La labor voluntaria de un Venezolano en el Exilio.
Por: William Jiménez Gaviria.
Hoy vamos a referirnos al ciudadano REY GUSTAVO HERRERA OSUNA, un venezolano, con el rango de Capitán de la Marina Mercante, quien desempeño funciones como Comandante de Salvamento Acuático en el estado Bolívar, igualmente oficial auxiliar del Comando de Guardacostas de la Armada, además de su carrera militar con el rango de Sargento Mayor de segunda, las circunstancias le han impuesto desafíos, asumir muchos riesgos y huir de la persecución de un sistema criminal, que no tolera los hombres de bien, su paso en Colombia lo forzó nuevamente ha huir a un destino internacional más seguro, pero con muchas incertidumbres en su sendero, volver a empezar de nuevo, y aún en espera de una regularidad, dada su condición migratoria en la República del Ecuador, no ha sido fácil sobrevivir, más aún cuando a pesar del nivel profesional adquirido, estas fuera del suelo patrio, y la vída te impone el reto de volver a empezar y no desmayar.
Hoy este compatriota Hermano, en compañía junto a su menor hija, cumpliendo dignamente y en forma exclusiva ambos roles progenitores, asume los desafíos del destino, durante estos tiempos de pandemia, ha prestado una noble labor como PARAMÉDICO en el Ecuador, se han salvado importantes vidas humanas, durante su servicio en más de ocho (8) meses ininterrumpidos, atendiendo un promedio de más de trescientos (300) pacientes, con diversas patologías de emergencia, incluso asumiendo servir en diversas jornadas, en un promedio mínimo de treinta (30) personas, afectadas con el Covid-19, cuya asistencia la ha desarrollado con visitas domiciliarias, en una diversidad de zonas rurales, y aunque no posee una identificación migratoria regular otorgada por el Estado, los organismos públicos no le han requerido ni títulos académicos, ni siquiera una cédula ecuatoriana, para prestar servicios en el área de la salud, que ha desempeñado ah honorem, situación que no ha sido la misma para poder optar un empleo, que aún no dispone, y para lo cual si le han exigido poseer dicha identidad, como requisito indispensable en dicho País, a los fines de poder optar al ejercicio de un oficio u profesión en el campo laboral. Pero lo anterior citado no queda allí, su labor ha sido reconocida por la Alcaldía de BALAO, que le han otorgado reconocimiento, e imposición de medalla de honor, por el esfuerzo demostrado durante estos meses del implacable virus. Desde esta columna de la Corporación Gremial Fuerza Pública en el Exilio, deseamos que muy pronto una mano generosa, disponga con espíritu de integrarlo a la fuerza laboral activa, en esta importante nación hermana, que parte de la gesta emancipadora en América, de los esfuerzos de nuestro insigne Libertador Simón Bolívar.
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