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sábado, 18 de abril de 2020

La FAV, CADAFE y la Inspección de líneas. Por: Sammy Landaeta Millán



La FAV, CADAFE y la Inspección de líneas de alta tensión.
Por: Sammy Landaeta Millán. Relato FAV. 

El Grupo Aéreo de Operaciones Especiales Nº 10 (Gruopediez) de la Fuerza  Aérea Venezolana (FAV) era el encargado de operar  los Helicópteros,  Bell 205-A, matrícula YV-O-KWH-2 y  Bell 214B, matrícula YV-O-KWH-4  de la Empresa CADAFE, que estimo que a partir del año 1978, eran utilizados en la Inspección de líneas de alta tensión, en todo el territorio nacional, de la República de Venezuela.
Las tripulaciones del Gruopediez con clasificación de pilotos, copilotos y jefes de máquinas, éramos entrenados por  la Empresa CADAFE que utilizaban abordo de las aeronaves, unos equipos para determinar la continuidad de los tendidos, y para detectar el arco eléctrico por sus interrupciones en cualquier lugar. En esos tiempos, era muy difícil integrar el equipo de tripulaciones,  porque se empleaban los profesionales con mayor antigüedad, graduación,  eficiencia y experimentados en vuelos de montaña, alta montaña, Eslinga  y por supuesto, conocimiento previo en la supervisión e inspección de troncales eléctricos,  en la Nación.
En la sala de operaciones del Gruopediez  y en los Escuadrones de Vuelo números: 101 y 102, existían un legajo de información empastado que se denominaba: Atlas Eléctrico de Venezuela, donde cada quien debía conocer los ramales instalados en oriente, occidente, centro y sur del país a fin de tener un mayor conocimiento, en caso que se requiriese participar, por rol o emergencia, y al final todos éramos evaluados, en esas áreas. La sala de operaciones de vuelo de la unidad,  se percibía a veces como el tribunal de la inquisición, la emergencia del día, era sorteada mediante una “Ruleta de la Suerte” que si te tocaba la rifa,  deberías saber el procedimiento adecuado a tú especialidad de piloto de helicópteros y deberías explicarlo, delante de todos los pilotos.
Allí se nos  informaba sobre la estandarización de procedimientos y la actualización de las revisiones de los tendidos eléctricos de alta tensión, en toda la geografía nacional. Las rutas a volar se enriquecían  con el conocimiento particular de los tripulantes acerca de las diferentes poblaciones, y es por eso que algunas veces preguntamos, donde quedan las localidades de San Vicente de la Revancha, Bochinche, Santa Rosa de Amanadona, Santa María de los Guaicas o Santa Ana de la Península, porque es y era, el  pan nuestro de cada día de las tripulaciones de Helicópteros que en sus operaciones nos llevaba a hacer, NO menos de 20 aterrizajes por dia,  y hasta  dormir en un sitio diferente, por espacio de  siete dias continuos.
Total el Helicóptero Bell 205-A, matrícula  YV-O-KWH-2,  fue operado  por los tripulantes veteranos de la época, y la Empresa  CADAFE  asignó un incentivo monetario  de acuerdo con el número de horas de vuelo y dias volados, que a la par representaba un dinero extra, ya que la unidad NO contaba con recursos propios que se pudiesen utilizar para sufragar costos de viáticos, alojamiento y alimentación, en las diferentes partes del país, donde se operaba.  Un día indeterminado, llegó el momento que me correspondió por el rol de tripulantes volar en el Helicóptero,  Bell 205-A, matrícula  YV-O-KWH-2. Los requisitos se extendían desde pilotos clasificados como capitán de nave, pilotos instructores, pilotos altamente entrenados y mi persona aplicaba en el perfil.
Fui seleccionado como copiloto del Helicóptero  Bell 205-A, matrícula YV-O-KWH-2 que casualmente incluía una inspección inicial en la Isla de Margarita. Estado Nueva Esparta. La tripulación estuvo integrada así: Piloto capitán de nave,  Teniente Coronel (Av) Hugo Fernández Vielma. Copiloto Capitán (Av) Sammy Landaeta Millán y Jefe de Máquina el MT1 (Av) Cristóbal Medina. Despegamos para Margarita después de mediodía, con la intención de pernoctar en Porlamar para el inicio de trabajo. En esa oportunidad llevamos como pasajero a la Señora  esposa del Coronel (Av) Hergio de Carmen Garcia.  A llegar al aeropuerto Santiago Mariño nos disponíamos a abastecer la aeronave con Jet-A1 o JP1 (denominación FAV) y mi comandante notó que las personas que suministraban combustible me conocían y me preguntó al respecto, a lo cual  le dije que eran paisanos de Tacarigua, y que precisamente la señora de mi coronel  Hergio García iba con destino a dicha población, razón que motivó que él decidiera que hiciéramos  un toque técnico, para dejar la señora y seguir a Porlamar.
