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viernes, 10 de abril de 2020

EL SÚPER PUMA EN PAMPLONA. Por: Sammy Landaeta Millán. Relato FAV. Opinión. Venezuela.


EL SÚPER PUMA EN PAMPLONA.  Por: Sammy Landaeta Millán.  Relato FAV.

Siempre decimos,  que el Mundo está lleno de sorpresas, y cuando tratamos de transmitirlas a nuestros semejantes, podrían causan asombro, percibirse como una  fantasía, un sueño, o una  leyenda, pero como  quiera que se interpreten las letras, de éste escrito,  las abordo, tratando de ser lo más exacto posible, en el relato que he denominado: EL SUPER PUMA EN PAMPLONA.  
Corría el segundo semestre del año 1990 y regresaba de una comisión por tierra,  a la ciudad de Caracas, y al llegar al Grupo 10, el Coronel (Av.) Reyes Humberto Gil  Sarrameda,  comandante de la Unidad me dijo, que debería regresar, el siguiente día, a la Capital, con la finalidad de ajustar unos trámites de visa o permiso militar de ingreso en comisión a territorio de Colombia, y el motivo era que se me habia designado como piloto  del Helicóptero Super Puma en apoyo a un gira del Ciudadano Presidente de la República de Venezuela, Señor Carlos Andrés Perez Rodriguez, en su segunda presidencia (CAP II) a la Ciudad de Pamplona, Departamento Norte de Santander,  de la República de Colombia.
Era Teniente Coronel de la Fuerza Aérea Venezolana (FAV) y me desempañaba como Jefe de Operaciones del Escuadrón de Vuelo No 103 activado para operar los helicópteros Super Puma, AS332-B1, y allí estaba al mando, como comandante de Escuadrón,  el Teniente Coronel (Av) Roberto Vicente Vásquez.  Realicé las diligencias y se programó el vuelo para el dia siguiente de manera que tuviésemos tiempo de hacer la ruta, e ingresar al territorio Colombiano, para cumplir dicha  misión. Recibí las instrucciones de llevar abordo a la señora del General (Av.) Efraín Visconti Osorio quien  se trasladaría a la Base Aérea Buenaventura  Vivas Guerrero (BAVIVAS),  en Santo Domingo,  Estado Táchira, donde su esposo se despeñaba  como comandante de Base, y una vez montados nuestros equipajes y a la honorable señora, en calidad de pasajero,  despegamos para BAVIVAS, en Ruta Base El Libertador (BAEL) a San Antonio del Táchira y Cúcuta. 
Pero pasado San Carlos de Cojedes comencé a sentir fuertes dolores en el abdomen, a tal punto que intente regresarme, pero la importancia de la misión NO me permitía tomar una decisión de tal naturaleza.  Se le consultó a la Señora de Visconti si por casualidad tenía alguna pastilla o calmante y resulto infructuoso. El vuelo continuó con una serie de espasmos que imposibilitaban un aterrizaje de precaución, porque NO habia excusa para justificar ante el Centro de Control de la FAV, que estaba aterrizando por un fuerte dolor estomacal, y mucho menos en una misión de comenzaba en apoyo a la Casa Militar.
Seguimos al aeropuerto de Barinas,  y en esos tiempos mi hermano materno, Félix Juvenal Freites Millán, se desempeñaba como Superintendente de Recursos Humanos del Distrito Barinas, de Petróleos de Venezuela (PDVSA) a quien contacté y en poco instantes, se hizo presente en el Aeropuerto, acompañado  por el Doctor Luis Azócar, médico institucional de PDVSA, asignado a dicho Distrito petrolero.  Les dije de mi presencia ahí y de la importancia de la misón que me habia encomendado la FAV en apoyo a la comisión presidencial  de la Casa Militar, de  CAP II, en Pamplona. Colombia. El Doctor Luis Azócar, me auscultó en una sala del despacho de vuelo del Aeropuerto, y me suministró  dos pastillas que por supuesto NO estaban contraindicadas para el vuelo, y me dijo que pasadas  un término, tomara al menos una más,  que era una malestar estomacal pasajero y a su juicio sin ser Medico aeronáutico, podría seguir con la misión sin mayores contratiempos o preocupaciones.
Me despedí de mi hermano Juvenal Freites y del Doctor Luis Azocar, les agradecí su atención y apoyo, y continué mi vuelo para BAVIVAS como segundo sitio de aterrizaje, donde evaluaría mi condición y aptitud para el cumplimiento de la misión en cuestión. En BAVIVAS desembarcó la Señora del General Visconti, a quien le agradecí por su apoyo moral y acampamiento en este vuelo inusual, NO pudiendo presentar los respetos correspondientes a mi General Visconti Osorio, porque según el Jefe de los Servicios, habia salido a atender una situacion en una Finca de su propiedad,  y a la par, NO habia novedades resaltantes porque ya me sentía mejor.
Al llegar a San Antonio del Táchira me le presenté al Señor Coronel (Av.) Hugo José Blanco Padrón, jefe de la Comisión, y piloto al mando del Helicóptero presidencial Bell 214ST de la Casa Militar de Señor presidente Carlos Andrés Perez.   Mi coronel me dijo que descansara, y en tono amigable  argumentó: Deja los nervios Sammy, al igual que me participó que  conversaríamos en la cena, todo lo relativo a la misión, y a la  hora estipulada, ya entrada la noche, nos cambiamos en traje de civil y nos reunimos las dos tripulaciones en el restaurant en cuestión.
