España: nuestra hermana mayor. Por: Enrique Meléndez. Venezuela

España: nuestra hermana mayor.

Enrique Meléndez

Resulta bastante pintoresco el parte de Diosdado Cabello respecto a la detención de un nuevo estadounidense, junto a un checo y a dos españoles, acusados de terrorismo y, más bien, por allí lo que se observa es que por esta vía esta gente persigue dos objetivos; por una parte, reforzar ante la opinión pública la idea, de que ellos forman parte de un plan desestabilizador del régimen, además de buscar asesinar a Nicolás Maduro; por la otra, contar con nuevos rehenes para negociaciones de canje de presos en un futuro, como sucedió con el caso de Alex Saab y de los estadounidenses, ex gerentes de Citgo; pues resulta un absurdo pensar que cinco personas pudieran llevar a cabo una hazaña de esta naturaleza.

De hecho, la familia de los españoles lo que señala es que vinieron al país en plan de lo que se conoce como ecoturismo; lo que lo demostró la circunstancia, de que fueron detenidos en Amazonas, hacia donde se incursiona en plan de excursión, digamos, vacacional; mientras que el primer estadounidense fue detenido en la Colonia Tovar, y hasta donde se sabe, había venido al país en plan de visitar a una novia. Incluso, al trascender la noticia de su detención, lo que se dijo fue que se trataba de una persona, de las que llaman lunática, puesto que lo que se está recomendado en los Estados Unidos hoy en día, lo mismo que en varios países de Europa, no sé si en la República Checa, es que sus nacionales no viajen a Venezuela, so pena, precisamente, de afrontar este tipo de peligro. ¿Sucedió lo mismo con el segundo estadounidense que cayó, supuestamente, tomando fotos en instalaciones estratégicas en el estado Aragua? Instalaciones militares, instalaciones de nuestra industria petrolera e instalaciones de nuestro sistema eléctrico nacional: agente de la Central de Inteligencia Americana; por todo eso se paseó Cabello, en tanto que los españoles pertenecerían a la Central de Inteligencia Española:

-Ellos lo van a negar –dice el nuevo flamante ministro de Interior, Justicia y Paz-, pero es así.

Por cierto, que se ha considerado una ironía de parte de Nicolás Maduro nombrar a su persona, para garantizar la paz de Venezuela, que no se caracteriza, precisamente, por abrigar un espíritu misericordioso. Ahora, yo me pregunto: ¿no resulta descarado pararse frente a unas instalaciones y tomar fotografías, para que la CIA tenga una idea, de la planta física de los sectores antes mencionados? Nosotros hemos pasado de la era de los satélites espías, que fue lo que llevó a Ronald Reagan a descubrir que el arsenal atómico soviético no era lo que le pintaba la CIA, a partir de la propaganda soviética, en aras de su supervivencia, sino mucho menor que el de EEUU: fue el momento, en que embarcó a la Unión Soviética en la famosa Guerra de las Galaxias, los famosos escudos antimisiles, lo que implicó la ruina del imperio soviético, que se desintegró, y ello derivó en esa región euroasiática en conflictos geopolíticos, raciales y religiosos (perdón por la digresión); hemos pasado de aquellos aparatos a los drones, que lo detectan todo; de modo que la CIA no va a exponer a uno de sus agentes, a que le suceda algo semejante al señor que tiene Diosdado Cabello en el helicoide: camarita debajo del brazo, años cincuenta.

Así paga el diablo, se está diciendo hoy en día el gobierno de España, tomando en cuenta que hasta hace dos semanas Pedro Sánchez era uno de los pocos amigos, que le quedaban a Nicolás Maduro, junto con Lula y Petro, con motivo del hecho, de que haya terciado a favor de Edmundo González Urrutia; le haya dado acogida; aun cuando se le dejó secuestrada a una de sus hijas en el país, una vez que viaja a Madrid, para evitar que se dedicara a cualquier actividad política; recluido en un apartamento, en el que cabían él y su señora; cuando resulta que ha sido recibido en el Palacio de la Moncloa por el jefe de gobierno, seguido de todos los ex presidentes (Felipe González, José María Aznar, con la excepción de Rodríguez Zapatero, que sería muy cínico de su parte, tomando en cuenta el ñemeo que tiene con el gobierno de Maduro; además del Secretario General del Partido Popular, Alberto Núñez Feijoo y otras personalidades del mundo de la política). Muy a la altura el embajador en cada uno de los encuentros. ¿Cómo paga el diablo? Deteniendo a dos despistados, que no saben que la gente del primer mundo no puede andar por este lares, donde brilla por su ausencia el principio del honor. Seguidamente, Cabello muestra el arsenal armamentístico, que le achaca a esta gente: unos biólogos, supongo yo, muy lejos de los centros de poder, en lo que sería su trajín por nuestra región sureña; el hecho es que se trata de un cobro político.

¿Cómo no va a sentirse indignado el psiquiatra Rodríguez, a propósito de esa paliza, que le han dado en una peroración candente, que se ha suscitado, no sólo en el Congreso, sino también en la opinión pública, en especial, cito un artículo de Fernando Savater, de quien Hugo Chávez se confesaba admirador? Precisamente, Savater elogiando un discurso de Cayetana Alvarez de Toledo, sobre todo, porque allí ella esboza lo que son los riesgos que corre la democracia: razón por la cual invita a no reconocer el triunfo de Maduro; como sí a Edmundo González Urrutia como presidente electo. Porque el espíritu de nuestra época se enfoca hacia libertad: libre participación en los procesos políticos, libre empresa, libre filiación a cualquier religión. Dejamos de ser siervos, para ser ciudadanos en un mundo, donde además de haber libertad hay fraternidad y legalidad, que es lo que hace que el hombre, en lugar de ser lobo del hombre, pase a ser ángel del hombre (Hobbes). Eso hizo salir de quicio al psiquiatra; como nunca antes habíamos visto un presidente de la Asamblea Nacional: hasta solicitó ruptura de relaciones diplomáticas con la antigua madre patria, que ahora se ha transformado en nuestra hermana mayor, en ese sentido.

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De: Enrique Melendez O. <melendezo.enrique@yahoo.com>
Date: sáb., 21 de septiembre de 2024 7:11 p. m.
Subject: artículo
To: melendezo. enrique <melendezo.enrique@gmail.com>