PAGINAS Y RECORTES

martes, 20 de febrero de 2018

¿Cuáles elecciones? Por: José Vicente Carrasquero A. Opinión. Venezuela.


¿Cuáles elecciones?
José Vicente Carrasquero A.

El legado del comediante eterno está en pleno desarrollo. La miseria se ha apoderado del país y somete a los venezolanos a una situación de hambre y postración sin precedentes en nuestra historia contemporánea. Contrario a lo que piensan muchos venezolanos, lo que nos está pasando no es producto de un inteligente plan de sometimiento. Es simple y llanamente el resultado de otro capítulo de un país sujeto de las maldades del comunismo. Ya en su momento se establecerán las responsabilidades.
El comediante eterno llega al poder con los pies encharcados de la sangre de aquellos soldados que llevó inocentemente al sacrificio para satisfacer sus febriles sueños de emular a un gigante como Bolívar cuya imagen no hizo más que explotar en su propio peculio.
Se une a Chávez lo peorcito de la política venezolana. Algunos profesores universitarios convencidos de que el socialismo es la salida le facilitan apoderarse de nuestras riquezas y dilapidarlas de forma criminal. No hubo inteligencia en este accionar, solo ansias de poder y la estúpida creencia de que el petróleo podía financiar una sociedad policial como la cubana manteniendo un nivel de vida tolerable para los venezolanos.
La inexorable justicia divina se llevó al comediante que durante años trató al país como si fuese de su propiedad. Atrás quedaron los tiempos en los que decía que el pueblo era el soberano. Fueron al saco de la basura todas aquellas veces que se usó la celebre frase del Libertador que condenaba el uso de las armas contra la gente. Borracho de poder y dinero Chávez se rodeó de todo aquel mediocre que estaba dispuesto a aplaudir sus ridículas intervenciones públicas. Al momento del cierre de su ciclo vital, aparece sentado en medio de dos grises figuras que auguraban una tragedia horrible para los venezolanos: el poco instruido, analfabeta funcional Nicolás Maduro y la nulidad engreída Diosdado Cabello.
No veo hasta el momento más inteligencia que la perfidia de unos cubanos que ni siquiera pudieron mantener una Venezuela que les ayudará a amparar a la quebrada isla antillana. Por lo visto tengo una definición distinta de inteligencia de aquellos que sostienen que esto es producto de un plan perfecto.
Como era de esperarse, el país en manos de dos limitados mentales solo pudo ir por la ruta que estamos viviendo. Estos personajes han cometido todos los desafueros posibles para mantenerse en el poder. Desde asesinatos y compromisos con el terrorismo internacional hasta relaciones con el narcotráfico han construido un expediente que los obliga a rendir cuentas a la justicia tanto nacional como internacional.
¿Cree usted que estos individuos venderán tan barato su pellejo yendo a unas elecciones que perderían con toda seguridad? Evidentemente no. Lo que se ha convocado para el 22 de Abril no es una elección. Es una puesta en escena del mismo corte que la farsa comicial del 31 de Julio de 2017 a través de la cual el legado del comediante eterno confiscó el poder constituyente a los venezolanos.
¿Hay alguno oportunidad de salir victorioso en esa puesta en escena? Evidentemente no. Las señoras que dicen ser poseedoras del poder electoral cometieron un delito el 31 de Julio que se paga con cárcel. Eso quiere decir que estas camaradas se hicieron cómplices de los crímenes atroces de los siameses Nicolás-Diosdado. Con esa espada de Damocles sobre sus cabezas las usurpadoras del poder electoral tienen todos los incentivos necesarios para declarar que Maduro, el presidente más rechazado de nuestra historia, ganó las elecciones por 12 millones de votos y que otros 6 se quedaron en cola esperando para votar por este grande hombre de la miseria nacional.
¿Existe alguna posibilidad de repetir la proeza de 2015? No, definitivamente no. El proceso electoral no existe. La apertura en el exterior del registro electoral es parte de la farsa. La puesta en funcionamiento del consulado de Venezuela en Miami es otro fragmento de la parodia que el chavismo está montando como una tramoya para hacerle creer a los Zapateros del  mundo que su victoria es producto de una equitativa lucha electoral.
En 2006 el chavismo, ante la posibilidad de que Rosales se retirara de unas elecciones groseramente desiguales, inscribió dos decenas de candidatos fantasmas que todos juntos no pudieron reunir votos para llenar un autobús. Para los chavistas las elecciones son mal necesario que justifican ante el mundo las atrocidades que comenten contra el pueblo.
Esta vez no tendrán ni siquiera esa previsión. Quienes se inscriban en esta tramoya electoral estarán cometiendo un crimen contra la democracia y contra el pueblo venezolano. Yo no se si calificarlo de inocencia o falta de conocimiento claro de lo que está pasando. Lo cierto es que no hay manera que la cúpula putrefacta que se ha hecho del poder lo entregue mansamente a través de un proceso democrático.
No se podrá decir que los venezolanos no agotamos los extremos de la lucha por el poder con métodos pacíficos. El mundo tiene que despertar. Los pequeños países del Caribe tienen que olvidarse de la Venezuela con capacidad de ayudarlos a sobrellevar los costos del petróleo. Los socios ideológicos tienen que reconocer que los siameses de Chávez no son de izquierda sino unos delincuentes con terror de ser presentados ante la justicia.
La repulsa internacional al gobierno de Maduro debe tener un eco interno de rechazo a la farsa electoral del 22 de abril. La dirigencia venezolana tiene la oportunidad de convocar un paro electoral que demande la renuncia de Maduro y la instauración de un gobierno de transición que limpie las instituciones de la escoria seguidora del comediante eterno y cree las condiciones para unas elecciones competitivas para las cuales, ojalá, se presente un programa de rescate nacional que de una vez por toda asuma que el petróleo no es suficiente para lograr el desarrollo de un país y apueste por una economía de libre mercado y rigurosidad fiscal.
Las elecciones del 22 de abril, no existen, son una farsa con el precedente del 31 de Julio de 2017. Ya lo hicieron una vez, y por su supervivencia delincuencial están obligados a repetirla.


@botellazo