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viernes, 18 de agosto de 2017

VENEZUELA: Soldados hambrientos cruzan frontera con Guyana. Por: Rubén Dario Bustillos Rávago. Opinión. Venezuela.


Soldados hambrientos cruzan frontera con Guyana
 rogando por comida

Por: Rubén Dario Bustillos Rávago*

La nota de prensa, en inglés, original del diario “The Guyana Guardian, fue publicada marginalmente en un diario de Bogotá como referencia a la grave situación fronteriza que significa para los estados la obligación de sostener, con alimentos y cobijo, a cientos de miles de venezolanos, “refugiados” que huyen de la dictadura hacia otras latitudes en búsqueda de un futuro mejor. Se habla de una diáspora cercana a los dos (2) millones de venezolanos regados por el mundo.

Pero en el caso que nos ocupa en esta oportunidad, está relacionado con la captura de soldados uniformados, armados y equipados para cuidar nuestras fronteras precisamente con la Republica Cooperativa de Guyana, con quien desde la época colonial y el imperio británico, mantenemos un conflicto territorial derivado del reclamo de la Guayana Esequiba, también conocida como la Zona en Reclamación, el cual es un importante territorio de una extensión de 159.500 kilómetros cuadrados, comprendidos desde el oeste del río Esequibo hasta el hito en la cima del monte Roraima. Esta zona es reclamada por nuestro país a la República Cooperativa de Guyana, quien la administra como propia, con permiso del régimen venezolano, y en donde la gigante Exxonmobil, con una cedula extendida por el gobierno guyanés, ha encontrado importantes yacimientos de petróleo liviano. Esta acotación me parece importante para que el lector pueda visualizar que no estamos magnificando el problema planteado con otros fines diferentes a la denuncia de lo que está sucediendo con nuestros centinelas fronterizos y la situación interna de la moral militar que está en juego con la evidente irresponsabilidad del Alto Mando distraído en tareas y negocios ajenos a la defensa de nuestro territorio.

A continuación, me permito publicar una traducción libre de la referida nota de prensa:

Bogota. Colombia. Un grupo de soldados -armados y en uniforme- fueron capturados la semana pasada cuando cruzaron la frontera guyanesa, rogando por comida, informo la policía, como una señal más de la gravedad de la crisis venezolana.

El inspector de la policía guyanesa Christopher Humphrey dijo que se trasladó hacia la frontera a través del rio Amacuro, el cual divide la frontera entre las dos naciones, para investigar la denuncia de que militares venezolanos estaban robando alimentos de locales. Pero los tres soldados que el encontró -dos cargando rifles de asalto- manifestaron que ellos no habían maltratado a nadie y que solo “rogaban” por comida.

Humphey, dijo que los hombres habían cruzado el rio en una endeble balsa y que su aspecto de hambrientos era realmente genuino. Estaban desesperados -informo al Miami Herald-. Estuvieron acá por cierto tiempo y me mostraron una lata vacía de sardinas y el lugar en donde ellos las habían cocinado en una hoguera.

El periódico “The Guyana Guardian”, el primero que reporto la historia, dijo que los militares venezolanos cruzaron la frontera de nuevo después de recibir cierta cantidad de alimentos adicionales.”

Prefiero dejar a los lectores de esta breve reseña para que saquen sus propias conclusiones sobre estos hechos que avergüenzan el gentilicio de propios y extraños a nuestra Fuerza Armada Nacional (FAN) a las puertas de un inminente estado de guerra a consecuencia de la participación de una fuerza armada internacional que, más temprano que tarde, tendrá que incursionar en nuestro territorio para coadyuvar a la liberación del pueblo venezolano secuestrado, con las armas de la república, por una banda del crimen organizado comandados por el colombiano Nicolás Maduro Moros, dedicada al saqueo de las arcas públicas, al narcotráfico y aliada al terrorismo internacional. 

Caracas, 17 de agosto de 2017.-





·         El Cnel. (Ej.) Rubén Dario Bustillos Rávago es secretario de organización del Frente Institucional Militar, FIM.


jueves, 17 de agosto de 2017

Dictadura Constituyente José Vicente Carrasquero A. Opinión. Venezuela.



Dictadura Constituyente
José Vicente Carrasquero A.
Venezuela atraviesa el peor momento de su historia contemporánea. Después de dilapidado el mayor aluvión de dinero de toda su historia republicana, el país ha descendido a los niveles de estado fallido. Los venezolanos sufren la peor calidad de vida del continente americano, lo cual es muy grave si se considera que en la región hay países muy pobres como Haití y Nicaragua para mencionar solo dos de ellos.

La clase política venezolana hace rato que abandonó los principios democráticos para aferrarse a ese espíritu que los llevo a embarcarse en las aventuras golpistas de 1992 con las que pretendían instaurar una dictadura militar para, supuestamente, resolver los problemas que aquejaban a la población.

