PAGINAS Y RECORTES

viernes, 3 de julio de 2009

Expulsen al Invasor Cubano

TRAICION

"La traición supone una cobardía y una depravación detestable

" Barón de Holbach


Inicialmente intitulé esta nota “Malditos Cubanos”, pero desistí porque sentí que estaría injustamente maltratando a ese sufrido pueblo que, por medio siglo ha debido soportar una de las dictaduras más feroces y brutales de nuestro hemisferio, además agraviaría al pueblo cubano que desde el exilio ha librado gallardas batallas contra la ignominia castrista y lidiado con las incomprensiones de una sociedad mundial abyecta e indolente. No, nunca jamás osaría ofender al noble pueblo de José Martí.


Maldito son los cubanos que están hollando con sus mugrosas plantas el suelo de nuestra patria. Esos malignos que controlan los registros y notarías, la dirección de extranjería, los sistemas de salud y educación, la actividad portuaria y lo peor: A las otrora dignas y gloriosas Fuerzas Armadas Venezolanas. Confieso que, ni en mis más horripilantes pesadillas, visualicé a nuestra oficialidad postrada al piso, siendo pisoteadas en su honor, lustrando con sus lenguas las botas del invasor, que sin piedad, violan nuestra mancillada patria. Me pregunto con mezcla de tristeza e ira: ¿Que mala leche circula por la venas de estos indignos hijos de la patria? y ¿En cual mala hora renunciamos a ser irrevocablemente libres e independientes?


Los venezolanos hemos sido invadidos, colonizados y saqueados por un país más pequeño, atrasado y miserable sin que hayamos luchado y sin haber sido derrotados en batalla alguna. Nos han rendido y esclavizado por decisión de un solo hombre, quien ha traicionado a la patria y se ha arrodillado a un país extranjero y pretende que todos nos arrodillemos, ignorando que el verdadero pueblo de Bolívar no dobla la cerviz, que preferimos la cárcel, el exilio o la muerte antes que contribuir con la humillación de nuestra patria. Ahora dicen que vienen por nuestros hijos, quieren inocularles el germen ideológico de la traición, para que devengan en pioneritos de la infamia.


Los militares y soldados de nuestra patria amada deben reflexionar. Entender que la riqueza mal habida, no lava la cara del inicuo. Por esto, les hacemos un llamado para que se eleven del suelo y orgullosos vuelen como el águila y con sus garras de acero, expulsen al cubano invasor.


Por: Carlos R. Alvarado Grimán

Página: http://www.aserne.blogspot.com