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jueves, 11 de junio de 2020

Señor DONALD JOHN TRUMP MAC LEOD. 45º Presidente de los Estados Unidos de América (EUA) Por: Daniel Comisso Urdaneta Contralmirante A.R.V.




RECORDANDO ALTAMIRA XCVI
 
¡¡¡CESE DEL DESPOTISMO USURPADOR!!!
¡¡¡FUERTE GOBIERNO DE TRANSICIÒN!!!
¡¡¡ELECCIONES EN PLENA LIBERTAD, QUE NO ES LO MISMO QUE ELECCIONES LIBRES!!!

AMÈRICA TODA EXISTE EN NACIÒN

11 junio 2020

Señor
DONALD JOHN TRUMP MAC LEOD
45º Presidente de los Estados Unidos de América (EUA)

            Tengo el honor de dirigirme a Usted en la oportunidad de manifestarle mi solidaridad y mejores deseos para que su lucha en defensa de la libertad de los pueblos y en contra del eje del mal representado por todos los poderes, estados y organismos que se empeñan en subyugar a los pueblos. En especial a su decidida confrontación contra todas las amenazas que hoy se atreven a pretender traer el caos el odio y la venganza a nuestro continente.
            Le confieso que la reciente carta, a usted dirigida por el arzobispo Carlo María Viganò, motivó sobremanera a sumarme al gran grupo que percibe su esfuerzo por la salvación de América ante la condena del socialismo salvaje del siglo xxi, peste que se enseñoreó en la República de Venezuela y la convirtió en la deleznable república bolivariana, que se ha gestado bajo la conducción del régimen castro comunista y reforzado con elementos fundamentalistas extremos, terroristas y narcotraficantes, hasta consolidarse como el Grupo Delincuencial Transnacional, que sirve de plataforma para ese eje maligno, con la anuencia y apoyo de Irán, China y Rusia.
            En una de sus últimas intervenciones públicas, usted ha descrito perfectamente al socialismo, en resumen, dejó claro que el socialismo promete lo mejor, pero, como ha sido siempre, termina haciendo lo peor, con las mismas desgraciadas consecuencias para los países y pueblos.
Señor Presidente, cuando yo era un joven estudiante de tercer año de bachillerato, a mediados de los años 60's, se presentaron fuertes disturbios en Caracas, generados por adeptos a los movimientos castristas que siempre hubo en Venezuela, recuerdo que en esa oportunidad le pregunté a mi padre, cuál era la diferencia entre capitalismo y comunismo, él me contestó: los dos son la misma cosa, en ambos vas morir, sólo que en el comunismo morirás cuando ellos digan, como ellos digan y haciendo o dejando de hacer lo que ellos digan.
Señor Presidente, permítame hablar libremente, con todo respeto le manifiesto que como muchos, he visto los golpes bajos que le han propiciado los enemigos de la libertad, y que lo han obligado a repensar sus acciones, igualmente como muchos, espero que esos golpes, le sirvan para recobrar fuerzas, demostrar la verdadera intención que se esconde detrás de esas bajezas, reforzar su actitud hacia la esperanza originaria de nuestro continente y gestionar la reacción definitiva y letal con la verdad por delante, que no deje duda ante los ciudadanos de bien, en cuanto a la extrema necesidad de continuar la lucha frontal y hasta las últimas consecuencias, contra el mal del comunismo, el socialismo, sus variantes extremistas y en general de todos los enemigos del sistema americano, aun prescindiendo de los consensos mancados, de organismos legítimos pero ultra oceánicos, que; por una parte no aceptan que usted pueda salir airoso, y por otra; no dan señales de entender que, la vía política pacífica y consensuada es inviable, y que el tiempo es el peor enemigo de los ciudadanos víctimas de un daño antropológico similar a un holocausto.
Señor presidente, pienso que ya se agotó el tiempo de "tratar de impedirles" que sigan haciendo daño, ¡es el momento de castigarlos ejemplarmente por el daño que ya hicieron! ¿Que no es suficiente? ¿Qué más daño y desolación deben sufrir los venezolanos, cubanos, nicaragüenses y de los cuales aún luchan por recuperarse, ecuatorianos y bolivianos, entre otros? ¿Qué amenazas más cercanas y tangibles debemos soportar en nuestro continente, de ideologías y fanatismos que siempre han envidiado malamente nuestra cultura libre y soberana?
Sr. Presidente Donald Trump, con todo respeto le reitero la exhortación hecha al Secretario General de la OEA, Sr. Luis Almagro, en cuanto a que la decisión final de asumir la defensa de los supremos intereses de una región, de una sociedad, nunca será de las Fuerzas de Defensa, siempre será responsabilidad de los dirigentes políticos, de los estadistas que vislumbran la trascendencia de tal decisión y las consecuencias de no asumirla. La gran mayoría de los ciudadanos vemos en usted, la actitud para asumir tal decisión, junto a los jefes de estados americanos, a los cuales debemos todos persuadir, para que asuman su cuota parte y acompañen esta trascendental lucha, que incluye además la cura contra el virus chino y lograr la nueva normalidad. Es la lucha que los pueblos subyugados esperan desesperadamente, es la que nos encamina hacia la libertad y recuperación de nuestros países, patrimonios, culturas y sociedades.
Dios mediante, una vez logrados estos sublimes objetivos, ya retomaremos a nuestras excelentes relaciones con los estados y pueblos libres del resto del mundo, como siempre ha sido.

Muy respetuosamente; 

                                                  Daniel Comisso Urdaneta 
Contralmirante
A.R.V.
(Jamás arbv)