Tremenda emoción. Tendría la oportunidad de sobrevolar Tacarigua, mi  terruño natal y una vez que encendimos y despegamos el helicóptero, mi teniente coronel me dijo tú lo tienes, vuela tú, porque tú conoces la zona. Era un vuelo de 5 o 7 minutos, pasamos los cerros al norte del aeropuerto  y ahí estaba Tacarigua. Desde mi puesto de mando, divisé el portachuelo, el cerro el Tamoco, el cerro Mureche y las poblaciones de Santa Ana del Norte, la Vecindad, Pedro González, San Sebastián y a los lejos Juan Griego. Tremendo espectáculo natural. Seleccioné un sitio de aterrizaje en un conuco contiguo a la casa del Señor Cayito Moya, vecino de la casa que construyó mi mama, cuando falleció mi padre. Aterrizamos en el sector Los Andes de Tacarigua y muy cercano se  veía la gente, que empezaban llegar a ver el acontecimiento. Disminuimos las revoluciones del helicóptero mientras la señora del Coronel García, se bajaba y se despedía, para luego nosotros acelerar y despegar hacia la circunscripción militar de Porlamar.
En la mañana siguiente, sobrevolamos Porlamar. Teníamos que hacer una inspección aérea para determinar los posibles accesos y áreas de seguridad para colocación de la Cúpula de la Iglesia de Porlamar que estaba en reparación, pero  las obras civiles NO estaban concluidas. Una vez determinado que era posible efectuar los procedimientos de Eslinga, para colocar la cúpula eclesiástica, como una demostración de apoyo del gobierno nacional y de buena voluntad de CADAFE con la feligresía católica de la Isla de Margarita, dimos el visto bueno a la futura operación. Hicimos los recorridos correspondientes a la inspección de líneas  en los sectores  de tendidos eléctricos de alta tensión y líneas de transmisión desde  la subestación correspondiente. Gracias a Dios todo estaba sin novedad. La misión a Oriente, habia culminado y regresamos  a la Base Aérea El Libertador (BAEL) en un navegación aérea a mar abierto, solo con el apoyo de un LPG (Chaleco Salvavidas) para continuar el dia siguiente a Occidente.
En esta nueva ruta a Occidente, estaba más familiarizado porque varias veces habia evaluado en helicópteros UH-1H por cuestiones  de interrupción eléctrica, en la líneas  que van desde La Arenosa hasta Planta Centro y viceversa.  Considero prudente destacar que las dificultades de inspección era supervisar  -de los 3 cables-  el cable que se encuentra más cercano a la montaña en el trayecto Valencia - Planta Centro.  La velocidad sobre el tendido eléctrico, era de 60 Nudos (Kts) y en caso de falla del motor, la única posibilidad de hacer una autorrotación (maniobra de aterrizaje de emergencia)  era en el Autopista Valencia - Puerto Cabello, con muy pocas probabilidades de sobrevivencia, por lo confinado de los espacios, la baja velocidad,  el relieve, la vegetación y la poca altura. Pero nunca pasó nada. Gracias a Dios.
Llegados a Planta Centro nos tocaba inspeccionar  las líneas que van en un corredor montañoso. Montaban. Bejuma. Miranda. Nirgua. Yaritagua, cruzar la superficie de  la Represa Ing. Francisco C. Amelinck y   Chicavoa. Desde esa zona la inspección se hizo a los tendidos  eléctricos pero se combinó con el lanzamiento de panfletos que instaban los agricultores de Caña de Azúcar y otros cultivos, a NO quemar debajo de los tendidos de alta tensión y mucho menos que la zafra se hiciese donde la línea de 800 KWH resultase dañada.
Recorrimos hasta  Sabana de Parra. Cebudare. Barquisimeto  y de ahí hasta Maracaibo por sobre los cables del tendido eléctrico nacional. NO era cosa fácil, ni tampoco un trabajo de mercenarios,  por un incentivo monetario, era una trabajo que se hacía  arriesgando nuestras vidas pero preservábamos el bienestar de los  ramales eléctricos y así garantizábamos la sobreviviencia de  la población, industrial, comercial, comunal y vecinal, por intermedio del suministro del flujo eléctrico  que administraba  la Empresa CADAFE y nosotros como profesionales de la Fuerza Aérea Venezolana, contribuíamos ampliamente a preservación, conservación y al desarrollo nacional.
Seguimos volando hasta conseguirnos con la costa oriental del Lago de Maracaibo. En esa inspección también  todo se efectuó sin novedad y eso facilitaba nuestro trabajo, y el resto del estado Zulia sería objeto de una posterior campaña. Llegamos hasta el Cuartel Libertador en Maracaibo para pernoctar en esa unidad,  donde siempre fuimos huéspedes bienvenidos del Ejercito Venezolano, cuando trabajamos en las áreas de relevos y abastecimientos de puestos militares fronterizos, con el Ministerio del Ambiente (MARNR)  o con la Dirección Nacional de Fronteras del Ministerio de Relaciones exteriores (MRE) en la inspección densificación, demarcación y construcción de hitos fronterizos. 
