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martes, 6 de abril de 2021

GENERAL EN JEFE JOSÉ FRANCISCO BERMÚDEZ DE CASTRO Y RIVERA DE CÁCERES. Por: HUMBERTO MARCANO RODRÍGUEZ. REFLEXIONES HISTÓRICAS CONTEMPORANEAS. Venezuela.


REFLEXIONES HISTÓRICAS CONTEMPORANEAS 

HUMBERTO MARCANO RODRÍGUEZ 

 

GENERAL EN JEFE 

JOSÉ FRANCISCO BERMÚDEZ DE CASTRO Y RIVERA DE CÁCERES 

 

Héroe de la Independencia venezolana y uno de los más   grandes paladines orientales de la gesta emancipadora. Nacido en San José de Aerocuar, pueblo de la provincia de Cumaná, el 23 de enero de 1782, falleciendo; el 15 de diciembre de 1831, hijo de Don Antonio Bermúdez de Castro y Casanova y Doña Josefa Antonia Figuera de Castro y Sotillo, ambos oriundos de Cumaná, pero de fuerte ascendencia española y de una gran posición social y económica, por lo tanto, José Francisco va a recibir por su holgada posición familiar económica   una muy buena educación. José Francisco Bermúdez  era una persona alta  y de mucha  elegancia con un porte de  gran  arrogancia, pero  a la vez  se caracterizaba por  su trato afable y campechano  para  con todo el mundo, lo que le  atraía infinidades  amistades en todos  los estratos  sociales, por  lo cual    era  conocido amistosamente  como “Juan Pueblo”; sin embargo demostraba cuando era necesario una gran impetuosidad que lo hacía  aparecer violento, actitud  que lo llevaba  a emprender acciones  temerarias y fue  precisamente ese  estado lo que lo hizo  emprender  actos  heroicos increíbles, más  allá  de la comprensión normal  en la lucha independentista. 

 

Anterior  a los  sucesos  del 19 de abril de 1810, José Francisco  junto a un grupos  de personas de diferentes clases  sociales  donde destacaba Don Vicente de Sucre padre  de Antonio José  de Sucre, se reunían clandestinamente  en actos  conspirativos contra las  autoridades españolas, por eso cuando  sucede  lo del 19  de  abril en Caracas, ellos  estaban ya firmemente organizados y allí vamos  a encontrar  a José Francisco Bermúdez, formando parte  muy activa en los  actos  de la destitución de las  autoridades españolas  de la Provincia de Cumaná, y a la vez siendo  miembro   de La Junta Patriótica de Gobierno de esa  Provincia, poniendo en ello toda su prestancia y su ascendencia  entre la población, para comienzo  del año 1811, lo vamos  a ver  encuadrado en el ejercito patriota oriental  con el grado de Subteniente en el batallón   comandado por Don Vicente de Sucre, del cual era  su  ayudante.  Marchan hacia Barcelona y en las  inmediaciones  de Puerto Píritu derrotan  al ejército español  que trato de  cerrarle  el paso, ocupando de inmediato esta ciudad, pero ante  las informaciones traídas  por  los correos de la  situación adversa  a  los republicanos en Caracas, contramarchan hacia Cumaná  para  preparar la defensa  de esa población, al conocerse  la capitulación y rendición de Miranda, Bermúdez y un  grupo de patriotas deciden  escaparse  de Cumaná  a bordo  del bergantín “Botón de oro”,  llegando a las  costas de Güiria y posteriormente pasan  Trinidad, donde  van a reunirse un grupo de exiliados  venezolanos, pero José Francisco Bermúdez, no tiene  descanso  organizando al grupo de venezolanos con la intención de  seguir  desde  el exterior  haciendo resistencia  al gobierno español, de Trinidad pasan a la Isla de Chacachacare, donde  la hermana  de Mariño doña Concepción, mujer de un gran temple y demostrado patriotismo   posee  una gran hacienda y desde allí  planean en definitiva la invasión de Venezuela, juramentándose  Santiago Mariño  como Jefe  de la expedición, con apenas diez fusiles y cien cargas para los mismos, amén de las pistolas, sables  y machetes,  en este grupo tan pesimamente armados, pero rebosantes  de valor y patriotismo; destacan: José  Francisco Bermúdez, Manuel Carlos Piar, Antonio José de Sucre  y Bernardo Bermúdez  entre otros, mal armados pero rebosantes de valor,   se lanzan en esta invasión hacia Venezuela por las  costas de Guiria, expedición  que la historia ha de  conocer  como La Gloriosa Campaña de Oriente. 