Lo cierto es que la situación de Venezuela es mucho peor que en 1992. Vale la pena mencionar algunos datos para ubicar al lector. Actualmente la inflación se ubica en mil por ciento anual con una grave tendencia a subir en los próximos días. La escasez de alimentos, medicinas y productos de higiene personal es escandalosa. La desnutrición infantil y el aumento de la mortalidad infantil son indicios de la nefasta situación que provoca la ausencia de productos esenciales para la alimentación y la salud. 

Enfermedades erradicadas hace décadas como la malaria han vuelto a brotar con fuerza. Durante el año 2016 al menos treinta mil venezolanos fueron asesinados por bandas criminales que han logrado organizarse para estar mejor equipadas y ser más efectivas que la policía llamada a cuidar a los venezolanos. Para no aburrir con más datos, se estima que más de un millón y medio de venezolanos han abandonado el país, es su mayoría en búsqueda de una calidad de vida que su tierra no les ofrece.

En Diciembre de 2015, el chavismo sufrió una derrota electoral de proporciones importantes. Dos tercios de la Asamblea Nacional (AN), el cuerpo legislativo del país, quedó bajo el control de la oposición. Ese fue el fin de las elecciones en Venezuela y marcó la ruptura total del partido de gobierno con la democracia. Lo que vino a partir de ese momento fue un golpe de estado por capítulos.

El primero fue el nombramiento sin cumplimiento de los extremos legales y reglamentarios de un Tribunal Supremo de Justicia repleto de personas de poca solvencia profesional, ligadas al partido de gobierno al punto de que algunos eran diputados de la Asamblea Nacional que días antes de su vencimiento los nombró y juramentó ilegalmente.

El segundo capítulo se produce con una sentencia de la sala electoral de este nuevo tribunal que suspende la elección y proclamación de los diputados del estado Amazonas por un supuesto fraude. Llama la atención que hasta ese momento, el chavismo proclamaba tener el mejor sistema electoral del mundo y más protegido contra dolos. Con esta sentencia, el chavismo impide que la nueva AN se instale con la mayoría conquistada en las elecciones.

Ya mostrando descaradamente su cara dictatorial, Maduro procede a ordenar al ilegítimo TSJ que declare a la AN en desacato. Un nuevo golpe que lleva al ejecutivo a desconocer la capacidad de control del cuerpo legislativo sobre el resto de la instituciones del Estado.

En Diciembre de 2016 unos tribunales de control detienen el proceso de convocatoria de un referéndum para la revocación del mandato de Maduro según lo que estable el artículo 72 de la Constitución Nacional. En este nuevo capítulo golpista, los tribunales de menor instancia pasan por encima de la autoridad del Consejo Nacional Electoral (CNE). Los venezolanos se quedan sin la posibilidad de someter a Maduro al juicio popular del voto.

No contentos con estos artilugios, el CNE, cuyas rectoras pertenecen al partido de gobierno, suspende con artilugios administrativos las elecciones de gobernadores y alcaldes que se debían realizar en Diciembre de 2016, un nuevo golpe a la soberanía popular que ve cerrados los espacios para la expresión de su evaluación de la situación que vive el país.

Otro capítulo se da con sentencias del TSJ que eliminan la inmunidad de los parlamentarios y adjudican funciones de la AN al tribunal constitucional. Semejante aberración tuvo una repulsa nacional e internacional y dio un tremendo impulso a la ola de protestas que desde entonces se viven en Venezuela. En el papel, el TSJ revocó las sentencias, en la práctica, la dictadura las siguió aplicando.

Huyendo de las elecciones, el dictador Maduro decide desconocer totalmente la constitución y convoca una asamblea nacional constituyente para escribir una nueva constitución. El descaro es de tal magnitud que no se esconde que el verdadero propósito es tener poderes supra constitucionales para proceder a la remoción de la fiscal general de la república y al cierre de la Asamblea Nacional dejando sin inmunidad parlamentaria a sus diputados. Este golpe fue avalado por el ilegítimo TSJ con una sentencia que no admite la más mínima revisión desde el punto de vista de su nivel jurídico.

En un capítulo culminante, la dictadura celebra un simulacro de elecciones de los miembros de la constituyente. El fraude es monumental. A pesar de que los centros electorales se veían desolados, el CNE anuncia al final de la jornada una participación de ocho millones de venezolanos para tratar infructuosamente de convencer a la opinión pública nacional e internacional que cuentan con el apoyo mayoritario de la población.

El viernes 4 de Agosto el mundo asiste a la estocada final. Se instala una Asamblea Nacional Constituyente en franca violación de lo previsto para ello en la constitución vigente. El golpe de estado se ha consumado.

Las amenazas y acciones no se han hecho esperar. El primer acto de la ACN fue remover de su cargo a la Fiscal General de la República y nombrar a un individuo cuya parcialidad política no deja lugar a dudas al haber sido constituyentista en 1999, diputado a la AN y gobernador de estado siempre en las filas del partido de gobierno.

