PAGINAS Y RECORTES

miércoles, 14 de diciembre de 2005

LEYENDA DE UNA PROTESTA. Por: Sammy Landaeta Millán.

Con la condena de Carlos Ortega, Presidente de la Confederación de Trabajadores de Venezuela, se evidencia la plena ausencia del Estado de Derecho en nuestro país y nos orienta a inferir que seguirán los juicios y encarcelamientos de personas por motivos políticos. El propio Ortega nos deja una reflexión que solamente con la unión de todos los venezolanos que adversamos el desgobierno, podremos concretar, inducir, acelerar y consolidar la salida de régimen oprobioso de Hugo Chávez.
En diversos amigos, compañeros de lucha, representantes de organizaciones, reina la inquietud; se aborda el tema de la unidad, pero se visualiza el fantasma acerca de quien será el próximo señalado, perseguido, capturado, encarcelado y condenado ya que esta acción esta reservada a la potestad del azar revolucionario. ¿Será un sorteo?
Por mi condición de militar retirado, que no se cansa, no se doblega, no se resiste a perder la patria, asumo plenamente la defensa de la institucionalidad en Venezuela y mediante esa razón valida, me permito precisar y refrescar algunas facetas que sin animo de exponerlas como titulo de ejemplo, sirvan para fundamentar la resistencia, para proseguir la búsqueda de la unión del pueblo venezolano y para sentar posición ante el miedo, el atropello y la conculcación de los derechos fundamentales que a diario genera el régimen autocrático en nuestro país.
El 27 de Junio de 2000 sometí a consideración y tramitación el pase a retiro del servicio activo de la Fuerza Armada Nacional (FAN) por propia solicitud. El mismo fue concretado según resolución N° DG-7446 firmada por el G/D (Ej.) Eliécer Hurtado Soucre, Ministro de la Defensa, el día 26 de Julio, día de la Revolución Cubana. ¿Casualidad?
Una vez otorgado, el pase a retiro. Me negué a firmar los papeles correspondientes y aduje que formalizaba una protesta. ¿Posición inédita?
En Febrero del 2002 respalde al Cnel (Av.) Pedro Soto, poco después de su pronunciamiento. Frente a él y el Coronel (Av.) Silvino Bustillos, fijé y recalqué que esa posición , no trascendía al plano político, sino que se mantenía dentro del campo de la protesta militar. ¿Entenderían el mensaje?
Los sucesos del 11 de Abril de 2002 transcurrieron, después de haber intervenido el día anterior en el acto de PDVSA Chuao, solicitando a la Fuerza Aérea Venezolana el desconocimiento de las autoridades acogiéndose al 350 de la Constitución como en anteriores oportunidades lo he relatado.
Me sume a la marcha hacia Miraflores y quede encerrado entre le tiroteo, las bombas lacrimógenas los palos, piedras y botellas que lanzaban en la esquina de Paguita, cerca del palacio de Miraflores, los tenebrosos Círculos Bolivarianos que salieron a defender la revolución con protección de la Guardia Nacional de Venezuela, en contra de la masa de opositores en desobediencia con el gobierno. Con estupor soy testigo presencial de la acción genocida de la GN en contra de un pueblo.
Luego del pronunciamiento del G/D (GN) Carlos Alfonso Martínez me dirigí al Comando de la Guardia Nacional en la parroquia de El Paraíso, para presentarme voluntariamente ante su autoridad, no llegué ante él, porque un capitán de apellido Pernía me lo impidió y me dijo que el general estaba en cuenta de mi presencia, pero que no autorizaba mi acceso al Comando de esa Fuerza. ¿Sería verdad?
El viernes 12 de Abril del 2002, me entrevisté con el G/B (Av.) Rafael Augusto Quintana Bello en la Comandancia General de la Aviación y solicité la posibilidad que se revisara mi expediente en pro de reingresar a la FAV, ante la salida del Gobierno de Hugo Chávez, causa y motivo de mi disidencia de la Fuerza Armada.
El general Quintana me dijo que era fácil anular el acto administrativo aduciendo recordar mi negativa a firmar el proceso de retiro en el año 2000, pero que hablara con el G/B (Av.) Pedro Pereira Olivares, quien, como nueva autoridad, asumiría el cargo de Comandante General de la Aviación.
En horas de la tarde, luego de observar por televisión la presencia del General (Av.) Pedro Pereira en Miraflores, me desplace al palacio para hablar con él quien reconoció mi valor y mi lucha institucional para reincorporarme a la FAV. Al salir del Palacio coloque mi nombre, numero de cedula de identidad y firma en una hoja en blanco, sin dejar espacio para agregar cualquier texto, cuestión que la utiliza el desgobierno para señalarme como firmante del decreto de Carmona.
Me siento orgulloso de ser señalado por el oprobioso régimen, como firmante de un decreto que no existe legalmente, porque no salió en Gaceta Oficial, por lo tanto Carmona no fue investido como Presidente, pero devolvió transitoriamente la institucionalidad a la República de Venezuela ante la cobardía y el abandono del cargo de Hugo Chávez Frías quién hoy ocupa la primera magistratura del Estado por usurpación y el anuncio de su renuncia por parte del General en Jefe (Ej.) Lucas Rincón Romero, a quién también hay que investigar y juzgar por el caso.
El día 15 de Abril del 2002, regresé a la Comandancia, hablé con el General (Av.) Pedro Pereira Olivares, quién estaba retenido y custodiado por el G/B (Av.) Roger Limonchi García, le comunique que hablaría de nuevo con el General (Av.) Quintana Bello y este me dijo que en su persona, la patria adquiría un compromiso conmigo.
El 22 de Octubre del 2002, me sumé al pronunciamiento militar de los oficiales de la Plaza Francia en Altamira, allí permanezco, sigo todos y cada uno de los días llevando mi protesta por los desmanes institucionales en la Fuerza Armada Nacional de Venezuela, sin inmiscuirme en la participación o aspiración a cargo de elección popular.
Con humildad asumo la plena responsabilidad de haberme separado transitoriamente de la FAN y declaro no tener temor a las acciones que el régimen pueda hacer en mi contra.
Con sencillez expreso estar satisfecho de ser un miembro mas de las Fuerzas Armadas Nacionales que se negó a ser cómplice de la instauración del Comunismo en Venezuela.
Con dignidad expreso no pertenecer a esas FAN que con su obediencia ciega, callada, arrastrada y servil avalan la presencia de un usurpador, vergüenza nacional, personificada en la imagen del tiranuelo de turno en Venezuela, Hugo Chávez Frías.
Siempre, por siempre, y para siempre continuaré con mi protesta institucional por el rescate de la dignidad militar y la libertad de la Nación, por ello expreso categóricamente:
Si actualmente se me presentase la oportunidad de suscribir un documento para salir definitivamente del régimen de Chávez y su casta de bandoleros comunistas, no dudaría un instante en suscribirlo por el bien de la patria y sus connacionales.
La leyenda de esta protesta solamente pretende contrastar lo pequeño que significa la acción de una individualidad, comparada con la valentía de un presidiario que como líder de la Confederación de Trabajadores de Venezuela, demostró su arrojo, coraje y alto sacrificio por la patria. El ejemplo de Carlos Ortega es digno de ser emulado y honrado mediante la unión de todos los venezolanos que estamos dispuestos a adoptar una posición férrea de defensa integral del país, frente a las pretensiones del Comunismo.
Cita: “El que abandona todo por ser útil a su país, no pierde nada, y gana cuanto le consagra”
Simón Bolívar.
Coronel (Av.) Sammy Landaeta Millán
Caracas, 14 de Diciembre de 2005