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jueves, 29 de marzo de 2007

DEBILIDAD MILITAR // Por: Sammy Landaeta Millán

Los militares en Venezuela han dado muestras de ser recios, autoritarios, hegemónicos y pretorianos, en lo que respecta al atropello de opositores al régimen. En cambio, en asuntos de comando, administrativo y financiero, han resultado ineficientes. La apropiación de fondos públicos y la presunta venta de armamento orgánico y utensilios militares, inducen a dudar sobre la supuesta fortaleza o cohesión de la FAN. Sus actuaciones en materia de seguridad, evidencian una notoria: Debilidad Militar.
Los pertrechos cruzan las fronteras con la anuencia del ídolo de la Guerrilla Colombiana, Hugo Chávez y con la permeabilidad complaciente, de quienes obtuvieron el beneficio de los “Soles de Cararabo” por vender su lealtad a los enemigos de la Patria, traicionando la confianza de sus subalternos. En materia de mal manejo de presupuestos, el comandante en jefe y los altos mandos de la FAN saben que podemos citar la administración de las unidades castrenses. Estas se ejecutan en dos formas: Una abierta, donde los recursos se utilizan para satisfacer las necesidades por gastos ordinarios, servicios no personales y extra-presupuestos que se requieran para el cumplimento de la misión. La otra es ejecutada en forma “solapada” para solventar las necesidades del comandante, su administrador, sus familiares y personas allegadas.
Este ultimo modelo lo han adoptado la mayoría de los Comandos en la FAN. Ellos, se acoplaron a la revolución socialista, marxista, leninista o comunista, para encubrir el bandolerismo y el latrocinio generalizado, en la Institución. Quizás Hugo Chávez se impacte y califique la situación como “una obscenidad,” pero no deja de atribuirle la responsabilidad a ciertos funcionarios de gobiernos pasados, que al lado de los suyos; son unos niños de pecho. Quizás los anteriores, hacían algunas economías en las partidas del rancho, para quedarse con algo. Tal vez lo hicieron con los gastos de comando y obtuvieron algunos recursos particulares. Pero lo repudiamos por igual.
Pero el caso no es vilipendiar sino responsablemente, aborrecer la conducta de antiguos y nuevos ya que anteriormente, algunos investidos de todopoderosos hicieron de su fuerza, de su grado, de su cargo un “modus vivendi” para el beneficio personal y su entorno familiar. Estos iniciaron el desmoronamiento de la Institución que les dio todo. De humildes campesinos, alegres orientales, afables maracuchos y caballerosos andinos, se convirtieron en auténticos potentados del poder militar, respaldados por el poder político clientelar y corrupto de la denominada y desdibujada: IV Republica. En contraposición a ellos, saltó Hugo Chávez y su comparsa Socialista, para pasar factura a la Sociedad y “saciar sus hambres viejas,” de apropiarse de los recursos del Estado.
La revolución contempla el enriquecimiento, la corrupción y el apoderarse de dineros bajo su control. Avala que los profesionales de la FAN participen en ventas, contratos, asociaciones y cooperativas. Hoy los depredadores de la patria incluyen en el festín a sus esposas, hermanas, tíos, sobrinos y demás familiares e incorporan a sus secretarias, choferes y personal del servicio de sus residencias y abiertamente indican que están participando del robo a la Nación. También algunos oficiales activos, se niegan a que se les responsabilice, por el hecho de la corrupción. Se resisten a que se les catalogue como “ladrones,” porque simplemente responden al “ejemplo que Caracas dio.”
Muchos profesionales de la FAN, se jactan en los actuales momentos de posee una alta solvencia personal y tributaria. Pero no es precisamente porque cancelan sus impuestos municipales, nacionales y extraordinarios de su propio peculio. Lo hacen con el mismo dinero del Tesoro Publico Nacional y recurriendo al manejo de la “mano izquierda” para cancelar viviendas, vehículos, terrenos y pólizas de seguros de hospitalización, cirugía, maternidad, accidentes, robo ó incendio. Hoy con el actual sueldo del profesional militar no podrían hacerlo, pero lo hacen y disfrutan de cuantiosos lujos.
Hugo Chávez ha hecho un llamado a “demoler las viejas costumbres,” pero le recordamos que en “otros hábitos” hay diversas enseñanzas que enmarcan la inquebrantable honorabilidad, honestidad y dignidad de quienes somos sus adversarios en el plano patriótico-castrense. En esas virtudes se centran la manera particular de enfrentarnos al Comunismo de los incapaces, traidores y bandoleros que bajo una logia cívico-militar se han adueñado del patrimonio de los venezolanos. De allí que hablemos con fuerza, decisión y certeza al denunciar al nefasto Socialismo Utópico, que al final nos conducirá al enfrentamiento colectivo. Pero no por ello, dejaremos de combatirlo।
En la FAN hay palabras que son casi prohibitivas de usarlas, por las prácticas de “represalia y venganza política.” En el lenguaje diario y en el telefónico, es peligroso pronunciar: revolución, fusiles, pistolas, granadas, morteros, Kallashnikov, fuga, loco, sicario, muerte, Chávez u oposición. La razón es simple, son susceptibles de apartarlos de las líneas de mando y relacionarlos con: a) La corrupción. b) El contrabando. c) El trafico de drogas. e) Enemigos del proceso. f) Un supuesto magnicidio y g) La perdida de armamento y su aparición, en manos de grupos paramilitares.
Los sediciosos, llámense Carapaicas, Tupamaros, Fuerzas Bolivarianas de Liberación, Guerrilla Internacional, hampa común u organizada. Al tener ese tipo de armamento, constituyen un riesgo por su capacidad ofensiva. Pero al final representan, para quienes los comercializan, un alto valor monetario. Referimos que en una parroquia popular de Caracas, existe la presunta posibilidad, de conseguir unidades de FAL. Allí el “obsoleto armamento” puede costar entre 1 y 1.5 millones de bolívares o en un estimado “precio solidario.” Se ofertan pistolas, granadas, sub-ametralladoras, morteros y se ofrecen ametralladoras, 0.50 tipo AFAG y lanzacohetes AT-4. ¿Serán de la FAN?
En la FAN no hay cabida para sostener una investigación seria al respecto, para dar a conocer la verdad. Los jefes de Unidades Superiores, fallan en la seguridad y control administrativo de los recursos y el armamento orgánico. Esta cuestión demuestra una falsa fortaleza o cohesión de la Institución y no deja de ser una: Debilidad Militar.
Cita: “Las cosas falsas son muy débiles”
Simón Bolívar


Coronel (AV) Sammy Landaeta Millán
Caracas, 28 de Marzo de 2007.