 

Después  de  consolidarse la invasión en los primeros  encuentros con los realistas,  Santiago Mariño, le hace  entrega a José Francisco Bermúdez de  setenta y cinco hombre  para  que  avance  hacia Cumaná, en las  cercanías  de Irapa, impetuosamente  ataca  al Coronel español Cerveriz quien a pesar de  comandar un numeroso  grupo  de realistas es  derrotado estrepitosamente por Bermúdez, quien en su marcha hacia Cumaná  va derrotando a todos los grupos realistas  que tratan  de cerrarle  el paso, mientras  tanto  su hermano Bernardo al frente de otro  grupo  donde destaca Manuel Carlos Piar como  su  segundo logran llegar a Maturín y derrotan a la guarnición española  de esa  ciudad, ocupando los patriotas la ciudad oriental. 

 

En la ciudad de Maturín, va a ocurrir una situación que conllevará al odio que se desata en José Francisco contra Manuel Carlos Piar, hasta de servir de testigo falso en el amañado juicio que en Guayana por instrucciones de Bolívar se le hace a Piar. Maturín es  cercada  por numerosas  fuerzas realistas comandadas  de nuevo por Cerveriz, ante esta  situación y encontrándose  Bernardo Bermúdez en desventaja numérica comienza  a titubear  en cuanto al enfrentamiento y se rumora  que pretende  capitular, por  lo  que Piar en uno de  sus  arranques violento,   lo destituye  del mando y asume  el comando  de las  fuerzas patriotas arengándolas e influyéndoles  coraje y  atacando impetuosamente   a Cerveriz  a  quien  derrota  estrepitosamente, afianzándose  totalmente la posición de los republicanos  en Maturín y a la vez  facilitándole  a Santiago Mariño su poder  sobre las  fuerzas realistas en el oriente  del país. 

 

Posteriormente  en otro encuentro  de Bernardo Bermúdez  con un grupo realista  es  herido y hecho prisionero, a pesar  de  estar herido  sufre el ensañamiento de Cerveriz y es  miserablemente  fusilado, al saber  José Francisco esta infausta noticia, monta en terrible cólera y jura  que mientras viva  no le perdonará la vida  a ningún español y aprovechando  que  ya había  sido  decretada por Bolívar en su invasión por  occidente la guerra  a  muerte  contra los  españoles, situación  que hace  sobresalir  a Bermúdez  en  su  dureza  contra  los peninsulares  y canarios, es  tanto  el odio  que  siente que públicamente  jura; que  a partir  de  ese momento no tendrá piedad con cuanto español o canario caiga en sus manos, porque ya están sentenciados  a muerte, esta  dureza vengativa lo acompaña varios  años y su  solo nombre  causaba pavor entre los realistas, esta  situación  lo  lleva a un grave enfrentamiento personal  con Simón Bolívar, tras el triunfo obtenido por las  fuerzas republicanas  en la primera batalla  de Carabobo  donde ha tomado  parte  activa, Bermúdez  ordena  el fusilamiento  de  los  españoles  que  se habían rendido, por  lo  que es  recriminado  públicamente  por  Bolívar, a lo  que responde Bermúdez  en forma altanera, que él estaba cumpliendo  con el decreto  de guerra  a muerte,  que precisamente había  sido  dictado y firmado por  Simón Bolívar, marcándose  una gran distancia  entre  ellos,  sin embargo cuando El General Mariño, tras  la  solicitud  de  ayuda formulada por  El Libertador  al ejército  de oriente, decide  marchar  hacia  el centro  del país, Bermúdez  solicita y obtiene  el mando  para marchar con las  fuerzas de vanguardia de las  tropas, en esa  marcha  se cubre  de gloria derrotando  a todas las  fuerzas realistas, hasta  llegar a Boca Chica y Aroa, batiéndose  valerosamente luego  en la desastrosa  batalla  de La Puerta y tras  la total  derrota  del ejército republicano, logra   agrupar una gran parte  de  sus tropas y otros  sobrevivientes  y en forma  totalmente ordenada  emprende la retirada, llegando  a Cumaná   donde  hospitaliza  a los heridos, organiza y apertrecha   sus fuerzas y tras un breve  descanso;   con 2.000 hombres marcha  hacia  Aragua de Barcelona, donde  no rehúye  el combate  al enfrentarse  a los 5.000 hombre  comandado  por  Francisco Tomás Morales, esta  batalla  se  conoce  históricamente , según  el gran historiador Francisco Alejandro Vargas, como  la más  cruel y sangrienta de toda la lucha independentista, ya  que en la misma  los  muertos  entre  ambos bandos alcanzaron la  terrible  suma  de  4.711 bajas.   

