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lunes, 14 de diciembre de 2009

UN 27 DE NOVIEMBRE DE 1992...//G/D Oswaldo Suju Raffo

GD. Oswaldo Sujú Raffo.
UN 27 DE NOVIEMBRE DE 1992...


El pasado viernes, 27 de Noviembre, se cumplieron 17 años de aquel luctuoso día en que las nubes se abrieron, para dejar caer fuego y metralla sobre un pueblo sorprendido y temeroso...Como testigo de lo ocurrido ese trágico día, todavía deploro y condeno la actitud asumida por quienes participaron, directa e indirectamente, en esas acciones criminales, pues no se debe calificar de otra forma... Lo sucedido ese día, secuela del 4FEB.92, tendrá que ser considerado como un acto de barbarie a la luz del Derecho Internacional y cuyas responsabilidades todavía no han sido lo suficientemente aclaradas ni condenadas. Algunos participantes de esa rebelión militar, han aprovechado la coyuntura de un régimen que glorifica los intentos de golpes de Estado, pues de ahí sus raíces, para escalar posiciones, ventajas personales y económicas, además de tergiversar las verdades de lo ocurrido en ese aciago día.

Sin intención de criticar una rebelión militar, mal planificada y peor dirigida, en donde se pasaron por las “horcas caudinas” todos los principios de Comando y Control, de Planificación y Conducción de Operaciones, sin objetivos claros sino causar terror, señalo la incapacidad de sus líderes que se lanzaron en una aventura delatada, disminuida y sin posibilidades de éxito. La desesperación por la toma del Poder, violando la Constitución y Leyes de la República en un acto demencial de fuerza, no justifica los hechos sucedidos ese día. La traición a la Institución y al Juramento ante la Bandera Nacional, el engaño al superior y al compañero, a los subalternos y hasta los mismos compatriotas, son “espadas de Damócles” que gravitarán sobre sus conciencias. Muchos venezolanos, civiles y militares, pagaron con sus vidas y con su sangre, la temeridad y la irresponsabilidad de pocos, que amparados por el poder de fuego disponible al comienzo de ese día, llenaron de pánico y zozobra a Caracas, Maracay y Barquisimeto. Bombas, cohetes y ametralladoras de gruesos calibres contra fusiles y pistolas, fue el comienzo de esa desigual contienda fraticida el 27Nov.92. Atacar desde el aire a objetivos civiles, sin protección antiaérea, en ciudades abiertas, cuando los ciudadanos se dirigían a sus trabajos y los niños a sus escuelas, no tiene justificación y es condenable por la Corte Penal Internacional. Ninguno de los “líderes” de esa insurrección militar ha podido justificar los ataques a blancos civiles como: El coliseo de la Policía de Sucre, el Helicoide sede de la DISIP, el estacionamiento del Centro Comercial Tamanaco, el edificio del M.R.E y otros blancos militares como la Escuela de Aviación Militar en Maracay, la Base Aérea de Barquisimeto y los dormitorios del Regimiento de la Guardia de Honor. La euforia bélica desde el aire, comparada con el “síndrome del tiburón” causó muchas víctimas inocentes, perdidas cuantiosas de aviones y equipos militares, de obras civiles, así como el trauma en la población venezolana. Las pocas tropas insurrectas de tierra, también causaron sus víctimas y siguen sin esclarecerse los responsables de homicidios alevosos como lo sucedido en el Canal 8 y de los dos soldados ultimados, estando esposados, cerca de Miraflores. De las inocentes víctimas civiles, recuerdo el caso de un joven allegado a mi familia, se llamaba Jorge Felipe Marcano, tenías apenas 30 años de edad cuando murió por los impactos de balas, al transitar frente al Helicoide en momentos cuando ametrallaban la sede de la DISIP. Venía de amenizar la misa en la Iglesia San Salvador, donde tocaba el órgano. Era un joven bueno, sano e inteligente, estudiaba piano en La Escuela “José Angel Lamas”, trabajó 15 años en la Iglesia La Catedral. Ayudaba a niños autistas y se había ganado una beca del CONAC para estudiar música en Rusia y lo mas triste, era el único hijo de su desamparada madre...Así como este caso de aflicción y dolor, cuantos otros sucedieron ese triste día ? Los responsable de la insurrección militar del 27NOV92, C.A Grúber, C.A Cabrera y GB. Visconti , deben como un resarcimiento por los daños morales y espirituales causados a las familias de la víctimas- oficiales, sub.oficiales, tropas, policías y otros ciudadanos caídos ese día- solicitar, tramitar, insistir y conseguir del Ejecutivo Nacional, una pensión vitalicia para las madres , esposas e hijos de las víctimas fatales de esa aventura cruel. El Régimen dispone de suficientes recursos para ello, sin necesidad de que intervenga un Tribunal Internacional de Justicia, como ya sucedió...Igual razonamiento considero para los familiares de las víctimas del 4FEB92, otra fecha de luto y dolor. Mientras no haya una verdadera justicia ni exista el imperio de las leyes, las heridas no cerrarán en esta Venezuela tuya, mía y nuestra. La Patria es primero. Fuera los invasores, vividores y chulos. ¡Hasta luego !

Fuente: La Historia paralela