Me sentía mejor y las patillas que me habia dado el Dr. Luis  Azocar, habia hecho su efecto, me sentía estable de mi presente y anterior, afección estomacal.  Ahora tenía hambre y nos disponíamos a cenar  para lo cual ordene un pollo a la plancha bien cocido, con arroz y papas al vapor, recordando las instrucciones del Dr. Luis Azocar.  El señor que  nos atendió manifestó que  nos serviría una bebida digestiva o plus café por orden de la casa. Yo manifesté que NO tomaría nada por el antecedente de trastorno estomacal, que me hizo ir al baño rápidamente en el Aeropuerto de Barinas. Pero entonces el señor  insistió en saber el por qué  NO tomaba y mi Coronel Blanco le dijo que yo había tenido  un malestar de estomago. De inmediato contestó, entonces le preparare un remedio, si Usted lo acepta, y al rato trajo una coco cola, un vaso con hielo, dos limones partidos, para mezclarlos con un Ron cristalino denominado Antioqueño. Tómese uno solo, poco a poco, por la casa, y se sentirá mejor, y al lado estaba mi Coronel Blanco Padrón, que por su sonrisa y semblante, parecía aprobar, que tomase aquella bebida espirituosa, para contribuir a regularizar una  afección estomacal, que por supuesto, los médicos del Servicio Aeronáutico de la FAV, NO lo hubiesen aprobado, pero NO habia otra opción.  
Me retire a la habitación  y caí como una piedra. Dormí toda la noche y en la mañana NO sentí malestar, teníamos que movilizar los helicópteros para  el Aeropuerto de Cúcuta  y luego del aterrizaje de los  aviones presidenciales  de Venezuela y  Colombia comenzaría nuestra misión. Antes de salir  de San Antonio del Táchira tuve que pedir  un favor al profesional que se encontraba  de Guardia en la Estación Meteorológica de la FAV, el cual consistía en que me recibiera en la calidad de depósito mi armamento reglamentario pistola  Browning 9 mm,  que  por cuestiones del malestar se me olvido dejarla en parque de  BAVIVAS. Aqui NO tenemos parque mi Comandante, me dijo el profesional de la FAV,  pero NO obstante le recibiré el armamento, lo asentaré en el libro de novedades y lo guardaré en un archivo donde se mantenían los insumos y cuestiones de los Servicios meteorológicos de la Estación y si cuando usted regrese, si yo NO estoy,  entonces le solicita el armamento al profesional que esté de Guardia.
En el sitio de operaciones recogimos a nuestros pasajeros que de acuerdo con la lista de sobordo de  la Casa Militar incluía personalidades  y gobernadores  de Estado, invitados por el Ciudadano Presidente de la República. Despegamos a Pamplona, el Bell 214ST presidencial al mando de la Coronel   Blanco Padrón de  primero y el Super Puma a mi mando, Teniente Coronel (Av.) Sammy Landaeta Millán, de segundo. Las alturas eran inmensas en esa zona de la cordillera de los Andes Colombianos. NO recuerdo exactamente quienes me acompañaron como copiloto, jefe de máquina y /o auxiliar de vuelo,  en esa importante misión, a ellos expreso mi agradecimiento, reconocimiento, y mis disculpas.
Al llegar a sitio de aterrizaje, por procedimiento operacionales  cuando se transporta al ciudadano presidente de la República, el Super Puma a mi mando,  lo haría primero y luego aterrizaría el Bell 214ST al mando de mi Coronel Blanco Padrón.  Llegamos al sitio sin novedad, se trataba de una cancha de futbol, bastante amplia y una vez descendidos los  pasajeros y los Señores Presidentes, se fueron  a la   inauguración de una Biblioteca  que habia honrado con el nombre de Simón Bolivar. El Libertador, esencia y motivo de la presencia del ciudadano Carlos Andrés Perez como  invitado, por ser el Presidente de la República de Venezuela.
Se nos autorizó para recorrer en parte esa zona de la ciudad  donde se exhibían artículos de confección tradicional  y talabartería colombiana con la facilidad que pudimos adquirir varios artículos con efectivo nacional venezolano y con tarjeta de crédito visa de la banca venezolana, que me llevo a comprar  varias blusas para mis familiares, un maletín de viaje, dos chaquetas de cuero, una para mí y otra para  hermano Juvenal Freites, dos botellas de Ron Viejo de Caldas, para llevarle una a mi compadre José Rojas y además un charapo (machete) en su funda de artesanía colombiana  que tiempo después se lo llevé de regalo a mi entrañable amigo José (Cheo) Cones Velázquez,  allá en El Tigrito. Estado Anzoategui.
Regresamos a la zona de los helipuertos. La custodia estaba a cargo dl Ejercito Colombiano y los profesionales jefes de máquinas de los helicópteros. Allí se me acercó un Oficial del hermano país, para decirme  que el personal de tropa  estaba muy impresionado con las aeronaves, pero querían tomarse unas fotos tenido de fondo el Súper Puma. NO considere que eso fuese una misión de inteligencia de combate y les dije que podían hacerlo. Los soldados del Ejército Colombiano se fotografiaron a lado del Super Puma Venezolano y lo hacian al frente a los lados y hasta les abrí la puerta del lado del piloto. La vedette era el Super Puma y yo estaba ahí, como su piloto, al mando.