Lo que le espera a Venezuela es de pronóstico reservado. La dictadura se ha otorgado a sí misma poderes constituyentes. Ya anunció que su duración será de dos años. Se empeña en hacer creer al mundo que su origen es legítimo y que actúa bajo el mandato popular. Eso solo lo creen los partidos españoles satélites del PSUV y algún grupete de izquierdistas trasnochados a los que los principios de la democracia les importa muy poco.

El país se va por un precipicio en el que la dictadura tratará de poner orden a través de una mayor represión y persecución de líderes de oposición, aumentando el número de presos políticos, exilados, asesinados y heridos. El dictador Maduro se siente sin límites y hace caso omiso de la repulsa internacional. Las medidas hasta ahora anunciadas por otros países resultan inefectivas ante la magnitud del desafuero cometido por una clase política corrompida y peligrosamente vinculada con el crimen internacional.

martes, 15 de agosto de 2017

SIN AYUDA INTERNACIONAL DELINCUENCIA ORGANIZADA NO ABANDONA EL PODER Por: Rubén Dario Bustillos Rávago. Opinión. Venezuela.



SIN AYUDA INTERNACIONAL DELINCUENCIA ORGANIZADA NO ABANDONA EL PODER

Por: Rubén Dario Bustillos Rávago*
El problema de Venezuela no es un asunto que se limita y constriñe dentro de nuestras fronteras; no, es un problema que envuelve a todo el continente americano y se pasea por Europa, Asia y el medio Oriente y la solución será posible solo con la participación de los factores involucrados.
La elección y puesta en marcha de una inconstitucional, tramposa y supuesta Asamblea Nacional Constituyente (ANC), con el aval del Alto mando Militar, no hizo sino corroborar definitivamente la implantación de una narco-dictadura en Venezuela presidida por Nicolás Maduro quien mantiene secuestrada, a punta de fusil, a 30 millones de venezolanos.
Los colegas de uniforme, a los cuales la republica les otorga la guardia y custodia de sus armas para defender la patria, deben estar claros que, jamás, deben utilizarlas en contra del pueblo, como lo están haciendo por órdenes del Alto Mando, convirtiendo la institución armada en cómplice del ilegitimo régimen.
De manera que no podemos ser tan ingenuos para continuar creyendo y mucho menos pregonando que el gobierno venezolano está integrado por un grupo político de determinada ideología y que Nicolás Maduro es un presidente legítimo, pues todo eso es una gran mentira fundamentada en Cuba por la Delincuencia Organizada para asaltar el poder, disponer a discreción, de nuestros recursos naturales y tener cielo abierto para impunemente continuar siendo la mayor banda del narcotráfico del mundo, depredadora de los dineros públicos que jamás se haya instalado en país alguno.
Hay que estar contestes de que el 90% de la población venezolana ha perdido más de 16 años luchando, infructuosamente, en contra de quienes usurpan el poder en Venezuela. De tal manera que, creo que llego el momento de que, sin rubor alguno, recurramos a solicitar la ayuda internacional antes que la crítica situación nos conduzca a un holocausto. No hacerlo ahora, incrementara los riesgos de continuar sumergiéndonos en el abismo propiciado por la dictadura a consecuencia del hambre, la muerte y la desolación.
Sobre esa materia existe un precedente cuando los EEUU, a solicitud del gobierno, colaboro abiertamente con las autoridades colombianas para acabar con los grandes carteles del narcotráfico. En efecto, en Colombia, la guerra contra el narcotráfico comenzó el 30 de abril de 1984, cuando sicarios del líder del Cartel de Medellín y entonces diputado suplente, Pablo Escobar Gavidia, asesinaron al Ministro de Justicia, Rodrigo Lara Bonilla, razón suficiente para que el presidente Belisario Betancur, implementara de manera inmediata la Ley de Extradición hacia los EEUU contra los narcotraficantes. En la tarde del 2 de diciembre de 1993 Pablo Escobar Gavidia sería abatido por un comando del grupo de búsqueda entrenado por los EEUU.
Por supuesto que la situación de Venezuela es diferente. Mientras que en Colombia el narcotráfico luchaba para tomar el poder, en Venezuela el narcotráfico desde el poder, con la complicidad de la FAN, trata de someter, a sangre y fuego, al 90% de la población que le adversa.
No creo que tú, compatriota, prefieras, continuar “disfrutando” de la invasión narco-cubana, propiciada y financiada por los traidores a la patria o esperes una salida cuando el capo de narcotráfico, aliado del grupo terrorista Hezbollah, Tareck El Aissame, ocupe la presidencia.
Entonces concluiremos en que es muy difícil que un pueblo desarmado logre someter a sus secuestradores para enfrentarlos a la justicia, cuando están utilizando las armas de la república para su fechoría. Esa es razón suficiente para entender que la sociedad venezolana requiere de la ayuda internacional para lograr su LIBERTAD. Caracas, 15 de agosto de 2017. rdbustillos@gmail.com, @rdbustillos
  • El Cnel. (Ej.) Rubén Darío Bustillos Rávago es Secretario de Organización del Frente Institucional Militar, FIM.