PAGINAS Y RECORTES

sábado, 18 de julio de 2020

Develando las huellas hebraicas en el Táchira. LOS GOCHOS: de insulto antisemita a gentilicio. Por: Bernardo Zinguer. Historia. Venezuela.




Develando las huellas hebraicas en el Táchira
LOS GOCHOS: de insulto antisemita a gentilicio
Por:  Bernardo Zinguer  / Miercoles 8 de abril de 2020.

Develando las huellas hebraicas en el Táchira, el mismo vocablo «gocho» con que orgullosamente se identifica  - actualmente-  el gentilicio del Táchira, parece tener una profunda raíz antisemita que se ha invisibilizado a lo largo del tiempo, todos conocen el apelativo de «marranos» que se les dio a los judíos españoles obligados a convertirse al cristianismo. Esta palabra procede del árabe muharram y su significado original era «cosa prohibida», lo anterior con relación a la proscripción del consumo de cerdo en la religión musulmana y judía, es a partir de la expulsión, tanto de hebreos como de islámicos de España, cuando empezó a utilizarse el vocablo marrano como un insulto hacia los judeoconversos y moriscos o moros a los musulmanes.

Entre los sinónimos para referirse al cerdo en algunas regiones de la Península Ibérica se encuentra: puerco, cochino, lechón, marrano o gocho. Solo hace falta hacer clic derecho en el «ratón» de la computadora sobre la palabra gocho y buscar sus sinónimos para comprobarlo.

Origen de la palabra

A su vez, los lingüistas explican que ‹gocho› era una voz más antigua que derivaba de un sustrato lingüístico prelatino o prerromano ibérico, de la palabra koxo, cerdo. Pasó primero al euskera o vasco como kotxo [se pronuncia cocho] y está vinculada con la reduplicación «kotxi-kotxi» [se pronuncia cochi-cochi], para llamar a este animal según lo planteado por Bienvenido Mascaray en Iberia y sus étimos, la lingüística de los pueblos iberos prerromanos.

Aún esta voz onomatopéyica se emplea en los caseríos y montañas de Euskalerría o País Vasco, en especial en la región de Guardia o La Guardia de la Sonsierra, Navarra [sur de la provincia de Álava, Euskadi]. De allí pasó al castellano y derivó su empleo como sinónimo de cerdo, dando origen etimológico a la palabra «cochino», muy común en el lenguaje tachirense.

El término pasó a América en el siglo XVI. En el estado Táchira, se ha documentado su uso desde el siglo XIX, pero con modificaciones en su significado original. Para el doctor Samir Sánchez, profesor de la Universidad Católica del Táchira, la palabra «gocho» es polisémica. Él afirma que, desde el campo de la etimología histórica, es un adjetivo coloquial que deriva a su vez de una voz onomatopéyica peninsular –documentada desde la Edad Media– de quienes criaban cerdos. En Castilla, llamaban a sus piaras, para alimentarlos, con la voz «gochogocho», según el Diccionario crítico etimológico castellano e hispánico, (Madrid).

La conocida escritora tachirense Leonor Peña, autora de las próximas referencias, se propuso rastrear el significado de la palabra «gocho» y encontró entre otras acepciones que «en las provincias de la meseta castellana en el año cuatrocientos es sinónimo para decir "judío", y que mil años después señaló a los judíos conversos [...] porque seguían cumpliendo a escondidas con sus ceremonias y costumbres».

Profundizando en el asunto, la autora decide acudir «al testimonio docto de quien nos alecciona con su sabiduría sobre el Táchira, [así recurrió] al Sumo Pontífice de nuestra historia, Ramón J. Velásquez, para indagar con qué significado conoce él la palabra "gocho" y entonces me dio referencias exactas, de los primeros años del siglo XX cuando se decía de algunos tachirenses muy guardados y ahorrativos, en reclamo, por decir, no sea tacaño: no sea judío, no sea gocho». Seguidamente refiere, «Indudablemente que la venganza de los caraqueños que padecieron el hierro de los dictadores tachirenses, hizo que nos señalaran despectivamente, tomando la palabra que la soldadesca de Cipriano Castro y Juan Vicente Gómez regó por los barrios y parroquias de Caracas, como indicativo de "judío" o "tacaño", y asimismo les sirvió, en otro juego de palabras, llamarnos con el derivado despectivo de "chácharos" en alusión a los valerosos "chácaros", palabra que quiere decir, como explicó en su glosario Luis Felipe Ramón y Rivera, "cochino de monte"».