Fotogtrafía referencial: En sesión conjunta de Lechería y Píritu rindieron homenaje a Ex-gobernador Ovidio González. Fuente: EL MERCURIO

Pero como iniciamos diciendo que el mundo está  lleno de sorpresas, parecería que NO se ausentarían en esta ocasión.  Los acompañantes del Ciudadano Presidente Pérez, comenzaron a regresar y  una persona de baja estatura  se me acercó  a preguntarme sobre el aparato y yo le contestaba sobre la  bondades del helicóptero recientemente adquirido  por la República de Venezuela. Su aspecto y figura me eran familiar, pero por pena NO me atrevía a interrumpirlo para preguntarle quién era,  y además viajaba a bordo del helicóptero que yo comandaba.  Pero poco después, se despejó la duda: Yo soy Ovidio González,  el Gobernador del Estado Anzoátegui. De donde es Usted Comandante Landaeta?  A los cual le respondí yo nací en Tacarigua, Estado Nueva Esparta pero mi niñez, adolescencia y etapa de estudios la pase en San José de Guanipa (El Tigrito) Estado Anzoategui y allá vive mi mamá.  Entonces Usted es uno de mis gobernados. Si Señor Gobernador. Que honor y que orgullo conocer a un paisano  como  profesional de la armas y piloto, de ese aparato. El Honor, también  es mío, Señor Gobernador, mientras él acotaba, mire que casualidad y venirnos a conocer en Colombia. Luego me invito a que pasase a visitarlo en la Gobernación de Anzoategui,  lo cual NO pude hacer,  pero me quedo el sabor,  de conocer  a una persona carismática, amable, afable y con alto  vocación de servicio  y carácter Humano. Un político que aunque el relato, parezca un sueño, lo percibí como un auténtico hombre de pueblo, llamado: Ovidio Gonzalez. Wikipedia.

Terminamos la misión, regresamos a Venezuela, busque la  pistola de reglamento que habia dejado  en San Antonio del Táchira, cubrí mi ruta de retorno via Bavivas, Barinas,  hasta BAEL y  el Grupo 10  donde informe a mi Coronel Gil Sarrameda, comandante de la Unidad, que la misión se habia cumplido sin novedad. Habia pasado mi trastorno estomacal, pero NO por eso deje de consultarme con el médico aeronáutico, sin novedad,  y habia completado  una etapa más del llevar con orgullo, hasta Colombia, la bandera de la siete estrellas de Venezuela, como piloto Capitan de nave  de un helicóptero militar de la FAV, objeto del relato de ésta  historia reciente, denominado: EL  SUPER PUMA EN PAMPLONA.

Cita: “La unidad de nuestros pueblos no es simple quimera de los hombres, sino inexorable decreto del destino”.
Simón Bolivar. El Libertador.
















Sammy Landaeta Millán
CIV-3441697
Coronel ® (FAV)   
Naguanagua, 10 de Abril de 2020

IMAGEN SUPERIOR: Pamplona. Colombia. Wikipedia

IMAGEN INFERIOR: Fotografia referencial: Sammy Landaeta Millán en entrenamiento de vuelo en Super Puma AS-332B1
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