Dormimos en el Cuartel Libertador y NO pudimos visitar a nadie, la misión terminaba y deberíamos regresar a BAEL. Atrás quedaban los recuerdos, que en estos dias me vino a la mente que la primera visita que hice en Maracaibo, estando de comisión, fue a la  casa de habitación del Señor Domingo Carrasquero Ordaz y su difunta Esposa Elizabeth, la negra, a quienes  les agradezco por siempre, su atención. Recuerdo que en ese tiempo Domingo habia adquirido una Camioneta Malibú,  color verde limón y me la mostraba con verdadero orgullo. En la tierra del sol amada también visitaba o me visitaban los primos Eduvige Núñez, su esposa e hijos,  quienes residen en San Francisco, pero en esa oportunidad y menos hoy, NO había  posibilidad de visitarlos.
Nos vamos mi Teniente Coronel. Nos vamos Sammy, y después del encendido, chequeo, previas las llamadas a la torre de control de Maracaibo, me dijo yo lo tengo. Notifiqué a la torre el despegue con un plan de vuelo de 5.500 pies, dos horas 45 minutos en ruta. Autorizado KWH-2, dijo la torre y reporte costa oriental. Muchos antes de cruzar el puente sobre el Lago, mi comandante me dijo encárgate del vuelo y de la torre de control, y me dijo, me avisas  cuando aterrices y soltó un carajada. Entendido mi teniente coronel. Y en pocos momentos estaba en los brazos de Morfeo.  
Asumo que la compañía de un piloto instructor como copiloto en su tripulación  le daba quizás esa infinita confianza. Yo volaba y el MT1 (Av.) Cristóbal Medina  llevaba la navegación y el control de los parámetros del motor, rotor y otras cosas mecánicas, procedí a reportar costa oriental del lago.  Cambie con Barquisimeto. Feliz viaje, dijo la torre de Maracaibo. Barquisimeto el KWH-2. Adelante. KWH-2. En ruta para BAEL, pasado costa oriental del Lago de Maracaibo, vuelo visual. 5.500 pies. Tripulación militar. Recibido KWH-2, reporte su cruce al norte de Barquisimeto.  Una vez chequeado Carora a la izquierda y Barquisimeto al  sur, reportamos nuevamente: Barquisimeto KWH-2 estimando 7 millas al norte de tu estación. Reporte Yaritagua. Llegado a Yaritagua nos autorizaron cambiar con aproximación BAEL  el paisaje era excelente y NO existía la presión de la inspección de líneas. Chequeamos Nirgua. Miranda. Bejuma, a la izquierda Montalbán,  y al frente el Embalse de Guataparo. 
Aproximación BAEL, el KWH-2 en Guataparo. Cambie con Valencia, quien nos autorizó el descenso hasta 3500 pies y seguir a BAEL, y en este momento detengo el relato de esta misión, para manifestar  que es justo reconocer y enaltecer que el helicóptero Bell-205A, matrícula YV-O-KWH-2, en su ocasión, fue llevado a inspección mayor a los Estados Unidos en un vuelo ferry, por los pilotos  Capitán (Av.) Orlando Moreno Guillén y Capitán  (Av.) César Arteaga Arteaga, periodo que permitió a las tripulaciones del Gruopediez entrenarse también en el Helicóptero Bell 214-B, matrícula  YV-O-KWH-4.
Pero volviendo a la fase final de la misión. Reportamos a Valencia y chequeamos San Diego. San Joaquín. Guácara. Peaje de Santa Clara, Mariara y estábamos via BAEL al sur de la Base Sucre y reportamos: Libertador. El KWH-2. Adelante KWH-2. Desde Maracaibo para tu estación, pasado Mariara Sur de Sucre con 3500 pies y la torre respondió: Libre de tráfico, KWH-2, autorizado directo al P-1 y a rampa del Guopediez. Recibido.  Descenso a nivel de tráfico  directo al P-1 y a rampa del Grupo 10. 
Efectué el procedimiento y aproximé a la  rampa de operaciones aéreas del Grupo 10 y cuando estabilizaba los esquís, quizás por el cansancio que tenia, toqué un poco brusco y en ese momento mi teniente coronel regresó de su viaje, y dijo: Sammy, tienes que ir al Servicio Médico para que te examinen  las piernas,  porque te están jodiendo las varices, y soltó una carcajada. En esencia habia volado  2 horas 50 minutos en un ruta inolvidable, donde hoy se evocan extraordinarios momentos, de nuestras vidas, con  superiores, subalternos, amigos y compañeros de  trabajo, laborando en la construcción de un país, apoyando  a CADAFE en la Inspección de líneas de alta tensión, como tripulantes de Gruopediez,  la insigne unidad de Helicópteros, de la Fuerza Aérea Venezolana.

Cita: “Nuestra vida no es otra cosa que la herencia de nuestro país” .
Simón Bolívar. El Libertador


Coronel Retirado (FAV) Sammy Landaeta Millán
CIV-3441697
Naguanagua, 18 de Abril de 2020.


IMAGEN SUPERIOR:  Por cortesía de VENEROTOR 

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