miércoles 16 de diciembre de 2009.Abajo incluyo pasajes de la cantinflada de Hugo Chávez en Copenhagen, especialmente los párrafos que arrrancaron aplausos de la audiencia. Este personaje incoherente, ignorante, demagogo, habló para las galerías. Venezuela es un país que vive de la exportación de un producto contaminante, el petróleo. En nuestro territorio se lleva a cabo el crimen ecológico más horrendo del sector energético mundial : la venta de la gasolina a precios viles y la total ausencia de regulaciones que controlen la emisión de contaminantes. El consumo de gasolina en Venezuela se promueve activamente ya que tiene el precio más bajo del planeta. Y este fantoches se atreve a pararse en Copehhagen, no solo a hablar incoherencias como las que transcribo, sino a criticar a quienes contaminan.
Oigan al Cantinflas venezolano:
“Yo venía llegando apenas y nos estábamos sentando cuando oímos a la Presidenta de la sesión anterior, la Ministra, decir que venía un documento por ahí, pero que nadie conoce, yo he preguntado por el documento, aún no lo tenemos, creo que nadie sabe de ese documento top secret”... No es este un párrafo cantinflérico?
Ahora ciertamente, la camarada boliviana lo dijo, no es democrático, no es inclusivo, ahora señoras, señores:
¿Acaso no es esa precisamente la realidad de este mundo?
Lo que vivimos en este planeta es una dictadura imperial, y desde aquí la seguimos denunciando ¡Abajo la dictadura imperial! ¡Y que vivan los pueblos y la democracia y la igualdad en este planeta!
Aplausos y, supongo yo, muchas carcajadas…..
Uno pudiera decir señor Presidente que un fantasma recorre Copenhague, parafraseando a Carlos Marx, el gran Carlos Marx, un fantasma recorre las calles de Copenhague, y creo que ese fantasma anda en silencio por esta sala, por ahí anda, entre nosotros, se mete por los pasillos, sale por debajo, sube, ese fantasma es un fantasma espantoso casi nadie quiere nombrarlo: el capitalismo es el fantasma, casi nadie quiere nombrarlo. Cantinflas se quedó lelo! El fantasma sale por debajo, sube, etc….
Asistentes [Aplausos].
Es el capitalismo, ahí rugen los pueblos, allá afuera se oyen.
Creo que Obama no ha llegado, recibió el Premio Nóbel de la Paz casi el mismo día que mandaba 30 mil soldados más a matar inocentes en Afganistán, y viene ahora a presentarse aquí con el Premio Nóbel de la Paz, el Presidente de los Estados Unidos.
Pero Estados Unidos tiene la maquinita de hacer billetes, de hacer dólares, y ha salvado, bueno creen haber salvado los bancos y el sistema capitalista.
Bien, esto, comentario al margen, que yo quería hacerlo allá, estábamos levantando la mano para acompañar a Brasil, a India, a Bolivia, a China, en su interesante posición que Venezuela comparte y los países de la Alianza Bolivariana, con firmeza; pero bueno, no nos dieron la palabra, así que no me cuente estos minutos por favor Presidente.
El tipo siempre pide que le den más minutos para decir sus bolserías.
Asistentes [aplausos].
Fíjense, por ahí conocí, tuve el gusto de conocer a este escritor francés Hervé Kempf, recomiendo este libro, lo recomiendo, se consigue en español –por ahí está Hervé- también en francés, en inglés seguramente, Cómo los ricos destruyen el planeta. Hervé Kempf: Cómo los ricos destruyen el planeta. Por eso fue que Cristo lo dijo: Más fácil será que un camello entre por el ojo de una aguja, a que un rico entre al Reino de los cielos. Eso lo dijo Cristo nuestro señor.
Aparentemente caminaba sin rumbo cuando se topó con Hervé Kempf…. Y Cristo dijo lo que dijo sobre los ricos porque estaba pensando en el calentamiento global!!
Asistentes [aplausos].
Y en estas últimas horas, creo que ustedes no han dormido, además de que no han almorzado, no han dormido. No me parece lógico que salga ahora un documento de la nada, como dicen ustedes. Esto suena más bien como Tin Tán.
Desde los países que conformamos el ALBA, la Alianza Bolivariana exhortamos, yo quiero con respeto, pero desde mi alma exhortar a nombre de muchos en este planeta, exhortamos a los gobiernos y a los pueblos de la Tierra, parafraseando a Simón Bolívar, El Libertador; si la naturaleza destructiva del capitalismo se opone, pues luchemos contra ella y hagamos que nos obedezca, no esperemos de brazos cruzados la muerte de la humanidad.
Fuente: Las Armas de Coronel