 

Posteriormente  ante el avance  indetenible  de Boves y el numeroso  ejercito  que lo acompañaba  y la inminente  toma  de Cumaná, decide  junto  con su jefe General José Félix Rivas, hacerle  frente  al sanguinario realista, pero lamentablemente Rivas se empeña  en dividir  el ejercito a lo  que con vehemencia  se opuso Bermúdez, pero  al final acatando la orden por  disciplina y a pesar  de  que el ejército  de Boves  casi lo triplicaba  en número, marcha con este a  enfrentarlo en el  sitio denominado “Los Magueyes”, a sabiendas  que Boves  acababa  de recibir  otro numeroso  grupo  de refuerzo comandado  por Morales, José  Francisco  Bermúdez  insiste  de nuevo  ante  Rivas, sobre la conveniencia  de no  enfrentar  al numeroso ejercito  comandado  por Boves y  Morales dado lo menguado  de las  fuerzas  patriotas que comandan, pero Rivas no cede  y  así se llega  a la desastrosa batalla  de Úrica,  donde  a pesar  del derroche  de valor  desplegado tanto  por  los jefes  como por  los soldados  republicanos y la  escasez  de parque, son derrotados; logra  Bermúdez organizar  en medio  de la derrota  un grupo  de  sus  soldados y retirarse   en formación hacia Maturín, allí  es  de nuevo atacado por  numerosas fuerzas realistas, lo que lo obliga    de nuevo a  retirarse  siempre  ordenadamente  hacia Güiria, resistiendo  allí  varios  ataques  enemigos, pero  al fin  y para salvar  las tropas  que le  quedan embarcan hacia Margarita,  donde va  a conseguirse  con un cuadro desolador, ya  que  Arismendi y la mayoría  de los jefes  republicanos  en la isla  ante  la  enorme  superioridad de las  tropas  veteranos  españolas comandadas  por  Morillo, optan por  la rendición,  a lo  que  se opone rotundamente  Bermúdez.  Quién con sus hombres y un grupo de aguerridos soldados margariteños que tampoco aceptaban rendirse, se embarcan en la goleta “Golondrina” y en un acto de valor incomparable a pesar de lo sobre cargada que estaba la embarcación atraviesa a las fuerzas sitiadoras. 

 

En  su  huida  toca  en varias  islas  antillanas y enfilan hacia Cartagena  de Indias que también se encontraba  sitiada  por una escuadra  española,  burlando  el bloque  y  de forma sorpresiva  en un acto  de incomparable  audacia atraviesa  este, llegando  a Cartagena  de Indias, donde  se le ofrece  el mando  de la plaza, que  hasta  el momento estaba  bajo el comando  del Brigadier Colombiano  Manuel  del Castillo y Rada, mando  que  acepta y en forma incansable  de inmediato se  dedica a tratar  de reorganizar  la defensa  de Cartagena, pero a pesar  de los prodigios  de valor  desplegados en un incansable  batallar, animando  constantemente  con su ejemplo siempre en primera línea  de combate a los  defensores; se encuentra  ante  la verdad de  cada día se acrecienta más la falta de toda  clase  de recursos y de  combatientes, debido a la  crítica  situación se decide en un consejo de  oficiales que hay  que  abandonar a Cartagena  y  con todos  los soldados  que deciden seguirlo se embarcan en las goletas “Constitución y Sultana”, ambas  de de  su  amigo corsario republicano  Luis  de Aury, haciendo rumbo a Jamaica  de allí  a Los Caños  de San Luis en Haití, donde  de nuevo  se  dedica  sin descanso  en aglutinar  a  todos  los patriotas refugiados en esa  nación y los  que van llegando. 

