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sábado, 22 de octubre de 2022

¿CUÁNTO DEBE PAGAR CADA CIUDADANO VENEZOLANO PARA RECUPERAR A SU PAÍS? Por: Stanislaw E. Dubis C. Valencia. España. Opinión. Ciudadanía. Venezuela. Mundo


¿CUÁNTO DEBE PAGAR CADA CIUDADANO VENEZOLANO PARA RECUPERAR A SU PAÍS? 

Stanislaw E. Dubis C.

Valencia España. 

20/10/2022

Este es sin duda un título engañoso. Cuando lo lean, van a pensar inmediatamente en el pago de un rescate, lo que tradicionalmente se acostumbra en el delito de “secuestro”. No dista mucho de la realidad, pero ciertamente no es a lo que quiero referirme. ¡SÍ!, Venezuela ha sido secuestrada como Estado y como país y hay que rescatarla. Sus secuestradores no pueden ser catalogados con otro adjetivo si no el de vulgares delincuentes. Por otra parte, y es bueno que se entienda en esta dimensión y amplitud; todos los ciudadanos venezolanos estamos siendo víctimas de este bochornoso delito.

Si por tu mente ha pasado la idea de vernos obligados a un desembolso monetario para lograr reestablecer la decencia en nuestro ámbito nacional, estás equivocado nuevamente. Lo que deseo plantear en estas líneas no es tan fácil como pagar para retornar al país que con virtudes y defectos fuimos; no, mi planteamiento va un poco más allá.

En la mayoría de las veces, en conversaciones con amigos, cuando abordamos, casi que, por obligación, el tema de la realidad venezolana, traigo a colación lo que muchos denominamos “el modelo Singapur”. Singapur nace como país en 1819, como una colonia británica. Su historia está llena de controvertidas situaciones que desembocan en la segunda mitad del siglo XX en serios conflictos internos, económicos, políticos, raciales, corrupción, etc. Era un país muy pobre y en vías de desaparecer. Era un Estado fallido como casi lo es hoy Venezuela.

En 1959 un líder con una visión y objetivos claros; Lee Kuan Yew asume las riendas del país y el reto de lograr su transformación, de restituir el orden y hacer de Singapur una nación viable en todos los órdenes. Impuso medidas severas, pero indispensables para alcanzar su meta.

Desde mi humilde óptica en Venezuela necesitamos la implementación de un modelo parecido al de Singapur, pues nuestra situación hoy por hoy es crítica en cualquier campo administrativo del Estado. Como nación padecemos de profundos males que no son solo los políticos o económicos. Venezuela requiere una remodelación estructural en todas dimensiones y ámbitos. Sin pretender ser el primero en proponerlo, seguidamente esbozo algunas ideas que pienso son indispensables y fundamentales para su reconstrucción.

·         El país ha sido llevado a una destrucción sistemática y progresiva por un grupo que simulando ser políticos asaltaron la institucionalidad del país y la han colocado al servicio de los más oscuros intereses, mezclando lo político con lo criminal; todos saben a lo que me refiero cuando lo expreso de esta manera. No creo necesario dar explicaciones al respecto. Los responsables de esta debacle tienen que rendir cuentas a la justicia. Cuando digo rendir cuentas a la justicia, aparto de mi mente cualquier asomo de la palabra venganza. Es justicia en su más pura y simple concepción. Aquí no puede haber negociaciones ni mucho menos concesiones graciosas.

·         El país requiere de manera inmediata de la reformulación integral de su institucionalidad en cada uno de los campos que la integran: judicial, económico, social y educativo, sanitario, policial, militar, etc.

·         Quizás suene un tanto radical, pero lo estimo indispensable en el proceso de lograr una disciplina colectiva en la sociedad venezolana. Yo establecería la pena capital y cadena perpetua para delitos de corrupción en las áreas de sanidad, de educación, en el ámbito militar por la traición a la patria, por tráfico y posesión de estupefacientes entre otros campos.