Por sobre pasiones y razones, gocho es sin duda, sinónimo de judío, de tacaño, de prohibido y para gusto de la venganza centrana contra el Táchira, algunas veces de marrano.

Hay otra acepción en menor presencia, relacionada con las orejas pegadas a la cabeza, producto del uso de sombreros contra el frío, que algunos dicen son indicativo de cerdo y que, prefiero indudablemente, a las de burro; así como a un gorro o capucha para la temperatura baja, que en otros Andes, no en los nuestros es usado con orejeras. 

Hasta 1988 la palabra «gocho» fue considerada un insulto que estaba dirigido específicamente a los tachirenses por la vindicta caraqueña y que gracias a la habilidad publicitaria del entonces expresidente Carlos Andrés Pérez Rodríguez, candidato a reelegirse ese año a la presidencia de la República lo convirtió en gentilicio, con el slogan «"El gocho pal 88", CAP asumió como bandera, el ser de esta región […] Entonces dejamos de ser los gochos, despectivamente tildados en vínculo a una policía matonil o a una guardia sagrada dictatorial, para ser los paisanos del líder…»

Por su parte, el historiador Temístocles Salazar, profesor de la Universidad de Los Andes, apunta lo siguiente: «Los tachirenses asimilaron con tal intensidad esa cultura judía que hasta el propio término "gocho" tiene reminiscencia judaica».

Como vemos, el vocablo «gocho» sufrió varios cambios semánticos, de su significado inicial en referencia al animal, pasó luego a denominar peyorativamente al judío forzado a convertirse al catolicismo por la Inquisición y que pasó al Nuevo Mundo hasta nuestros páramos. Con la Revolución Liberal Restaudora, los andinos ponen el Táchira en el mapa venezolano, ordenan, unen y pacifican el país con mano de hierro durante cinco décadas.

Los afrancesados caraqueños de la época se aterran cuando ven entrar a los gochos. Los califican como unos personajes barbudos, de maneras toscas y que escupen sangre (creían que el escupitajo de chimó lo era). A mi juicio, es aquí cuando el vocablo se convierte en gentilicio, pero seguirá teniendo una connotación despectiva.

Sin embargo, la expresión «gocho» fue evolucionando y desde hace más de tres décadas el tachirense se reconcilió con «el apodo». De allí parte su nuevo sentido significante. En la actualidad, «gocho» es nuestra manera de reconocernos como andinos tachirenses y de las cualidades por las cuales somos admirados en el país, y con la diáspora, en el mundo.

El gocho es una persona que lo da todo por su familia, trabajador, ahorrativo, organizado, apegado a sus orígenes, inteligente y con don de mando… Yo estoy orgulloso de ser un gocho, ¿y usted?

Bernardo Zinguer

Historiador de la Comunidad Judía del Táchira

FUENTE: Artículo publicado en: Moreshet, El legado de los primeros judíos en el Táchira (2019). Maguen Revista De La Asociación Israelita De Venezuela y del Centro de Estudios Sefardíes De Caracas N° 183 Septiembre 2019 - Marzo 2020. Retazos Históricos del Táchira y Breves historias de la comunidad judía del Táchira (Grupo de Facebook). https://www.facebook.com/groups/RetazosHistoricosdelTachira/permalink/2658124527798164/

IMAGEN SUPERIORAlgunos gochos que acompañaron al General Cipriano Castro, después de la batalla de Tocuyito en 1899. Imagen tomada de Fototeca del Táchira. Colección Pedro Fressel.   



IMAGEN INFERIORSiglo XIX, Criollo portando una ruana, prenda típica de los andes colombo-venezolanos. "América pintoresca; descripcion de viajes al nuevo continente por los mas modernos exploradores" (1884). page 464. Wiener, Charles, 1851-1913 Crevaux, Jules, 1847-1882 Charnay, Désiré, 1828-1915 André, Edouard - https://www.flickr.com/photos / Ruana: Wikipedia