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domingo, 23 de febrero de 2020

NO SE TRATA DE LOGRAR UN CAMBIO EN VENEZUELA, ES MUCHO MÀS. Por: Daniel Comisso Urdaneta. Contralmirante A.R.V. Reflexiòn. RA LXXXVIII


RESPETUOSOS SALUDOS

RECORDANDO ALTAMIRA LXXXVIII
¡¡¡CESE DE LA USURPACIÒN!!!
¡¡¡GOBIERNO DE TRANSICIÒN!!!
¡¡¡ELECCIONES EN PLENA LIBERTAD!!!

NO SE TRATA DE LOGRAR UN CAMBIO EN VENEZUELA, ES MUCHO MÀS

  22 Febrero 2020
                                                  ...y desaparece del Arauca el nombre de El Miedo y todo volvió a ser Altamira… (Doña Bárbara-R. Gallegos)

Estimados compatriotas, lamentablemente la adrenalina de nuestra montaña rusa, nuevamente registra una peligrosa calma. La UE; bajo la influencia de la "cuadriga de rocinantes" del gobierno español (Zapatero-Borrell-Sánchez-Iglesias), guiada por un "auriga" aparentemente ligado a Noruega y con tradicionales muy buenas relaciones con la tiranía comunista cubana; ha eliminado las sanciones hacia el régimen delincuente, y haciéndose de la vista gorda sobre el sufrimiento del pueblo venezolano, ha vuelto a retorcer el camino hacia unas elecciones que invierten el camino establecido en enero 2019, para ellos a falta de petróleo buenos son lingotes de oro. Por su parte, el Grupo de Lima, se adhiere a esa forma de acción. Ya no se escucha nada sobre el cese de la usurpación, de hecho algunos voceros de la UE, del GDL y de la dirigencia opositoide (la cual vuelve a ladrar) pretenden hacernos ver que ya estamos en la fase de transición y que por tanto debemos ir a elecciones, esto es inaceptable. Es preocupante escuchar decir a Julio Borges que, con las elecciones recuperaremos la democracia en Venezuela, cuando ni siquiera tenemos a Venezuela, estamos inmersos en las profundidades del engendro de la república bolivariana, bajo su narco tiranía terrorista que nos aniquila día a día. Más preocupante aún es escuchar a Carlos Vecchio decir que el mejor candidato del PSUV sería Nicolás Maduro, como si fuese alguien digno, como para sentir satisfacción en competir con alguien así.  
Nos quieren convencer de que ya es el momento de ir a elecciones democráticas y libres, pero no pueden ocultar el hecho de que para ello debemos primero recuperar la libertad plena y luego restablecer la democracia en la Nueva Venezuela, es inútil que le sigan dando giros a la cruda realidad.
Numerosos analistas y generadores de opinión,  de mayor o menor calificación, y luego de haber vivido los últimos 21 años sufriendo las calamidades del engendro, hemos coincidido en que el orden natural de eventos para salir irreversiblemente del régimen narco tirano del grupo delincuencial transnacional que usurpa el poder en la república bolivariana, es: el cese de la usurpación, el gobierno de transición y llegar luego a las elecciones en pleno ejercicio de la libertad y soberanía. Que no es lo mismo que elecciones democráticas y libres, adelantadas. Uno de los más claros, específicos y concretos planes de acción lo planteó el Dr. Juan C. Sosa Azpùrua. Sin embargo, se vuelve a insistir en que la solución radica en celebrar elecciones con condiciones mejoradas en las instituciones y con vigilancia internacional, así, supuestamente nos ahorraremos los traumas de las dos fases anteriores. Pues pienso que es un gran error, porque esas fases son indefectibles.
Ojalá me equivoque y no sufriría ninguna pena si fuera así, pero me pregunto; ¿es que acaso los que nos plantean ir a elecciones ahora, piensan que con ellas recuperaremos la libertad y la democracia y que en realidad nos libraremos de cumplir con las fases de cese de la usurpación y de transición?, ¿es que acaso las elecciones eliminarían al grupo delincuencial narco terrorista (¡representado en tales elecciones!) que ha destruido a Venezuela? Pues yo creo que no. Pienso, más bien, que es el mejor camino para que el engendro quede vivo y, con su gran poder económico corrupto y sus aliados, logre mantener su amenaza constante con acciones desestabilizadoras contra el novel gobierno. Además infiero que; el principal interés de todos aquellos relacionados con ese poder económico corrupto y delincuencial, es impulsar tal propuesta.
No obstante, ante tal evidente y pareciera que inevitable influencia, me atrevo a plantear que, como ciudadanos, nos veremos involucrados, en contra o no de nuestra voluntad, en esas elecciones.
Bien, entonces como ciudadano común, consciente del verdadero problema, me veré en la obligación de ser muy exigente en los "planes y propuestas de gobierno" que nos expongan los candidatos de oposición durante el corto período de campaña.
Particularmente, esperaré oír a aquel candidato que nos exponga dentro de su plan, principalmente lo siguiente: còmo logrará el cese de la usurpación y cual será el proceso para someter a la justicia a los responsables de la catástrofe; còmo ejecutará la fase de transición para finalizar de limpiar las instituciones y garantizar que no se revierta el engendro; cuánto tiempo de sus seis años tiene previsto para esas dos fases; y simultáneamente, còmo aplicará el Plan País, para la reinstitucionalización nacional; quisiera saber si estaría dispuesto a sacrificar su esfuerzo en el logro de las fases de limpieza; igualmente es indispensable para su credibilidad, que indique quiénes serán los ministros que lo acompañarán en tan exigente labor. Si no obtengo satisfacción suficiente al respecto, entonces me quedará claro que, como pienso ahora, no sé si en realidad valdrá la pena participar en unas elecciones, cuando no hemos logrado la plena libertad y soberanía y no se han presentado los planes que lograrán el cambio profundo y radical que esperamos todos para el renacimiento de la Nueva Venezuela, puesto que la amenaza seguirá entre nosotros como hasta hoy.

Daniel Comisso Urdaneta
Contralmirante
A.R.V.
(Jamás arbv)