·         Para alcanzar el propósito anteriormente descrito es necesario un sistema judicial independiente, competente y profesionalmente estructurado por individuos de las más aquilatadas calificaciones. Los integrantes del sistema judicial habrán de ser un referente de integridad confianza y probidad.

·         Una reformulación completa del sistema educativo, desde los núcleos básicos a los núcleos de profesionalización universitaria. El venezolano debe nacer con, entender, internalizar y practicar el concepto de meritocracia durante toda su vida y en todos los campos.

·         En el ámbito económico, hay que atraer la inversión de capitales, garantizando su protección jurídica; pero al mismo tiempo haciéndoles cumplir el imperio de la ley de nuestro país. Es fundamental la inversión de capitales con la obligación de crear mano de obra venezolana, educarla, prepararla y hacerla competitiva especialmente en el campo tecnológico.

·         Incentivar la producción nacional en los campos agrícolas y pecuarios orientados a la autosuficiencia del país y abriendo puertas a la competencia internacional fundamentados en la excelencia y la calidad del producto venezolano.

·         Atraer inversiones al campo de los servicios básicos mediante el concepto de concesiones: electricidad, acueductos, vialidad, sistema ferroviario. El ciudadano tiene que entender que no hay gratuidad en la recepción de esos servicios.

·         Reducir el concepto de Estado en la ejecución de actividades que no le son propias por naturaleza. El Estado debe ser muy pequeño, pero supremamente eficiente, dentro de este concepto se hace necesario regresar al concepto de un Estado descentralizado.

·         Reformulación y profesionalización del concepto académico y administrativo de los cuerpos de seguridad del Estado tanto policiales como el de las FFAANN

·         Por último, pero no menos importante, la reeducación de la sociedad venezolana, orientada a la recuperación de valores y principios que la rigen, desde la familia como núcleo fundamental, hasta la convivencia en comunidad.

·         Otros que vayan surgiendo según necesidad del país, logros o deficiencias del plan propuesto.

Tal vez me quedo un tanto corto, pero desde mi punto de vista esos son los aspectos vitales, esenciales para salir de este proceso de involución y retraso al cual hemos sido sometidos durante los últimos 23 años.

Esto mi apreciado lector, no se logra con los lideres que venimos arrastrando desde la cuarta república, pues ellos forman parte del deterioro al cual nos han llevado, una buena parte de responsabilidad de la circunstancia que vivimos recae sobre ellos. Para este compromiso se necesita un liderazgo emergente, con una visión amplia y sin compromisos, que va más allá del concepto mezquino político partidista que ha ido perdiendo vigencia y actualidad en casi todos los países del mundo.

La reconstrucción del país demanda el compromiso absoluto de todos y cada uno de sus ciudadanos, y si no lo entendemos de esa manera nunca vamos a salir del foso mental donde nos encontramos, estaremos condenados a ser tercermundistas eternamente.

En mi escrito anterior decía que los venezolanos hemos sido los arquitectos de este nefasto destino en el cual hemos aterrizado. Si entendemos que hemos hecho mal y tenemos la voluntad y la fortaleza de afrontarlo y corregirlo, también podemos ser arquitectos de un mejor destino; pero para eso hay que estar dispuestos a pagar un precio alto, y lo digo con la misma frase que he usado anteriormente en varias ocasiones y que pertenece a sir Winston Churchill: “sangre, sudor y lágrimas”. Ese es el alto precio/sacrificio para rescatar a Venezuela y nos corresponde pagarlo a todos… sin excepción.     

 REMISIÓN Y COMENTARIO: 




 






Buenas tardes hermano Sammy.
Aquí te envío el escrito de esta semana.
Anticipadamente mil gracias por tu gentileza.
Nuevamente, dejo a tu discreción las imágenes que pueden acompañar su edición y divulgación. Ese no es mi campo.
Feliz fin de semana
STANISLAW E. DUBIS
Consultor de Seguridad.
Security Consultant.
Standubis Twitter: @standubis
Stanislaw DUBIS  standubis.2309@gmail.com 

ANEXO: 

IMAGEN SUPERIOR: Foto REFERENCIAL al texto, por cortesia de Siete Estrellas. Twitter: