Bohórquez
Capitán (Ej.) Wismerck Martínez Medina
Capitán (GN) Pedro José Flores Rivero
Capitán (Ej.) Carlos Blondell Tineo
Capitán (Ej.) Víctor Rafael Salas Estupiñan
Teniente de Navío Antonio Ríos Rojas
Teniente de Navío Carlos Rodríguez
Teniente de Navío Carlos Villalobos Franchi
Teniente de Navío Henry Clemant
Capitán (GN) Leonardo Carrero Araujo
Teniente de Navío Pedro Pedrosa
Teniente (GN) José Antonio Colina
Teniente (Av.) Miguel José Bravo Escalona
Teniente (Av.) Jorge Santa Cruz
Teniente (Ej.) Daniel Eduardo Morales
Teniente de Fragata Carlos Rodríguez Briceño
Teniente de Fragata. Rafael Figueredo Cassini
Segundo Teniente (Ej.) Carlos García Arcaya
Cabo 2do. (Ej.) Ángel Humberto Martínez Camejo

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