 

Asiste  a una reunión  convocada por Bolívar, donde  se plantea  la urgente necesidad de invadir  a Venezuela, aprovechando  la  ayuda ofrecida por  el General Petion Presidente  de esa nación, al momento  de  elegirse  quien ha  de  comandar  la expedición,  surge  su nombre y el de Bolívar, recayendo  sobre este  último la  elección, cosa  que disgusta  a Bermúdez, pero  que  sin embargo acepta  quedar  bajo  el mando  de  Simón Bolívar, pero en el transcurso  de la planificación surgen varias  discordias entre los dos, por  lo que Bolívar haciendo uso  de  su condición   de comandante, dicta un decreto  donde  excluye  de la planificación  a Bermúdez, pero este contratiempo no  arredra  al héroe  oriental,  quien  con  sus propios  medios   fleta  y hace armar en guerra una goleta y con su gente  se embarcan rumbo a Venezuela arribando a Margarita, donde  Arismendi  solo le permite  carenar y equipar  de agua, víveres y municiones la embarcación, de  allí  zarpa hacia Carúpano encontrándose  que este puerto está  ocupado  por las  fuerzas realistas,  después  de  algunas  actos victoriosos  y con la  ayuda  del corsario republicano  “Félix”, marchan  hacia Ocumare  de la Costa  donde va  a  encontrarse  con Bolívar, El General José  Francisco Bermúdez, olvidándose  de los agravios  anteriores, le  ofrece  sus  servicios,  de inmediato y por instrucciones  del Almirante Luis Brión parte  de nuevo hacia Güiria donde  se reúne  con el General Santiago Mariño,  quienes  en combinación con el Almirante Brión recorren  el litoral hasta Cumaná obteniendo varios triunfos  sobre las  fuerzas realistas que intentaban detenerlos, llevando  a cabo muchos  actos  de valor  y audacia, en uno  de  estos actos temerarios  desembarca  con sus fuerzas en Cumaná y ya con el grado  de General  de División marcha hacia Barcelona batiendo  a las fuerzas realistas  que amenazaban  esta  ciudad y de  allí  parte  sin casi descanso  hacia Maturín, donde recibe algunos refuerzos, reorganizando las  tropas y una vez  reabastecidos  de parque  y alimentos y ante las reiteradas  solicitudes  enviadas  por  el Libertador  a Mariño para  que  acuda en  su auxilio, éste  decide  marchar hacia  el centro.  

 

José  Francisco Bermúdez  solicita marchar en vanguardia  con su tropa y abriéndose paso como un huracán ante las  fuerzas realistas  que en vano tratan  de  obstaculizar  su marcha hasta  alcanzar  a Bolívar, derrotando en su totalidad a las  fuerzas realistas que lo asediaban, acto  en que en forma  sincera  y pública  El Libertador  lo aclama  como El Libertador del Libertador, esta  actitud de Bolívar coloca  desde ese momento a Bermúdez al lado  del Libertador tanto en obediencia  como  en afecto.  A partir de ese momento continúa en su campaña por todo el oriente de Venezuela. 

 

Cuando  se firma  el Armisticio, lo acepta  disciplinadamente  y cumple los términos  de la tregua decretada, pero no deja  de ocuparse   de  su tropa rearmándola  y equipándola, al romperse   la tregua  está  de inmediato preparado y cuando recibe  las instrucciones  del Libertador para  que marche  con su ejército hacia Caracas haciendo una maniobra  de  distracción al grueso de las tropas realistas acampadas en San Carlos, en las  instrucciones, Bolívar le escribe:  Si usted, logra  entrar en Caracas para  el 15 de mayo y atraer  sobre  el ejército  de oriente alguna división importante  de las fuerzas realistas, tenga  la  seguridad  que obtendremos  el triunfo total en Carabobo. Al leer las instrucciones Bermúdez, no vacila y según relata uno de sus edecanes de apellido Mejías, exclamo: Juro que cueste lo que cueste, estaré en Caracas para el 15 de mayo o habré muerto en el intento. 

 

Como  Bermúdez  ya tenía  su  ejército en apresto y con una tropa  de 1.200 hombres,  el 1  de mayo sale  hacia Caracas, cruza  el río Unare, evita las  fortificaciones  realistas  de Tacarigua y enfrenta  al batallón realista “Hostalrich”  que estaba  al mando  del Brigadier Ramón Correa a  quien derrotó y para  el 8  de mayo entra en Caucagua, para proseguir en  su indetenible y arrolladora marcha, para  el once  de mayo vence  a las tropas realistas comandadas por   Hernando Monagas en el Rodeo  tomando Guatire donde vence  a una concentración realista  que pretendió cerrarle  el paso, sigue en  su marcha indetenible  y para el 14  entra y toma  a Caracas, un día antes  de lo fijado en las  instrucciones  recibidas;  sigue  de inmediato hacia la Guaira  donde  en un ataque relámpago derrota  a la guarnición realista acampada  en ese puerto, regresa  a Caracas y marcha de inmediato  sobre los valles  de Aragua  y el 20  de mayo derrota de  nuevo  al Brigadier Correa en los encuentros  de La Laguneta y el Concejo,  y toma  la ciudad de La  Victoria. Ha sido una proeza incomparable en los anales de la lucha independentista, donde ha vencido todos los jefes realistas que han pretendido cerrarle el paso; ha cumplido satisfactoriamente las instrucciones recibidas. 

 

El General Miguel de la Torre y Pando, Capitán General  español en Venezuela, desde  su acantonamiento  en San Carlos al tener   conocimientos  de los triunfos  que está  obteniendo Bermúdez sobre las fuerzas realistas, destaca  a  su segundo el General José Tomás  Morales  para  que con una  fuerza  de 2.000 hombres trate  de batirlo, Bermúdez  al darse  cuenta  de esta maniobra  y ante la  superioridad numérica  realista, sumado  a la  situación de la escasez  de municiones  que enfrentaba, decide  no hacerle frente, retirándose  ordenadamente en una marcha  que más  bien parecía un desfile,  a los fines  de  atraer el ejercito realista hacia  el oriente, cosa  que logra al  ser perseguido  por  el Coronel español Lucas González a  quién derrota  el 19  de junio, ese  mismo día regresa,  entra  a Petare  y continúa  de nuevo hacía Caracas, donde  derrota en las  cercanía   del Calvario al Brigadier Pereira, toma  de nuevo a Caracas en ese  asombroso  acto  de  valor y astucia, luego la  abandona y marcha  hacía  Clarines  donde  recibe  la noticia  del triunfo  republicano  en Carabobo,     considerando que el esfuerzo realizado por  su tropa ha  sido totalmente fructífero.  

 

Al llegar Bolívar a Caracas le comunica, que con su gran esfuerzo se ha hecho posible el victorioso triunfo de Carabobo, a la vez que le ratifica en nombre de la República que todos los ascensos, galardones y otros premios que le haya concedido a los miembros de su victorioso ejército de oriente quedan firmemente concedidos ya que lo tienen muy bien merecido,  

 

Posteriormente Bolívar le ordena al General Bermúdez, que sitie y tome a Cumaná actualmente en manos de los realistas. Acto  que  sin vacilación acomete  el héroe oriental poniendo  sitio  a Cumana  tanto por tierra  como  por mar desde  septiembre  de 1821 hasta octubre  del mismo  año  cuando logra la rendición de la guarnición  española;  Para 1822 parte  para  Puerto Cabello a los fines  de  auxiliar al General Páez, pero recibe instrucciones  de abrir  operaciones  sobre Rio Hacha, llegándose  hasta Los Puertos  de Altagracia en la costa oriental  del Lago  de Maracaibo, encontrándose  con la fulminante  victoria  del Contralmirante Prudencio Padilla  sobre la flota  española y la capitulación del Capitán General español   José Tomás  Morales, regresa  a Puerro Cabello  donde le es  de gran ayuda a Páez  en la toma  del Castillo último bastión español  en Venezuela, regresa  a Barcelona.  Para  el  año 1828  derrotar  a José  Tadeo Monagas  que  se había  alzado en armas  contra la República,  posteriormente  pasa  a ocupar el cargo  de Intendente y comandante general del Departamento  de Oriente, desde  donde  solicita  su baja  de los  servicios  a los fines  de ocuparse  de una hacienda  que poseía en Güiria, pero lamentablemente  el 15  de  diciembre  de 1831 es  asesinado  alevosamente  por un joven cumanés  de nombre RAFAEL BERRIZBEITIA,  de cuyo crimen jamás  se  supieron los motivos   por  ser ultimado en el mismo  sitio el asesino.  

 

Apenas 49 años de edad tenía José Francisco Bermúdez a la hora de su vil asesinato, La patria allí perdió un gran y denodado soldado, el cual nunca   cobró un salario por sus servicios prestados, alegando que se sentía excelentemente bien pagado por el solo hecho de luchar por lograr la independencia de su patria. 

Sin duda alguna y así lo consagra la historia, José Francisco Bermúdez, fue de los grandes jefes de la gesta emancipadora de Venezuela, destacándose por su arrojo sin límites en el combate, sin demostrar nunca cansancio ni medir el peligro a que se exponía en la lucha; lucha que jamás evadió, de igual manera era un gran planificador militar y un gran conductor de sus soldados. Una de sus más grandes y valiosas hazañas es su célebre marcha triunfal desde Barcelona a Caracas, tres veces toma a Caracas y tres veces la abandona voluntariamente. 

 

En el Estado Sucre, uno de los más grandes Municipios, cuya capital es Carúpano lleva su nombre, además hay varias plazas, paseos, escuelas y liceos con su nombre, como un eterno recuerdo a ese gran héroe de nuestra independencia, que más que oriental es nacional. 

 

BIBLIOGRAFÍA   CONSULTADA 

 

 

LOS GUERREROS DE LA INDEPENDENCIA     TOMÁS PÉREZ TENREIRO 

 

BERMÚDEZ, EL HEROE ORIENTAL                   GUILLERMO MORON 

 

 

BIOGRAFIAS DE HOMBRES INDEPENDEN- 

TISTAS                                                                 VINICIO ROMERO MARTÍNEZ 

 

HISTORIA DE VENEZUELA                                 JOSÉ MANUEL SISO MARTINEZ 

 

HISTORIA CONSTITUCIONALDE VENEZUELA JOSÉ GIL FORTOUL 

 

BATALLAS DE VENEZUELA  1810-1824            EDGAR ESTEVES GONZALEZ 

 

MEMORIALES SOBRE LA INDEPENDENCIA     NARCISO COLL PRAT 

 

BOLIVAR, Y LA ENMANCIPACIÓN   SUD-AME- 

RICANA                                                                DANIEL FLORENCIO O’LEARY 

 

ASPECTOS MILITARES DE LA INDEPENDECIA HECTOR BENCOMO BARRIOS 

 

04 de Abril de 2021.- 

 

NOTA: Se autoriza a cualquier persona natural o jurídica hacer el mejor uso de este escrito, solo se le agradece no borrar el nombre del autor.  

 


Humberto del Jesús Marcano Rodríguez 


Twitter: @Hmarcanor 


IMAGEN SUPERIOR: Por cortesía de Wikipedia / https://es.wikipedia.org/wiki/Jos%C3%A9_Francisco_Berm%C3%BAdez


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JOSE FRANCISCO BERMUDEZ. REFLEXIONES DEMOCRÁTICAS